viernes, 27 de marzo de 2020

La importancia de ampliar los conocimientos multidisciplinares






Suele definirse la genialidad como la capacidad extraordinaria que tenemos cada uno de hacer cosas diferentes y dignas de admiración. No importan las horas y el esfuerzo que nos cueste hacer una cosa, lo importante es tener la suficiente fuerza de voluntad para perseverar mejorando lo que nos hemos propuesto conseguir. Cuando terminemos un trabajo se nos valorará si lo hemos mal, regular, bien o excelente sin que a nadie importe demasiado cuánto tiempo hemos tardado en conseguirlo o que medios hemos empleado en conseguirlo. 
El Renacimiento fue aquel periodo de la historia de la humanidad en la que se dejó de hacerle caso a papá (Dios). Fue en aquella época cuando por primera vez la gente empezó a tener acceso a la lectura y pudo aprender de Platón y demás sabios de la antigüedad, ampliar sus conocimientos multidisciplinares y practicarlos. Colón descubrió América y a la vuelta contó cosas que nadie sabía ni había visto antes: flora, fauna, personas, construcciones, productos, otra cultura,…. Hubo un cisma porqué se demostró que “Dios-la Biblia-el clero” NO lo sabía todo, como se pensó durante siglos. Así empezó el pensamiento crítico y científico, y con la autoformación cada uno se fue especializando aprovechando la transversalidad de conocimientos. 
Cuando hemos visitado un museo seguramente nos hemos preguntado porqué los artistas, hicieron lo que hicieron en el momento que pintaron/esculpieron/construyeron esas grandes obras. Los amantes del arte se dan cuenta de que no se puede estudiar historia del arte sin utilizar otras disciplinas, incluidas las matemáticas. La perspectiva, Alberti, el número pi, la proporción áurea… están siempre presentes. En el Partenón, en las pirámides, … todo es matemáticas, incluso la música. 
Ls especializaciones han permitido que la economía, la medicina, el conocimiento creciera exponencialmente y nos han permitido ser mas productivos, longevos y vivir cada vez mejor, pero hay que respetar la polimatía y la multidisciplina.
Uno puede estar especializado en pintura, escultura, arquitectura, ser poeta, filósofo, botánico, músico, etc. y hay que demostrarlo con tus obras para que los entendidos te reconozcan y te respeten. 
Pensemos en un genio reconocido universalmente como Leonardo da Vinci. Leonardo fue iletrado, hijo ilegítimo, disléxico, bipolar, homosexual y con déficit de atención. Fue un hombre de carne y hueso, que fracasó muchas veces en su tiempo y en diferentes ciudades por ser tan raro. 
Leonardo, por ser hijo ilegítimo, nacido fuera del matrimonio, no obtuvo el apellido ni tampoco pudo ejercer la profesión de su padre. 
Al no poder ser notario, empezó de aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio. Ese niño EXTREMADAMENTE CURIOSO QUE NO DEJÓ DE PREGUNTARSE POR QUÉ Y PARA QUÉ, se convirtió en el genio que hoy admiramos. 
Leonardo cambió el paradigma de la representación de la mujer. Gracias a las tradiciones griegas y romanas, la mujer se masculinizó un poco y el hombre se feminizó un poco. Leonardo también buscó, desde un punto de vista científico, el alma. Estaba convencido de que existía, pero no el alma teológica sino EL ALMA QUE RESIDÍA DONDE RESIDÍA EL JUICIO, Y EL JUICIO RESIDÍA DONDE RESIDÍA EL SENTIDO COMÚN. Es aquello que nos permitía estar en constante movimiento. 
En el Renacimiento se le daba mucho valor al objeto (como ahora) y, de vez en cuando, las mujeres, por desgracia, eran objetos. Cuando un padre entregaba a su hija en matrimonio, entregaba un retrato de perfil de esa mujer, según marcaba el 'Decor Polorum', un libro de finales del siglo XV. La mujer podía mirar, pero no era una identidad individual. Leonardo marcó un cisma en su primer retrato de mujer y también cuando pintó 'La Gioconda’. Leonardo giró directamente la mirada del espectador. Posición tres cuartos, ‘contraposto' mirando a su interlocutor, a ese espectador, a quién iba dirigido ese regalo. Esto supuso un cisma en la creación artística y los Médici le dijeron a Leonardo: "Te has pasado de frenada”. 
Leonardo se tuvo que marchar de Florencia, porque allí no estaba bien visto. Llegó a Milán, y se puso a las órdenes de los Sforza ofreciendo sus conocimientos como ingeniero militar. 
Francia invadió Milán y Leonardo no le hizo ascos a los franceses por lo que los Sforza se enfadaron, le retiraron su apoyo y tuvo que irse a Venecia. Llegó tarde, porque con la caída de Constantinopla, ya no servían sus instrumentos subacuáticos de guerra y volvió a Florencia. Compitió contra Miguel Ángel, y perdieron los dos. 
Se fue a Roma, y también fracasó, porque tuvo que competir también contra Miguel Ángel y Rafael. Terminó huyendo a Francia y pasó allí los tres últimos años de su vida. 
El que hoy admiramos como el gran Leonardo da Vinci fracasó en Florencia, en Milán, en Venecia, en Florencia de nuevo, en Roma y triunfó sólo al final de su vida. Cuantitativamente se pasó más tiempo fracasando y perdiendo que viviendo como un genio exitoso. 
A pesar de que murió con 67 años, nunca dejó de ser ese niño que se preguntaba por qué y para qué, que fue muy constante, luchador, apasionado y, al final, a pesar de todo eso, dejó una gran obra y hoy en día seguimos disfrutándola y celebrándole. 
Se dice que Leonardo dominó 14 ramas del saber y se suele estudiar sólo en “Historia del arte” ¿Porqué no se estudian también sus creaciones y trabajos en las otras 13 disciplinas? Pocos reparan en que una gran parte de las cosas cuyo invento se atribuye a Leonardo, no las inventó él, y de las que inventó muchas no terminaron de funcionar muy bien. 
Se dice que Leonardo tenía una inteligencia expansiva y una inteligencia concentrada. Al igual que Miguel Ángel los dos eran polímatas: pintores, arquitectos, escultores, poetas, etcétera. 
Miguel Ángel, enfocaba todo su saber a una misma cosa, a la fuerza intelectual y psicológica. Con su inteligencia concentrada Miguel Angel cambió la historia porque decidió cambiar “el cómo” más que “el qué”. Notemos que “David” siempre se representa de la misma manera: un joven, imberbe, con un casco, con una espada y, normalmente victorioso con la cabeza de Goliat bajo sus pies. Con su inteligencia concentrada cambiaba el “cómo se cuentan las cosas”. 
Con su inteligencia expansiva Leonardo, hacía lo contrario. Cuando estudiaba cosas, lo ampliaba el abanico, buscando la transversalidad de los conocimientos. Leonardo se tiró entre 15 y 20 años estudiando el vuelo de las aves porqué estaba convencido de que el hombre podía volar. Hasta que se dio cuenta de que la fuerza motriz de nuestros brazos nunca podría llegar a imitar el aleteo de los pájaros, y cambió de idea. No olvidó su sueño de que el hombre consiguiera volar. Estudió a los murciélagos y dijo: "Oye, igual podemos planear” e inventó el Ala delta. ¿O lo inventó Abbás Ibn Firnás en el siglo IX en Córdoba? 
Porque Leonardo era científico, y UNA MÁXIMA DE LA CIENCIA ES TRABAJAR A HOMBROS DE GIGANTES. Es decir, Leonardo leía lo que habían hecho otros anteriormente, recogía los fallos, los aciertos y continuaba esa investigación. Lo mismo que hacen los científicos y los ingenieros incluso hoy en día. La rueda ya se inventó hace siglos y aún hoy se sigue mejorando. Paracaídas ya existían, pero nunca habían conseguido funcionar. Los tanques o los carros armados ya existían en la Edad Media pero nunca llegaron a funcionar y el de Leonardo tampoco. Hasta el 'Hombre de Vitrubio' lo copió Leonardo, como diseño. Es verdad que él, estudiando a Vitrubio, siglo I a.C., el arquitecto de Julio César, encontró la solución al problema, pero el dibujo es una copia mejorada de otros anteriores. 
Leonardo, más que inventor creativo fue una especie de científico o ingeniero que utiliza sus conocimientos para aplicarlos a la invención, que es diferente. 
Si uno observa el imaginario o la mente poliédrica de Leonardo, se da cuenta de que nunca se rendía y siempre lo intentaba una y otra vez. Los tipos geniales tal vez imaginan grandes cosas, diseñan bocetos espectaculares, los artesanos trabajadores las construyen y los perseverantes las perfeccionan. Detrás de toda gran obra suele haber un décimo de inspiración y el resto es transpiración. 
Todas las grandes obras hay que estudiarlas desde muchos puntos de vista y aún así la explicación puede ser difícil de encontrar. ¿Se han preguntado alguna vez porque es tan famoso/importante/valorado el retrato de la Gioconda?. 
La cara, el rostro, los rasgos faciales se estudian desde los tiempos de Aristóteles: fisonomía, morfopsicología, sinergología, microexpresiones… entonces… 
Leonardo provocó un cisma en la historia del arte representando a la mujer mirando de frente al espectador y otorgando personalidad propia a cada uno de los personajes que representó en sus lienzos. Cuando la pintó, 'La Gioconda' no era un cuadro famoso. Llegó a ser famoso siglos después fruto de una campaña de marketing cuando no se conocían las campañas de marketing. Si les interesa saber lo que pasó sigan leyendo: 
En en el siglo XIX, el “Risorgimento” (unificación de los Estados Italianos), conllevó un sentimiento patriótico, un anhelo nacionalista y la recuperación de los seres patrios: Dante, Petrarca, Miguel Ángel, Rafael… Los italianos habían echado a Leonardo de su país de nacimiento, al menos no le habían valorado, y Leonardo había pasado sus últimos años en Francia. Los italianos conservaban la obra cumbre de Leonardo, “la última cena” (en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán, y para no ser menos, los franceses presumieron de tener también “algo bueno” de Leonardo y ensalzaron “la Gioconda”. Alrededor de 1911 los poetas románticos franceses e italianos generaron un duelo intelectual artístico para ver quien era más “leonardista”. “La última cena” volvió a convertirse en obra suprema y “La Gioconda” en la “femme fatale” y a Leonardo lo convirtieron en un genio. 
En 1911, Vincenzo Peruggia, un antiguo trabajador del Louvre, contó que al pasar por delante de 'La Gioconda’, el cuadro que estaba en un pasillo sin que nadie se fijara en él, Vicenzo miró a 'La Gioconda’, y 'La Gioconda' le miró a él y sintió que le dijo: “sácame de aquí y llévame a Italia”, y el decidió que si se lo pedía 'La Gioconda', lo haría y cogió el cuadro, se la metió debajo del abrigo, se la llevó a Florencia y se la entregó a la Galleria degli Uffizi. Esto no era ni legal ni moral y se la devolvieron a Francia. 
Al recibirla los franceses, habiendo ganado la guerra intelectual y artística colgaron el cuadro en una gran sala y todos fueron a visitarla y admirarla. Incluso para celebrar un mundial de futbol los franceses colocaron una imagen de 'La Gioconda' en la camiseta de Francia. 
La gente llegó a hacer largas colas incluso para ver el vacío que había dejado 'La Gioconda’, un cuadro que nunca habían ido a ver. En psicoanálisis se estudia “la añoranza del objeto perdido”. Se inventaron la fama de 'La Gioconda' sin saber siquiera a quién representa la pintura del cuadro. 
El peso de la tradición y la psicología de masas siempre ha sido capaz de depositar sobre nosotros determinadas cosas que damos por verdaderas sin que realmente lo sean. Por ejemplo: los vikingos no tenían cuernos, al menos en los cascos, los romanos no jugaban con los pulgares, no se hacían "yugular", ese tipo de cosas. 
¿Sonríe 'La Gioconda' o es un defecto de la no restauración? Porque nosotros no observamos 'La Gioconda' que pintó Leonardo. Leonardo no pintó una Gioconda ocre, marrón, amarillenta...Pintó una Gioconda de vivos colores. Si decidieran restaurar y limpiar 'La Gioconda', el Louvre perdería mucho dinero durante todo el periodo que estuviera fuera de exposición, porqué hay gente que paga solo la entrada para ir a hacerse un selfie al lado del cuadro. 
Además, si sonriera, habría que dilucidar si es una sonrisa de felicidad o una sonrisa de postureo, eso que tanto se lleva ahora. Cuando se estudia comunicación no verbal, sinergología o las microexpresiones, si tú tapas la boca a tu interlocutor y sonríe con los ojos, estás viendo una sonrisa sincera, de felicidad. Si no, puede ser una mueca de cortesía, de protocolo. O si sonreímos solo de un lado, estamos indicando desprecio y soberbia. 
En el caso de 'La Gioconda', mas que saber si sonríe o no, lo que es importante es lo que provoca la giocondolatría y todo el espíritu leonardiano. 
Existe un público que tiene la necesidad de culturizarse, de saciar su apetito intelectual visitando un museo, aprendiendo arte, historia, técnicas, conservación, restauración, etcétera. 
En el Renacimiento la gente ya empezó a tener acceso a la cultura y a la literatura. Los mecenas ha apoyado el arte y lo utilizaban como propaganda. El discurso, no era del artista sino del que pagaba y eso se ve claro porque cuando Leonardo intentó ser libre no se lo permitieron. 
Vivimos en una sociedad en la que, constantemente, nos obligan a decidir. Y cuando decidimos y nos quedamos en un lugar neutro, significa que estamos a favor del contrario siempre. ¿Qué eres, de derechas o de izquierdas? ¿Pero de la nueva o la antigua? ¿Madrid o Barça? ¿Eres ateo o eres creyente?. Desinteresadamente, muchas veces, se busca el conflicto al posicionarnos. ¿Cuál es el mejor artista, el mejor deportista, el mejor genio, el mejor país…? 
Se considera a Leonardo como prototipo de hombre universal, como prototipo de hombre transversal, como un personaje grande en la historia de la humanidad, aunque seguramente no hubiera llegado a ser lo que fue sin Miguel Angel, Raphael, Boticelli, Andrea del Verrocchio, Donatello, Brunelleschi, Giotto, Piero della Francesca, Fra Angélico y tantos otros. 
Volviendo al presente, hace ya varias décadas que la educación reglada, imprescindible y necesaria, está al alcance de todos los niños y jóvenes. Cuanta más mejor, dependiendo de las capacidades y gustos de cada uno: escuela, enseñanza media, universidad, etc. Pero, a partir de ahí, lo que marca la diferencia de una persona a otra es la curiosidad y la pasión por aprender y trabajar para conseguir los sueños personales. La autoformación está al alcance de la inmensa mayoría de nosotros. La facilidad para difundir los logros personales está hoy muy extendida, pero más que admirar a alguien “por lo que sabe” o “por lo que tiene” hay que aprender a preguntarse ¿cómo ha conseguido saberlo o tenerlo? y trabajar con pasión para hacer lo necesario e intentar conseguir lo mismo que el famoso/admirado/envidiado o mejorarlo. 
Cuando estudiamos a los grandes genios del Renacimiento, a Rafael o a Leonardo, siempre nos fijamos en sus grandes obras de arte, pero no nos acordamos, casi nunca, de sus fracasos ni de las innumerables bocetos, maquetas, pruebas y ensayos que tuvieron que hacer para finalmente producir la obra que ha pasado a la posteridad. 
No se puede hablar de arte, sin tener en cuenta la historia, la economía, las matemáticas o la religión. 
La transversalidad de conocimientos es fundamental en la pedagogía. Hace más de 30.000 años, los primeros homínidos hacían arte pintando animales en las paredes de las cuevas. Y, cuando mirábamos hacia arriba, hace 6.000 años, y veíamos el espacio e intentábamos comprenderlo. ¿Qué había allí y qué no había? Y lo primero que hicieron aquellos lejanos antepasados nuestros fue dibujar constelaciones. Unieron con líneas las estrellas más grandes y brillantes y les dieron nombres de cosas conocidas: el carro, Lyra, a Osa, Águila, Leo, Scorpio, Canis, Capricornio, Lupus, Géminis, etc. 
Para comprender lo que había más allá, para comprender la ciencia, utilizábamos el arte, dibujábamos figuras. Desde el principio de los tiempos, detrás de está la transversalidad de conocimientos, está la incesante curiosidad del ser humano. Y, dentro de esa curiosidad, el fracaso, o mejor dicho, la manera cómo afrontamos ese fracaso, es lo que nos forma como personas. 
Somos especialistas en ensalzar, y luego, usar y tirar. En cambio no es tan usual enseñar a gestionar el fracaso. Creo que hay un punto de voluntad de humillación y el ser humano, desde un punto de vista psicológico, pierde más tiempo en utilizar sus energías señalando el más pequeño fallo ajeno y criticando lo peor de los demás, antes que utilizar esa energía en hacer cosas que le provoquen verdadera satisfacción y a la vez le sirvan para algo a él y a otros. En estos tiempos de consumismo nos cuesta recordar que podemos encontrar mucha satisfacción al hacer algo por nosotros mismos más que limitarnos a consumir algo que han hecho otros, porque consumir o conseguir algo proporciona un placer efímero que finaliza tan pronto como hemos conseguido lo deseado y un trabajo bien hecho nos proporciona un placer tal vez menos fuerte pero mucho más duradero porque se siente durante todo el proceso y no sólo una vez finalizado y compartido. 
Todos hemos ido a la escuela y se nos ha enseñado a aprobar exámenes y a conseguir metas. A muchos nos dijeron: "no estudies eso, que no hay salida”. Eso era válido hace 40 años, pero hoy en día las cosas cambian tan rápido que ya nadie puede saber lo que será necesario dentro de 5 o 6 años, cuando acaben los estudios. Y una vez acabados quien no tenga la disposición de actualizarse continuamente se quedará pronto obsoleto en su trabajo y hasta en la vida social. 
Por tanto en estos momentos lo que hay que estudiar/hacer es lo que nos apasiona, porque en esos campos podremos marcar mejor la diferencia. Hay que esforzarse en hacer bien lo que se decida hacer y mantener una actitud interdisciplinaria, estudiando también otras materias transversalmente. Ello puede generar sinergia y ayudar a ser mejor. Lo mismo que practicar diferentes trabajos o diferentes hobbies, porque ello ayuda a entender mejor las cosas, y tener más éxito en los retos que nos vaya deparando la vida. Deberíamos recordar que experimentar, aunque fracasemos, es un elemento fundamental para ser mejores personas, para ser mejores profesionales y, por encima de todas las cosas, para ser más felices. En la enseñanza LA CLAVE ESTÁ EN LA PASIÓN, TANTO DEL QUE ENSEÑA, COMO DEL QUE APRENDE, Y EN LA CURIOSIDAD por encima de todas las cosas. 
Siempre nos han contado que hay personajes tan excelentes que son inalcanzables, y yo pienso que no es verdad. Pienso que, A TRAVÉS DE LA CURIOSIDAD, LA OBSERVACIÓN, EL SACRIFICIO, LA PERSEVERANCIA Y LA PASIÓN, PODEMOS LLEGAR A SER COMO ESOS GRANDES PERSONAJES DE LA HISTORIA
De hecho, fijaos en vosotros mismos. Curiosidad, habéis tenido. Observación también porque habéis leído. Perseverancia, también si habéis leído hasta aquí. Tal vez hayan ayudado estos días de confinamiento por el Covid-19. Sacrificio o al menos esfuerzo, habéis puesto de vuestra parte por seguir el tema y entenderlo. 
A todos los que habéis pasado este rato conmigo, leyendo lo que os he contado, creo que nos une la pasión por ser mejores personas y, por encima de todas las cosas, por ser más exitosos y felices en esta vida que nos ha tocado vivir y seguir siéndolo mientras nos funcione el intelecto. 
Ojalá cuando salgamos de esta pandemia del Covid-19, que nos ha tocado pasar, recordemos que LAS CLAVES DE LA GENIALIDAD SON: CURIOSIDAD, AUTOFORMACIÓN, PERSEVERANCIA Y PASIÓN y actuemos en consecuencia.

domingo, 22 de marzo de 2020

¿Se dan cuenta de lo frágiles que son nuestras vidas?

China tardó más de un mes en tomar en serio la epidemia por ignorancia burocrática de los avisos que dieron los médicos de Wuhan y España también reaccionó tarde con el agravante de conocer lo que había pasado en China, en Corea des Sur, en Japón y en ITALIA. Seguimos paseando por la calle, juntándonos, besándonos, dándonos la mano y asistiendo a manifestaciones multitudinarias. Los gobernantes nos animaron a ello.
Corea del Sur hizo pruebas a practicamente todos sus ciudadanos y aisló a los portadores del virus para impedir el contagio a la inmensa mayoría sana. En España no se pudieron hacer pruebas a todos simplemente porque no había instrumental suficiente y dos meses después aún no lo tienen. Las UCI's solo entran a los que tienen más posibilidades de salvarse y pronto no habrá respiradores para los que lo necesiten y algunos sanitarios no tienen el material de protección necesario ni suficiente, para los sanitarios. Tampoco los que trabajan en las tiendas y mercados de alimentación, cuidadores de personas dependientes, etc. no tienen los medios de protección adecuados y no digamos el resto de ciudadanos. El "mercado negro de mascarillas y guantes" ya ha empezado a funcionar.
Ahora necesitamos urgentemente empresas que produzcan “protecciones”, alcohol, desinfectantes, etc. y los hagan llegar a los centros de consumo. Se necesitan HECHOS más que ruedas de prensa repetitivas que solo aportan palabras (a veces contradictorias), propaganda y estadísticas.
En las noticias diarias del último mes nos damos cuenta del contraste que hay entre la solidaridad internacional que está mostrando China mediante donación a Italia y a España de material sanitario y la colaboración con el Know how en el tratamiento del Coronavirus de sus expertos y la poca solidaridad que muestran otros países vecinos y también otros que se llaman “hermanos”, los cuales han pedido, y recibido durante años, grandes ayudas solidarias del Estado español. En algunos países ni siquiera permiten que regresen a España algunos equipos de personal sanitario que viajaron a sus países para ayudarles cuando ellos lo necesitaban. Siempre he pensado que la solidaridad debe ser omnidireccional porque todos necesitamos en algún momento de la ayuda de los demás y todos podemos ayudar en algún momento y a nuestra manera.
También contrasta la solidaridad que ha mostrado España rescatando inmigrantes, acogiéndolos en nuestro territorio, sin papeles, MENAS, etc. y las “protestas” y dificultades que están creando muchos de estos receptores de solidaridad en cuanto se les pide un “confinamiento” por causas de fuerza mayor. No hablemos de los abandonos de puestos de trabajo que se producen en el cuidado a personas mayores, etc.
Ahora nos damos cuenta de la importancia de la ciencia y la tecnología para protegernos como especie de los desastres (algunos generados por nosotros y otros no) y de lo que sucede cuando los gobiernos no les dedican suficientes fondos. De goles, deportes y “realities” siempre hemos estado bien servidos pero lo que es de estudio, innovación y ciencia, permitidme una mueca porque no tengo ánimos para sonreír “¡Que inventen ellos!”
La difusión masiva de un virus originado en un mercado de una ciudad china no puede entenderse sin la globalización incontrolada en la que se basa nuestro sistema económico y nuestra forma de vida. La globalización, que ha dinamizado la economía mundial y ha contribuido a la mejora de las condiciones de vida de la mayor parte del planeta (en unas áreas mucho más que en otras), también ha creado una interconexión para otros procesos como el terrorismo, los fraudes fiscales, las redes de narcotráfico, el cambio climático o las epidemias, antes localizadas que devienen rápidamente pandemia.
Vivimos en una red global de redes globales que estructuran cada ámbito de la actividad humana. De modo que todo lo que pasa funciona de acuerdo con una lógica de red: cada nodo se comunica con múltiples nodos que a su vez amplifican las conexiones a otros tantos nodos. Y un solo nodo puede generar una gigantesca estructura dependiendo de su velocidad de conexión. Así funcionan las telecomunicaciones y así funcionan los nuevos virus que se expanden sin control hasta que encontremos el antídoto. Lo cual no previene los futuros virus que pueda haber. Y como la globalización implica continuos movimientos de personas viajando de un continente a otro en pocas horas, en un trasiego constante de actividades comerciales, burocráticas y turísticas, la apertura de fronteras que implica la globalización hacen inoperantes los sistemas de protección del pasado. De ahí la tentación de resucitar las fronteras y los controles de todo tipo, desmintiendo la utopía liberal de “ciudadanos del mundo”. El “orden liberal incompleto” (liberar solo los mercados y los capitales sin cuidar que las leyes, normativas y controles sean también respetados por todos los que circulan, comparten y comercian libremente) es también un gran perjudicado por esta pandemia.

Los que sobrevivan a esta pandemia podrán darse cuenta de la fragilidad de nuestras vidas y nuestro sistema de subsistencia. En sólo una semana de reclusión empezamos a valorar todo lo que teníamos en nuestras vidas. Incluso las rutinas más prosaicas. Empezamos a cuestionarnos que es lo verdaderamente importante en nuestras vidas y a entender que la “carrera de la rata” no sirve mas que para atender una felicidad artificial que da el consumir sin sentido. La maravilla de vivir y de relacionarse libremente en estos momentos se convierte en una amenaza constante, que vacía de sentido lo que hacemos, aunque consigamos mantener nuestra sociabilidad por internet, cuya utilidad ahora apreciamos en su justo valor. Los problemas que sólo hace un mes se nos antojaban insoportables ahora cobran su verdadera dimensión. Nos damos cuenta de que son pequeñeces ante la amenaza de perder el trabajo, la enseñanza, la cultura, el respirar en un parque, pararse a tomar un café en la terraza soleada del bar de la esquina o simplemente pasear por la calle so pena de ser sancionados por incívicos o contagiarse, perder la salud o hasta morir. Solo aceptando las limitaciones propuestas por los expertos podremos salir de esta crisis multidimensional, en que el virus corroe nuestros cuerpos, nuestra economía, nuestras aficiones y nuestras fantasías.
Los que salgan de la pandemia no saldrán igual que entraron. Tendrán que atravesar un largo periodo de cambio de modelo de consumo. Ojalá que también salgan regenerados, recuperando el simple placer de vivir, anclados en sus familias, sus amistades y sus aficiones. Porque mas allá de la irritación normal de un largo periodo de encierro (algo que los latinos soportamos peor que los nórdicos), son estos sentimientos y nuestro apoyo mutuo lo que nos habrá sostenido. Tal vez re-aprendamos el valor de la vida y ello nos permita estar más preparados cuando nos debamos enfrentar a las otras catástrofes que nos esperan en el futuro.

martes, 17 de marzo de 2020

Más allá del Coronavirus

Es muy difícil contenerse cuando ves a los dirigentes cometer un montón de despropósitos que no te explicas y lo que es peor, que nadie te cuenta.
Tenemos necesidad de saber por qué pasa lo que pasa y necesitamos calma y objetividad para adquirir conocimiento mientras avanzamos por la peor de las situaciones que nunca hemos vivido. 
Sorprende que la Ministra de Economía no esté en el grupo de “4-SuperMinistros” para afrontar la “crisis”. 
Si el Gobierno de España suprimiera pagos de impuestos en electricidad, agua e hipotecas mientras dure el confinamiento ayudaría a que la gente se mantenga confinada y más tranquila.
De todas formas el problema de base no se resuelve porque es imposible hacerlo. 
Los autónomos y pequeñas empresas que han cerrado están perdiendo ingresos que no recuperarán. La financiación sirve para atender compromisos y los aplazamientos para dilatar pagos. Estos avales y ayudas van a incrementar el déficit de España y hará que la deuda pública suba todavía mucho más, implicando un aumento en el pago de intereses, lo que llevará a que los impuestos suban y si el nivel de fraude se mantiene a una reducción de gasto público.
Si nadie tiene que venir, ¿para qué se precisan alojamientos?. 
Puede que algún día se cierren las Bolsas para que no dejen de caer en picado pero eso no va a resolver nada sino se aborda nada más. Solo dejarán de bajar momentaneamente. El S&P 500 estaba en máximos históricos hace menos de un mes, lo que no se correspondía con la realidad.
Los estímulos ya no estimulan; ahora hay que dar el salto: un nuevo modelo, pero todos no podrán darlo. Es una crisis de oferta pero sobra capacidad productiva (y la tecnología podría aumentarla mucho más); y lo es de demanda porque el endeudamiento es altísimo, los salarios reales no van a crecer y no se puede gastar cada año 1.500 $ en cambiar de móvil. Y en esta situación llega el Covid 19 actuando de turbo sobre todo lo anterior al detener todo y degradar la “confianza”. La confianza cuesta obtenerla, pero cuando se pierde…. Y los inversores nacionales y extranjeros la han perdido. España enfila una recesión.
Las Bolsas ven que los “años locos de despilfarro”, de gasto sin podérselo permitir, se han acabado. 
Los que pueden volver a pasear por las calles sin mascarillas verán las consecuencias de la desaparición de ingresos para muchas pymes, caídas de ingresos para los trabajadores (propinas, ...), cargas para la Seg. Social, etc.
Cuando la epidemia concluya, ¿cuántos de estos trabajadores objeto de ERE/ERTE volverán a su mismo trabajo? ¿Podrán volver a otro?
La situación en España sería muy distinta si el Estado, en años pasados, hubiese recuperado una muy buena parte de entre los 60 y 90 mil Millones de € que anualmente se defraudan/eluden. Al menos habría más recursos para hacer cosas. No se ha puesto ningún medio para recuperar lo defraudado ni para que no se siga defraudando más. Y en España abundan los pícaros que defraudan cada uno a la escala que pueden y ya se sabe que "mientras arde el fuego"...
Las Bolsas lo están diciendo: no es cuestión de estímulos sino de que nos dan lo que haga falta para seguir o nos vamos. Se ha estado funcionando dopado y “engañarse y engañar” ya no cuela más.
Desde Otoño del 2018 las previsiones apuntaban a una caída porque el efecto "liquidez gratis" estaba agotado. El virus solo ha hecho acelerar algo que iba a pasar y ahora vamos a pasar una especie de “postguerra”.
Y como tenemos unas infraestructuras insuficientes la recuperación costará mucho más. Hace unos días se dijo que el “canuto de internet” no daría abasto porque hay que ampliar los servidores y la cantidad de fibra. No hay previsión ni planes para nada. Estamos acostumbrados a vivir bien consumiendo sin pensar en construir redes de seguridad por si se tuercen las cosas.
El exceso de oferta, unos niveles de deuda impagables, y un aumento de productividad monstruoso está llamando a la puerta. 
¿Seguiremos “improvisando” o se creará un grupo de trabajo internacional con expertos en distintas áreas, de varios países y tanto de entes públicos como privados para intervenir la economía dejando a aun lado intereses partidistas y puntos de vista locales?. Los políticos… ¿serán capaces de hacerlo?
El Gobierno dice que va a inundar el mercado de liquidez (200 000.- millones de Euros). Tal vez se podrán pagar algunas facturas y tal vez el desempleo temporal aumentará menos, y no se tendrán que pagar ahora los impuestos y las cotizaciones sociales (con lo que el ingreso público bajará), pero los créditos hay que devolverlos y los impuestos hay que acabar pagándolos.
Además la incertidumbre no suma, sino que resta. Todas esas medidas benefician a los grandes grupos, pero ¿hacen que las pymes puedan facturar, pagar a sus empleados y seguir produciendo?. Y luego está la foto macroeconómica de España. Las corporaciones y los oficios generadores de alto valor se recuperarán, pero los demás….
Cuando se habla de ‘solidaridad europea’ hay que recordar que los PIIGS nos dejaron entrar en el club porque les convenía, NO por solidaridad. Lo de “nadie se dejará atrás” es una frase hecha, sólo eso. ¿Con que medios va a asumir el Estado el “Choque”? Medios propios no tiene y los extranjeros cierran fronteras (incluso nos la cierra el tercer mundo)… Pero si no ha sido ni siquiera capaz de tener previstas mascarillas para el personal sanitario, no digamos para que pueda ponérsela la población. 
La crisis en el 2007 se debió al agotamiento de una forma de hacer y hoy ya se han acabado las opciones.

Llegará la tecnología a mansalva vestida de relocalización, demanda de trabajo según necesidad, concentración, transversalidad.
Los años 20 ya no serán tan locos como los anteriores y no quedará más remedio que acostumbrarnos a reducir mucho nuestro nivel de vida y a dejar de pensar que podemos vivir como ricos.

martes, 3 de marzo de 2020

La Carta del Ministro

Recientemente mis padres (jubilados) han recibido una carta del Ministro José Luis Escrivá, el político al frente del nuevo “Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones”.
Cómo no solemos recibir misivas de personas que ocupan un cargo público tan alto, la he leído y me ha impactado. 
Estoy de acuerdo cuando dice que “el Sistema Público de Pensiones Español” (SPPE) es uno de los principales logros de la sociedad española”, porque las aportaciones de los trabajadores a lo largo de décadas han hecho posible su crecimiento y continuidad. Ahora está amenazad porqué el número de trabajadores que contribuyen al fondo son cada vez menos y la cantidad media aportada también menor en relación a la cantidad de perceptores que cada vez son más. Al ser el sistema de “distribución” (esquema de Ponzi) está próximo a quebrar y se baraja la necesidad urgente de tomar medidas para retrasar la edad de jubilación, reducir la cuantía de las pensiones, ayudarse de aportaciones via Presupuestos del Estado o incluso cambiar de sistema.
Cuando empiezo a alucinar es cuando el Ministro dice que el propósito del SPPE es “conseguir un crecimiento inclusivo que no deje nadie atrás”. Esto es muy bonito pero parece que olvida que para poder “repartir” a todos para que nadie se quede atrás, “todos” tienen que colaborar a generar la riqueza que se pretende repartir y hacerlo de forma justa y proporcional. Que unos trabajen y colaboren y otros se limiten a aprovecharse del esfuerzo de los demás es profundamente injusto y con el tiempo da lugar a rechazos y enfrentamientos.
Estoy de acuerdo en que su obligación es conservar el SPPE y me gustaría que nos explicara que medidas estructurales piensa tomar para conseguirlo, porque solo diciendo/escribiendo que va a subir las pensiones con el IPC y que va a haber para todos no basta para conseguirlo.
Pero cuando me pongo a temblar es cuando dice en el último párrafo que “en nombre del Gobierno de España quiero transmitirle la seguridad y certidumbre de que el SPPE se asienta sobre BASES EXTRAORDINARIAMENTE SOLIDAS” y que podemos tener CONFIANZA ABSOLUTA en su futuro. Hemos oido algo similar tantas veces y acabó siendo mentira…
¿Cómo puede ser cierto si es público y notorio que hace años que no se recauda lo que se paga (las perspectivas son peores) y que, con la “Hucha de las pensiones” prácticamente agotada, el Gobierno de España ha tenido que pedir préstamos para poder pagar cada mes las pensiones?
Resumiendo: 
Cada vez serán más los que quieren cobrar pensiones, por derecho propio al haber cotizado a la SS toda su vida laboral contribuyendo al mantenimiento del SPPE. También quieren cobrar los que no han colaborado y sólo se han aprovechado del estado del bienestar. El gobierno progresista está de acuerdo en ello porque así mantiene su clientela de votantes. Además ninguno de los perceptores quiere perder poder adquisitivo y ni se cuestiona si otros si lo pierden o tienen que apretarse el cinturón para que ellos se beneficien. 
Por otra parte los jóvenes trabajadores que son los que aportan el grueso del presupuesto al SPPE están hasta los “………” de pagarles las pensiones a los que ahora las cobran; máxime sabiendo que ellos no las cobrarán si no se toman medidas adecuadas, que por impopulares el “gobierno progresista“ no tomará.
Mientras los políticos envían cartas muy bonitas para maquillar su postureo que pocos pensionistas leen. 
Lo primero que hacen cuando llegan al gobierno es cambiar nombres de los Ministerios o crear varios de nuevos. La Seguridad Social antes estaba relacionada con Trabajo y Sanidad y ahora el MISSIM asume las políticas del Gobierno de la Nación relativas al Sistema de la Seguridad Social y a extranjería, inmigración y emigración
Cada vez se gasta más dinero en “intermediarios” y “cargos” que poco o nada positivo aportan a la sociedad. Para los “receptores” y “trabajadores eficientes” quedan solo las migajas, totalmente insuficientes. El presupuesto es el que es, la recaudación para cumplirlo nunca es suficiente y lo que llega al destinatario es sólo una pequeña parte de lo recaudado. Lo más descorazonador es que mucha gente sigue engañada pero contenta y hasta los aplaude… Y no sólo lo hacen los estómagos agradecidos.
Cuando se pide algo hay que esforzarse un poco en pensar como se podrá conseguir lo que se pide. Porque soñar es muy fácil y los discursos y el papel lo aguantan casi todo, pero lo importante no es solo soñar, es llegar a conseguir que los sueños se tornen realidad.