domingo, 14 de junio de 2015

Verdades a medias

Las personas solemos vivir de la esperanza y de las utopías y, principalmente en los "tiempos difíciles”, los que detentan el poder lo aprovechan para engañarnos una y otra vez. La reputación de un candidato político puede sufrir daños irreparables —no en España— si se expone a una mentira, por lo que se ha evolucionado hacia un complejo estilo de lenguaje para minimizar la posibilidad de que esto ocurra. Si alguien no ha dicho algo, no puede ser acusado de mentir. Como consecuencia de ello, la política se ha convertido en un mundo donde abundan las medias verdades y los comunicadores se encargan de transmitirlas y difundirlas a la población, con apariencia de verdades completas. La claca, seguidores y simpatizantes les ayudan a soliviantar a las masas. 
Una verdad a medias es una declaración engañosa que incluye algún elemento de verdad. Una declaración puede ser parcialmente verdad, puede ser totalmente cierta, pero sólo de una parte de la verdad global, o usar un elemento engañoso, como una puntuación inadecuada, o un doble sentido, sobre todo si la intención es engañar, evadir, o tergiversar la verdad.
El que siempre haya existido el engaño es inevitable y hasta cierto punto necesario, pero se ha abusado de él hasta la saciedad. Hemos olvidado, menospreciado y desechado los principios que conducen al orden y a la complejidad, y no puede existir lo uno sin lo otro.
Una característica fundamental entre las personas que usan el engaño es que tienen una personalidad carismática, lo cual nos lleva a confiar en ellas y ya sea consiente o inconscientemente, crean opinión en amplios grupos de la ciudadanía. Así, estos  autoproclamados líderes sociales, políticos y militares han logrado, a través de los tiempos que muchas personas hagamos cosas de las que, mucho ellos y poco nosotros, puedan beneficiarse. 
Mezclar en un mismo discurso datos contrastados con opiniones y especulaciones de modo que todo parezca más creíble, cierto y hasta indiscutible es una estrategia habitual en política, al tiempo que nefasta para los ciudadanos que al "no saber de todo" suelen sucumbir al "efecto halo" de los "famosos” .
No paran de repetirnos que somos la generación “mejor formada” de la historia. Mucha gente se lo cree i sucumbe a la autocomplacencia. Tendemos a confundir formación o conocimientos con sabiduría o inteligencia. 
¡Hay tantos tipos de inteligencia! Y tantas formas de intentar medirla. Por cierto, además de tenerla hay que saber y querer utilizarla para algo que produzca resultados positivos…
A la hora de tomar decisiones personales o públicas hay que estar muy atentos a los "mensajes" que nos envían los políticos a través de los "medios". Estos profesionales del encantamiento pueden parecer muy claros, razonables, cercanos, sinceros y por tanto, convincentes en sus discursos y proclamas. Sin embargo nunca deberíamos olvidar que todos tienen sus propios intereses o defienden los de los grupos de presión que los financian o avalan, casi siempre camuflados detrás del velo, como modernas emperatrices Cixí. Esto hace que nos hagan llegar , sino mentiras, sí informaciones sesgadas que nos pueden llevar a tomar decisiones erróneas en la evaluación de sus programas y en el voto.
Parece sensato no sólo asimilar los "discursos" y "titulares", sino hacer el esfuerzo de leer informaciones/opiniones razonadas y hacerlas circular dentro de nuestro círculo de familiares, amigos y conocidos para poder contrastar ideas y datos que faciliten la búsqueda de nuestra "verdad" y la formación de opiniones sensatas.
"Do ut des": "Doy para que me des". La esperanza de la reciprocidad es el móvil interesado de muchas acciones políticas. Por ello, seguir el recorrido del dinero —subvenciones, donaciones, avales, premios, etc.—, ayuda a encontrar muchas respuestas a declaraciones que por si mismas resultan difíciles de entender...
Sirva de ejemplo este análisis, que hace un científico en activo, de unas declaraciones que ha hecho una persona carismática, famosa y aspirante a líder político.
Seguro que cada uno obtendrá su propia conclusión y tal vez se animen a compartirla escribiendo un comentario.
©JuanJAS



"Querida Teresa Forcades"
Autor: Daniel Closa 
Doctor en biología e investigador del CSIC en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona. Además de la investigación científica pura y dura, hace tiempo que aprovecho las oportunidades de la red para hacer un poco de divulgación de la ciencia.
Publicado en Ara Ciencia  http://ciencia.ara.cat/centpeus/2015/06/12/benvolguda-teresa-forcades/

Querida Teresa. Tengo que empezar con una disculpa. No tengo claro cómo me tengo que dirigir a ti. Hermana Forcades? Eres monja, pero entiendo que ahora dejas temporalmente el convento y no se si el tratamiento también queda temporalmente atrás. Doctora Forcades? Hiciste medicina e incluso una tesis doctoral sobre medicinas alternativas, pero me pasa como con Jordi Pujol, que a pesar de ser médico del asocio con otras actividades. En todo caso, yo también soy doctor pero sólo uso el título en congresos y algún acto oficial, por lo que, si no te siento, nos tratamos de tú y no perdamos el tiempo en florituras.

Tengo que decir que, normalmente tus declaraciones en temas de salud me hacen sentir incómodo. Como tú, pienso que vivimos en una sociedad con una tendencia inquietante a la sobremedicación y que esto está fomentado por intereses económicos. También sospecho que inventan o exageran enfermedades para poder vender más pastillitas y opino que es responsabilidad de los científicos hacer notar estos hechos. De modo que coincido contigo en casi todo lo que dices. Pero ay !, siempre hay un porcentaje de tus afirmaciones que no acabo de entender. Un porcentaje pequeño, pero cualitativamente importante.

Hoy me ha vuelto a pasar. Leo que has dicho que la vacuna de la difteria "... tiene una efectividad del 95%, por lo que un 5% de niños no están inmunizados a pesar de haberse vacunado y corren el riesgo de sufrir efectos secundarios derivados del aluminio que llevan ". Es confuso eso de poner en una sola frase un dato cierto y una suposición especulativa. Porque el dato de la eficacia del 95% es correcta, pero esto de los efectos del aluminio no lo puedes soltar sin más. Lo he oído otras veces, así que he buscado en cuanto aluminio hay en una vacuna. Después de todo el aluminio es uno de los elementos más abundantes del planeta. Cada día tocamos, comemos y respiramos una cierta cantidad de aluminio sólo por el hecho de estar viviendo en la Tierra. Incluso la leche materna contiene aluminio y se calcula que ingerimos unos 8 miligramos diarios con la comida. En cambio, una vacuna sólo contiene 0,5 miligramos. Quizás sí que se ponen muchas vacunas a los niños, pero todas las que nos ponen en la vida no llegan ni al aluminio que comemos en un par de días. Si las vacunas tuvieran mucho más aluminio, las administraran por vía intravenosa y los niños tuvieran problemas renales, podríamos hablar de posibles toxicidades, pero coincidiràs en que esto no es lo habitual, por lo tanto no entiendo porque lo das a entender como un riesgo contrastado . Quizás te he malinterpretado?

Por otra parte, tampoco entiendo de qué toxicidad hablas. Sabemos que no hay nada que en suficiente cantidad no pueda llegar a ser tóxico. En el caso del aluminio se ha descrito toxicidad en trabajadores de fábricas metalúrgicas que respiraban polvo de aluminio durante décadas. Esto causaba problemas neurológicos. Pero no estarás comparando la dosis que hay en una vacuna con la de un trabajador del metal a lo largo de toda una vida laboral no? Como hablas de toxicidad en abstracto, no se a que te refieres, pero no me parece correcto asustar a los padres con este tipo de afirmaciones que en realidad sólo son suposiciones. Y en todo caso, si tuviera que elegir entre un riesgo, pequeño pero real, de morir a los 5 años de difteria o un supuesto riesgo de padecer Alzheimer a los 90, creo que seguiría agradeciendo a mis padres que me vacunaran. Tengo que decir que me alegro de que no mencionar los compuestos de mercurio, que hace años se retiraron de las vacunas, ni el autismo, que ya sabemos que no está relacionado.

Tampoco entiendo el razonamiento que haces cuando dices que "los vacunados se benefician de los no vacunados, a los que no se tiene como peligrosos, sino al contrario", ya que ayudan a que las bacterias sigan circulando porque los que sí están vacunados mantengan un buen nivel de inmunización. "Esto se lo has explicado a los padres del niño de Olot? ¿Qué clase de argumento es? Creo que confundes los medios con los objetivos. Entiendo que lo que se pretende no es mantener un buen nivel de inmunización sino que no haya nadie enfermo. Crees que deberíamos haber dejado algunos afectados de viruela para mantener un buen nivel de inmunidad? Deberíamos mantener circulando el virus de la polio para reforzar los vacunados?

Observaciones que la vacuna no funciona en un 5% de los casos. Es cierto. No hay muchas cosas que funcionen al 100%. Yo mismo me vacunarse de la hepatitis B y resulta que soy del grupo "no respondedor". Mi cuerpo no hizo anticuerpos, por lo que no estoy protegido. Pero confío en que el virus circule poco a mi alrededor ya que gracias a los vacunados se limita la presencia del virus y así me protegen a mí. Decir que soy yo el que contribuye a mantener su inmunidad me parecería muy retorcido.

Has pedido "respeto absoluto para estos padres, porque las vacunas están en manos de unas empresas que lo único que quieren es hacer negocio". Qué tiene que ver una cosa con la otra? De nuevo no entiendo tu hilo argumental. También hacen negocio con los antibióticos. Dejemos de usarlos? Los fabricantes de cinturones de seguridad o de cascos de motoristas quieren hacer negocio. Esto hace que los cinturones o los cascos sean sospechosos? Los fabricantes de condones quieren hacer negocio. Por eso deberíamos dejar que el SIDA se extienda? Que las farmacéuticas hagan negocio no nos dice nada sobre si las vacunas son buenas o malas. La eficacia y seguridad de las vacunas se determinan con datos científicos. Y si las farmacéuticas tienen comportamientos poco éticos se debe denunciar, pero eso es otro tema.

En todo caso, coincido plenamente contigo en que los padres merecen respeto y no se les debe culpar. Estoy seguro de que ellos sólo querían hacer lo que pensaban que era lo mejor para sus hijos y simplemente estaban mal informados. En mi opinión, no son los padres los responsables sino que les asusta con informaciones sesgadas que los llevan a tomar decisiones erróneas.

Cordialmente

Ahora empiezas una singladura en política. Lo harás bien. Esto de mezclar en un mismo discurso datos contrastados con opiniones y especulaciones de modo que todo parezca más indiscutible es una estrategia habitual en política. Pero en temas de salud es mejor evitarlo hasta donde sea posible.

1 comentario:

Rosa M Torrent dijo...

¡Chapeau, Doctor Closa! Como científico y como pensador. Gracias Juan por difundir y por hacernos la reflexión oportuna.