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domingo, 31 de enero de 2021

Okupación de alquiler: Entrada buena y fácil, salida lenta y dolorosa

¿Recuerdan cuando el españolito de clase media se hipotecaba para comprar una segunda vivienda o un piso para dejarle a sus hijos el día que quisieran emanciparse e invertía en él todos sus ahorrillos?. 
Parece que esos tiempos se acabaron.
Con la legislación y el sistema legal y policial que tenemos, pronto nadie querrá invertir sus ahorros en el mercado inmobiliario. 

Vean este caso que empieza a abundar: 
Si reciben algún ingreso en su cuenta de procedencia desconocida ni el porqué del ingreso, no piensen que un hada madrina ha decido favorecerle. Pónganse inmediatamente en alerta, anulen la cuenta rápidamente y protejan su vivienda porqué ha sido OKUPADA o está apunto de serlo

Una persona, a la que le sucedió, cuenta en El Periódico que cuando volvió a su casa del trabajo encontró que no podía abrir, llamó al timbre y le contestaron: 
"Estamos aquí de alquiler. Si tiene algún problema llame a la propietaria o a la policía. Nosotros no tenemos nada más que decir». 

La víctima, como es lógico tiene en esa vivienda su objetos personales, su ropa, su tele, su documentación, etc. pero no podía entrar a recuperarlos, si es que no los habían destruido. 
Llamó a los Mossos desde su móvil pero no quisieron acudir. Le dijeron que presentara denuncia en el juzgado, porque no podían hacer nada. Imagínense en su situación.
La propietaria fué acogida en la casa de un vecino (suerte que tuvo, estando en tiempo de pandemia), se buscó un abogado y han tenido que pasar seis meses de recursos para que la instrucción cambie de «delito leve» a «grave infracción penal». 

Cuando la jueza de instrucción llame a declarar a los "okupantes", ellos aportarán los comprobantes de sus transferencias mensuales de dinero, enredando aún más la instrucción y garantizándose unos meses más de estancia. A veces, el okupa suscribe un seguro a favor de la vivienda. El primer año se hacen ofertas superbaratas y además no piden la presentación de la escritura de la casa. Con ello buscan crearle al juez una duda y alargar el proceso por la vía de la discusión de si están ocupando la vivienda legítimamente.
La mafia alecciona al okupante para que le cuente al juez versiones como que un señor le dijo que era el propietario, que le dio las llaves, que le cobró 2.000 euros de fianza, que le aseguró que le iba a traer un contrato para firmar y que no ha vuelto a aparecer... pero que entre tanto ha asegurado la vivienda. 
Lo mismo pasa con las alarmas, que los okupas "asesorados por mafias", han aprendido a contratar para intentar demostrar con recibos de la compañía un falso derecho sobre la vivienda; ninguna compañía pide un título de propiedad porque parece que legalmente "no puede pedirlos". La compañía gana igual si le contrata el propietario legal o el okupa. 
Todos los recibos de pago se domiciliándole en la casa okupada, incluso los del super. Incluso empiezan a pedir compras con antelación a la okupación en las tiendas online o piden comida a un 'rider', esperan en el portal del piso que es su objetivo a aokupar y la recogen. Así, si algún vecino señala una fecha a partir de la cual vio okupada la vivienda, el okupa podrá mostrar papeles para sostener que él estaba mucho antes. 
Las mafias anunciándoselas que facilitan la "patada en la puerta y nuevas llaves" por entre 1.500 y 3.000 euros. El modus operandi suele ser:
Los okupas por menos de siete euros se hacen con una «nota simple» de la casa que están rondando. Al Registro les dicen que tienen interés comercial pero realmente buscan saber si la vivienda es de una entidad financiera. Si lo es, la denuncia por usurpación tardará mucho más en producirse. Por eso son más abundantes las okupaciones de inmuebles embargados que de los que tienen dueño particular, no porqué sean jóvenes antisistema que actúan sólo contra el «kapital». Una vez comprobada la titularidad, la mafia de okupaciones dejará una señal junto a la puerta, o el timbre del portero automático, que indicará vía libre para el siguiente paso, reventar la puerta y cambiar el cerrojo, que dará otro miembro del grupo. 

Y en este ambiente, los políticos nos piden el voto...
¿Para hacer o seguir haciendo que?

lunes, 27 de junio de 2016

No todo es sólo blanco o negro, hay múltiples tonalidades.

Es aceptado como políticamente correcto que España es uno de los países más pro-EU, lo cual es cierto, pero solo en parte. Durante muchos años muchos anhelamos que España dejara de ser una dictadura y progresivamente se fuera acercando a Europa, por su condición democrática y su sensibilidad social. 
¿Se ha cumplido el sueño? 
Las expectativas eran muy altas y la realidad nos ha hecho “mayores”. Se lo hemos oído decir recientemente a un líder político español.
El sueño —nos llegamos a pensar que lo podíamos tener todo con poco esfuerzo y en muchos los particulares y muchísimo más los políticos, abusaron del sistema— se ha convertido en una pesadilla para las clases populares. Las reformas laborales que han dañado el estándar de vida de estas clases y los recortes de gasto público, con el debilitamiento de la protección social y del estado del bienestar, así como la desregulación en la movilidad del capital y del trabajo, han sido un ataque frontal a la democracia y al bienestar de las clases trabajadoras.
En estos días, el establishment político-mediático europeo se emplea a fondo en divulgar que los votantes del Brexit ha rechazado a la UE como consecuencia de un retraso cultural de las clases populares, todavía estancadas en un nacionalismo retrógrado, que incluye un chauvinismo anti-inmigrante que merece ser denunciado. Difunden que los motivos del voto Brexit ha sido el resultado de la mezquindad, carácter retrógrado, xenofobia y tribal de los “viejos ignorantes” que han votado salir de la UE. Puede que la mayoría de xenófobos votaran a favor de la salida del Reino Unido de la UE, pero seguro que no todos los que así votaron eran xenófobos.
En esta manipulación mediática, están participando poderes de la socialdemocracia europea que no han entendido todavía lo que está ocurriendo entre lo que solían ser sus bases. No quieren entender que el rechazo que está ocurriendo es hacia esta Europa que la socialdemocracia ha contribuido a crear, una Europa que carece de vocación democrática y sensibilidad social. El maridaje de los aparatos dirigentes de las socialdemocracias con los intereses financieros y económicos dominantes en la UE (y en cada país miembro) ha sido la causa de su gran declive, que todavía no entienden porque no quieren entenderlo. Lo que pasa en Francia, dónde hay un gobierno socialdemócrata que está intentando destruir a los sindicatos (como la señora Thatcher hizo en el Reino Unido), o en España, dónde el PSOE fue el que inició las políticas de austeridad, son indicadores de esta falta de comprensión de lo que está ocurriendo en la UE, y que es el fracaso de las izquierdas para atender a las necesidades de las clases populares. 
Es lógico y predecible que las políticas neoliberales y los partidos que las aplican sean rechazados por las clases populares, pues son éstas las que sufren más cada una de estas políticas, incluyendo la desregulación de la movilidad de capitales y del trabajo. Regiones enteras en el Reino Unido han sido devastadas, siendo sus industrias trasladadas al este de Europa, creando un gran desempleo en las regiones. Lo mismo pasó con la industria en Catalunya. 
La desregulación del mundo del trabajo, acompañada de la dilución, cuando no destrucción, de la protección social, ha creado una gran inestabilidad y falta de seguridad laboral. En realidad, fueron las políticas del gobierno Blair y del gobierno Brown (1997-2010) las que sentaron las bases para este rechazo generalizado hacia la UE. Tales gobiernos de la Tercera Vía facilitaron la llegada de inmigrantes a los que los empresarios contrataron con salarios más bajos. Y así se inició el desapego con la Unión Europea (ver “Don’t blame Corbyn if Brexit wins”, Denis McShane).
En España, frente al descrédito del partido socialdemócrata (PSOE) debido, entre otras razones a su participación en la construcción de esta Europa, han aparecido una serie de fuerzas políticas, tanto en la periferia como en el centro (Unidos Podemos y confluencias), que están canalizando todos los "desencantos" y este por la UE en particular. Está claro que esta Europa no es la que soñábamos cuando estábamos huérfanos de democracia y que se requieren cambios profundos para conseguirla. El problema es como pretenden esos partidos -que se hacen mayores con celeridad- recorrer este camino, de forma que el “dolor” para estas clases populares y medias bajas, sea soportable y no sea peor el "posible remedio" que la enfermedad.  El papel y los discursos aguantan muchas teorías pero para materializarlas en la vida real se precisa mucha inteligencia, honestidad, equidad, trabajo y perseverancia, cualidades de las que no estamos nada surtidos. Así de claro.
©Juan JAS

sábado, 18 de junio de 2016

Vivir en “modo subjuntivo”

Ayer un grupo bastante numeroso de amigos, conocidos y saludados nos reunimos en un restaurante para comer y despedirnos porqué cada uno pasará el verano en lugares distintos.
Al terminar la comida la gente se siente más desinhibida, el vino y los licores ayudan. Se deja de hablar de los temas generales de actualidad, incluidos los políticos, y se empiezan a comentar historias más o menos privadas. Es el momento del petit comité, de las consultas informales, y las confesiones más o menos privadas. 
Uno de los contertulios me comentó que hace unos días le había visitado su hermana…
— Llegó a mi casa bastante nerviosa y me contó que los dueños de la empresa en la que trabaja, quieren introducir el turno americano y bajar el sueldo a 1000 euros como máximo. Si finalmente pasaba eso, no podría seguir pagando la hipoteca de su casa. Me preguntó si conocía alguna empresa que la pudiera contratar si la cosa se ponía fea y me pidió que buscara entre mis amistades. También me comentó que, su actual empresa, había adquirido una nave industrial para montar una planta totalmente mecanizada y robotizada que funcionará a pleno rendimiento dentro de dos años.
Nuestro contertulio siguió explicando que la situación de su hermana, en lo que respecta a su casa era totalmente evitable…
— Ella tiene un piso totalmente pagado, y lo tiene alquilado a terceras personas. Adquirió la casa que aún está pagando, meses antes de que estallara la burbuja crediticia y la crisis (en verano de 2007) por un precio muy elevado para ser una zona semi-urbanizada en las afueras, y ahora pretende venderla sin apenas perder dinero. Bueno tal vez ahora no, pero está convencida que podrá hacerlo si espera 5 años.
A riesgo de parecer desagradable, le dije que podía esperar 5 o 50 años. Yo pensaba que ahora no se la compraría ningún inversor y más con los políticos que gobiernan o influyen en el gobierno de la ciudad. ¿Piensan que alguien invertirá en una casa que puede ser “okupada”? También veo difícil que algún día recupere el dinero invertido. Si con el salario del inminente turno americano de su empresa piensa que no podrá pagar los 1000€ de la letra de la hipoteca, no le queda otra que ser realista y lo menos malo será intentar vender al precio que pueda, aunque no pueda ni siquiera recuperar lo que le queda por pagar.
El contertulio continuó lamentándose…
— Su hermana había vivido durante mucho tiempo "a todo trapo". Había gastado y despilfarrado mucho dinero en cosas que no le hacían falta, y nunca había sido capaz de contemplar un estilo de vida más minimalista, ahorrador y nada derrochador. Hace tiempo que estoy cansado de que me pida, directa o indirectamente, “ayudas” para pasar los baches, y eso que sus padres siempre la ayudaban a pagar gastos de los niños e incluso suyos, mientras que me solía llamar “garrepa” porque seguía en mi piso totalmente pagado hace años y no me compraba una “casa como Dios manda”.
Aún recuerdo de los años de colegio cuando nos explicaban que el subjuntivo era un modo gramatical presente en muchas lenguas con diferentes valores, entre los cuales suelen estar las afirmaciones sobre hechos no reales, subjetivos, deseados, necesarios, esperados, posibles pero hipotéticos o improbables, inciertos, temidos, etc.; todos ellos caracterizados por el rasgo “irreal” que se opone al rasgo “real” del indicativo.
La hermana de mi contertulio, al igual que mucha gente lo ha venido haciendo en las últimas décadas y lo sigue haciendo, era de las que pensaba y vivía en "Modo Subjuntivo". Pienso que es aplicable calificar su comportamiento de subjuntivo, porque este modo verbal se refiere a nuestras esperanzas, deseos, miedos y temores; muy entremezclados en el caso de la hermana de mi contertulio y de mucha gente de este país. 
La mayoría de la gente se niega con todas sus fuerzas y razonamientos a ser realista. Los discursos de los políticos contribuyen a este clima porqué mienten más que hablan y no explican las cosas tal como son, sólo difunden las partes bonitas fáciles y placenteras y se abstienen de contar las partes sacrificadas y difíciles. De tarde en tarde se descubre alguna patraña como la Carta del Presidente en funciones a la UE que incluía algo así: “recortaré lo necesario después de que gane las elecciones, pero antes déjenme tranquilo”. Se difundió poco, pero lo suficiente para alertar. Sin embargo, mucha gente simulará no haber oído nada y le seguirá votando y otros tampoco harán caso de sus verdaderas intenciones ineludibles por mandato de la UE y decidirán votar a otros que prometen cosas menos realistas todavía. 
Sigo comprobando, cuando hablo con la gente o leo opiniones en los medios, la gran cantidad de personas que se aferran de forma muy desesperada a la creencia o más bien al deseo de que en "5 años las cosas volverán a ser como antes"...
¿Qué significa “como antes”? ¿Como justo antes de la crisis en lo más alto de la burbuja de crédito o como antes de la bonanza económica, o como hace 40 años o como hace 50….?
Este comportamiento no se observa sólo en las clases más desesperadas, desinformadas o poco instruidas en temas económicos, sino que es transversal y tiene muchos seguidores en los pertenecientes a la antigua clase media. 
Si hablas con jubilados con hijos que ya trabajan, para ellos el modelo antiguo sigue y seguirá. No se plantean que a sus hijos les falte de nada, e incluso piensan que pueden mejorar su nivel socioeconómico, porque los padres tienen un patrimonio considerable, dos o tres casas y ahorros y pensión máxima, y los hijos son profesionales, bien liberales (dentistas, gestores, abogados), bien empleados de empresas grandes (comerciales, técnicos).
Los trabajadores en activo de 50 a 60 años, no consideran posible ni la pérdida de su trabajo, ni se creen que haya una rebaja de pensiones. Piensan que su hijos tendrán un nivel socioeconómico más bajo que el suyo pero no mucho más, porque tienen patrimonio de una o dos casas, y cuentan con las que recibirán de herencia. Los hijos son empleados públicos, o simplemente empleados. Aunque todos tienen hipoteca, coche, viajan y suelen cenar en restaurantes los fines de semana, viven al día y van cubriendo gastos esperando que mejoren las cosas.
Muchos estudiantes siguen viviendo en una nube. Los padres les compran coche, pagan estudios, y les dan dinero para sus gastos con el que ellos compran ropa y gadgets en las grandes superficies para seguir la moda. Son jóvenes y no se plantean tener una vida peor que la de sus padres, porqué confían en las herencias o donaciones que recibirán.
Los NiNi’s estructurales que no han estudiado prácticamente nada, simplemente están ahí y lo tienen fatal. Los NiNi’s puntuales que hace tiempo que han terminado los estudios y no han encontrado trabajo de lo “suyo”— piensan que la situación está mejorando y que tarde o temprano encontraran trabajo. Es lo que dicen los padres porqué han oído a los gobernantes decir que la situación mejorará, y que con los estudios que tienen tarde o temprano encontrarán trabajo. Ellos se dejan llevar. Teniendo los gastos pagados y viviendo en la casa de los padres la espera se hace menos dolorosa.
Me cuentan que en Alemania, los trabajadores activos de nivel medio y alto, y los profesionales liberales, siguen disfrutando de una comodidad extrema. Ahora la moda para los hijos de estos, jóvenes teenagers, es enviarlos un año a Australia, Nueva Zelanda o USA, con curso y gastos pagados para aprender inglés. Les cuesta una media de 20.000 EUR. Eso por citar una cosa. No digamos las vacaciones que se siguen pagando a países exóticos!
En UK el grado de desigualdad es muy elevado y hay diferencias notables entre Escocia, Inglaterra y entre Londres y su área de influencia. Los precios de la vivienda que se están dando en Londres se hallan fuera de toda lógica y sólo se entienden por la enorme cantidad de liquidez disponible y la disponibilidad de dinero de ciertas familias de todo el mundo que han escogido Londres para invertir. En general el tema inmobiliario ha proporcionado riqueza a mucha gente que ha sabido aprovecharse comprando casas con hipotecas baratas, y realquilándolas por partes o habitaciones. Una parte importante de este negocio se realiza en negro porque en muchos casos no se hacen contratos. El tema de los okupas, a diferencia de aquí en España, no es un riesgo para el arrendatario. Los hijos de esta gente, trabajan en subempleo o part-time o home jobs, y viven de las rentas de los padres/abuelos o incluso del welfare del Estado que allí proporciona vivienda y gastos de vivienda. Para su futuro cuentan con el Estado, el dinero negro y el patrimonio de los padres.
Mientras, aquí en España, se está creando empleo básicamente en ‘Hostelería’ y ‘Comercio’, sectores de baja productividad y empleos que aportan un reducido valor. Las remuneraciones de esos empleos creados son bajas o muy bajas.
Como consecuencia, esos trabajadores tienen un reducido poder adquisitivo, lo que incide en su capacidad de consumo, en la recaudación fiscal que generan y en las cotizaciones sociales que pagan; pero además ese reducido valor que generan limita el crecimiento del PIB, lo que afecta negativamente al ratio de deuda y de déficit, que se realimenta negativamente con las bajas recaudaciones. ¿Cómo es posible que ante una realidad como esta alguien pueda decir que la economía española se está recuperando?. 
Contratos Totales, temporales y Tasa de desempleo

Las clases medias todavía no se sienten necesitadas de cambiar su estilo de vida. Puede que hasta que no se hayan acabado de consumir las herencias, no exista el dinero-papel (para minimizar las ocasiones de trabajar en negro) y los estados hayan liquidado el “estado del bienestar”, no se implantará un nuevo modelo que conlleve una rebaja del standard de vida, y eso puede tardar dos o tres generaciones.
Lo cierto es que para mucha gente, si no fuera por la ayuda de los padres y abuelos y por las herencias que esperan recibir, las expectativas estarían muy crudas. Los jubilados con patrimonio suficiente para sufragar los gastos de dos o tres familias son la excepción, y tras las pagas extras que desaparecerán en cuanto se agote la caja de reserva, las pensiones más altas serán las primeras que se recortarán. 
Parte de los trabajadores en activo de 50 a 60 años conservarán su trabajo entre otras razones porque prescindir de ellos en un despido improcedente es caro, a no ser que se trate de una corporación internacional que decida cerrar una planta y le de igual el coste. Tampoco son mayoría quienes tienen patrimonio. Los hijos de estos pueden representarles un problema si pierden el trabajo. Supongo que no piensan que las pensiones puedan reducirse por pura defensa psicológica.
Los estudiantes … de todo hay. Los hay que son muy conscientes y realistas. Y muy trabajadores. En su inmensa mayoría están convencidos que no van a percibir pensión, y por ello critican el hecho de que ellos tengan que contribuir con sus cotizaciones a las pensiones de sus padres y abuelos con la expectativa que nadie vaya a seguir haciéndolo cuando les toque recibirlas a ellos.
El tener que llegar sí o sí a un déficit del 0% en el 2020, el retroceso imparable en el modelo de protección social, el simple hecho de plantear un tratado como el TTIP, el que esté dispuesto a intercambiar privacidad por seguridad, la aceptación de un desempleo estructural creciente, … dan razones para empezar a vislumbrar un cambio de paradigma. Los cambios de modelo nunca se producen de hoy para mañana. 
Siempre se habla de las bondades del crecimiento económico: "España ha crecido un 3% este último año", "la economía de la eurozona aumentó un 2% en el primer semestre", "países emergentes"... Yo me preguntó, ¿realmente la sociedad es consciente de que vivimos en un mundo finito? Y si es así, ¿debería ser una "buena noticia" el crecimiento económico?. 
Los políticos no sacan este tema porque al ser un “muy feo” no da votos.
Nunca jamás en los últimos dos mil años (por no irnos más atrás) el crecimiento –aumento anual del número de millones que suma el PIB valorado a precios de mercado– fue como ha sido desde el fin de la II GM. Ello fue posible porque se supusieron dos cosas: 1) que la cantidad disponible de recursos era ilimitada, y 2) que el precio de esos recursos era prácticamente nulo. A partir de ahí se pudo emplear a casi toda la población activa para que produjese, consumiese, ahorrase, pagase impuestos y se reprodujese.
Cuando empezaron a no cumplirse los supuestos, cuando la tecnología fue ahorrando factores productivos, cuando el modelo de protección social (europeo) empezó a mostrarse insostenible, se puso en marcha la segunda fase: el endeudamiento creciente de todos con la intención de que fuese ad infinitum. Y hasta hoy, cuando también esa vía se ha agotado.
Estamos en un punto en el que el modelo pasado es inviable y otro se ha de poner en marcha, como sucedió en la Depresión, el problema radica en que ya no quedan, como entonces, supuestos a hacer y hoy hay un exceso de oferta monstruoso y una demanda a la baja en un entorno de recursos limitados y un muy frágil equilibrio medioambiental.
Se saldrá de esta con un nuevo modelo, pero pienso que se saldrá por abajo, con crecimientos del “cero coma muy poco por ciento”, una renta congelada, una desigualdad enorme entre 'los necesarios' y 'los otros', y un modelo de protección social reducido a una renta básica y poco más. Una situación de encefalograma plano en el que deberemos aprender a vivir de otra manera, una manera mucho más simple y mucho menos excitante. Y eso es duro para quienes han vivido de otra manera; no tanto para quienes apenas han conocido otras cosas o no han conocido ninguna otra en absoluto.
Las circunstancias que posibilitaron el modo de vida del 2001 al 2007 no pueden repetirse, porque la capacidad de endeudamiento que lo permitió está agotada, y porque la tecnología cada vez sustituirá a más y más factor trabajo. La velocidad a la que sucederá esto último no la sabemos, pero así lo indica el sentido realista en el que avanzan las cosas.
Después de estas largas consideraciones —una larga sobremesa y unas copas dan para mucho— le repetí a mi contertulio que lo menos malo que su hermana podía hacer era vender esa vivienda por lo máximo que pudiera obtener, porqué supongo que el alquiler que podría pedir se hallaría bastante por debajo de los 1.000 €. Al mismo tiempo le recomendé que adoptara inmediatamente un estilo de vida que la ayudara a reducir sus deudas e intentara renegociar el crédito en mejores condiciones.
En cuanto a su trabajo, si temía que podía perderlo, lo lógico es que empezara a buscar otro empleo ya mismo; aprovechando que todavía está trabajando. Todo el mundo hace madera del árbol caído, incluidos los headhunters. Siempre ha sido más fácil encontrar un empleo cuando se trabaja que cuando se está en paro y se necesita encontrar “algo” para pagar las facturas. En cuanto a salario, si en la zona los salarios de las personas que tienen la cualificación de su hermana se mueven en esos niveles, pienso que será difícil que obtenga uno superior. Los duros a cuatro pesetas hace tiempo que no circulan.
Se lamentaba mi contertulio de las veces que avisó infructuosamente a su hermana para que no “malgastara” tanto. Ella siempre le decía que la vida hay que vivirla y tenía todo el derecho a disfrutar como los demás. No en vano, durante mucho tiempo las entidades de crédito, los comerciantes y los Gobiernos, todos a una, fomentaron una propaganda masiva dando a entender que “todo el mundo tenía derecho a todo” y que ellos eran los dioses benefactores que posibilitaban que todo el mundo entrara y se mantuviera dentro de un bucle infinito en el que "ir a más" de forma permanente en base al crédito era posible. Un mensaje super-agradable que gran parte de la población compró y asumió. Parece que enganchó al personal como una droga y aún cuando el crédito hace años que está desaparecido, la mayoría de la población sigue pidiendo “soma”, “soma”, “soma”… No me refiero a los pobres de solemnidad que son minoría, sino a los millones de endeudados que siguen malgastando sin que sean conscientes de ello y sin pensar en reducir la deuda antes de volver a irse de vacaciones. A esos no les preocupa el Impuesto de Sucesiones, porqué, al contrario de lo que hicieron sus padres, ellos a sus hijos no les dejarán más que deudas y a estos no les quedará más remedio que rechazar la herencia.
Mi contertulio parecía estar de acuerdo con mi razonamiento y me dijo que le transmitiría a su hermana mi consejo. Prefería aguantar su enfado por no prestarle sus ahorros para que pagara la casa y siguiera “malgastando”, que no quedarse sin ellos y pronto verse las dos familias arrastrándose por el fango. El que tiene más sentido común tiene que usarlo y en estos momentos donde hacen furor los mensajes “pseudo-solidarios” hay que guardar la calma y analizar con realismo cada situación y recordar aquellos dichos antiguos: “ante el vicio de pedir está la virtud de no dar” y “quien presta a un amigo, pronto se queda sin dinero y sin amigo”.
Dejen aparte sentimentalismos populistas y mediten…
©JuanJAS

martes, 10 de mayo de 2016

La desigualdad en España

Hace tiempo que abundan en los medios y en los discursos de algunos políticos titulares al estilo: “Tres millones de españoles fueron expulsados de la clase media”.
Añaden: ”Por la crisis económica, tres millones de españoles dejaron la clase media y pasaron a formar parte del segmento social más vulnerable. Son imprescindibles políticas sociales ayuden a amortiguar el impacto de la caída”.
Este tipo de noticias las repiten una y otra vez creando un cierto "pensamiento y estado de ánimo" en el segmento mayoritario de la población. Acompañan estos titulares con sondeos supuestamente imparciales que avalan el mensaje difundido por el medio.

¿Qué entendemos por clase media?
Pienso que el gran error está en que la mayoría de la gente nos hemos estado considerando de clase media porqué no somos ni unos “sin techo” ni tampoco supermillonarios. Según esta apreciación, la “clase media” abarca un intervalo extraordinariamente grande e incluye a personas y familias que poco tienen que ver entre ellas. 
Ni en ingresos (15000 - 200000), ni por nivel de gasto, ni por nivel de ahorro, ni en valores, ni en actitud frente a la vida, ni en...muchísimas cosas relevantes.
No es cierto que la clase media ha desaparecido en España donde tenemos un supuesto nivel de paro del 24% - 76% de ocupación, pero sí ha disminuido considerablemente el número de personas que antes de la crisis se consideraban clase media. Hace una década, el 59% de la población pertenecía a familias con niveles de renta intermedios, pero tras la crisis, este segmento se redujo al 52%. En tanto, el sector más pobre, que gana menos del 75% de la renta media, creció del 31 al 39%.
Como es previsible, en la pirámide de los ingresos, los sectores de clase media-alta y alta no han variado mucho e incluso han aumentado un poco.
Esto representa a más de tres millones de españoles que, víctimas del paro, de la pérdida de ingresos y lo pero de todo, con “deudas personales”, se han desplazado de la zona central-baja a la parte baja de la distribución de la renta.
Alrededor del 75% de la renta de los hogares españoles procede del trabajo, no como en China que cobrando en promedio mucho menos que en España el nivel de ahorro es muchísimo mayor. 
En estas circunstancias, cuando se cae en el paro y se acaban las subvenciones estatales, la caída es mayor. Pero si hay una recuperación, esta no llega a alcanzar el nivel anterior a la crisis, porque el regreso al mercado laboral suele ser con sueldos más bajos, jornadas más cortas o como autónomo ejerciendo el autoempleo.
La precariedad laboral incrementa la desigualdad de ingresos y ciertas políticas públicas —un 46% del sistema de pensiones ha permitido que muchos núcleos familiares sin trabajo tengan un ingreso, apoyados por los gastos en servicios públicos (27%) y las prestaciones sociales como el seguro de desempleo (19%)— ayudan a mantener niveles aceptables de calidad de vida entre todos los ciudadanos.
Todos los de clase media y baja hemos perdido nivel de renta y no podemos “consumir” lo que consumíamos hace 10 años. Los de clase baja, que se veían como millonarios en tiempos de la peseta, porqué tenían una vivienda que se revalorizaba sin parar año tras año), al explotar la burbuja y venir la crisis, despertaron de su sueño y volvieron a la realidad. 
Los políticos populistas aprovechan el desencanto de esta gran parte de la población para protestar por la desigualdad y prometer urbi et orbe una mejor redistribución de la riqueza. Prometen que es posible hacerlo, pero no explican de forma creíble como lo harán realmente (Robin Hood ya no vive entre nosotros), ni cuando, ni con que costes, ni para quien servirá. La mayoría son sólo cuentos de “La lechera”. Es verdad que de pequeños a todos nos gustaba escucharlos, porqué nos ahorraban contarnos el corolario o si nos lo contaban no le hacíamos el mas mínimo caso. El problema puede venir porque muchos adultos por edad no se comportan como tales, argumentando que "hace tanta ilusión salir del hoyo y poder volver a consumir sin mediar esfuerzo propio". Es casi como si te aseguraran que te tocaría la lotería de navidad, pero a tiempo completo.
Pienso que la igualdad de resultados o de rentas que algunos propugnan es imposible de conseguir por medios democráticos. Otro tema es luchar por conseguir igualdad de oportunidades para que todos, niños y mayores puedan desarrollar su talento personal. Esto no significa que todos obtengan el mismo resultado... Porque tanto los niños como los adultos somos diferentes, y no todos tenemos ni el mismo talento o habilidades ni los mismos sueños o aspiraciones ni la misma fuerza de voluntad para conseguirlas.
También pienso que sería bueno que no se disparara hasta el infinito la desigualdad, porqué no sería bueno ni siquiera para los más favorecidos. En este contexto me hago la siguiente pregunta: 
¿Existe una “distribución ideal” de riqueza, renta o consumo? ¿Cuál sería?
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Hay autores que opinan que esta distribución ideal de riqueza, renta o consumo existe. A menudo, cuando se analiza e interpreta, por ejemplo, el índice Gini, éstos presuponen que existe una distribución optima o ideal que corresponde al valor “cero”, que es el que se obtiene cuando todos los hogares de una sociedad tienen absolutamente la misma riqueza o renta. De esta noción parten muchas de las teorías económicas y filosóficas que prescriben una redistribución coactiva de la renta para llegar, o acercarse en mayor o menor medida, a esa distribución ideal. 
Sin embargo, otros autores (Hayek, 1976; Nozick, 1974; Rallo, 2015) consideran que no puede afirmarse a priori si una determinada distribución poblacional de riqueza o renta es ideal o justa sin saber como ésta ha sido obtenida. 
Para estos autores, la distribución ideal sería aquella que resulte del respeto a determinados principios de justicia: no sería el resultado final, sino el proceso, el que determinaría cuál es la distribución justa. Por ejemplo, los autores de esta opinión considerarían justa aquella distribución de riqueza y renta que resultara del respeto a principios como el de libertad individual, derecho de propiedad y autonomía contractual; e injusta aquella que se derive de la violación de alguno de los principios anteriores. 
De acuerdo con esta última postura, sería de esperar que la distribución de riqueza, renta o consumo no sea igualitarista, puesto que estas variables dependerán en gran medida de factores como la edad, el capital humano, los conocimientos adquiridos, la experiencia laboral, las horas trabajadas, el valor añadido o las preferencias personales, entre otros. ¿Alguien piensa que sería razonable que, pese a todas estas diferencias, el ideal fuera que todas las personas tuvieran en todo momento la misma riqueza y renta? Si revisamos la historia, podemos ver el fracaso del sistema comunista en todas las sociedades a pesar de los procesos dictatoriales que lo han acompañado). ¿Quién querría vivir como los rusos, cubanos, venezolanos, norcoreanos, etc.?
¿No sería mejor que partiendo de posiciones de riqueza o renta más o menos reducidas, tengamos la oportunidad de ir creciendo y subiendo en la distribución a medida que aumentamos nuestra aportación productiva a la sociedad y de acuerdo con nuestras preferencias de vida? 

Veamos un ejemplo concreto y cercano:
En el gráfico se muestra para Europa (no toda) la relación entre la desigualdad intergeneracional y el índice de desigualdad de Gini durante el periodo 2005 a 2011: dos años ‘buenos’, dos malos y uno pésimo, es decir, bastante significativo.
Las magnitudes de los dos ejes no son proporcionales pero en España…, alta desigualdad económica y alto índice de desigualdad intergeneracional.
España, Grecia, Portugal, rompen los registros. Hay países con Ginis diferentes pero con desigualdad intergeneracional equivalente: Bélgica e Italia, Austria y Francia, Alemania e Irlanda, …; y los hay con Ginis semejantes y con desigualdades intergeneracionales distintas: Bélgica y Finlandia, España, Grecia y Portugal, …
¿Alguien duda viendo este gráfico que existen tres Europas: la de Noruega (norte), la de Austria (centro), y la de Portugal (la del sur). 
¿Ven donde está España? ¿Porqué?
Hagamos la siguiente reflexión: Supongamos que un mago omnipotente, durante la noche del próximo solsticio de verano consigue repartir toda la “riqueza”. Al día siguiente todos los ciudadanos tendríamos la propiedad de la misma parte de riqueza. ¿Cómo piensan que estaríamos al cabo de un año?
¿Piensan que el mago debería volver a actuar con el mismo hechizo o no sería necesario?
Medítenlo y aporten las razones y supuestos en que basan su respuesta. Pueden tener en cuenta la historia de la civilización, la psicología conductiva de las personas, la diversidad de caracteres, etc.
Veamos otro gráfico que muestra el número de veces que el 20% más rico de la población lo es en relación al 20% más pobre comparado con el índice de problemas sociales y de salud.
Japón: la menor desigualdad entre ricos y pobres y el índice de problemas sociales y de salud menor. USA en el otro extremo. En este caso, España más cerca del primero que del segundo.
Aquí se ve el papel que juega la redistribución, el modelo de protección social, el gasto público como elemento igualador. Claro que había que introducir el déficit en la ecuación, porqué una cosa es vivir a un nivel porqué uno puede pagárselo y vivir a este nivel endeudándose (pidiendo prestado a los demás) olvidando que estos van a dejar de prestar en cuando se huelan que no les quieren devolver lo prestado ni seguir pagándoles los intereses por usar el capital que les han prestado. El mismo que les ha permitido disfrutar del nivel de vida que han llevado sin haber generado y conservado los medios propios para ello. 
Nuevamente varias Europas; varios mundos. 
El problema es que muchos quieren formar parte de uno, que no pueden pagar. En estas condiciones, es lógico pensar en… ¿que es lo que cada uno tiene que hacer para que a la larga no tenga que salir del “mundo” que no puede pagar?
Igualdad de oportunidades, ¡sin duda alguna!; igualdad de resultados ¡imposible!
La pérdida de empleo (pasar a la situación de paro, o cambiar trabajo a tiempo completo por empleo a tiempo parcial) es la principal causa de disminución del porcentaje de población incluido en la clase media, aunque también se muestra como un factor relevante la reducción de salarios. La diferencia de rentas entre el decil más alto de la muestra y el decil más bajo, aumenta de forma considerable, como también lo hace entre el decil más alto y la mediana y el decil más bajo y la mediana. La polarización de rentas, entre otras razones, es una consecuencia lógica de la globalización. La disponibilidad ilimitada de mano de obra (las fábricas se trasladan a los lugares con sueldos más bajos, y los jóvenes de los países con sueldos más bajos están dispuestos a emigrar para prestar sus servicios a los países con sueldos más altos), lleva irremediablemente a ello.
¿Es malo que haya polarización de rentas y que el porcentaje de población incluido en lo que se define estadísticamente como clase media disminuya? 
Hace sólo cinco décadas, la proporción de la población que estaba incluida en la clase media, seguro que era más de la mitad de la población. Estar incluido en esa franja no daba un ingreso suficiente como para tener coche, televisor, teléfono, vacaciones en la playa o ir a la universidad, algo de lo que solo disponía uno de cada diez hogares. Sí daba para comer todos los días, tener agua corriente y electricidad, cambiar de ropa con cierta periodicidad, estar escolarizado hasta los catorce o dieciséis años, ir de vez en cuando al cine y tener radio o motocicleta. 
Quien no tenía coche y ahora lo tiene, objetivamente ha progresado, pero quien habiendo pasado de permanecer todo el verano en su casa llegó a habituarse a pasar un par de semanas de vacaciones en un hotel de cuatro estrellas colindante con la playa y tras la crisis tiene que alojarse en un apartamento en segunda línea de mar, se siente muy decepcionado. 
El progreso material, como observadores externos, lo podemos medir en términos absolutos, pero personalmente, solemos medirlo en términos relativos. Si antes tenía más que el vecino y ahora tengo menos, pienso que he empeorado... Y si me bajan el sueldo, porque cada vez hay más gente, que viene del extranjero, dispuesta a trabajar por menos, y me suben los impuestos para poder pagar subsidios y servicios públicos a los mismos que están contribuyendo a que mi sueldo baje, tenemos el campo abonado para el populismo. Cuando decimos “primero los de casa”, la pregunta que nos hacemos es ¿El estado de bienestar es una herencia familiar a distribuir entre los nacionales, o es un fondo benéfico abierto a todo el mundo?


No debe extrañarnos el aumento del populismo. Las tres propuestas estrella de Trump van en esa línea: freno a la inmigración, subida del salario mínimo, aumento de los impuestos a los más ricos. Evidentemente, si gana, las cumplirá o no en la medida en que las circunstancias lo aconsejen. Al fin y al cabo es un hombre de negocios y, por ello, un pragmático. Pero Trump, Le Pen, Syriza, Podemos, UKIP, Cinque Stelle, o las múltiples nuevas derechas e izquierdas alemanas, austríacas, en general, europeas, están ahí porque la globalización, siendo objetivamente positiva, subjetivamente resulta en muchos casos muy dolorosa. A nadie nos gusta el dolor y menos a las nuevas generaciones que han nacido en una época en que a la mayoría se les han concedido muchos más “caprichos” que en ningún momento de la historia.
©JuanJAS

miércoles, 20 de enero de 2016

El futuro de las “clases medias”

Continuamente oímos hablar de la "clase media". ¿A que nos referimos exactamente?. 
Simplificando podemos definirla como el conjunto de personas con un nivel socioeconómico medio que se sitúa entre la clase obrera y la clase alta. 
En los medios de comunicación españoles es común nombrar a la clase media y no nombrar a la clase obrera o baja —todos somos muy orgullosos— lo que ha dado lugar a la gran confusión de identificarse con la clase media a un gran porcentaje de la población. En términos estrictos, la clase media es numéricamente inferior al porcentaje de la población que se auto identifica como tal y sus componentes son prácticamente los únicos que tributan por las rentas de sus ahorros y junto con algunos de la clase baja (los que perciben rentas del trabajo) también tributan por las rentas que generan con su trabajo o pequeños negocios. Prácticamente la única riqueza que se redistribuye es la suya y sólo en un porcentaje irrisorio las de las clases altas. 
Muchos denuncian que todos los males son debidos a que no se pone coto a la inmensa codicia de los super ricos. Lo que nadie propone es ¿Quien debe ser el encargado de ponerle el cascabel al gato? ¿Quienes van a ser los líderes de esta "revolución social? ¿Como podrán hacerlo?

Pese a todos los grandilocuentes discursos de algunos partidos, generalmente de izquierdas, la realidad es que las clases medias redistribuyen parte de la riqueza que generan y las clases altas y grandes empresas eluden al fisco todo lo que quieren y más. Lo primero que hacen si alguna vez tocan poder es buscar "recursos" (dinero via impuestos a los que no tienen capacidad de ilusión  obreros, autónomos, microempresas y pequeños ahorradores) sin tocar ni un euro de las grandes fortunas ni grandes empresas, que por si acaso ya establecen sus sedes sociales en pseudo paraísos fiscales dentro de la misma UE. Ya oímos hace unos días, en un juicio en Mallorca, al fiscal del Estado que nos aclaró que “Hacienda somos todos” sólo es publicidad. 
Parece que actualmente muy pocos tienen claro como funcionan las cosas, quien genera la riqueza, quien paga las "facturas" y cual es la legalidad que nadie ha cambiado ni “actúa” para cambiar. 

El quid de la cuestión es saber qué se entenderá dentro de 20 años por ‘Clase Media’, en Europa. Hoy la ‘clase media europea’ es una figura retórica porque poco tiene que ver la española con la danesa o la portuguesa con la alemana; ni siquiera en España donde muy poco tiene en común un miembro de la clase media de la región extremeña con uno de la vasca. Pero hay más.
Aunque en los años veinte existía una clase media en Inglaterra, muy minoritaria, el concepto de clase media nació en Europa, tras la II Guerra Mundial, asociado a tres elementos: el pleno empleo del factor trabajo, la puesta en marcha del modelo de protección social, y la existencia de un sistema de libertades civiles representado por la existencia sin restricción de partidos políticos y de sindicatos obreros. Todo ello debido a una necesidad: crear un colchón entre la clase alta –que seguía siendo la de toda la vida– y una clase baja que, eso se buscaba, fuese lo menor posible; un colchón que diluyese las tensiones que propaganda inconveniente pudiera generar en el entorno de Guerra Fría en el que el planeta se hallaba inmerso.
Esa clase media se fue expandiendo por Europa, Canadá y Japón; en USA apareció una figura rara ya que allí el modelo de protección social fue siempre por detrás del europeo y nunca las políticas redistributivas alcanzaron la dimensión de las europeas, pero también puede hablarse de una clase media USA. Luego, en Buenos Aires, Montevideo, La Habana antes de la Revolución, Bahía, Santiago y en alguna otra ciudad latinoamericana pueden identificarse núcleos de personas equiparables a la clase media europea, pero en ningún país latinoamericano puede hablarse de la existencia de una clase media como tal: en Brasil, la distribución de la renta a principios de los 2000 era prácticamente la misma que la existente en los años 30. 
Demos un salto de 20 años en el tiempo. La mayoría de lo que hoy conocemos por ‘modelo de protección social’ tal como lo hemos conocido, pienso que habrá desaparecido en Europa porque no será financieramente sostenible: las bases sobre las que se recauda habrán caído como consecuencia de un creciente desempleo estructural y de un subempleo subremunerado. Además ya no será necesario porqué no habrá que calmar a ninguna clase obrera reivindicativa porqué los “verdaderos líderes” habrán implementado algo similar a una “renta básica” en Europa (tal vez también en Canadá, Japón, y USA, Corea y Singapur de forma limitada). 
En ese previsible escenario, ¿de qué “clase media” puede hablarse? Pienso que de ninguna o de algo muy, muy estrecho, tendente a la desaparición, encorsetada entre una élite (menos del 1%) y una super mayoría superviviente pero mansa porqué temerá perder lo poco que tiene. 
©JuanJAS

martes, 12 de agosto de 2014

La sufrida clase media

Noticia “prime time” repetida hasta la saciedad en los últimos días:
“Rusia deja de comprar fruta a la UE”. Los agricultores piden salida para los excedentes”
Reuniones con la ministra de agricultura, comidas, peticiones, etc., etc.
Supongo que si me lo repiten tantas veces por la TV, periódicos, etc. Me afectará de alguna manera. Pero ¿Cómo? 
Parece que debido al cierre de este mercado, por culpa de las sanciones impuestas por la UE contra su apoyo a los rebeldes ucranianos, se espera un sobre stock en el sector hortofrutícola, lechero y cárnico español y europeo. 
No creo que los rusos dejen de comer frutas, hortalizas, jamones y de beber leche. Lo comprarán a otros países, principalmente a China pagando en rublos y a otros países del mundo. (En su día se dio muy poca publicidad en los medios a esta importante noticia)
Mientras, no todo son quejas. Algunos están muy callados relamiéndose los bigotes. Las cadenas de distribución europeas se frotan las manos con la noticia. Harán literalmente su agosto: Comprarán baratos los productos agrícolas y como no suelen repercutirlo simétricamente en los consumidores, disfrutarán un aumento de sus beneficios.
Los agricultores, cooperativas y empresas productoras agrícolas han aprendido a unirse para hacer lobby, (como siempre han hecho las industriales y los bancos) y presionan al gobierno para que les pague las pérdidas que pueda ocasionarle la decisión tomada por la UE.
Resultado, previsiblemente unos ganarán, otros perderán poco y las clases medias que, como siempre son las que pagarán los impuestos con que se financiará al lobby agropecuario, pagarán las consecuencias de las decisiones políticas.
Esta es la solución fácil, pero no la mejor, porqué el problema que tienen los empresarios agrícolas, no es sólo cobrar ahora, sino sentar las bases del futuro. Y para eso no basta tampoco decir que se deben buscar nuevos mercados, porque hay demasiados países intentando vender ahora mismo sus excedentes por el veto, como para hallar un ‘supermercado abierto’ para colocar todo lo que ya está sobrando. Sobre todo las frutas de verano que aguantan poco.
Ahora mismo, no se trata sólo de un veto a productos de la UE, sino de cerrar un mercado que otros va a ocupar en muy poco tiempo y que va a ser extremadamente difícil recuperar. Marruecos, Egipto, Brasil,…. quizás con un poco de suerte Sudáfrica se sume a mandarles todos sus cítricos, ya se están moviendo para ocupar el espacio que van a dejar los países europeos, incluidos España. Y eso es completamente legítimo, porque así se hacen negocios en este mundo globalizado.
Como el veto ruso viene por una cuestión política, se debería hablar de política con los países que quieran aprovecharse de esta situación. Que no condenan a Rusia, perfecto, son libres de no hacerlo. Pero también lo son de asumir las represalias de quienes por defender unos principios van a perder mucho dinero por no mirar hacia otro lado. No se trata de ‘vetarlos’, pero hay que ser coherentes y recordarles el porqué de esta crisis. Y si esos países que ahora tanto se pegan por vender a Europa en las mejores condiciones para ellos no lo quieren aceptar, pues que vendan a Rusia, pero que se olviden de nosotros. O, por lo menos, que lo hagan con las mismas condiciones con las que lo hacen los países europeos entre sí.
Al fin y al cabo, al final, tarde o temprano, Putin se acordará de que le sigue gustando más el cerdo de la dehesa que el de otros países y acabará por buscar una solución para volver a comérselo. Hasta entonces, nos habrá costado mucho la broma, es cierto, pero por lo menos que no nos cueste más por permitir que otros hagan más negocio a costa de nuestros sacrificios.
Mientras, nuestros gobernantes seguirán ordeñando la cada vez más esquelética “clase media”. Revolución es una palabra que nuestro ADN no conoce y si a alguien se le ocurre mentarla nos la auto prohibimos. Sólo nos queda buscar imaginación, trabajar más, pagar los desaguisados de los demás y ahorrar algo para cuando las cosas se pongan peor; porque cuando mas gente deje de pertenecer a la clase media y engrose la pobre, cada vez quedarán menos ciudadanos para pagar la factura. Recuerden que los los ticos no lo han hecho nunca y es un iluso quien espere que alguna vez lo haga. Digan lo que digan “Podemos” y similares.
La historia nos demuestra que los ricos nunca pagan impuestos. En el mejor de los casos, puede que alguien los pague en su nombre o les ayude a pagarlos, pero nunca han sacado una sola moneda de su bolsa para ayudar ni para solidarizarse con nadie. Si los pillan defraudando es porque “alguien” se lo ha contado a Hacienda. En este caso hay que demandarlo para que reembolse las pérdidas a la “familia” al verse obligados a cumplir con sus obligaciones fiscales. Seguramente la “familia” saldrá ganando porque para evitar el escándalo y la fuga de capitales del “paraíso fiscal” de turno pagarán los daños económicos y hasta los morales. Los abogados y asesores especializados en estos temas también saldrán ganando. 
Parece que estoy nublado, como el día, pero es lo que me viene al caletre cada vez que oigo las machaconas noticias de la tele.
©JuanJAS

jueves, 5 de diciembre de 2013

¡Alegría!, en España casi todos somos ricos

Algunos dicen que además de una crisis económica tenemos una crisis de valores. Lo creo así y por ello es necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica. Por mucho que nos cueste hay que buscar en las causas de la crisis algo más que la nefasta actuación de la casta política, la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. Pienso que nuestros problemas no se terminarán sólo votando a un partido distinto para que presente otra batería de medidas urgentes, o firmando cualquier impreso que nos presenten por internet para recoger miles de firmas y presentar una iniciativa popular, con una huelga general o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros, aunque ganas de todo ello no nos falten. 
Cambien al presidente Zapatero por Rajoy y la viñeta sigue siendo válida.
Nuestra forma de ser y actuar tiene mucho que ver con nuestros problemas. Muy pocos quieren reconocerlo, pero somos un país mediocre donde la envidia, la mentira, la estafa y el achacar la culpa a otros se ha convertido en deporte nacional. Un país donde el que transgrede la ley con mas o menos fineza o sin ninguna, es aplaudido y admirado. Un país donde muchas personas, sufren el síndrome de la abeja, porqué se creen reinas y son sólo un simple bicho. Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Si releemos “El Lazarillo de Tormes” o cualquier relato de picaresca lo encontraremos bastante actual. 
El modus operandi ha variado poco en cinco siglos y como decía Facundo Cabral: “Les tengo mucho miedo a los pendejos, porqué son muchos y pueden montar un gobierno y elegir un presidente” y añado “con mayoría suficiente para hacerles la vida imposible y sin opción a decir ni pio hasta dentro de 4 años". 
David Jiménez, en un escrito ampliamente difundido por las redes sociales atribuyéndolo erróneamente a Forges y otros famosos, opinaba que estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas y el comunicador Josep Cuni opina que los políticos dictan leyes inspirados en los titulares más mediáticos y repetidos. 
Los grandes medios de comunicación son los instrumentos a través de los cuales, los “poderosos” les dicen a las masas lo que deben hacer y cuando. Basta leer los titulares de los periódicos que se reparten cada mañana gratuitamente o mirar la TV en las horas de máxima audiencia. Las masas consumen, de forma acrítica y sin evaluar antes la conveniencia o la consecuencia de los mismos, todos los subproductos que les suministran y sin ser conscientes que estos medios de comunicación dirigen subliminalmente sus actos y hasta sus vidas. 
Más de 82000 eventos solidarios sólo en Barcelona
En la posguerra, cuando había escasez de alimentos, cada festividad religiosa iba asociada a una “comilona”, más tarde se añadió a la tradición popular un ”dulce especial” que recordara cada festividad importante. En la actualidad, como el tiempo atmosférico ha dejado de hacerlo, son los medios de comunicación los que nos recuerdan, con su publicidad agresiva, las estaciones: Después de las vacaciones de verano, toca hacer coleccionables y más tarde, antes de las Navidades, nos anuncian los grandes actos solidarios: “La gran recogida de alimentos”, la “Maratón de las TV’X” (cada canal propone la suya), etc. “El Estado no puede con todo” nos repiten una y otra vez. “Es necesaria vuestra colaboración” nos recuerdan mientras nos muestran miles y miles de personas humildes que aportan su granito de arena. Muchos se sienten orgullosos de sacrificar parte de su bienestar presente o futuro con la esperanza de que su acción solidaria ayude a los más necesitados. Otros sólo presumen de buen corazón de cara al escaparate y la mayoría lo hacen porqué es políticamente incorrecto no participar cuando todos los vecinos dicen que lo hacen. Como en todos los actos de la vida muchos lo hacen por su profunda convicción, otros lo hacen para obtener beneficio(2) y otros sólo para salir en la foto. 
¿¡Para salir en la foto!?. 
Por cierto, en esos días de grandes eventos solidarios, ¿Donde están los que siempre se dan codazos para salir en los “escaparates mediáticos”’. ¿Donde están los millonarios que tanto dinero tienen?. Donde están deportistas de élite que tanto dinero ganan?. ¿Dónde están los actores famosos, los “mediáticos”, los banqueros, los grandes ejecutivos del sector privado y del público, los políticos, etc.? ¡No se les ve ni se les espera!. 
Ante el vicio de pedir está la virtud de no dar.
Es posible que no sepamos de ellos porqué son tan magnánimos que, esos días en concreto, les ceden el protagonismo a la gente normal, a los pobres. Bueno a los pobres no, porqué estos, como es lógico, son los receptores de la solidaridad. Los ricos andan desaparecidos, los pobres esperan y como siempre, las cada vez más depauperadas clases medias son las que pagan la mayoría de los impuestos y además de su sueldo de mileuristas, todavía encuentran algo para participar en los grandes actos solidarios, dar algo al “sin techo” de su esquina y un largo etcétera (más de 3,6 millones de actos solidarios en Google). Por pedir que no quede. Lo hacen porqué tienen sentimientos y la visión de imágenes de seres que parece sufrir, les toca la fibra sensible y no pueden evitar movilizarse para socorrerlo. No se preguntan como ni porque unos y otros han llegado a esa situación. No se preguntan quién ha tenido la culpa y los culpables pasan desapercibidos, nunca se auto responsabilizan, nadie les pide cuentas de nada y prácticamente nunca suelen pagar por sus desmanes y tropelías. 
Estas gentes de la clase media son tan buenos que muchas veces parecen tontos. Está claro que lo primero es curar al herido, pero una y otra vez se olvidan que, sin perder un instante, hay que buscar la causa o el causante del accidente y tomar las medidas para que no se vuelva a producir. 
Se olvidan siempre de pedir responsabilidades a esos políticos que toleran que unos pocos dictadores sin escrúpulos, esclavicen a millones de seres y engrosen sus riquezas personales con las aportaciones de los fondos de solidaridad que sufragan principalmente las clases medias de los países “desarrollados” a través de las miles de ONG's y entidades "si ánimo de lucro". 
Se olvidan de pedir responsabilidades a esos políticos que toleran la existencia de paraísos fiscales para que los “súper ricos” (banqueros, grandes empresarios, altos ejecutivos y deportistas de élite (vitoreados y queridos por las masas) guarden sus fortunas sin pagar impuestos. 
Se olvidan de pedir responsabilidades a esos políticos que despilfarran los impuestos con que han desangrado y siguen desangrando a las clases medias, (cada vez menos medias y más empobrecidas) en construcciones megalómanas e infraestructuras inútiles, que poco aportan a la ciudadanía y parece que sólo sirven para fomentar el fraude y la corrupción en una espiral enloquecida y de muy mal pronóstico. 
Se olvidan de pedir responsabilidades a los políticos por la deuda ilegítima que han contraído los gobiernos. (Paralelamente, cada uno debe pedirse responsabilidades a si mismo y a su cabeza de familia por la deuda irresponsable que personalmente ha contraído)
Se olvidan de pedir responsabilidades por las promesas electorales incumplidas sistemáticamente.
Se olvidan de pedir responsabilidades por las inmensas sumas de dinero gastadas en reflotar bancos que no habían hecho bien su principal trabajo, que es el de conceder préstamos responsables y encima pagando bonus y retribuciones millonarias a sus directivos.
Se olvidan de pedir responsabilidades a los políticos por no cambiar las leyes que protegen y perpetúan la corrupción y las prácticas legales pero inmorales de muchos políticos, grandes empresarios y demás centros de poder. (1) 
Por desgracia podríamos llenar muchas páginas desgranando todos los olvidos, pero sería demasiado doloroso. Basta con estos pocos en número, pero importantes conceptualmente para remover nuestra conciencia.
Se ha llegado en nuestro país a un punto en que la, hace sólo una década, floreciente clase media, fundamental para el progreso y bienestar de cualquier sociedad, está harta de trabajar y ser solidaria para que esas élites extractivas desperdicien y dilapiden su esfuerzo. Estas lo saben y se protegen con un “anteproyecto de ley de Seguridad Ciudadana” para reprimirla a niveles preconstitucionales, para taparle la boca, para impedirle, a esa exprimida clase media, el más mínimo derecho al pataleo, porqué el derecho a una manifestación cívica de desacuerdo con las políticas que practican los mandatarios se ha demostrado que sirve para poco.
El profesor Niño Becerra, el pasado lunes en el programa “8 al día” de 8TV expuso a la audiencia un gráfico que mostraba la riqueza controlada por el 1% de la población en USA a lo largo de los últimos 100 años. 
Sin entrar en detalles es fácil ver que en 1929 el 1% de la población (súper ricos) controlaban el 23,9% de la riqueza. Vino el crac del 29 y cayó en picado. Progresivamente la clase media progresó. Los salarios subieron y el endeudamiento bajó. La riqueza estaba más repartida y los súper ricos llegaron a controlar menos del 10% de la riqueza a finales de la década de los 70. Desde entonces, aumentaron loa salarios nominales (no en poder adquisitivo) y el endeudamiento creció hasta alcanzar los niveles actuales impagables. 
¿Adivinan como está repartida la riqueza actualmente?. 
Es muy fácil, basta con mirar el gráfico que confirma con datos estadísticos lo que todos intuimos: Las estrategias de los “poderosos” les han ayudado a alcanzar los mismos niveles de distribución de riqueza de antes de la gran depresión de 1929 (casi la cuarta parte de la riqueza está en manos de sólo un 1% de la población) y las clases medias cada vez más pobres y además con deuda propia y la correspondiente del estado. 
La mala distribución de la renta disponible es perjudicial para el crecimiento, la estabilidad y la eficiencia, además de promover una mayor frecuencia y profundidad de las crisis económicas.
Las clases medias empiezan a darse cuenta que ya no basta con trabajar, ahorrar y ser un “buen ciudadano” como les dicta su ADN. Están hartos de que un porcentaje mayoritario de lo que generan se pierda en el limbo y encima les pidan continuamente más aportaciones solidarias de todo tipo porqué el Estado no puede con todo. Como si el “Estado” fueran los políticos que salen por la TV. 

Cicerón definió al Estado como “una multitud de hombres ligados por la comunidad del derecho y de la utilidad para un bienestar común y apoyo a la comunidad”. Pensaba que los buenos gobernantes debían poseer una integridad excepcional y destacar por su coraje, aptitud y resolución. Pero si en nuestro Estado no hay transparencia, si no hay democracia participativa, si los poderosos asumen poca responsabilidad legal y si la mayoría de nuestros gobernantes no muestran la más mínima responsabilidad política, tarde o temprano, las clases medias despertarán de la anestesia y se darán cuenta de que es importante “quien gobierna”, pero lo es más “como se gobierna”.
La mala distribución de la renta disponible es perjudicial para el crecimiento, la estabilidad y la eficiencia, además de promover una mayor frecuencia y profundidad de las crisis económicas. Este aumento de frecuencia impedirá que las clases medias trabajadoras, ahorradoras y solidarias no tengan tiempo de recuperarse de las “extracciones de rentas” que les provocan los poderosos y no les quedará otro remedio que aparcar las quejas verbales y empezar con quejas de otro tipo más contundente.
Si preguntamos en Google ¿quienes son ricos? nos devuelve casi treinta y tres millones de respuestas. La mayoría abrazan la teoría de que los ricos lo son porque tienen mucho dinero. Las formas de conseguirlo son muy variadas: Trabajando mucho y gastando menos de lo que ganan (ahorrando), heredándolo, siendo afortunados en los juegos de azar o por métodos considerados ilegales por la población pero legales por ellos, etc. Este tipo de ricos, estadísticamente hablando, ya hemos visto que son un porcentaje muy pequeño de la población. Entonces, ¿porqué aseguro, en el título de esta entrada, que la gran mayoría somos ricos? 
Realmente es una afirmación tan descabellada como la mayoría de las que nos llegan desde los “medios” para captar nuestra atención. Nos induce a pensar en algo concreto y deseable, pero que realmente admite muchas interpretaciones.
Efectivamente, el dinero tiene mucha importancia para cubrir las necesidades vitales de las personas que vivimos en nuestro entorno, sin embargo la mayoría no somos ricos en dinero pero algunos lo son en salud, otros en amor, amigos, familia, valores, etc. 
¡Todos somos ricos de una forma u otra!. 
Quien no se conforma es porqué no quiere y una base de ilusión, esperanza y humor son imprescindibles para, en estos tiempos, no caer en la depresión más absoluta. Mientras, la presión sigue aumentando y cada vez más gente se harta de vivir en un país y bajo un régimen sin escrúpulos que asfixia cada vez más al grueso del motor que dinamiza la economía y la sociedad.
©JuanJAS


Anexos:
Santiago Niño Becerra  en 8 TV  el 2/12/13
Economist’s View: Stiglitz: Income Inequality Bad for Economy:
Crisis por ineficiente distribución de la renta:
  • Hacienda somos casi todos. Unos más que otros. 
  • El que no haya derecha ni izquierda, no significa que no haya arriba y abajo. 
  • España es un país donde los trabajadores ganan poco y pagan más impuestos que los empresarios. 
  • Los ladrones son absueltos, algunos jueces condenados o separados de sus cargos, los asesinos amnistiados, los trabajadores y víctimas acosados y los corruptos premiados. ¿En que país estamos? 
  • No nos dejemos engañar por las apariencias: lo que se muestra o predica no siempre epresenta lo que está por dentro. 
  • Si eres honesto, tal vez no tengas muchos amigos, pero los pocos que tengas lo serán lo serán de verdad. 
  • Hay gente con la que pierdes el tiempo y otra con la que pierdes la noción del tiempo. 
  • Tus creencias no te hacen mejor persona. Tus acciones, si.
  • "'Necesidad' significa ahora desear el dinero ajeno, 'avaricia' querer quedarse con el propio y 'compasión' el que el gobierno lleve a cabo la transferencia."
  • "Quejarse de que la economía libre favorece a los ricos es como quejarse de que la libertad de expresión favorece a los elocuentes."
  • "Después de la segunda guerra mundial, los vencedores –los Estados Unidos y la Unión Soviética– juzgaron a los perdedores por "crímenes de guerra" y "crímenes contra la humanidad" (...) Este proceso judicial imparcial resultó en muchas ejecuciones, castigando ejemplarmente a aquellos que cometieron atrocidades bajo la excusa de la guerra. Sin embargo, nadie en el lado ganador fue acusado de un sólo crimen de guerra. "
  • "Los políticos no te acusan de 'avaricia' por querer el dinero de otra gente... sino por querer quedarte con tu propio dinero."
  • "La gente que crea cosas en nuestros días puede esperar ser perseguida por gente muy moralista que es incapaz de crear nada. No hay manera de medir el escalofriante efecto sobre la innovación que resulta de las amenazas impositivas, regulatorias y de persecución contra cualquier cosa que tiene éxito. Nunca sabremos cuantas cosas ha abortado nuestro gobierno en nombre de nuestra protección."
  • "La medida del éxito del Estado es que la palabra anarquía asusta la gente, mientras que la palabra Estado no."
  • "No puede haber tal cosa como un "gobierno limitado", porque no hay ninguna forma de control sobre una entidad que, en principio, goza del monopolio del poder ..."
  • Si quieres que el gobierno intervenga dentro del país, eres progresista.
  • Si quieres que el gobierno intervenga en el extranjero, eres conservador.
  • Si quieres que el gobierno intervenga en todas partes, eres moderado.
  • Si no quieres que el gobierno intervenga en ninguna parte, eres extremista."
(1) El ministro de Hacienda Sr. Montoro ha demostrado una voracidad fiscal desmedida hacia las clases medias.
En los años que pasó fuera del gobierno entre los gobiernos de Aznar y Rajoy, parece que su empresa Montero&Asociados se dedicaba a asesorar a grandes empresas sobre el mejor sistema para eludir la fiscalidad con toda falta de escrúpulos. Esta practica puede ser legal pero no es honesta y facilita la proliferación de prácticas poco éticas y democráticas como amenazar a la oposición con “inspecciones exhaustivas” y ser permisivos con los amigos. En España el 30% de los inspectores de Hacienda (unos son nombrados por el gobierno (cargos de confianza). Por ello los políticos deberían perseguir la delincuencia económica de alto nivel y 
explicarse convincentemente evitando la doble vara de medir y el control político de los Inspectores y Jueces. 
Las clases políticas se auto protegen con leyes que desestiman el poder judicial para qué sea la policía la que juzgué y ejecuté al estilo del “Judge DRED” que reunía en sí mismo los poderes de policía, juez, jurado y verdugo.
Sin división de poderes no hay Estado de Derecho y sin Estado de Derecho no hay democracia real.


(2) El Banco de Alimentos es un mero gestor de excedentes que produce beneficios a las grandes empresas que lideran la Fundación Privada del Banco de Alimentos, la Iglesia y la Administración.
http://iniciativadebate.org/2013/12/08/ejecutivos-de-las-grandes-empresas-lideran-la-fundacion-privada-banco-de-alimentos-de-barcelona/