martes, 18 de noviembre de 2014

Boicot a los productos catalanes

Se acerca Navidad, época en que entre comida, diversión y regalos, se fomenta extraordinariamente el consumo en las familias.
Como viene siendo habitual en los últimos años, algunos grupos y sus altavoces mediáticos aumentan su propaganda para difundir sus ideas de “castigo” a Catalunya en forma de “boicot a productos catalanes”. 
Cuando publican una noticia, un sequito de comentarios aporta su ración de bilis contra todo lo que suene a catalán. No se si propugnan dejar de comprar productos producidos en Catalunya o producidos en el resto del territorio para empresas con domicilio fiscal en Catalunya o para productos comercializados desde España etiquetada en castellano, o para productos producidos en España para empresas catalanas que los venden en Catalunya, España y en el extranjero, etc. Un galimatías, que puede llevar perjudicar a aquellos mismos españoles que pretendan perjudicar a los catalanes. Sin que ellos lo lleguen a saber.
Ya se sabe que hecha la ley, hecha la trampa. 
Hay empresas dentro del territorio español (ejemplo Neo Center) que ante un posible boicot a empresas radicadas en Catalunya, facilitan una “oficina virtual” en el mismo corazón el territorio español, de forma que queda suficientemente enmascarada la procedencia del producto y de su comercializadora para el gran público. 
Es decir, ofrecen a cualquier empresa o autónomo la posibilidad de disimular que es catalana, por un precio pírrico. Sólo tienes que pedir una dirección de correo allí y también un teléfono. Lo lógico es que si se diera un escenario de locura colectiva para boicotear, las empresas catalanas que lo estimaran oportuno podrían domiciliar su centro de negocios en una nueva dirección social para, de esta manera, poder expandirse por España. Un grupo de operadoras, con su acento autóctono de cada territorio de venta objetivo, ahorraría la mala imagen a los clientes por culpa del acento de los catalanes hablando castellano. No sé si los centros de negocio de este tipo, que ya existen, tendrán éxito. Supongo que si en lugar de hablar de unos señores que sacan pasta de un acto irracional de racismo contra los catalanes, hablara de unos señores que sacan pasta de un acto irracional de racismo contra negros, musulmanes, chinos, judíos, gays ... la cosa sería portada de El País y de El Mundo.
En 2011 los doctores en economía y profesores de la Universidad Pompeu Fabra, Modest Guinjoan y Xavier Cuadras realizaron un completo estudio sobre los efectos de un boicot a partir de las tablas input-output del año 2005 (las últimas tablas disponibles). Posteriormente otros autores han hecho aportaciones sobre el mismo tema (Pol Antràs, Jaume Ventura, Sala y Martin, Alfonso Duran Pich, Círculo Catalán Negocios, Colectivo Wilson, etc.). Las conclusiones han sido que un boicot importante y generalizado de “productos catalanes” es muy improbable y en todo caso sería por un tiempo limitado. La eliminación del déficit fiscal compensaría este improbable boicot generalizado.

Para los que les interese saber sobre el tema pueden leer el informe "El boicot i el seu impacte a les empreses" realizado por "Economistes per la independencia" para la Asamblea en... http://economistes.assemblea.cat/wp/wp-content/uploads/2013/04/BOICOT-V71.pdf

Todos estos temas viscerales están potenciados por lo que en el País Vasco llamaron en su día la “dinámica acción-represión-acción”: 
Algunos sectores independentistas provocan a la casta mediática deliberadamente para excitar una reacción del resto de España, y así justificar su victimismo y provocar una reacción poco democrática, que a su vez genera más contrarios al gobierno español. Ante la acción de estos grupos, algunos ciudadanos con la piel más fina, que en todos lados habitan, se hartan de aguantar día tras día los insultos, prepotencia y demagogia de estos grupos extremistas. La casta política española aprovecha para tapar sus vergüenzas machacando a los catalanes con la excusa de proteger al resto de españoles de las locuras independentistas catalanas. Así se aseguran muchos votos en España aunque pierdan votos en Catalunya. Cada andanada de la casta contra Catalunya fabrica más gente que quieren escapar al “yugo opresor y recentralizador”. Cada vez que se produce uno de estos episodios, demasiado a menudo por cierto, me acuerdo de la conocida maldición gitana: “¡ojalá tengas muchos pleitos aunque los ganes! También me viene a la memoria una historieta que me contaba mi abuelo sobre dos familias metidas en pleitos viscerales, que cayeron en manos de dos abogados listillos. Estos se reunieron y acordaron: “mientras tu despellejas a uno, yo haré lo mismo con el otro”. 
Si estamos atentos, veremos como se repiten continuamente estos procedimientos en nuestro entorno: Dos se pelean (catalanes y españoles) y puede que uno pierda algo o mucho más que el otro, nadie tiene la bola de cristal para adivinar un evento futuro del que nadie tiene experiencia. Lo más probable es que ninguno de ellos gane. Los únicos que suelen ganar son los que han propiciado el enfrentamiento (algunos políticos y grupos de poder) y no han dado ninguna solución para acercar posturas y mejorar la convivencia. 
El año 2013, Cataluña exportó un 60% de su producción: un 30% al resto de España - un 22,5% si se tienen en cuenta las importaciones interiores y un 30% en el resto del mundo, un porcentaje que tiende a aumentar. Las estadísticas facilitadas por la Generalitat demuestran que desde hace unos años comercialmente Cataluña ya no depende, solamente ni siquiera mayoritariamente, del resto de España. Esto son datos, no deseos.
Si en virtud de un “castigo en forma de boicot a Cataluña" las exportaciones catalanas al resto de España tuvieran una reducción del 9% del PIB, España debería de haber dejado de comprar el 80% de los productos catalanes. Una medida que también provocaría consecuencias graves a la economía española y de difícil aplicación, ya que sólo un tercio de las exportaciones a España son productos de consumo. Además, incluso en este caso, los empresarios catalanes podrían vender la producción fuera aplicando una reducción del precio, con lo que las pérdidas se reducirían y además ganarían mercados a otros proveedores que no podrían igualar estos precios baratísimos.
Si el Estado español realizara "el peor de los boicots posibles", es decir, los españoles dejaran de comprar un 50% de bienes de consumo y un 20% a los bienes intermedios, el PIB de Cataluña sólo caería un 2%". Y aún así, la independencia saldría económicamente a cuenta porqué que Cataluña recaudaría al menos sino un 16% (déficit fiscal anunciado), al menos un 8% del PIB de nuestros impuestos.
A pocos se les escapa ver cómo el gobierno español aprovecha a menudo una deformada imagen de Catalunya y el “problema catalán” tantas veces negado y siempre desatendido, como cabeza de turco frente a la realidad política española de una casta extractiva, que sirve más para enriquecerse ella misma, que para servir lealmente los intereses de la mayoría de los españoles.
En todos los territorios hay gente que actúa visceralmente y que no atiende a razones, pero tarde o temprano, por el bien de ellos mismos, tendrán que atenerse a ellas. Con el tiempo, cada vez menos gente seguirá consignas sobre boicots a productos catalanes desde España o a productos españoles desde Catalunya como reacción, porque habrán visto que las actitudes viscerales no llevan a nada bueno para nadie. Habrán comprendido que toda acción tiene su reacción, porqué ni España es omnipotente para castigar ni Catalunya completamente desvalida para responder y porqué la tendencia apunta hacia un consumo responsable mirando la composición, calidad y precio de lo que se consume y no su lugar de procedencia o quien lo comercializa. Todos preferimos apoyar a los “nuestros”, pero “la pela es la pela” y ¿Quien no ha comprado un producto a los top manta (comercio ilegal) o contratado un servicio “en negro”, sin IVA, aunque no lo suministre “uno de los nuestros” sólo por el hecho de que es más barato y más aún, si tiene una relación calidad/precio mejor. La economía no entiende de ideales. 
Si buscamos en Google “Boicot a los productos catalanes”, encontraremos 135000 entradas. Se observa que muchas son de 2012 , hay menos de 2013 y pocas de 2014. También hay blogs cuya lectura es para ponerse a temblar, por la incongruencia y falta de documentación aportada en sus artículos y más aún por el grado de saña y odio de la inmensa mayoría de los comentarios; la mayoría dirigidos contra cualquier cosa que contenga el adjetivo catalán o se relacione con esta comunidad o sus habitantes. No es victimismo, como algunos repiten como un mantra. Pueden ustedes comprobarlo por ejemplo en este:
http://boicotcat.blogspot.com.es/p/multinacionales-en-cataluna.html  o también en páginas de Facebook como “Cataluña nos roba: Boicot a los Productos Catalanes”.
Mientras, el partido del gobierno español, junto con otros, presunta y/o indirectamente, atizan el fuego en algunos medios de difusión nacional que consumen mayoritariamente muchos españoles. Otros, permanecen callados asumiendo el escenario, en lugar de trabajar para minimizar estos comportamientos “rompedores”.
Tomemos como ejemplo el producto estrella de las navidades que ha sido estandarte de los boicots en los últimos años: El cava.
En las últimas semanas ya se empiezan a publicar artículos recordando subliminalmente los anteriores boicots a este producto eminentemente catalán y recordando que hay otras bebidas producidas en otros lugares de España para brindar estas Navidades, por si alguien lo había olvidado. Ya se sabe, algunos no pierden comba de mantener el rescoldo caliente y sus fans se encargan de avivarlo con sus comentarios. Veamos algunos de ellos copiados literalmente de un artículo en Expansión:
1.- Actualmente resido en Sto Domingo (Rep. Dominicana), como es natural cuando voy al supermercado me gusta comprar todos los productos españoles que puedo, y hay muchisimos (vinos, aceites, aceitunas, atun, pastas, paté, embutidos, jamón, chocolates, quesos...) Pero eso si, siempre miro las etiquetas, si esta hecho en cataluña o su sede social esta alli, nunca lo compo. Jamás. Ejemplo: me gusta desayunar cada dia leche con chocolate, aqui en todos los super hay cola-cao, prefiero, y asi lo hago, una marca local igual de buena y barata y jamas compro el cola-cao. Por supuesto, en casa siempre un buen vino de la mancha o Ribera, jamas, jamas, uno catalán. Y si no hay un sustitivo español, compro de Tegucigalpa si es necesario (o dejo de comprar) pero nunca catalan, eso han conseguido conmigo esta gente.
2.- Por otra parte, uno se harta de aguantar día tras día los insultos, prepotencia y demagogia del nacionalismo. Si respondes, es peor, porque es lo que están deseando, que entres al trapo. Si callas, es peor, porque les dejas crecerse. ¿Qué hacer?
3.- ni un centimo mio, para la Generalidad Catalana a través del IVA para pagar su politicas nacionalistas e idependentistas, producto catalan comprado IVA para el Sr. Mas, Pujoles y otros , terminando en Suiza.
4.- Que nos digan los valencianos de la zona de Utiel y Requena donde y para que se llevan los catalanes sus vinos y uvas... de donde sacan el mosto y el vino para hacer el cava sino de las uvas valencianas... ellos no producen ni el 25% del cava que venden y exportan... y digo exportan porque al menos lo que es a mí no me van a vender nada este año... que se lo beba: Arturo Mas, el tuerto de esquerra y cía...
Boicot, al no vender, se dejará de comprar la uva a esta región y ¿Que harán estos agricultores?
5.- Pues yo compraré encantado Freixenet cuyo propietario ha dicho que es catalán y español y, por lo tanto, es una empresa española.
6.- No hay ningún producto español que no sea sustituible por otro, Incluso de mayor calidad.  Hay a quien le gusta beber cualquier cosa, gaseosa u orines.
7.- Muchos españoles están en contra del boicot. A mí me parece justo que si ellos no quieren saber nada de nosotros, nosotros no queramos saber nada de ellos. Si a mí un tendero del barrio me desprecia, me trata con condescendencia  y me ve por encima del hombro, en plan perdonavidas, yo no compro en ese establecimiento. Sería masoquista. Además hay- untadas por la Generalidad- organizaciones  separatistas que hacen boicot a productos españoles, por razón de etiquetaje y de proximidad.
8.- Como dicen que los españoles les robamos, he tomado la decisión de invertir mi dinero en productos y servicios, que no estén localizados en Cataluña. Así por lo menos no se reirán de mi. 
9.- Si ellos son insolidarios antes el resto de los españoles yo hago lo mismo con ellos. Cuando vayan al supermercado, por favor, escojan preferentemente los productos manufacturados en nuestro país, basta con que los comerciantes lo indiquen en el envase.... seamos dueños de nuestra propia economía.
10.- No consumir productos catalanes, si ellos no nos quieren, no nos ven iguales, no tienen solidaridad, se creen especiales, superiores , distintos, ¿porque contribuimos a su beneficio?
11.- Si solo el 25% de los consumidores hubiéramos empezado a seleccionar los productos no catalanes desde hace un año al menos estoy seguro que esta iniciativa hubiera reventado desde dentro. Los visionarios catalanes se fijaron sus metas a largo plazo, desde la transición, consiguiendo, sobre todo, las competencias de educación. Debíamos haber aprendido de ellos y haber empezado el castigo desde hace años. De este modo los propios empresarios catalanes hubieran apreciado las "bondades" de esta deriva. Ah! Y los gobiernos centrales haber empezado a apoyar más decididamente el desarrollo de otras regiones pues en verdad ahora mismo es difícil competir con ellos por su grado de desarrollo industrial y empresarial. Haber sembrado como ellos desde hace más de 25 años. 
Once comentarios y TODOS apoyando un “boicot a los productos catalanes”.
¡Bravo señores!. ¿Creen ustedes que es la mejor forma de defender la unidad de España?.
¿No tendrán esta clase de comentarios el efecto contrario?: Ayudar, con estas declaraciones, a que cada vez más catalanes se sientan incómodos conviviendo con gente que piense de esta forma y por ello quieran desligarse de esta dependencia de un estado que no quiere conocer su opinión y que les niega su forma de ser, de expresarse y de pensar. Desde luego esa no es forma de demostrar la estima por los vecinos, sino la voluntad de dominarlos y someterlos a sus intereses. 
https://www.facebook.com/notes/tú-prohibes-los-toros
-yo-no-compro-productos-catalanes/lista-alternativa
-a-los-productos-catalanes-ojo-sólo-
alimentación/157572330963292
También suele pasar que los partidos que no quieren que Catalunya se independice, ni siquiera que se les consulte si quieren independizarse o no, declaran que el 9N fue un fracaso porqué más de 4 millones de catalanes no participaron en esta jornada participativa y por tanto de ello deducen que no quieren la independencia de Catalunya. Pues bien, si esto fuera así, el boicot que se ha hecho a los productos catalanes en los últimos años y pretenden que se siga haciendo cada vez más, también afecta a estos 4 millones de catalanes que no fueron a votar. ¡Están perjudicando a ciudadanos, que según ellos, piensan como ellos!. ¡Vaya compañeros! En caso de que no hayan pensado en este dilema, ¿Cómo pensarán boicotear sin que también afecte a este nutrido grupo? 
¿Si algunos no desean comprar productos catalanes, porqué no hacen también boicot al dinero que el Estado español recauda en territorio catalán de catalanes y empresas catalanas y distribuye mayoritariamente en el resto de territorios españoles fuera de Catalunya?
Me dirán ustedes que estos comentarios están hechos en un periódico tendente a publicitar ideas “antinacionalistas o antiindependentistas catalanas o que defiende el capital y le hace el juego los grupos de poder, etc. También he buscado “Boicot als productes espanyols” en Google y he encontrado 14100 resultados. Sólo una décima parte de los que publicitan “boicot a los productos catalanes” y muchos de ellos, en realidad se refieren a boicot a productos catalanes. 
La mayoría de entradas son anteriores al 2012 y en una de ellas, un dirigente de ERC recomendaba un boicot:
"Debido a que el gobierno español prima exageradamente las inversiones en Barajas, incluso construye otros aeropuertos que no han llegado a usarse y AENA dificulta enormemente el uso de El Prat como aeropuerto de conexiones internacionales, recomiendo a los catalanes que no hagan escalas en el aeropuerto de Madrid y les aconsejo que utilicen París, Francfort y Londres para sus conexiones internacionales".
En el lado de los que quieren dejar de depender de un Estado español, en el que los partidos mayoritarios están supercorrompidos y según ellos, tratan tan mal a Catalunya, también hay un sector de propaganda independentista que no para de contar “Cuentos de la lechera”: Las dificultades de la transición se obvian y el final es de miel y rosas. Algunos “adeptos incondicionales” hacen discursos que parecen lógicos y posibles pero que no contienen sólo datos reales y absolutamente contrastados. Explican que la posibilidad exportadora en Cataluña es más fuerte de lo que pensamos. Explican que en Catalunya hay empresas y gente preparada capaz de manufacturar productos de calidad a precio competitivo y así aumentar mucho nuestras ventas al exterior, a pesar del lastre negativo de la estructura centralizada del gobierno español. Intuyen que con una Cataluña independiente bien enfocada internacionalmente los resultados exportadores serian mejores y el bienestar general mejoraría. Diagnostican que hay que perder el complejo de dependencia industrial y comercial de un gobierno español que no se ha mostrado nunca agradecido y que sólo ponen palos en las ruedas a nuestra capacidad de desarrollo y crecimiento, lo cual influye negativamente a nuestro bienestar e incluso a nuestra dignidad. No es que no sea verdad lo que dicen, pero seguramente no explican toda las posibilidades de la situación. 
Volviendo al tema recurrente del "boicot a los productos catalanes", como pasa con todos estos temas, supongo que la gente se cansará y aburrirá de las propagandas políticas y prevalecerá cada vez más la calidad o al menos, la relación calidad/precio del producto o servicio que desea consumir; más que el lugar de procedencia de la materia prima o si el lugar de fabricación o el lugar donde la empresa productora, comercializadora o distribuidora tiene su sede central o donde paga sus impuestos.
Como la gripe en invierno, periódicamente aflora la fiebre de “boicot”, pero el sentido común de la mayoría de los consumidores hará que las aguas vuelvan a su cauce y a la gente se le pase el calentón. Lo bueno es que haya surtido y que los competidores puedan elegir productos de calidad a precio adecuado. 

Poma Aurea. Se trata de una Sidra Brut Nature 
avalado por la Denominación de Origen
 Sidra de Asturias y destaca por ser un producto
 natural que simboliza lo mejor de
 la tradición y modernidad de la sidra.
A partir de variedades asturianas regona y raxao,
 de cosecha propia y tras una selección cuidada
 se elabora siguiendo el método Granvas de
 doble fermentación con el que se consigue
 un brut totalmente natural, 
sin añadir ni azúcares, ni gas. 
Presenta un color amarillo pálido. 
Con una burbuja fina y persistente en la copa. 
Aroma fresco y floral. Posee un sabor suave y afrutado.
Otra cosa son las “noticias publicitarias” interesadas que publican algunos medios como si fueran relevantes o el último grito de la moda, cuando en realidad no es así. Por ejemplo veamos esta noticia:
La “Sidra brut”, es la nueva referencia de esta bebida, y sus productores piensan que está capacitada para cubrir “un nicho de mercado” que existe ante la saturación de bebidas gourmet. Es una revolución en el mundo del producto asturiano por excelencia: espumosa, con una burbuja fina y con una graduación de seis o siete grados -la mitad del cava y el champán- y además tiene un sabor seco similar al cava.  Ha triunfado en el mercado estadounidense y con ese respaldo, los productores confían en que los españoles también acojan esta nueva bebida entre sus preferencias.
 Si investigas un poco, descubres que las únicas cuatro empresas productoras de “Sidra brut” vendieron el año pasado 100000 botellas. El 0,04% del mercado del cava catalán de casi 250 millones de botellas. Claro que los lectores-consumidores que "investigan" son los menos y la inmensísima mayoría se dedican a reproducir o compartir las noticias que sus "amigos de las redes sociales" ayudan a difundir.
Para situar el tema y los mercados, las 247 empresas de cava catalán vendieron el 15% de sus botellas en el mercado interior español, el 17% en Catalunya y el 68% (creciendo+6%) en el mercado internacional, del cual un 75% se vende en Europa. 
Para más información-datos sobre este tema, puede leerse el informe "Las expediciones del Cava".
Ya vemos que las informaciones de algunos medios parecen indicar escenarios e influencias de los posibles “boicots” con efectos más terroríficos de lo que significan en términos reales. Por cierto, la industria del corcho de Extremadura depende en un porcentaje muy importante del cava catalán y "Estrella del Sur" (productora de cerveza) es del grupo Damm y da empleo en Andalucía y beneficios a Damm. 
Todos estos temas tienen múltiples ramificaciones e implicaciones y para valorarlos se precisan muchos conocimientos del tema que se analiza, mucho sentido común, mucho diálogo, mucha educación, mucho respeto y mucha voluntad de entendimiento a la hora de examinarlos. Características, todas ellas, poco presentes en la mayoría de los foros mediáticos y es notorio que también en los círculos políticos.
Esperemos que todos entendamos que seguir boicoteando ya sea el comercio o el diálogo es malo para todos y tal vez peor de lo que piensan para los que niegan al diálogo y apuestan para la confrontación.
©JuanJAS

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