domingo, 10 de mayo de 2020

¿Qué puede pasar en el futuro próximo?

Nadie sabe lo que va a pasar en el futuro, pero todos podemos pensar qué es lo que podría pasar o lo que nos gustaría que pasase.
Aquí van mis sugerencias:
1.- Desaparecerá la TV en abierto, los teléfonos fijos, la radio por ondas y toda la comunicación será principalmente a través de Internet. Se crearán plataformas tecnológicas donde la conexión básica será gratuita para la mayoría de la gente y permitirá a los estudiantes conectarse con la escuela por videoconferencia. Los gestores de la plataforma aprovecharán la información que le entregamos voluntariamente para ofrecernos un producto de valor añadido cada vez mayor. Se podrá mejorar la capacidad y los contenidos via demanda, pagando la cuota correspondiente.
2.- Se generalizará el “horario variable” de entrada al trabajo para evitar atascos de tráfico y concentraciones en transporte público. Lo mismo con los periodos vacacionales.
3.- El transporte público desaparecerá gradualmente y solo tendrá utilidad para los viajes interprovinciales o entre países. Para el transporte diario y de pequeña distancia cada vez se utilizarán mas VPPE (Vehículos particulares portátiles eléctricos) a precios razonables que no requieren un lugar para aparcar y con un consumo energético pequeño.
4.- Dejarán de aumentar las zonas asfaltadas y aumentarán las veredas. Se favorecerán los vehículos eléctricos portátiles personales, que generarán mucho menos ruido, menos contaminación y dejarán más espacio para más áreas verdes y pistas para caminar.
5.- Se implantará un “SSU” (Seguro de salud universal) supervisado por la OMS con las mismas reglas para todos los países.
6.- Los ChSIA (Chequeos de salud integral anuales) serán obligatorios y gratuitos, para prevenir enfermedades en vez de gastar mucho más intentando curar cuando ya se ha desarrollado la enfermedad o extendido la pandemia.
7.- Se utilizarán los datos sanitarios centralizados para, con ayuda de programas de IA, identificar riesgos de contagio o de enfermedades, aislar a los individuos de alto riesgo, poner tratamientos preventivos que deberían recibir cada paciente o reducir el impacto en caso de enfermedades o contagios. Bastaría que los distintos sistemas de salud dieran acceso a sus datos de los pacientes. Algo sencillo pero que en algunos países podría ser políticamente muy complicado y muy retador a nivel privacidad para otros. Hay que poner en una balanza seguridad-prevención y en la otra privacidad.
8.- Se extenderá el teletrabajo para todos los trabajos que no requieran contacto físico con el cliente o para producción. Los pisos nuevos tendrá una habitación preparada para hacer teletrabajo (los antiguos despachos). Las empresas subvencionarán el acondicionamiento de despachos personales en viviendas antiguas y también la compra de material informático-comunicación. Esto aumentará la empleabilidad de mucha gente capacitada para hacer trabajos de despacho pero que no pueden perder tiempo trasladándose cada día al lugar de trabajo. También dará la posibilidad de comprar o alquilar vivienda en lugares (campo) con menor coste que en la gran ciudad.
9.- Se generalizará la Teleasistencia.  Muchas consultas pueden hacerse desde el propio domicilio y según que enfermedades menores sería mejor atenderlas en casa. El chequeo virtual puede analizar datos de sensores o test rápidos que puede hacerse el mismo paciente en su casa y, en caso necesario el médico podría mandar un mensajero que recogiera la muestra en domicilio y trasladarla al laboratorio para su análisis. Mientras, el paciente podría quedar aislado en casa sin necesidad de desplazarse al CAP y sin contagiarse o contagiar a otros en las salas de espera que reducirán su tamaño.
10.- Guardia para control sanitario. Un nuevo tipo de policía-educadores sociales que con ayuda de App’s de seguimiento de salud y programas de inteligencia artificial podría dar recomendaciones para circular por la calle, usar adecuadamente el mobiliario público, para vivir más saludablemente a los que tengan una enfermedad y para controlar a los incívicos. Por ejemplo, si a alguien le han prescrito “aislamiento en casa” para descanso, cura o para no contagiar a otros, la aplicación también tendría que ser capaz de reportar a las autoridades si has roto el aislamiento de forma irresponsable o si no cumples las prescripciones, porque ello no solo es problema tuyo sino que afecta al resto de la sociedad. El que cumple con sus deberes cívicos-sociales no tiene nada que temer y el que no lo hace debería ser detectado y corregido.
11.- El medico podrá dar PDMS (Permiso de descanso médico por salud) a distancia. Si uno va al médico puede agravar su enfermedad o contagiar a otros. En caso de necesidad podría permitirse al paciente quedarse en su domicilio (hay sistemas digitales para controlar que sea así) durante unos pocos días hasta que esté a punto para volver al trabajo.
12.- Se generalizarán las CC (citas concertadas) para casi todo. Las “colas”, síntoma de deficiencia institucional, se reducirán y si son imprescindibles se conservarán las medidas de distanciamiento físico con metro y medio de distancia entre personas, ya que no por pegarte más a la persona de enfrente te te van a atender más rápido. La digitalización se extenderá a todos los servicios. Por ejemplo, en  los restaurantes será necesario reservar y pagar online, las cartas serán electrónicas y con el tiempo hasta los camareros.
13.- Se dejarán de usar guantes u otros elementos de plástico desechables porque si respetamos el distanciamiento físico, cuidamos de no toser o estornudar al aire y de no “tocarnos” como acto social, no seria necesario emplear y contaminar con todos estos plásticos. Y sobre todo los incívicos no ensuciarían las calles, los campos y los mares con ellos.
14.- Se masificará el servicio de incineración y se estatalizará; o al menos se regulará públicamente, estableciendo un servicio de decesos mínimo asequible para todos. Evitaría que los cementerios se desbordaran de cadáveres, como su momento ocurrió con las iglesias; permitiría disponer de un entierro de forma asequible para todos, al tiempo que se permite que, el que quiera y pueda costeárselo, pueda despedir al difunto con una gran fiesta y todo tipo de lujos.
15.- Se generalizará la compra por Internet de todos los artículos de supermercados, parafarmacia, electrónica, ropa y calzado con los correspondientes probadores virtuales de Realidadad Aumentada, etc.
16.- Desaparecerá el dinero físico y se generalizará el uso del teléfono móvil para los pagos in situ.
17.- Los espectáculos públicos serán más caros y con público más reducido. Algo similar pasará con los restaurantes, coctelerías o bares de diseño.
18.- Se popularizará el “teatro en casa”. Via plataformas de video-comunicación u holográficas, la gente podrá disfrutar de las obras de teatro que tienen lugar en directo en la sala del teatro, las conferencias (a la que asistirán pocos invitados), visitas a exposiciones temporales en museos, etc. desde su propia casa, pagando la entrada correspondiente, siempre a un precio mucho más económico.
19.- El gimnasio virtual cada vez tendrá más usuarios que el gimnasio presencial. Ya se está comprobando estos días de pandemia. Todas las personas que simplemente quieran mantenerse en forma, y no asistan a los gimnasios por otras motivaciones, tienen múltiples posibilidades de seguir ejercicios dirigidos por internet, de todos los tipos y para todas las edades. Siempre quedará la posibilidad de contratar los servicios de un entrenador personal-fisioterapeuta para que te corrija personalmente y puntualmente e tu casa o en un centro y los gimnasios quedarán reservados para las personas que deseen usar equipamiento hiper-especializado que solo puede permitirse un buen centro deportivo.
20.- Aumentarán los impuestos. Algo que no gusta a nadie, pero con todo lo endeudados que estamos no quedará otro remedio. La parte buena es que tal vez hayamos aprendido a prescindir de algunas cosas y el dinero que podamos ahorrar lo podremos dedicar a pagar estos impuestos. Esperemos que establezcamos algún tipo de control para intentar que no se despilfarren y se utilicen adecuadamente para que se puedan dar lo servicios estatalizados.
Estas son mis sugerencias. Seguro que a ustedes se les ocurren muchas más y podrían compartirlas. Tal vez se las podamos sugerir a algún político para que las incluya en su próximo programa electoral…

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