sábado, 1 de septiembre de 2018

El Efecto Zeigarnik

La vida es un trabajo en curso, y no todo está siempre acabado y envuelto para regalo.
Una tarea incompleta es un bucle abierto que consume energía cognitiva en la búsqueda de una solución o en la preocupación por no haberla hallado todavía.
Lo "incompleto" nos produce estrés. Tenemos un complejo de lo “incompleto”.
¿Se han fijado que los camareros suelen tener una excepcional destreza para recordar los pedidos que todavía no han atendido?. Sin embargo, en el instante en que los han completado, se sienten aliviados de la presión de pensar en ello y los olvidan rápidamente. 
Éste efecto lo documentó la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik y explica:
-¿Porque tenemos más ganas de re-sintonizar los programas televisivos que acaban en suspense que los que terminan con ¡FIN! y una historia terminada?. Las películas de Alfred Hitchcock, las novelas de Charles Dickens o la serie “Lost” ("Perdidos" en inglés) utilizan un truco muy eficaz. Mantienen en vilo y con incertidumbre o suspense a los espectadores o lectores. Todo gracias a la palabra “Continuará”, que nos deja a todos a la expectativa, deseosos de saber más y esperando la próxima entrega de la saga.
-El éxito de los programas de concursos con “preguntas y respuestas”. Aunque no nos importe el tema al que se refiera la pregunta que se haya formulado, suele suceder que una vez que el presentador ha hecho la pregunta, si no sabemos la respuesta, nos asalta una curiosidad apremiante por conocer lo antes posible el resultado. 
-Si en los primeros minutos la lectura de un libro nos atrapa, es más probable que permanezcamos leyendo hasta terminarlo. Algo similar nos pasa con una película con un comienzo espectacular o enigmático (las de James Bond o Misión Imposible); aunque  se haga un poco pesada o adivinemos cual va a ser el final, continuamos viéndola hasta que confirmamos el fin.
-Más de mil millones de personas han jugado al Tetris y lo siguen haciendo después de más de 30 años. Una de las razones es que sacamos provecho del placer básico por el orden que experimenta la mente y el juego lo utiliza en nuestra contra. 
-Nadie compraríamos algo a medio hacer, pero todos hemos visto expuestas en los museos algunas obras inconclusas. Les faltan la cabeza, las manos, trozos de figura o del cuadro. Los historiadores del arte creen que esas obras inacabadas nos brindan una oportunidad de reflexionar y estudiar el proceso que sigue el artista; y así poder apreciar la destrezas y el duro trabajo necesario para terminar una obra bien hecha.
-Todos pensamos constantemente en el viaje que siempre hemos querido hacer y todavía lo tenemos pendiente. En cambio, nos olvidamos rápidamente de todos los que hemos hecho y más aún de lo que hemos visto a lo largo de nuestra vida. Suerte que algunos tienen fotos-álbumes o vídeos que pueden ayudar a recordárselo.
Lo inacabado o pendiente ocupa y domina nuestro cerebro porque los humanos necesitamos terminar una tarea una vez comenzada, ya se trate de correos electrónicos sin abrir, Whatsapp que contestar o de proyectos de remodelación doméstica que todavía están pendientes. Lo importante es TERMINAR las tareas; y si podemos hacerlo bien, tanto mejor.
El Efecto Zeigarnik funciona bien cuando hay motivación para lograr el objetivo. Si lo que estamos haciendo no nos importa, no cambia en nada nuestra vida o no nos ayuda a cumplir nuestro sueño, es más sencillo que encontremos una excusa para abandonarlo o ni siquiera comenzar con la tarea. Sin embargo, si queremos lograr un objetivo o terminar algo, el primer e importante paso es "empezar por dar el primer paso", poner la primera piedra, enhebrar la aguja, etc.  Siempre será más factible "dejar de planteárselo" y pasar de las palabras a los hechos; para lograr terminar la tarea hay que quitarse la pereza y empezarla.

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