La marea roja toma Kiev |
Todos los aficionados al deporte saben que practicarlo, aunque cansa, es beneficioso para la salud. Pero en nombre del deporte se excusan muchas otras cosas como temas colaterales. Contemplar los partidos sentados en una terraza, delante de una tele en pantalla grande, gritando a todo pulmón, mientras se combate el calor con una copa tras otra, es otro tema.
Lo homérico viene al final, cuando el equipo nacional gana y a tenor de las manifestaciones que se montan y el seguimiento radio-televisivo-periodístico, parece que se ha descubierto la solución a todos los males que nos aquejan. Pongas la emisora que pongas, todas hablan de lo mismo, de la gran gesta. Lo demás, sea lo que sea, se pospone o directamente se elimina de la parrilla de programación y de las portadas de los periódicos.
Los romanos si querían que el pueblo estuviera contento les daban "pan y circo". Hemos evolucionado muy poco, o tal vez hemos retrocedido algo. Ahora les basta con darnos futbol para que todo el mundo deje de protestar por los recortes. Se ahorran nuestro pan. Ayer, el príncipe, el presidente del gobierno y todo un séquito de altos mandatarios se mostraban eufóricos en el estadio. Desconozco como ni donde acabaron la fiesta. Sólo faltaba que alguno de ellos declarara con exaltación “¡España va bien!” No lo dijeron con palabras, pero parecía que lo dijeran con sus actos. Total, la masa se lo traga todo.
No se cuando durará la resaca. Hoy lunes el país sigue paralizado. La noticia omnipresente es seguir todo los eventos relacionados con "la Roja". No se si el Parlamento también está de fiesta. Por la tele no informan de estos temas ni de ningún otro.
Lo homérico viene al final, cuando el equipo nacional gana y a tenor de las manifestaciones que se montan y el seguimiento radio-televisivo-periodístico, parece que se ha descubierto la solución a todos los males que nos aquejan. Pongas la emisora que pongas, todas hablan de lo mismo, de la gran gesta. Lo demás, sea lo que sea, se pospone o directamente se elimina de la parrilla de programación y de las portadas de los periódicos.
Los romanos si querían que el pueblo estuviera contento les daban "pan y circo". Hemos evolucionado muy poco, o tal vez hemos retrocedido algo. Ahora les basta con darnos futbol para que todo el mundo deje de protestar por los recortes. Se ahorran nuestro pan. Ayer, el príncipe, el presidente del gobierno y todo un séquito de altos mandatarios se mostraban eufóricos en el estadio. Desconozco como ni donde acabaron la fiesta. Sólo faltaba que alguno de ellos declarara con exaltación “¡España va bien!” No lo dijeron con palabras, pero parecía que lo dijeran con sus actos. Total, la masa se lo traga todo.
No se cuando durará la resaca. Hoy lunes el país sigue paralizado. La noticia omnipresente es seguir todo los eventos relacionados con "la Roja". No se si el Parlamento también está de fiesta. Por la tele no informan de estos temas ni de ningún otro.
¿No creen que un poco de equilibrio en nuestras “manifestaciones deportivas” nos vendría muy bien a los españoles y a sus mandatarios?. En este tema parecen estar todos de acuerdo sin distinción de ideologías ni partidos. Parece que nada procura tanto consenso como “La Roja”. Es verdad que su plan de márqueting y empresarial ha sido excelente. Además, sin cuotas, sin discusiones, sin oposición…. Un ejemplo a estudiar.
Ayer perdí la noción del tiempo que estuvieron sonando los cláxones de los coches celebrando la victoria de “la Roja”. No recuerdo ninguna manifestación por causas políticas, derechos humanos, etc, que movilizara tanta gente y por supuesto ninguna “cacerolada” que le llegara a la suela de los zapatos.
Ejemplo: ¡Sevilla vibra con La Roja! |
Y por si fuera poco, sin ningún líder que la organizara. Las masas salieron a los balcones, bajaron a las calles y llenaron plazas y avenidas. ¡Qué pena que esto no suceda también para otros temas, al menos tan importantes como este!
Desconozco la hora en que se retiró el personal a descansar, ni cuál será la productividad, hoy lunes, en los puestos de trabajo (los que los tengan y acudan a ellos), después de una noche larga de celebración, pero me lo puedo imaginar.
Si los españoles nos tomáramos tan enserio nuestro futuro económico, político y social como lo hacemos con el futbol, España sería el primer país del mundo en muchos aspectos. Si nos tomáramos tan en serio el cumplimiento de nuestras obligaciones y las de nuestros políticos y el hacer que se respeten nuestros derechos como nos tomamos el fútbol.....
Pero claro, estos temas no le molan a la mayoría. Al menos no tanto como el fútbol….
¡Para que queremos opio si el fútbol es legal! El personal queda igual de atontado con su consumo y no produce efectos secundarios perjudiciales para los dirigentes. ¡Es una pena!
Pero claro, estos temas no le molan a la mayoría. Al menos no tanto como el fútbol….
¡Para que queremos opio si el fútbol es legal! El personal queda igual de atontado con su consumo y no produce efectos secundarios perjudiciales para los dirigentes. ¡Es una pena!
Personalmente me alegro de esta victoria de “la Roja” en el foro europeo. Llevábamos demasiado tiempo derrotados y desanimados y es bueno salir del pesimismo aunque la razón no ea muy ortodoxa. Pero, tengamos cuidado. No debemos permitir que la euforia nos anestesie y nos impida ver los verdaderos problemas que nos atenazan como sociedad. Al contrario, esta euforia, nos debería dar ánimos y ejemplo para trabajar con las mismas ganas y motivación con que disfrutamos los partidos de futbol, para mejorar nuestra creatividad, productividad y asertividad para resolver nuestros problemas y colaborar en la mejora de la sociedad que nos rodea.
Este pasado largo fin de semana parece que también los políticos europeos han sentado cabeza y lo han arreglado todo. Pero, por desgracia, sólo es una ilusión.
Es verdad que desde que Monti y Rajoy echaron el órdago a frau Merkel, parece que las cosas van mejor. Antes ni siquiera se podía hablar de que Europa financiara directamente a los bancos y el viernes, la zona euro acordó su recapitalización directa.Pero en Catalunya solemos decir: “No diguis blat fins que no és al sac y ben lligat” (…i encara hi pot haver un forat).
La recapitalización directa permitiría a España, trasvasar de la contabilidad nacional a la del fondo de rescate, la factura de la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros ofrecida por la zona euro. Pero el cambio no será inmediato porque antes, deben darse los pasos explicados para llegar a buen puerto. El más complicado será el de establecer un mecanismo de supervisión financiera "único y efectivo", como exige la Declaración pactada por la zona euro el pasado viernes. La vía más rápida, apuntada en la propia Declaración, es el artículo 127 del Tratado de Lisboa, que permite conferir al Banco Central Europeo ciertas tareas de supervisión mediante un Reglamento aprobado por unanimidad. Pero esa vía tiene el inconveniente de que requiere el beneplácito de los 27 socios de la UE y no solo de los 17 de la zona euro. Si en el seno de la Unión Monetaria se prevé tortuoso el logro de la unanimidad, cabe prever mayores dificultades aún en el resto del club europeo.
Las negociaciones se pondrán en marcha a la vuelta del verano y arrancarán con un proyecto de Reglamento que debe aprobar la Comisión Europea. A partir de ahí, el calendario se vuelve incierto. La Comisión Europea augura que el cambio podría estar concluido antes del próximo 1 de enero. Ángela Merkel calculó que se tardará al menos un año; otras capitales europeas hablan de años.
Autoridad Bancaria Europea en London |
Efectivamente, antes de que ningún banco en apuros español pueda ver un euro, deberá llevarse a cabo una centralización del sistema de supervisión financiera que requiere el visto bueno de los 10 países de la UE que mantienen moneda propia. Aunque el primer ministro David Cameron ha apoyado claramente los últimos acuerdos de la zona euro, Reino Unido se apunta como posible obstáculo. La negociación con Londres, se prevé difícil tanto por la importancia de su sector financiero, dependiente del euro, como por la presencia en la capital británica de una Autoridad Bancaria Europea (ABE) que parece condenada a ceder casi todo su poder al BCE en Fráncfort. Además, Polonia y República checa parecen el principal escollo porque temen perder definitivamente el control sobre su sector financiero, que ya está dominado en un 90% por entidades del resto de Europa.
La entrada en vigor del fondo de rescate permanente (MEDE o Mecanismo de Estabilidad) tiene su dificultad. Hace falta que un número de socios equivalente al 90% de su capital que ratifiquen el Tratado que lo regula. Además, la financiación del MEDE se hará por tramos (este año dos entregas de 32.000 millones), y su capacidad de intervención estará completa en 2014. Y tras su entrada en vigor, deberá procederse a la reforma del MEDE, que en su versión actual no permite la recapitalización directa.
La vía más rápida dotar al fondo de nuevos instrumentos de intervención. Pero se requiere para ello la unanimidad de los 17 socios del euro, algunos de los cuales (Alemania) necesitarían consultar a sus parlamentos. Alemania está pendiente también de la posibilidad de que el Pacto Fiscal sea recurrido al Constitucional.
No es por desanimar, pero estamos en una carrera de larguísimo y desconocido recorrido, para la que no tenemos mapa. Por ello recomiendo mucha prudencia, porque nada se ha conseguido todavía (no se ve ningún brote verde) y que cada uno de nosotros siga con sus planes personales de austeridad. Por muy atractivas que nos pongan las rebajas, la gran mayoría parte del gasto debe ser en temas productivos y si no los tenemos o encontramos, abstenerse.
Ya es hora que nos demos cuenta que hemos empezado una nueva época, antes dejaremos de esperar imposibles como que todo vuelva a ser como antes. Es imprescindible que dejemos de soñar en volver a despilfarrar, y a vivir por encima de nuestras posibilidades. Aprendamos a consumir responsablemente, comprando sólo lo que podamos pagar con lo que previamente hayamos ganado. Paciencia y perseverancia son virtudes, prácticamente olvidadas por la mayoría, que tendremos que desempolvar y volver a practicar.
Y todavía no he dicho nada de la “letra pequeña” porqué la “maestra Merkel” todavía no ha empezado a dictar. Ya se sabe que, si bien los pobrecitos puede que ganan alguna batalla, son los poderosos los que siempre ganan la guerra.
¡A disfrutar!
©JAS2012
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