El aprender a ahorrar y sobre todo, una vez conseguidos esos ahorros, saber qué hacer con nuestro dinero para que este sea rentable, requiere adquirir un mínimo de cultura financiera. Esto que parecería lógico puesto que las finanzas forman parte de nuestra vida, no está contemplado en ningún plan de educación de ningún gobierno como una asignatura obligatoria.
La pregunta que me hago es ¿Por qué una materia tan importante, que es necesaria para cualquier decisión que tomemos en nuestra vida, no está contemplada dentro de la enseñanza obligatoria?
La única respuesta que se me ocurre es que el poder bancario o financiero, no quieren gente que sepan cómo manejar su dinero. Si la gente tuviera cultura financiera, a los bancos les sería mucho más difícil engañar a la gente vendiéndoles sus productos basura: Productos que te venden como un negocio para ti cuando en realidad el mayor (a veces único) negocio es para el banco.
Sería fantástico que los responsables de la educación de nuestros niños y jóvenes, lucharan para conseguir que la educación financiera forme parte de cualquier plan de estudio obligatorio.
Así, nos evitaríamos en el futuro vivir dramas, como los que estamos viendo cada día, de personas ¡¿estafadas!? por los bancos, que han sido engañadas y se han quedado sin los ahorros que tanto esfuerzo les ha costado conseguir.
Con este panorama difícilmente se sale del atolladero. Sirve de poco dar la culpa a otros. Primero ¡Ayúdate a ti mismo! y tal vez puedas luego ayudar a los demás. Pedir que otros te ayuden a resolver tus problemas, mientras esperas sentado, suele dar poco resultado.
Los bancos que actúan negligentemente y en ocasiones con mala fe y el gobierno-clase política-estamentos oficiales que se lo permiten, tienen muchísima culpa de la pérdida del estado del bienestar que hemos logrado en ls últimas décadas, pero no podemos olvidar que, cada uno de nosotros, también juega su papel en la comedia de la vida.
Educarse requiere:
- Creer en su importancia,
- Voluntad para educarse,
- Esfuerzo por aprender,
- Perseverancia para seguir haciéndolo toda la vida,
- Pensar y razonar sobre como usar prácticamente lo aprendido,
- Incorporar lo anterior como un hábito en nuestra vida diaria,
- Valentía para actuar en consecuencia,
- Aprender de nuestros errores para mejorar,
- Dar ejemplo a nuestros hijos, familiares y entorno, con nuestros actos y
- Disfrutar con nuestro proceder.
No hace falta observar mucho para darse cuenta que mucha gente no vive y actúa según estos principios. Hacerlo requiere demasiado esfuerzo y prefieren, por fácil y cómodo, pasar las tardes de verano en las “terrazas saboreando una buena clara” mientras despotrican contra los “malos” y se compadecen de su mala suerte. Mientras, tienen aparcados a sus hijos en algún campamento de verano, con sus abuelos, interactuando frenéticamente con la “consola” o mandando mensajes con WhatsApp en el último y caro Smartphone que algún familiar les han regalado, aunque no puedan permitirse ese superfluo gasto.
Seguro que habéis oído muchas veces un comentario similar a este:
"Hace poco era
millonario y ahora sólo tengo deudas y no puedo llegar a fin de mes". ¡Malditos
políticos!.
¡Vale!, ¡De acuerdo! No intentaré explicar las erratas de afirmaciones como la anterior. Hacerlo serviría de poco.
De todas formas, si desde que nos visitó la crisis y se vino a vivir con nosotros la "prima de riesgo", ya hace 5 años, estás preocupado por tus finanzas personales o a menudo tienes una extraña sensación de culpabilidad por el dinero que gastas (algunas personas son conscientes de que, a pesar de la crisis, siguen despilfarrando sin darse cuenta), te voy a presentar un plan mensual que te va a ser de gran ayuda.
Si no tienes ganas de trabajar, ni esforzarte en pensar, no te importa despilfarrar el dinero o caso raro lo tienes en abundancia, no sigas leyendo. En caso contrario, automotívate para hacer lo que necesario para salir del atolladero y prueba a realizar las siguientes actividades durante treinta y un días. Aprovecha el verano. ¡Hay tiempo para todo!.
Etapa 1: Determinar tus Objetivos y Valores
De todas formas, si desde que nos visitó la crisis y se vino a vivir con nosotros la "prima de riesgo", ya hace 5 años, estás preocupado por tus finanzas personales o a menudo tienes una extraña sensación de culpabilidad por el dinero que gastas (algunas personas son conscientes de que, a pesar de la crisis, siguen despilfarrando sin darse cuenta), te voy a presentar un plan mensual que te va a ser de gran ayuda.
Si no tienes ganas de trabajar, ni esforzarte en pensar, no te importa despilfarrar el dinero o caso raro lo tienes en abundancia, no sigas leyendo. En caso contrario, automotívate para hacer lo que necesario para salir del atolladero y prueba a realizar las siguientes actividades durante treinta y un días. Aprovecha el verano. ¡Hay tiempo para todo!.
Etapa 1: Determinar tus Objetivos y Valores
Día 1 – Tus cinco
Valores principales
Día 2 – Definir tus
Objetivos en base a tus Valores
Día 3 – Crear un
plan para cumplir cada Objetivo
El reto esencial que la mayoría de la gente tiene con sus finanzas es que ven el dinero como algo claramente separado del resto de su vida.
El dinero no es un antagonista, un enemigo que te impide hacer lo que quieres hacer. El dinero sólo es una herramienta, y cuando lo utilizas sin saber cómo, es como cuando alguien intenta aprender a manejar un coche, es peligroso y difícil de manejar.
El primer paso para aprender a integrar el dinero en tu vida y usarlo como una herramienta es determinar qué es exactamente lo que deseas construir con esta herramienta. Sin valores, metas ni planes, el dinero es como oír el ruido de un martillo sin construir nada. Así pues, esta primera etapa es crucial: ¿qué es lo más importante para ti, y qué se necesita para sustentar estos valores?
Etapa 2: Evaluar Tu Situación
Día 4 – ¿Cuánto
dinero ganaste el año pasado?
Día 5 – ¿Cuánto
trabajaste el año pasado?
Día 6 – Tu
verdadero salario por hora
Una vez que hayas determinado qué es lo principal en tu vida, es el momento de echar un vistazo a lo que tienes que trabajar para conseguirlo.
¿Cuántas cosas consigues, y cuánto tiempo gastas en ellas? Esto parece una pregunta fácil, pero no es así.
¿Qué porcentaje de tus ingresos gastas en mantener tu puesto de trabajo, como el transporte, desarrollar tu profesión, ropa, etc.? ¿Y cuánto tiempo dedicas haciendo cosas relacionadas con tu trabajo, como ir a trabajar, volver a casa después del trabajo, asistir a eventos relacionados con el trabajo?, etc
Cuando calculas estas cifras, puedes sorprenderte mucho con cuánto tiempo dedicas al trabajo como promedio cada semana, además de lo poco que ganas en realidad. Esto se puede traducir en tu día a día mediante el cálculo de un número que vamos a utilizar durante todo el mes, tu verdadero salario por hora. ¿Cuánto ganas realmente por cada hora que dedicas a tu trabajo? Esta cifra no está cerca de lo que puede que estés pensando, y podría impactarte hasta el punto de cambiar el rumbo de tu vida.
Día 7 – Trabaja para conseguir tus sueños
Día 8 – Desglosando tus gastos
Día 9 – Limpieza de gastos
Día 11 – Repartir el resto y terminar nuestro “presupuesto de tiempo”
Día 12 – Un presupuesto flexible que refleja tu realidad
Una vez que ya has calculado lo que ganas realmente, puedes empezar a establecer las bases de cómo vas a gastar tu dinero de tal forma que esté en consonancia con tus objetivos personales. No se trata de imprimir hojas e intentar definir tu vida según los valores que alguien ha creado para ti, sino que se trata de definir cómo gastar tu dinero y trabajar desde ahí.
Con este proceso, vas a crear un presupuesto personalizado que se adapte a tu vida con tus valores y tus metas como base. No estamos hablando de restringir tus gastos a 20€ al mes en cenar fuera, sino crear una estructura en la que tú puedes decidir qué es lo más apropiado, porque tú puedes ver cómo se relaciona directamente con tus sueños.
Etapa 4: Examinando tu vida, paso a paso
Día 13 – Paga por tus sueños primero
Día 14 – Deshazte de las deudas (Lento pero seguro)
Día 15 – No consumir todo el presupuesto y tener un “Fondo para Emergencias”
Día 16 – Evaluando tus gastos: Seguros de Coche y Hogar
Día 17 – Evaluando tus gastos: La Energía
Día 18 – Evaluando tus gastos: Coche
Día 19 – Evaluando tus gastos: Comida
Día 20 – Evaluando tus gastos: Seguros de Vida
Día 21 – Evaluando tus gastos: Vivienda
Día 22 – Evaluando tus gastos: Servicios y Contratos Mensuales
Día 23 – Evaluando tus gastos: Tasas y Comisiones bancarias
Día 24 – Evaluando tus gastos: Entretenimiento y aficiones
Día 25 – Evaluando tus gastos: Tarjetas de Crédito
Antes de nada acuérdate de “pagarte a ti mismo”. Es fundamental para ahorrar y poder conseguir tus sueños a largo plazo. Por cierto recuerda que es fundamental que antes de dejar tu dinero ahorrado a alguien (banco, administrador, etc), te informes adecuadamente de a quien se lo dejas (garantías) o en que lo inviertes. Debes tener perfectamente claro, cuanto te rentará la inversión y como y cuando podrás recuperarlo en caso de necesidad. No basta con la palabra de nadie, debe estar especificado claramente por escrito y debes comprender perfectamente todos los términos especificados. Si no fuera así, si tienes la más mínima duda de lo que lees (no de lo que te explica el vendedor financiero de turno) mejor que no dejes tu dinero en manos de ese banco o gestor.
Una vez que tengas el presupuesto básico, vale la pena dedicar un tiempo a evaluar cuidadosamente cada uno de los gastos y ver cuáles podemos recortar.
¿Tu factura de luz es muy alta? Puede que haya unas cuantas formas de reducirla.
¿Estás cansado de pagar la factura del seguro de vida? Tal vez no lo necesites, o puedes conseguir algo que sea menos caro.
¿Te frustras una y otra vez por tus comisiones bancarias? Mira cuánto te cargan y haz algo al respecto.
¿La carga financiera de tu tarjeta de crédito te está comiendo vivo? Hay algunas formas de reducirlas.
Estamos buscando formas de reducir la grasa (que son las cosas que te hacen sentir mal cuando las miras) para que la carne (tus objetivos, sueños, y valores) tenga espacio para crecer. No tienes que suprimir tu café diario si es lo que más te gusta, sólo tienes que ver algunas cosas de las que puedes prescindir o que puedes reducir sin que te suponga un gran dolor, así tendrás más dinero para conseguir tus sueños.
Etapa 5: Preparando el Escenario para tener éxito toda la vida
Día 26 – Perfeccionar el PresupuestoDía 27 – Anotar y almacenar todas tus finanzas
Día 28 – Preparándote para lo inevitable
Día 29 - Pagar en efectivo
Día 30 - Vive como desees
Día 31 - Sigue Así
Ahora que tienes el paquete completo, hay algunos métodos básicos para mantener el impulso.
¿Qué haces con la grasa que has recortado? ¿Cómo puedes realizar un seguimiento de toda tu información financiera a fin de que no sea caótica e incomprensible?
¿Cómo te aseguras que no estarás endeudada con préstamos una y otra vez?
¿Cómo hacer que todo siga bien?
Si internalizas estos principios y si sigues este plan, podrás entender mejor tus finanzas personales y prepararte mejor para conseguir tus sueños. De tu esfuerzo y habilidad depende que funcione.
©JAS2013
Anexos:
Evaluar diferentes propuestas laborales
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