¿Como maniobramos en la vida?.
¿Como decidimos
que hacer y que no?.
Platón opinaba que el alma y la personalidad
estaban relacionadas.
Descartes expuso un dualismo entre cuerpo y
alma. Entendía el alma como la parte racional que conduce el cuerpo y decide la
ruta a seguir.
Dicen que sólo es libre el que no tiene
influencias de ningún tipo. Aún así, al igual que el coche, nuestro cuerpo no
va siempre como nosotros pensamos y querríamos.
Los últimos estudios apuntan a que el “determinismo genético” es muy relevante. La
parte biológica influencia (los genes tienen mucha información) para decidir
por donde vamos e importan mucho a la hora de determinar nuestro comportamiento
visceral y por tanto en el éxito o fracaso de las tareas que emprendamos en
nuestra vida.
La psicología social apunta que la inmensa
mayoría tenemos mucha tendencia al conformismo. Nos dejamos seducir por la
opinión de la masa. Así mismo las distorsiones cognitivas condicionan e interfieren en nuestra
capacidad de toma de decisiones.
Conclusión: Por muy buena que sea nuestro
arsenal genético y sabiendo que los movimientos bruscos de otros conductores y
elementos sociales son imposibles de prever, lo más prudente es practicar una
“conducción defensiva”, y pensar que es
imposible controlar totalmente la situación.
Aún así, a la mayoría de los mortales nos
gustaría adivinar el futuro. ¿Qué pasará mañana, el próximo mes, dentro de unos
años, cuando sea mayor?. En el terreno económico, a todos nos gustaría conocer
algún dato que nos diera pistas para saber como evolucionará un determinado
negocio. A nivel general siempre me ha intrigado saber en que se basan los
políticos para decirnos si ven o no, la luz al final del túnel. (Mirar cada día
los solares para ver si crecía la hierba, ya sabemos que no vale).
Tal vez se guíen por lo que en economía se
conoce por los “indicadores de tendencia adelantados”. Eso suponiendo que la
economía global se mueva de acuerdo a la suma de los movimientos económicos de
la masa. Ya sabemos que eso no es exactamente así, pero cuando se desconoce mucho, algo es mejor que nada.
Cuando se trata de predecir futuras tendencias
financieras o económicas, los profesionales se informan de la evolución de los
llamados “leading indicators”. Siempre se usan palabras en algún idioma
extranjero o jergas difíciles de entender para que no sean del dominio público.
Todos los colectivos cerrados: médicos, farmacéuticos, abogados y todo el que
atesora conocimientos especializados, tiene la costumbre de hacer lo mismo.
A la hora de tomar las referencias de estos
indicadores, debemos entender que siempre se acercarán a cuestiones que
realmente marcan puntos de influencia en los movimientos económicos, como
pueden ser, desempleo, inflación, confianza del consumidor…
Dentro de los indicadores oficiales podemos
distinguir tres categorías en función del modelo de predicción que pueden
aportar:
Leading
Los indicadores líderes son indicadores a
futuro que nos previenen de acontecimientos relacionados. Poniendo un ejemplo
práctico; se puede entender que el rendimiento de los bonos puede resultar un
buen indicador para la bolsa de valores gracias a la posibilidad de anticipar
que ganan los operadores de bonos (no siempre hay una causa efecto pero sí es
un indicador valido)
Lagging
Son indicadores rezagados que nos vienen a
señalar la consecuencia de un evento. Si pusiéramos ejemplos gráficos
podríamos hablar de “la calma antes de la tempestad” o la “calma después de la
tormenta”. Uno de los indicadores Laggin más comunes es el desempleo, que en
función de su evolución se presenta como un resultado que, además,
permite detectar si estamos ante un patrón o este puede iniciarse.
Coincident
Estaríamos ante los indicadores que podríamos
llamar a tiempo real. Volviendo a nuestros ejemplos gráficos, si
pulsamos un timbre en un portero automático, aunque nosotros no lo escuchamos
(pero sabemos que suena) el timbre sonará en la vivienda elegida. Estos
indicadores en lugar de predecir eventos futuros se mueven al mismo ritmo que
los mercados de valores o la economía. Por ejemplo los ingresos personales
coinciden con este tipo de indicadores; las altas tasas de ingresos medios coinciden
con economías fuertes.
Indicadores económicos adelantados para España.
De los seis indicadores Leading para España,
cuatro aumentaron en el mes de Mayo, concretamente, el rendimiento de la deuda
a largo plazo, la oferta de empleo, la cartera de pedidos, mientras que en el
plano negativo encontramos el índice de cotizaciones en la bolsa española y la
contribución Euro M2.
De los cinco componentes para el indicador
Coincident, cuatro registraron subidas también en el mes de Mayo; ventas al por
menor, producción industrial (excluyendo construcción) importación real y
consumo domestico final, el factor de reducción lo encontramos en el empleo.
Ya tenemos más conocimientos. Será cuestión de seguir las publicaciones de estos indicadores y usarlos a modo de prismáticos para aumentar nuestra visión sobre
el devenir y poder entender algo más sobre el porqué de lo que sucede a nuestro
alrededor. También pueden servirnos para interpretar la veracidad o
incongruencia de lo que nos cuentan nuestros dirigentes, las pocas veces que se dignan
informar a la opinión pública de algo más que de temas que sólo a ellos les
importan.
No se que calidad tienen los cristales del
prismático, ni los aumentos que tiene, ni si tiñe de alguna dominante de color
el tema observado. ¡Ojalá fuera tan fácil y bastara con leer unas cifras en un informe! De todas formas, todo suma. Recuerden el cuento de los dos amigos que
iban paseando por la selva y que de pronto escucharon el ruido de un león
cercano. Cada uno de ellos reaccionó de dos formas diferentes:
- El primero pensó que como era imposible correr más que el león, mejor sentarse y que fuera lo que Dios quisiera. Como no dependía de él tener la seguridad de solventar el problema con éxito, no hacía falta esforzarse. Si había suerte, se salvaría. Tal vez vendría algún alma solidaria a ayudarlo.
- Su compañero, aun sabiendo que era imposible correr más que el león, impulsivamente se puso a correr lo más rápido que pudo. Tal vez, el león se contentaría con otro … alimento. En todo caso, él moriría luchando al haber hecho lo mejor que podía todo lo que estaba en su mano.
Cada uno, en su intimidad, debe hacer examen
de conciencia y ver que tipo de comportamiento toma en la vida. Ya sabemos que
los genes afectan mucho, pero la cultura adquirida, aunque sea poco, algo tiene
que decir y la mayoría de las veces es mucho mejor un burro esforzado y trabajador que un
listillo vago y presumido.
©JAS2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario