domingo, 16 de marzo de 2014

¿Habéis perdido el respeto a los Bancos y sociedades de inversión?

Señalaba el famoso inversor  Warren Buffet que “gran parte del éxito de una inversión se puede atribuir a la inactividad” y que “la mayoría de los inversores no pueden resistirse a la tentación de comprar y vender constantemente”. 
Los “brokers” o agentes de bolsa se encargan de mantener alta la tentación porqué ellos siempre cobran comisión, al actuar como intermediario entre el comprador y el vendedor, sin importar cual de los dos pierda en la transacción.
En los temas de inversión hay tantos criterios como inversores y el mío es que en un entorno como el actual, de no producirse complicaciones, la mejor decisión es “quedarse quieto”,  siempre que estemos invertidos en los productos de inversión más convenientes para nuestro perfil de riesgo. En esta adecuada elección del producto está la clave de todo y prácticamente nadie te asesora, sobre este tema, de forma independiente y personalizada. 
Como en muchos cosas de la vida estamos solos ante el peligro de la jungla económica. Dependemos de nosotros mismos. 
Nosotros somos los últimos responsables de las decisiones que tomamos. Por ello debemos formarnos, informarnos bien y reflexionar a fondo antes de tomar la decisión de cómo y en que invertir. Es una responsabilidad que no se debería delegar nunca. En todo caso, si se delega la ejecución de la inversión, la responsabilidad de los resultados sigue siendo nuestra.
En nuestra sociedad, mucha gente consulta varias tiendas, lee revistas, incluso prueba el producto antes de comprarlo y todo ese esfuerzo antes de decidirse a comprar un producto que vale menos de 1000€ o incluso mucho menos. En cambio no tenemos ningún reparo en “desprenderse” de decenas de miles de euros y dejárselos a un representarse de un banco que nos vende un producto financiero en 10 minutos. Como, en general y con la excusa que “no entiendo de este temas económicos tan complicados”, empleamos muy poco tiempo en valorar si el producto financiero que nos quieren vender el “bueno o malo para nosotros”.
Si usted es de los que suele decir “no entiendo de inversiones ni de economía y estos temas de dinero se lo dejo a profesionales”, le recomiendo que vea la película “El lobo de Wall Street”.
La sinopsis oficial explica que es una película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo Di Caprio). A mediados de los años ochenta, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían.
Si deciden verla, les advierto: aprenderán poco de bolsa y correrán gran riesgo de escandalizarse por el comportamiento de estos respetables caballeros de vestimenta cara y apariencia seria e impecable. Mienten más que los políticos en campaña electoral y no tienen ningún pudor en robar al más necesitado. Carecen de cualquier valor moral. Adoran el dinero y no escatiman ningún medio lícito o ilícito por conseguirlo. Por supuesto, los daños colaterales carecen de la más mínima importancia.
En la película aparecen todas las imágenes del tráiler pero en este no sale prácticamente ninguna de las numerosísimas imágenes que podrán llegar a escandalizarle. Estas imágenes seguro que le despertarán del falso mito “hay que dejar que nuestro dinero lo manejen los profesionales para que lo cuiden y multipliquen”….
Es una película con mucha energía cinematográfica y seguro que les gustará a los que les hacían soñar las películas de universitarios americanos haciendo travesuras en sus hermandades, grandes fiestas, mucho sexo, rock 'n' roll y nada de estudio ni exámenes. Ni siquiera el que pasamos ante la vida.
A primera vista Martin Scorsese a ofrecido en "El lobo de Wall Street", tres horas de bacanal de sexo, drogas y consumo conspicuo.
¿Hay algo más? ¿Ofrece un diagnóstico sostenido y convincente de la patología terminal que nos aflige o es un síntoma especialmente florido de la enfermedad que padecemos en nuestra sociedad capitalista? Si la ven, ustedes mismos podrán contestarse esta pregunta y compartirla.
El protagonista Jordan Belfort es un ser humano completamente despreciable, pero su encanto personal, le hace ganarse la confianza de la gente y hacerles creer casi en imposibles. Desde un cuchitril en el que vendían acciones de “centavo” con comisiones que alcanzaban el 50% a pobres trabajadores que no entendían lo que compraban, monta una bola de nieve o humo (Stratton Oakmont) en la que seguía vendiendo humo a gentes cada vez más adineradas.
Las fechorías de Stratton Oakmont - una estafa basada en el valor inflado temporalmente de acciones a menudo sin valor - tienen poco en común con los elaborados, aunque como pasa en prácticamente todos los casos impunes, esquemas que destrozaron la economía de una década después de la caída de Jordan Belfort. Las ganancias de Jordan y sus métodos desagradables, operan al margen de poder real y con el tiempo atraen la atención de la policía. El pez grande, aún nadando libremente, se puede encontrar en "Inside Job", magnífico documental de Charles Ferguson, indignado sobre los orígenes de las crisis financieras, o en JC Chandor "Margin Call".
Ya sabemos que en este mundo nada es negro ni blanco, sino todo lo contrario pasando por millones de niveles de gris. De todas formas, más allá de las apariencias, se puede encontrar un trasfondo que puede hacernos pensar que detrás de las instituciones más serias, puede esconderse otra cosa. Después de ver esta película, cada vez que entremos en nuestra oficina bancaria de toda la vida y nos ofrezcan un producto financiero para buenos clientes como nosotros y nos hablen de su gran servicio de estudios financieros, su gran sala de contratación, su equipo de asesores privados, etc., seguro que esbozaremos una sonrisa sino una gran carcajada.
Tarjeta de felicitación navideña que los banqueros enviaron 
a todos los suscriptores de preferentes 
y otros buenos productos de inversión. (para ellos)
Seamos conscientes que estos vendedores de “servicios financieros” no han hecho ningún juramento hipocrático ni ético ni responsable para con el bienestar de sus clientes o la comunidad, con el que orientar la práctica de su oficio. Su única responsabilidad es para con sus empleadores y la principal finalidad de su gestión es obtener el máximo trasvase de dinero de los ahorradores hacia el banco o la sociedad de valores que les paga su sueldo y sus premios e incentivos. Si somos conscientes de ello, será más difícil que seamos víctimas de un engaño por acción u omisión de información relevante en nuestros tratos con el personal del sector bancario o financiero.

©Juan JAS

viernes, 7 de marzo de 2014

Catalunya, is different?

Los catalanes tenemos valores cívicos y culturales compartidos y variables con muchos pueblos y naciones occidentales. Es una pluralidad que empezó con la expansión de la Roma imperial y que fueron incorporando las potencias europeas, como la de los Austrias, que impedía a los señores feudales maltratar al campesino y a las nacionalidades fuertes oprimir a las débiles. Aún así, no hay dos países iguales, cada país, como cada persona, tiene sus propias circunstancias, su propia historia, con sus errores y sus aciertos. Culpar a los de fuera de nuestros errores es propio de populismos baratos. Apropiarnos de todos los aciertos es propio de fanatismos trasnochados.
Toda situación es propia y genuina, pero lo que nos iguala a todos los españoles es que todas las persones éticas y honradas soportamos, convivimos y sufrimos una tasa de paro altísima, una alta corrupción y una impunidad de los grandes delincuentes.


Mucha gente piensa que en Catalunya estamos sometidos al “fanatismo trasnochado” de los dirigentes d ellos grandes partidos estatales, que nos dicen y dirigen a su conveniencia, intentando cargarse nuestra lengua, cultura y economía….”todo por la patria española”, puesto que no cabe en sus cabezas que pueda existir otra distinta.
Parece que les molestamos mucho. A mi me disgusta molestar a alguien. Prefiero irme a otro sitio y a otra tertulia para no molestar. Y estos dirigentes, que no los españoles a los cuales pretenden representar, piensan que los catalanes somos tan “cargantes”, ¿Porqué no nos dejan marchar?
En estos tiempos y con esta casta política, lo tenemos mal tanto si somos separatistas, independentistas, soberanistas, federalistas, unionistas o medio-pensionistas.
 Algunas castas políticas españolas son o al menos se comportan como gente cerril. Ni siquiera dejan que decidamos si queremos marchar ni nos dejan estar tranquilos dentro de España.

España es una estado compuesto de múltiples nacionalidades. Somos distintos, ni siquiera somos complementarios, tampoco nadie es mejor que el otro. El problema es esta casta extractiva de políticos. Los mismos que azuzan los enfrentamientos para calentar los ánimos de todos los españoles, al tiempo que no aciertan una. Ni entrenando. 
No hay soluciones mágicas para las grandes causas, los grandes destinos y las grandes historias. Más prudente y mas fácil sería mejorar lo que tenemos a mano: que la justicia funcione y de manera equitativa, que la educación no sea un tobogán según la fobia del mandamás de turno, que los que se llenan la boca de Constitución, se preocupen de interpretarla en sentido amplio y que se cumpla y por fin, una limpieza a fondo de la ineptitud y corrupción en todo el sector publico.
 
Me da igual si todo esto se hace en catalán o en castellano, se impulsa desde la plaça de Sant Jaume o desde la carrera de San Jerónimo. Lo que me gustaría es que se trabajara para que las cosas funcionen y que no nos tomaran por tontos cada vez que lanzan sus grandilocuentes comparecencias semanales, tanto aquí como allá en la meseta donde cada viernes salen sonrientes a contarnos una milonga. ¡Que desvergüenza!. Pero ¿de que o de quien se ríen? 
Lo nuestro, en Catalunya y en España lo tenemos que resolver nosotros con valentía, respeto y civismo. Construir un discurso en el que suene la misma música para todos no significa que el mensaje deba ser homogéneo. 
No vale presuponer que Catalunya es así y España es asá. No ha habido nunca uniformidad política en España y menos en Catalunya. La historia lo confirma y el momento presente lo corrobora, si tenemos en cuenta la dificultad para consensuar una pregunta de referéndum clara y la imposibilidad de conseguir pactar una lista única soberanista para las europeas. Si para esto tan fácil los partidos y sus cúpulas tienen problemas, no me quiero ni imaginar lo que pasará, si en un futuro nos encontramos en la tesitura de pactar una constitución, unas leyes mas justas y diseñar y poner en funcionamiento unas estructuras de estado mejor gestionadas que las actuales.
A falta de nuevas incorporaciones, necesitaremos grandes dosis de paciencia y asertividad para con los políticos que ocupan los escaños de nuestros parlamentos, más preocupados por su puesto en el partido y sus objetivos a corto plazo, que por el futuro bien común de la sociedad catalana y española.
©JuanJAS

jueves, 6 de marzo de 2014

Crimea decidirá en referéndum si quiere formar parte de Rusia o Ucrania

Votarán el 16 de marzo


Crimea, oficialmente República Autónoma de Crimea (en ucraniano: Автономна Республіка Крим, Avtonomna Respublika Krymruso: Автономная Республика Крым, Avtonomnaya Respublika Krym; en tártaro de CrimeaQırım Muhtar Cumhuriyeti), es una república autónoma de Ucrania. Su territorio abarca toda la península homónima situada en la costa norte del mar Negro, salvo Sebastopol. Tiene una superficie de 26 200 km², que en términos de extensión es similar a Sicilia.
Crimea, escenario de la crisis que vive Ucrania, celebrará un referéndum el próximo 16 de marzo para decidir si sigue formando parte del país europeo o se anexiona a Rusia, según el vicepresidente ucraniano Rustam Temirgalieve. La agencia rusia de noticias ITAR-TASS, indica que la consulta estará formada por dos cuestiones: 

1) ¿Está a favor de que Crimea se convierta en un territorio de la Federación Rusa?

2) ¿Está a favor de volver a la Constitución de Crimea de 1992? (La Constitución de 1992 establece que Crimea es parte de Ucrania pero tiene relaciones con este país que se definen en base a acuerdos mutuos).

Los mercados internacionales han sufrido tensiones por los movimientos militares en la zona, después de que, el hasta hace unas semanas presidente ucraniano, Víctor Yanukovich, fuera apartado del Gobierno tras de rechazar un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE). Rusia presionó a Ucrania para que se mantuviese en su órbita de influencia al condicionar su ayuda de 15.000 millones de dólares al rechazo del pacto con Bruselas.
Los nuevos líderes de Ucrania están considerados proeuropeas, pero aproximadamente un 59% de la población de Crimea es de origen ruso y solo habla ese idioma. 

10 razones por las que Rusia invadió Ucraina
http://www.slideshare.net/johnmaxfield376/10-reasons-why-russia-invaded-ukraine?utm_source=slideshow&utm_medium=ssemail&utm_campaign=weekly_digest