jueves, 18 de septiembre de 2014

Hoy se vota en Escocia

Repasando el proceso escocés no puedo dejar de sentir una envidia sana. 
Un proceso democráticamente impecable que ha permitido a los escoceses la posibilidad de votar para decidir su futuro. Y no de votar de cualquier forma, sino con unos debates explicando los pros y contras del “si” y del “no” que han permitido saber “¿Qué se vota?” lo más aproximadamente posible. 
Las razones de los que piden la independencia de Escocia son predominantemente económicas y en Catalunya, además de cuestiones económicas, catalizadas por la crisis económica reciente, también tienen mucha importancia las razones culturales y lingüísticas.
Como es usual en la picaresca española, desde que se conoció una posible victoria del “Si” a la independencia, se multiplicaron en los medios de comunicación españoles los artículos poniendo verde y tildando de inútil al Primer Ministro del Reino Unido. En España estamos acostumbrados a los discursos encendidos y al exceso de paja declarativa. Son frecuentes los fuegos de artificio propagandísticos, mareando la perdiz y tergiversando o enmascarando el verdadero sentido de las palabras y los conceptos. Aquí en España la “división de poderes” es una ironía y a pocos sorprende que mucha gente sepa lo que va a pasar en el futuro inmediato. Resumiendo, el estilo y el modo de hacer británico y el español se parecen como una huevo a una castaña y, si hay alguna similitud entre el proceso escocés y el catalán, es pura coincidencia.
Algunos ven a Cameron como un valiente demócrata que se ha jugado su carrera por defender sus convicciones democráticas y a Rajoy como un cobarde escondido detrás de la Constitución, que con su inacción política puede llegar a perder Catalunya. A mi entender, David Cameron tomó en su día una decisión valiente, escrupulosamente democrática y facilitó que se produjera un referéndum para que los escoceses pudieran decidir su futuro. 
En cambio, entre la casta política española se ha instalado el despotismo y el cinismo desde hace años. En sus discursos y actos, la mayoría de los políticos dan a entender clarísimamente que les importa un bledo que conozcamos la realidad de los hechos y nos podamos expresar con libertad. Da la sensación que parecen no tener en cuenta que los ciudadanos les hemos votado para que gobiernen eficientemente el país, para que ayuden a mejorar nuestra calidad de vida y que están a nuestro servicio y no al revés. No parece que hayan entendido ni asumido que dirigir el país, no significa ser los “amos” de los ciudadanos ni dueños de nuestras haciendas privadas. Su herramienta habitual es la mentira, el insulto y la tergiversación y ni se les pasa por la cabeza que deben informarnos con honestidad, que deben responder ante la ciudadanía de sus actos y explicar con transparencia total como utilizan nuestros impuestos. Los ciudadanos somos los que hemos votado a nuestros políticos para que nos sirvan a todos con la máxima equidad y eficiencia. 
Por desgracia, en España se practica sólo una especie de “democracia feudal”, en la que lo que cuenta son los partidos y lo que cada partido quiere para llenar su pesebre, sin la menor visión de conjunto ni capacidad de diálogo con los demás.
En Escocia las condiciones del referéndum se han podido pactar con el Gobierno central, que ha puesto sus condiciones y sobretodo ha tenido lugar un debate largo y fructífero, entre los que desean la independencia y los que no. Los que defienden el “SI” han explicado porqué quieren la independencia, y a que tipo de sociedad aspiran, no en discursos ambiguos, sino en un “Libro blanco” que el Gobierno escocés publicó en su web el 26/11/2013 (casi un año antes del referéndum). Los que no quieren que Escocia se separe del Reino Unido, han explicado también sus razones. En principio hicieron discursos con amenazas de las plagas bíblicas, después utilizaron el recurso del “miedo a perder” medios económicos y bienestar. En la recta final, emplearon el recurso a la fibra sensible con profusión de actos simbólicos expresando valoración y aprecio por el pueblo escocés. 
Vimos a Cameron y otros líderes unionistas pidiendo, a los escoceses en Escocia, que no se separaran del Reino Unido. Se mostraron emocionados, derramaron lágrimas y hasta llegaron a poner la bandera Escocesa ondeando en la Residencia del Primer Ministro en Downing Street. 
¿Son ustedes capaces tan sólo de imaginar algo así en España?
¿Se imaginan las reacciones de los catalanes y las del resto de los españoles si sucediera algo así?
Tal vez si se hicieran más declaraciones de que las principales fuerzas políticas unionistas sienten aprecio y valoran la contribución de los catalanes al estado de bienestar español y hubieran hechos que respaldaran la veracidad de estas declaraciones. Tal vez si hubiera “Gestos de carácter sentimental” como poner la Senyera en la Moncloa, los catalanes reducirían su desafección por los gobernantes españoles. El problema es que se ha perdido la confianza en los políticos.
En el Reino Unido, la líder ultraconservadora Margaret Thatcher rompió el consenso de carácter económico y social y en España, José María Aznar rompió el consenso político y con su “voluntad neocentralizadora sin complejos”, alimentando la semilla del desencanto en Catalunya.
Thatcher hizo una especie de discurso de la montaña con una interpretación capitalista salvaje de Biblia, tipo: “El que no quiera trabajar no comerá”. Esto provocó una fuerte ruptura ideológica. Basta comprobar que en el parlamento escocés, en los años 50, los conservadores eran mayoría y que actualmente son residuales. Los conservadores siguen existiendo, pero se han puesto “falda escocesa” (conservadores con barretina) y parece que esta combinación ha sido efectiva para mejorar el bienestar social en aquel país.
En un principio, Alex Salmond pedía un pacto y acuerdo para el aumento de competencias en el autogobierno escocés. Cameron impuso una pregunta dicotómica pensando que el “No” ganaría por goleada. Las encuestas indicaban que poco a poco aumentaban los posibles votantes del “SI”. Las campañas electorales no tienen una influencia proporcional a su coste, sin embargo en el caso escocés, una parte del aumento de los favorables al “SI”, parece debida en gran parte en la falta de liderazgo en el “NO”. Unos días antes del referéndum, los líderes unionistas corrieron a tierras escocesas ofreciendo “TODO”, a la vez que algunas grandes entidades financieras amenazaban con irse de Escocia. Un último ocasión de mostrar el palo y zanahoria antes del referéndum.
Lo previsible es que gane el “SI” o el “NO”, las relaciones entre el parlamento de Westminster y el de Edimburgo cambiarán y mejorarán para los escoceses. Ha habido una especie de negociación “win to win” y, por la experiencia de pragmatismo político inglés, puede pensarse que la oferta de conceder el “Devolution max” a los escoceses tiene mucha posibilidad de cumplirse.
Las últimas encuestas siguen dando un buen porcentaje de “indecisos”. A este respecto es sabido que mucha gente tiene miedo a decidir y que la nostalgia a la hora de romper lazos, con el que ha sido tu país durante muchos años, puede más que el sentimiento de pertenecer a una nación negada durante muchos más años. 
De todos los referéndums celebrados en Europa, el 75% han sobreestimado el voto del “Si”. Aunque sea sólo por eso, es lógico pensar que los que estén sin una opinión fuerte, visceral o meditada, serán más sensibles al miedo de los cambios y eso hará que se decanten por la abstención o por mantener la unión de Escocia con el Reino Unido.
En Catalunya, la sentencia humillante del Tribunal Constitucional contra el "Estatut", laminado previamente por PPSOE, desconcertó y restó credibilidad y fuerza a los sectores pactistas y moderados catalanes. Los sectores más extremistas tomaron el liderazgo y hábilmente se empoderaron paulatinamente. Por ello, en los últimos años, el catalanismo transversal se ha trasladado hacia las posiciones más independentistas.
Actualmente la “Tercera Vía” en España es prácticamente imposible. La política española está falta de cualquier pragmatismo. Aquí impera el “Gano o pierdo” y el “En ningún caso estaré dispuesto a negociar ni a pactar nada con quien considero mi súbdito”. Parece que el inmovilismo del Gobierno español es tan grande que prefieren provocar el "choque de trenes" y arriesgarse a quedarse tuertos si se consigue que los catalanes se queden ciegos. Parece que unos y otros juguamos al “Chicken run” o peor aún a aquel “juego de gallitos” que popularizó James Dean en la película “Rebelde sin causa”: Dos fanfarrones subían a los coches y los lanzaban a toda pastilla contra un acantilado. En teoría, el más gallito debía saltar el último y el que primero saltaba, quedaba como un cobarde ante el grupo. Los que recuerden la película saben que el juego acabó en drama y no sólo para el que murió en el descabellado juego. 
No se puede hacer una campaña sin tener claro que significa "lo que se quiere conseguir" y lo que significan las palabras con que se define el deseo. Tampoco sin conocer, al menos aproximadamente, los costes/beneficios de materializar la aventura. Sólo después de alcanzar este conocimiento se puede votar con pragmatismo. 
Por cierto, si finalmente no se puede hacer en Catalunya un referéndum y si una “consulta no refrendaria”, porqué no se aprovecha y presenta en ella un listado de opciones, para que todos los que viven y trabajan en Catalunya puedan elegir. Valga como ejemplo: 
· Independencia
· Estado federal libre asociado
· Ampliación de autonomía con concierto económico y blindaje cultural
· Tal como estamos
· Abolición de la autonomía y recentralización en el estado único
· etc. 
Hasta hoy, el Gobierno español no ha hecho ninguna propuesta clara. 
El President de Catalunya, en su última audiencia, presentó al Presidente del Gobierno Español un documento con 23 temas en materia económica que Catalunya reclama al Estado español. Un gran número de catalanes llevan pidiendo tres años que se les convoque democráticamente para que puedan expresar su deseo o no de Independizarse de España. 
Si las fuerzas gobernantes y en el ámbito del poder, dejaran de esconderse detrás del “NO” perpetuo y detrás de las leyes…
Si cambiaran su discurso y su política poco leal e hicieran pedagogía para unir a todos los ciudadanos valorando los hechos diferenciales de todas las naciones que integran el estado, tendrían un gran efecto unionista en Catalunya; sobre todo en los indecisos o en los que no sienten la necesidad cultural de reafirmación de la cultura catalana. Recordemos que estos últimos no están tan bien organizados con los afiliados a L’ANC o a Ómnium para defender sus ideas, pero son muchos en Catalunya.
Una última apreciación: Los sectores más determinados, activos y eficaces a la hora de expresar sus ideas independentistas y hacer pedagogía de las mismas, en cambio, cuando quieren traducir en política sus anhelos, no tienen tanto éxito. El grupo queda muy difuminado, se dispersa y pierde gran parte de su músculo original. Todos los catalanes deberán pasar de las palabras a los hechos y ponerse en riesgo si quieren mantener el reto.
Os suena este diálogo de besugos...
En Catalunya falta mucho dialogo, faltan muchos argumentos, falta exponerlos con seriedad, faltan ideas para conseguir que nos hagan caso por la razón y no por la fuerza. Parece que el gobierno español ni siquiera piensa que es necesario el diálogo. Piensa que Catalunya es un cortijo muy productivo, de su propiedad. Como tal, los jornaleros ni siquiera tienen derecho a ser escuchados, puesto que es sabido que los “señoritos” son dueños de las vidas y haciendas de sus súbditos. Este proceder del Gobierno del Estado Español, a ojos de muchos es impresentable política y moralmente pero no muestran ninguna señal de cambio. 
Por otro lado, los litigantes saben que no es prudente arriesgarse a hacer preguntas sin conocer, de antemano lo que nos va a responder el interpelado. Antes de emprender una nueva empresa con éxito, se ha de contar con todos los medios que lo posibiliten. Ya vendrán los imponderables y la “masa” que alterará las previsiones. Es imprescindible analizar y conocer las fortalezas y las debilidades y elaborar el Plan de Negocio. Después contar con las “estructuras empresariales” funcionando eficientemente y un gran liderazgo en el territorio. Sin contar con estas premisas, es una especie de locura emprender cualquier aventura empresarial o de cualquier otro tipo. El actual proceso, tal como se desarrolla, puede ser muy estimulante, pero los catalanes deberíamos actuar con más pragmatismo y menos “rauxa”.
Así las cosas, mucha tila para conservar una actitud lo más relajada posible ante los hechos que se van a producir y que tendremos que valorar.
©JuanJAS



Documentos.-

1.- El libro blanco de la Independencia escocesa se puede encontrar aquí... Scotland's future
Se puede leer en html, descargárselo o leerlo en eBook

Un documento embrionario más antiguo de hace 7 años...
“Choosing Scotland´s Future. A National Conversation. Independence and responsability in the modern World” (Eligiendo el futuro de Escocia. Una Conversación Nacional. Independencia y responsabilidad en el mundo moderno)

http://www.scotland.gov.uk/Publications/2007/08/13103747/0 


http://en.wikipedia.org/wiki/Full_fiscal_autonomy_for_Scotland


miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿QUÉ RESPONSABILIDAD TENEMOS LA CIUDADANÍA?

Entre monarquía y república la principal diferencia es quien ostenta la jefatura del Estado y el sistema por el que ese puesto pasa de una mano a otra. En el caso de las monarquías, el jefe del Estado es el Rey y el puesto es vitalicio y hereditario, pasa de padres a hijos. En las repúblicas, la jefatura del Estado se ostenta por un representante político elegido por los ciudadanos para un determinado periodo de tiempo. En el mundo quedan sólo 25 países que se definen como monarquía y España es una de ellas, aunque sigue siendo diferente. 
Verde: monarquías
Azul: repúblicas
La abdicación de Juan Carlos le fue impuesta y la tuvo que aceptar. El poder sabe que tiene que haber un consenso entre los dos partidos y lo ha habido. En este momento, convenía la figura de un Rey "joven, alto y guapo", que cumpliera un papel similar al que cumplió su padre en la transición y por cuestión de Estado pactaron. El pueblo se lo ha tragado. Ha creído, pese a todas las evidencias en contra, que el pobre monarca estaba cansado de trabajar por España y le ha cedido el cetro a su hijo JASP antes de que fuera demasiado tarde y fuera JESP (Joven Emigrante Sobradamente Preparado). Resultado: en lugar de convocar un referéndum para elegir entre monarquía y república, ahora tenemos dos reyes y sus dos familias, bien subvencionadas. ¡España se recupera y podemos con todo!
Nuestro gobierno se ha instalado tanto en la mentira, la corrupción y toda clase de desaguisados que los españoles han llegado a asumir que son ellos quienes atraen el mal fario y las responsabilidades se reparten:
¡El que no roba es porqué no puede, pero no por falta de ganas! Nos repiten algunos. 
¡El que esté libre de pecado que tire la primera piedra! Nos recuerdan otros. 
Es verdad que todos somos pecadores, pero unos muchísimo más que otros, tanto por el mal ejemplo que dan, como por el daño que sus actos y decisiones hacen a la ciudadanía. 
La negligencia de nuestro gobierno sobrepasa con mucho las dimensiones de lo tiránico: manosea a su antojo la democracia y la justicia hasta transformarlas a su imagen y semejanza. Nos pone ante los ojos el espejo del fracaso y parecemos aceptarlo; muchos lo hacen suyo. 
No hay perversidad mayor que robotizar a un pueblo. Los españoles sudan y se lamentan agotados desde su propia substancia. Pierden el futuro lo mismo que un tren. Nuestros quebrantos son el dividendo de unos pocos elegidos y aceptamos este hecho con morbosa naturalidad: “¡Es lo que hay!. ¡Así están las cosas!”.
 
Cuando el gobierno alardea de sus proezas económicas, me siento como el esclavo romano, encadenado a su remo en las galeras, al que un tribuno anuncia la conquista de tierras a los bárbaros por parte del Imperio. ¡Para el esclavo nada cambia!. 
El descenso de la prima de riesgo y el alza de las bolsas en nada mitigan la precariedad laboral, las agonías económicas, el estrés de la competitividad o la ausencia de coberturas sociales. ¡Sigue sin haber ganancias para el esclavo!. 
Los éxitos ficticios que nos pregona nuestros gobierno, propios de un país a saldo, son la manera de borrar el atisbo de principios nuevos, que podrían conducir a otro modelo de sociedad. La masa no informada del saqueo de este país puede creer que la solución de todo está en esos datos lejanísimos con que nos bombardea nuestra casta política. Quieren creerles con todas sus fuerzas. Tienen fe en la mentira que identifica la prosperidad de los amos del dinero, cada vez más ricos, con la de los cada vez menos dueños de su trabajo y que rayan cada vez más el umbral de la pobreza.

Nuestro gobierno cultiva la indolencia. Nos mantiene engañados, resignados, no tranquilos pero si tan aturdidos que el porvenir nos aúlla y no lo oímos.  
Hablan los expertos, que mayoritariamente se equivocan, sobre el próspero mundo al que nos dirigimos como reses al matadero. Al que disiente y alerta del engaño, le tachan de agorero, pesimista y antiespañol. Esta euforia sin motivos se contagia rápidamente con tan poco decoro y aún menos prudencia, que a uno le dan ganas de quedarse en su reducido círculo de confort personal y ni siquiera mirar por la ventana.
Es imposible que los partidos que se subvencionan irregularmente se regeneren por si mismos. La política se ha transformado en sólo ganar elecciones y para lograrlo hace falta dinero. Mientras eso siga así no veo como podemos salir del círculo vicioso. La corrupción es transversal y tiene anclajes en la actividad diaria de nuestra sociedad que no condena con sus actos, ni al corrupto, ni al “listillo” o pícaro que engaña al estado, a la autoridad, al encargado, etc. Además, los valores democráticos nunca han tenido gran fuerza en España y para revertir esta situación es imprescindible que los ciudadanos que no estén "contaminados" digan basta y actúen sin pereza ni miedo a lo que puedan perder. ¿Es mucho pedir verdad?
Mientras, más de lo mismo en el horizonte: pactos de entendimiento entre los grandes (PPSOE) para mantener el poder el mayor tiempo posible, aunque eso implique garantizar que la muerte lenta siga prolongándose (¿Recuerdan?...¡que se jodan!). Como alternativa, una dispersión de formaciones con propuestas populistas, muy bien sonantes para el pueblo castigado por la crisis pero descabelladas, con programas que parecen ser el camino mas corto para sumir las instituciones en un completo caos y para destruir la economía del país conduciéndolo hacia una completa quiebra del Estado del Bienestar.
Los cambios constitucionales necesarios, la nueva ley electoral, la reforma completa del sistema de pensiones, reformas de la legislación laboral, sanitaria, educativa, etc. requieren una "quiebra" en que la población asuma la verdadera situación del país y la verdadera realidad económica de sus instituciones, empresas y economías domésticas. 
El país no va a recuperarse hasta que no se hable claro, se afronten los problemas territoriales y sociales, se destapen todos los chanchullos y la justicia juzgue con celeridad a todos los corruptos, estafadores y vividores que fagocitan todas las instituciones y chupan todo el dinero que han ganado y ahorrado las, cada vez más escuálidas, clases medias de este país y devuelvan lo robado. Mucho me temo que esto sólo podrá suceder si se llega a un estado fallido que obligue a una intervención de Europa y de la OTAN que legitime la eliminación de todo el sistema de saqueo institucionalizado. 
En Catalunya muchos anhelan la "Independencia" porque puede suponer la oportunidad de crear desde cero un nuevo país, un nuevo gobierno y una nueva sociedad. Es bonito, esperanzador y legítimo, pero hay que recordar que cuando uno se va de viaje se lleva siempre a si mismo consigo, junto con los valores y formas de actuar propios y de sus compañeros de viaje. No hace falta recordar que ganas de huir de un mal gobierno que no trata con equidad a todos sus ciudadanos es lógico tenerlas. Las tienen muchos españoles de todas las regiones de España, pero hay que pensar que no basta con eso, ni mucho menos, porqué “en todos sitios cuecen habas” aunque pueda ser cierto que en unos sitios más que en otros.
A la gente cada vez nos interesa menos ser de izquierdas o de derechas, lo que queremos es que se nos trate con equidad y respeto, y salir de esta basura que llevamos años sufriendo y de la que estamos más que hartos. 
Es bueno hacer manifestaciones festivas para dar a conocer nuestros anhelos, pero debemos ser pragmáticos y pensar en el día después y saber hasta donde estamos dispuestos a llegar cada uno de nosotros. Nada se consigue sin perseverancia y esfuerzo. Un simple "cambio de nombre o de cara" no garantiza la felicidad y el bienestar. 
Ha habido en la historia reciente algunos políticos que han hablado claro y actuado horadamente. En todos los casos los poderes fácticos los han silenciado y eliminado de la política. Una gran masa de ciudadanos los han valorado positivamente en las encuestas, pero a la hora de votar… Está claro que, en ningún caso, los votos conseguidos no han seguido la proporción de aprecio que indicaban las encuestas. 
¿Será porque las encuestas son mentiras?. 
¿Será porqué la gran mayoría silenciosa no se molesta en informarse?. 
¿Será porque la mayoría sólo piensa en “circo” y no se esfuerza en formarse, informarse y pensar?.
¿Será porqué no se implica en el momento de la verdad (votando)?
¿Será porqué piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor y no quiere perder prebendas ni compartir?
¿Será porqué le molesta el cambio, le da miedo lo desconocido y le aterroriza tomar riesgos? 
¿Será porqué….?
Pensemos que el peor enemigo de un gobierno mentiroso y corrupto es un pueblo culto. Por ello debemos preguntarnos…
¿Qué responsabilidad tenemos los ciudadanos?
©JuanJAS

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Tolerancia cero a la mentira y la corrupción

Los primeros espadas de los medios informativos han vuelto de vacaciones y están desbordados por la abundancia de carnaza informativa que llega a sus redacciones. Los tertulianos hacen un ruido tremendo con sus opiniones y especulaciones. Lo mismo de siempre pero cuantiosamente más abundante. ¿Como digerir esta cornucopia informativa?
Hasta hace pocas décadas, la inmensa mayoría de los seres humanos vivían confinados territorial e intelectualmente en espacios muy limitados. La inmensa mayoría sólo oían la "voz de su amo".
En muy pocos años ha tenido lugar la transición de la vida rural, a la urbana y hace poco a la digital. En esta forma de sociedad, seguimos viviendo aislados, pero con capacidad de ver y observar el mundo entero a través de los gadgets y sus App’s. 
Cada vez más personas, progresivamente, despegamos las etiquetas que secularmente nos han colocado. Analizamos críticamente cualquier información que nos llega, reflexionamos e intentamos “comprender” lo que hay más allá de los titulares. Nos resistimos a tragarnos todas las calumnias distorsionadoras que algunos desaprensivos nos envían y procuramos separar el grano de la paja para evitar que el ruido nos impida conocer la verdad. Siempre nos preguntamos ¿porque?, y nos vamos transformando poco a poco en ciudadanos del mundo. 
Mujeres y hombres, todos juntos, todos distintos y de distintas procedencias, podemos compartir nuestros pensamientos, nuestros escritos, nuestras fotos, vídeos y voces y si nos lo proponemos, hasta nuestras manos y nuestras acciones y manifestaciones, para proclamar nuestro deseo de acabar con el tiempo de la sumisión, de la soledad, del aislamiento, de la obediencia ciega, ...  
Podemos unirnos para gritar a los cuatro vientos que no vamos a tolerar por más tiempo que la corrupción, el engaño y la mentira campen a sus anchas por nuestro entorno sin recibir la corrección adecuada. 
Podemos unirnos para demostrar que ya no nos sirven los discursos, ni las promesas, ni el “tu más” o “lo tuyo es peor”, ni las falsas promesas. 
Podemos unirnos para exigir, a cualquiera que nos quiera representar en las instituciones, “hechos” que demuestren que están cumpliendo lo prometido y que se camina en la buena dirección. 
Podemos unirnos para confirmar que no seguiremos a nadie, ni ayudaremos a mantener a nadie en “cargos de responsabilidad” que no hable claro y demuestre, con su comportamiento diario transparente y el de las personas o grupos que dirigen, que trabaja para mejorar la vida de los ciudadanos que le han elegido.
No nos perdamos en el bosque del engaño, de la calumnia y de las promesas bonitas pero falsas o irrealizables. Nadie nos arreglará nuestra casa ni nuestro país. Lo tenemos que arreglar cada uno de nosotros con nuestro comportamiento diario. Las demostraciones festivas están bien, son necesarias, pero no sirven para nada bueno si no están refrendadas por nuestro comportamiento individual y diario que, con esfuerzo y dedicación, pueda influir positivamente en nuestro entorno.
Espero que todos los que nos sentimos “ciudadanos del mundo”, con conciencia global, con capacidad de expresión y participación, y con ayuda de la progresiva influencia femenina en la toma de decisiones a todos los niveles, colaboremos en hacer que los dirigentes trabajen de verdad por esclarecer los horizontes hoy tan sombríos .
©JuanJAS

martes, 2 de septiembre de 2014

RELACIONES DE PAREJA: DEL ROMANTICISMO AL PRAGMATISMO


Las rupturas y separaciones en las parejas, aunque aletargadas últimamente a causa de la crisis económica, han provocado la reducción del tiempo medio que duran las parejas y que el amor romántico pierda fuelle. 
No sólo los jóvenes han cambiado sino que también lo han hecho los mayores. Los “clubes sociales” de todo tipo están llenos de prejubilados que “buscan”. La moral social ha dejado de poner reparos a mantener encuentros esporádicos con personas que se atraigan y cada vez más personas tienden a tener relaciones con otras, a las que acababan de conocer. Llegar a construir con ellas una relación seria es un aspecto residual que en principio no se valora y si llega a producirse, es por casualidad.
Cuando Helen Croydon, autora de “Una guía de sexo y amor para la chica moderna”, escribió que no tenía ningún deseo de convivencia en una pareja convencional, muchos medios se han escandalizado. La hipocresía social está muy extendida porqué a nadie se le escapa que estas declaraciones, tildadas por ciertos sectores de la sociedad de provocadoras, han calado en gran parte de los jóvenes y aunque parezca mentira, también en muchos que ya han pasado los cincuenta. Cada uno tendrá su opinión y sus creencias. Algunos actuarán de forma coherente con ellas y otros se harán trampas al solitario, pero es inútil negar una evidencia. 
Está claro que secularmente los hombres han impuesto a la sociedad unas normas y formas aceptadas a regañadientes por las mujeres. Cuando las mujeres han tenido la posibilidad de liberarse del yugo y han podido decidir cuando y como aceptaban una “relación”, han variado mucho los protocolarios rituales del arte de la seducción dirigidos por los hombres. Ni el cortejo se basa ya en la reproducción de solemnes actos ceremoniales ni el que tiene que llevar la iniciativa es el hombre. Cada vez más, las mujeres independientes y modernas son las que se lanzan y marcan las pautas para ligar y escoger su “pareja”, caracterizadas por un pragmatismo mucho mayor que el de los hombres. El paso adelante de las mujeres parece que tiene más que ver con el suspenso de los hombres en materia de cortejo que con la liberación femenina. Lo fácil para una mujer es ligar en general, aunque muchas no consiguen que la otra persona se percate de sus intenciones y menos aún muestran la habilidad de llamar la atención del hombre que verdaderamente les interesa.
Es cierto que todavía quedan muchas mujeres que no se esfuerzan con su inteligencia, trabajo y desempeño por ser independientes, en el sentido de dejar de depender de ningún hombre para que las “mantenga”. Todavía quedan muchas mujeres que siguen siendo las más machistas de la familia y se comportan en muchos aspectos a la usanza tradicional. A muchas mujeres les cuesta renunciar a “privilegios” ancestrales y la mayoría de los hombres están completamente descolocados desde el momento en que la sociedad y las mujeres en particular, les han dejado de “suponer” prerrogativas de género y les han empezado a exigir igualdad y “eficiencia” en todos los aspectos, cuando y donde ellas quieren. En estas circunstancias, los hombres no se atreven a ligar de forma obvia porque no quieren ser avergonzados y por ello cada vez más pierden la iniciativa, en casi todo.
El sentimiento amoroso está asociado, inevitablemente, a episodios pasajeros de frustración y soledad. Unas contrapartidas difícilmente asumibles en nuestra sociedad donde se exige la satisfacción rápida cuando interesa, el confort absoluto y el hedonismo constante.
En un reciente artículo publicado en Metro, Croydon señalaba cuáles son las cinco tendencias más importantes que están surgiendo en el amor y en el sexo, y que dejan a la monogamia como un reducto del pasado:
· Las parejas flexisexuales: una especie de paso previo a las relaciones completamente abiertas. Su tendencia creciente viene demostrada por el significativo aumento del porcentaje de mujeres que han mantenido relaciones con personas de su mismo sexo en los últimos años.
· Las relaciones híbridas: uno de los miembros de la pareja se contenta con su monogamia mientras que el otro tiene la libertad para relacionarse con terceras personas.
· Las “citas múltiples”: El equivalente a “pruebe antes de comprarlo”. Las redes sociales y las páginas de contactos han permitido que hoy en día cada vez más hombres y mujeres mantengan múltiples frentes abiertos tanto con el objetivo de divertirse como de elegir al candidato más apropiado para una relación a largo plazo.
· Los swingers pijos: Los clubes de intercambio de parejas han abandonado los locales oscuros para instalarse en los pisos más exclusivos de las grandes ciudades. No se trata únicamente de treintañeros liberales, sino también, de aburridos cincuentones, separados, viudos y parejas cuyos hijos han abandonado el hogar y dejado el nido vacío, que deciden probar qué pasa cuando se acuestan otra persona.
· El poliamor: Sinónimo de amar a varias personas. Si se piensa que “El amor no es un recurso finito”, este no tiene por qué estar limitado a una única persona, aunque en algunos casos haya un “amor primario” y otros de menor jerarquía.
· Etc.
Si sumamos a todo este galimatías el miedo al compromiso y la falta de resiliencia en el amor, el cocktail está servido y su efecto es difícil de prever y más de cuantificar.
Resumiendo, sólo una minoría selecta de parejas privilegiadas pueden disfrutar del amor verdadero, para toda la vida. Por ello y como parodiando la canción de Gigliola Cinquetti: “el que tenga un amor, ¡que lo cuide!, ¡que lo cuide!”, porque vivirá posiblemente feliz y seguramente libre de preocupaciones.
©JuanJAS