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miércoles, 6 de junio de 2018

Hay cosas que nunca cambian



¿Cuando tendremos un Gobierno que ponga una vicepresidencia encargada de fomentar el “capital educativo, cultural y social” de nuestro país, además de la destinada a fomentar el “capital económico y tecnológico”?
La educación y la economía mantienen una causalidad circular. Ambas se necesitan mutuamente. 
El 'capital' es el conjunto de recursos acumulados que amplían las posibilidades de acción, de producción o de calidad de vida de una persona o de una colectividad. A su vez, "Capital social", designa las condiciones necesarias para que las instituciones democráticas funcionen justa y eficientemente.
Aunque tengamos nuevos gobernantes en España y en Catalunya, la complejidad de los problemas pendientes de resolver exige que la 'innovación' no se dé solo es el campo tecnológico-científico, sino también en el campo social.
La educación, la formación, el aprendizaje, la generación de talento, la ampliación de la inteligencia son factores personales que hacen posible la investigación, el desarrollo y la innovación. Para investigar, para desarrollarse, para innovar, hace falta capacitación previa. Ninguno de esos fenómenos aparece por generación espontánea. Toda persona, toda institución y toda sociedad, para sobrevivir, necesita aprender al menos a la misma velocidad con que cambia el entorno; y si quiere progresar, ha de hacerlo a más velocidad.
Deberíamos apoyar a los que reclaman al Gobierno que trabaje para fomentar la pasión por el aprendizaje, en todos los niveles: en los alumnos, en los docentes, en los empresarios, en los empleados, en los políticos,... porque si bien es verdad que España se enfrenta al problema de la deuda, del déficit y del sector financiero, también debería solucionar los gravísimos problemas de nuestro sistema educativo que seguirán reduciendo el crecimiento económico de nuestro país. Algo que necesitamos urgentemente, entre otras cosas para mantener y mejorar el estado del bienestar.
Cinco premios Nobel de Economía recientes —Stiglitz, Thaler, Kahnemann, Deaton y Tirole— han insistido en la importancia de la EDUCACIÓN para tomar “buenas decisiones económicas” y nuestros gobiernos no siguen su consejo. 
¿Se han preguntado de que sirve tener libertad de expresión/decisión si no tenemos la educación necesaria para tomar buenas decisiones ni libertad financiera para poder llevarlas a cabo?
Tenemos muchos grandes problemas que no sabemos solucionar: el problema de las desigualdades, de las migraciones, del respeto a las minorías, de la economía sostenible, del cambio climático, de la violencia doméstica, de la discriminación de la mujer, de la crisis de confianza en los sistemas políticos, del futuro del trabajo y tenemos que esforzarnos en APRENDER, para poder buscar soluciones factibles a esos grandes problemas. Ni enrocándonos en nuestras particulares posiciones, ni escondiendo la cabeza debajo del ala, ni haciendo lo mismo que hasta ahora lo conseguiremos. 
La educación, la innovación y el progreso se basan en nuestra capacidad de aprender. La política española está empantanada porque nuestros políticos reiteran en sus actuaciones, tiran hacia los extremos y cronifican los problemas. Sirve de poco bueno cambiar caras si seguimos con las mismas estrategias y formas de pensar. La única oportunidad es que aprendamos a descubrir POSIBILIDADES en la realidad que tenemos que vivir. 
¿Es demasiado pedir a nuestros políticos que dejen de contar escaños y repartirse poder, y que se esfuercen en ilusionarse por aprender a “buscar posibilidades de acuerdo”, que nos brinden alguna posibilidad de salir del laberinto?

domingo, 6 de septiembre de 2015

Las habilidades STEM

Los niños están en la escuela apenas el 20 por ciento del tiempo que están despiertos. Eso significa que, incluso con las mejores escuelas, los mejores maestros y la mejor política educativa, el “sistema educativo” no puede conseguir el rendimiento deseable. Numerosas investigaciones han puesto de manifiesto la importancia de la escolarización temprana en el cambio de las trayectorias de aprendizaje para los niños pequeños. Dado que menos del 25 por ciento de los niños de menos de 10 años disponen de libros apropiados en su hogar, los centros preescolares de alta calidad ofrecen exposición a la lectura y a las ricas conversaciones que pueden encontrarse en los libros. 
Para los niños que no han aprendido, no se les ha hablado ni se les ha animado a controlar y canalizar sus sentimientos de manera constructiva, un centro preescolar de calidad les puede ayudar a desarrollar el auto-control que necesitan para beneficiarse de una mejor escolaridad futura. Para los niños, raramente expuestos a los rompecabezas y a los crucigramas, los centros preescolares de alta calidad enfatizan la capacidad espacial para promover “habilidades STEM”, en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Pero no basta con el poco tiempo que los niños están en el centro preescolar, aunque sea de calidad. Si le los lleva a una guardería y a actividades complementarias, sólo para descansar de ellos durante unas horas, apaga y vámonos. Teniendo en cuenta que los centros preescolares de alta calidad no abundan por estos lares y los padres, por diversas razones porque cada familia es un mundo, no suelen dedicarles el suficiente tiempo de calidad educacional, sería bueno construir comunidades y generar ambientes de aprendizaje que enriquezcan las experiencias de los niños en el hogar y en la escuela.
Por ejemplo, ir al supermercado con los niños puede ser una manera de cambiar el paradigma en el aprendizaje temprano. No confundir ir a comprar a la tienda o al súper con ir a pasar un día en un gran centro comercial. ¿Visualizáis la experiencia?: Los niños gritando pidiendo comprar todo lo que tenga formas y colores bonitos. ¡Llorando cuando no les permiten sus infinitos caprichos! Vigilando para que no se pierdan entre las multitudes. Devorando comida rápida, atractiva a la vista pero con muchas carencias organolépticas. Viviendo un estado de nervios y terminando todos estresados y con un montón de cosas que no necesitan para nada en el maletero y la cartera vacía o la tarjeta temblando. ¿Se ha fijado en que la afluencia a los grandes centros comerciales aumentan a principio de mes cuando las nóminas están recién ingresadas en la cuenta?. ¿Porqué estos padres no van a pasar el día a la playa o al campo con sus hijos donde pueden jugar sin temor a perderse o a ser atropellados, distraerse juntos, respirar aire puro, disfrutar juntos los unos de los otros, aprender, socializar, etc.? 

Todos tenemos que comprar alimentos. Las familias, ya sean ricas o pobres, trabajando o en paro, tienen que ir a las tiendas o supermercados. Allí pueden recorrer los pasillos con sus hijos en carritos para satisfacer las necesidades básicas donde pueden enriquecer los entornos cotidianos de los niños.
Las visitas al supermercado pueden reducir la brecha de vocabulario que los padres pobres emplean con sus hijos respecto a los padres ricos. En la tienda se puede provocar una conversación muy variada entre los padres y sus hijos al ir descubriendo los alimentos. Sobre todo los frescos que no suelen salir anunciados por la TV, al menos en su forma natural, sin procesar. El pasillo de un supermercado se puede convertir en una divertida sala de clase. Para los niños puede ser como una visita a un museo.
En frente de la sección de la leche, por ejemplo, se le puede explicar que viene de una vaca y mejor si hay fotos de un prado con vacas pastando.
En USA se hizo un experimento colocando fotografías del animal o del vegetal del que provenía el alimento. En los barrios de ingresos bajos, el número de conversaciones creció entre los padres y sus hijos un 33 por ciento cuando las fotos se incrementaron, igualando la cantidad de charla que tenía lugar, de forma natural y espontánea, en los supermercados frecuentados por los consumidores de ingresos medios. 

Tal vez fuera debido a la novedad, pero los mismos avances no ocurrieron cuando estas fotos y señales se colocaron en las tiendas de ingresos medios. Los investigadores están pensando como convertir los supermercados en placas de Petri para el aprendizaje STEM. Después de todo, hay latas apiladas, etiquetas para leer y cajas registradoras que pueden ayudar a desarrollar las habilidades matemáticas.
Esta experiencia en la primera infancia se puede extender a los parques infantiles, a las excursiones por el campo, creando “museos naturales” y a otros lugares que la gente puede visitar, de forma gratuita, asiduamente con sus hijos.
Algunos países del Asia, como Corea han logrado en menos de 50 años un gran desarrollo tecnológico lo que les permite tener un ingreso per cápita que supera los 30000 dólares, pero ¿Qué les ha permitido este gran salto? Hay dos palabras que vinculan este gran crecimiento: “EDUCACIÓN TÉCNICA”, o en vocablo de expertos: Educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) que se basa en facilitar la experimentación de los fenómenos físicos y científicos, de modo que las personas puedan aprender desde la experiencia, incrementando su competitividad a nivel mundial y mejorando el nivel de vida de sus ciudadanos.

STEM significa ciencia, tecnología, ingeniería, y matemáticas e incluye múltiples disciplinas que incorporan la integración de otros conocimientos disciplinarios en un nuevo conjunto. La tecnología nos ayuda a comunicar; las matemáticas son el lenguaje, las ciencias y la ingeniería hacen hincapié en los procesos de pensamiento y el diseño de soluciones. Este enfoque permite a los estudiantes desarrollar las habilidades del pensamiento crítico que podrán aplicar en todas las actividades y áreas en su vida diaria.
Una verdadera educación con enfoque STEM ofrece a los estudiantes oportunidades para dar sentido a su desempeño y hacerse cargo de su aprendizaje comprendiendo cómo funcionan las cosas, resolviendo problemas del mundo real a través de proyectos de aprendizaje experimental que conducen a un alto nivel de pensamiento, descubriendo soluciones innovadoras y haciendo conexiones entre la escuela, la comunidad y el trabajo con ayuda de las áreas académicas de las ciencias, la ingeniería y las matemáticas interconectadas y utilizando la tecnología como la herramienta para integrarlas.
Mediante la implementación de la educación STEM y las mejores prácticas y estrategias docentes se proveen ambientes de aprendizaje donde a los estudiantes pueden experimentar, hablar, debatir, descubrir, diseñar, crear y construir, es decir prepararse hoy para los empleos del mañana permitiéndoles mejorar su competencia en una economía cada vez más global. Las habilidades de STEM son cada vez más necesarias para vivir en un mundo de las computadoras, energía verde, las telecomunicaciones avanzadas y una economía basada en el conocimiento. Hay evidencias sólidas que indican que todos los empleados en cualquier carrera tendrán que utilizar estas técnicas en el trabajo.
En la medida que los programas STEM incorporen actividades de grupo, investigaciones de laboratorio, y proyectos, permitirá a los estudiantes desarrollar las habilidades esenciales del siglo XXI tales como la innovación, la colaboración, la solución de problemas y la independencia para ayudar a garantizar el éxito en el lugar de trabajo y de prepararlos para convertirse en ciudadanos que sean capaces de tomar decisiones sobre el cuidado de su salud, eficiencia energética, calidad ambiental, uso de los recursos y seguridad nacional.
Por último, la innovación científica y tecnológica es esencial para el crecimiento sostenido de los países desarrollados, además permite a los países en desarrollo disminuir su dependencia del llamado primer mundo e incrementar su competitividad a nivel mundial y mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos. Dos condiciones son esenciales para lograr estos objetivos:
1. Alinear la educación técnica a los sectores de oportunidad y producción con técnicos calificados para facilitar la diversificación en los entornos laborales; y
2. Que las empresas lideren la formación técnica actuando al mismo tiempo como empleadoras y formadoras en las diversas ramas de la industria.
Todo el mundo sabe que en nuestro país se obtienen resultados pobres en la educación de los niños. La brecha en las clasificaciones internacionales de nuestros estudiantes apenas ha mejorado en los últimos años. Se han hecho muchas reformas escolares, tal vez demasiadas y por desgracia no siempre por motivos pedagógicos. Aunque se hubieran hecho en el sentido correcto, que no, la reforma de la escuela no basta. Por suerte, existen otros lugres donde los niños pueden aprender en el contexto de una comunidad más amplia y si esta no refuerza las oportunidades de aprendizaje que están fuera de los muros de la escuela, tener éxito se complica mucho. Tal vez pueda ayudar un cambio de paradigma.
Los padres no pueden abdicar de la educación de sus hijos, dejando toda la responsabilidad en manos de "otros". ¡Es su responsabilidad! por haber decidido traerlos al mundo. 
Los que lo hacen, tal vez no sean conscientes de que cometen un grave error. De una naturaleza similar es el error que cometen muchos ciudadanos que entregan su dinero a su “asesor” del banco del barrio para que se lo gestione, porque piensan que él es el experto y sabe de eso y ellos no. Se justifican diciendo que tampoco tienen tiempo para aprender. Siempre olvidan que no es necesario ser un experto, basta con aprender los conocimientos mínimos para entender los riesgos que se asumen antes de realizar una inversión. Además hay que tener claro que nadie tendrá más interés que tu en cuidar a tu dinero, ni siquiera el director de tu oficina de toda la vida que parece que te quiere tanto. Tres cuartos de lo mismo sucede con la educación de los tuyos. Los padres y los abuelos, que muchas veces se esfuerzan más en educar que los propios padres, deberían aprovechar todo el tiempo de calidad que pasan con ellos y su experiencia, para interactuar dentro de comunidades inteligentes que complementen la educación escolar de los suyos.
Dada la importancia de la tarea, no podemos permitirnos escatimar ningún esfuerzo.
©JuanJAS

 Anexo:
TOP 100 Las mejores innovaciones educativas
http://es.slideshare.net/tavobaires/la-mejores-100-innovaciones-educativas/6


domingo, 23 de octubre de 2011

Educación y valores

Hoy he visto la película “The emperor’s club”  basada en el relato corto 'The palace thief' de Ethan Canin y me ha  hecho reflexionar. La sinopsis de la película la podéis leer en  http://www.labutaca.net/films/19/emperorsclub.htm
Desconozco si hay algún colegio en el mundo en que se imparta un tipo de enseñanza similar al de esta película. Y no me refiero sólo al envoltorio (enseñar historia de Roma- lecciones sobre “batallitas” del pasado) sino a los valores que un profesor con “principios” se esforzaba tenazmente en inculcar a sus alumnos para que se convirtieran en adultos cultos y responsables.
¿Qué se consigue entendiendo a Platón?
Si hiciéramos esta pregunta en las redes sociales o en algún chat, en el caso de obtener alguna respuesta, lo más seguro es que fuera…
¡Qué tontería!, ¡Vaya rollo! ¡Vaya pérdida de tiempo! ¡No me cuentes batallitas! Dirían algunos jóvenes. Eso si no nos dijeran. ¿Quién es ese? ¿En qué disco pincha?
Hoy en día tenemos una obsesión por lo ipso facto. Por la búsqueda de recetas que nos posibiliten obtener una satisfacción inmediata. Hoy no damos un paso sin saber que obtendremos a cambio. Priorizamos la utilidad y los resultados en el acto. Vivimos en un estado de ansiedad que nos dificulta la concentración, necesaria para sumergirnos en la lectura de un texto más o menos amplio, aunque no requiera un especial esfuerzo cognitivo. Cada vez más, por falta de entrenamiento,  perdemos el hábito de procesar información a partir de la percepción, del conocimiento adquirido (experiencia) y de las características subjetivas que permiten valorar la información con la que continuamente nos bombardean.

Pasamos varias horas a la semana “cotilleando”, utilizando los múltiples medios que la tecnología pone a nuestra disposición y cada vez menos leyendo, desarrollando actividades “creativas” o simplemente pensando. En suma, desarrollando actividades íntimamente relacionadas con conceptos abstractos tales como mente, percepción, razonamiento, inteligencia y aprendizaje.
Actualmente todos estamos preocupados por la crisis económica. Todos los medios hablan de ella con profusión. Al menos siempre que algún evento más importante, como la boda de la Duquesa de Alba, no capte por completo su atención, dibujando un paréntesis en la vida pública. Sin embargo, de lo que se habla poquísimo, es de la crisis educativa y de valores que lacera nuestra sociedad. 
La enseñanza pretecnológica, estaba basada en las explicaciones orales y en el debate de ideas, y centrada en el legado literario, artístico y científico. Esta formación humanista ayudaba a las personas, que la recibían, a empatizar con otras personas y  a formarse en valores. Esto  mejoraba la convivencia y facilitaba vivir en democracia. No se puede conservar una sociedad democrática, si la ciudadanía no está preparada intelectualmente para discernir las cosas que pasan cada día, con sentido crítico
Las “Humanidades” no son saberes de aplicación práctica inmediata, pero cultivarlas puede enriquecer y equilibrar las decisiones sobre el uso de la tecnología. La literatura ayuda a mejorar nuestro bagaje lingüístico, a desarrollar el discurso, a saber argumentar las ideas. Es necesario conocer el pasado, leer y comprender lo que lees; reflexionar sobre las contradicciones humanas para desarrollar el juicio crítico o la empatía y eso sirve para todos, independientemente de cuál sea nuestra ocupación en la vida.
Es preciso que, como ciudadanos, productores y principalmente consumidores, comprendamos las bases, los mecanismos principales y los efectos del cambio producido por el desarrollo científico y técnico. A ello ayudan las Ciencias Sociales como la historia, sociología, psicología y la economía, aplicadas al estudio de la ciencia, la tecnología o el trabajo. 
La tecnología, no es mala ni buena por sí misma. Todo depende del uso que se hace de ella. Puede utilizarse como un vehículo que se carga de información textos o ideas. Es decir, un estimulo para la producción intelectual. Aunque, si los artilugios tecnológicos o las redes de comunicación, se cargan con “bazofia”, el resultado puede perjudicar la convivencia o al menos robotizar o atontar a las personas que consumen estos “flashes” con los que nos bombardean continuamente por todos los medios.
Consideremos sólo estas pocas píldoras filosóficas:

Seneca: Nunca se descubriría nada si nos consideráramos satisfechos con las cosas ya descubiertas.
Descartes: Divide las dificultades en tantas partes como sea posible para su mejor solución.
Pascal: Una de las enfermedades principales del hombre es su curiosidad inquieta por conocer lo que no puede llegar a ser.
Aristóteles: Todos los que han meditado sobre el arte de gobernar a los hombres se han convencido que el destino de los imperios depende de la educación de los jóvenes.
Kant: Atrévete a pensar!

Sin filosofía, es difícil ser persona, porque estas enseñanzas humanísticas nos ayudan a comprender la realidad, a entenderla e interpretarla.
Cada uno podemos tener nuestras preferencias o nuestro criterio al respecto. Este es el mío. Y por ello terminaré citando una frase falsamente atribuida a Voltaire…..
“Estoy en desacuerdo con tus ideas, pero defenderé tu derecho a expresarlas”.
Los comentarios, sobre todo si son constructivos y educados, enriquecen a la sociedad.
¡Comentemos!
©2011 JAS