¡Lo he leído en la prensa!. ¡Lo han dicho por la TV!. ¡Todo el mundo sabe que las "XXXXX" son un instrumento del demonio que toda persona de bien debería perseguir!.
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La mayoría de nosotros nos comportamos así, incluso con algo tan importante como es nuestra salud y los ahorros que tanto cuestan de ganar y más de guardar.
Si estuviésemos medianamente informados no comeríamos la multitud de “¿alimentos? procesados” que comemos, por mucho que la publicidad nos presione.
Si estuviésemos medianamente informados no consumiríamos los psicofármacos tan alegremente y no pediríamos a nuestro médico de cabecera que nos recete alguna "pastilla" que nos cure o disminuya el dolor o el "problema" que nos preocupa y del cual nos da pereza ocuparnos. No importa que la "pastilla en cuestión" no resuelva la enfermedad que padecemos o el problema e incluso nos produzca efectos colaterales gravísimos.
Todos queremos ser ricos para poder vivir sin trabajar y por eso compramos tanta lotería y le preguntamos a nuestro "asesor personal" que nos ofrezca "algún producto" que haga crecer milagrosamente nuestros chorrillos y además que nos de la "piedra filosofal" por la cara. Porque nosotros nos lo merecemos.
Las industrias alimentaria, farmacéutica, financiera, etc. son muy poderosas y nos prefieren ignorantes. Lógicamente los lobbies correspondientes siempre van a fomentar activamente que continuemos así, ayudados por los grandes medios de comunicación y por los políticos, siempre pendientes de la última encuesta; tanto por los corruptos que sacan tajada, como por los populistas que pretenden sacarla engañando a la multitud de personas mal informadas, acríticas y perezosas que no se esfuerzan en adquirir los mínimos conocimientos generales en estos temas.
Hoy en día tenemos más posibilidades que nunca antes en la historia de encontrar información fiable y barata en dinero (no en tiempo). También hay personas que explican, divulgan y comparten en las redes información contrastada. Lo que no puede hacer nadie es aprender si no quiere escuchar ni leer. También sucede que, con el tiempo, las personas que "saben", se cansan de discutir con los ignorantes, los populistas, los oportunistas, los mentirosos y los envidiosos y se quedan para si sus conocimientos.
¿Cuándo seremos conscientes que es muy difícil que alguien piense en tu beneficio cuando éste es inversamente proporcional al suyo?.
No se trata sólo de pasearse con el libro debajo del brazo el día de San Jordi o el de la fiesta del libro, que también, es necesario que nos acostumbremos a ser nosotros mismos los que cuidemos de alimentar nuestros “conocimientos básicos” a diario. Si no lo hacemos, no tenemos ningún derecho a quejarnos de lo que una panda de desaprensivos, mafiosos e indecentes quieran hacer con nosotros.
Si uno repasa los titulares de medios especializados y generalistas podrá comprobar que el 90% de los artículos sobre las Sicavs van asociados a determinados términos que se han convertido en puntos de anclaje: fraude fiscal, beneficio de los ricos, grandes patrimonios, injusticia social, evasión fiscal, etc. En el caso de las tan criminalizadas SICAV’s, ¿Cuántos se han preocupado en informarse de que son realmente y de cual es la normativa legal que las regula? ¿Si son unos vehículos de ahorro tan buenos y además pagan pocos impuestos, ¿Porqué no le piden a su asesor personal de su banco que les facilite invertir en alguna?
Si les dice que eso es sólo para ricos, le preguntan ¿Qué capital mínimo pueden invertir en una de ellas?
Pronto se darán cuenta que en realidad no tiene ni idea, porque este “plato no lo tiene en su carta la entidad para la que trabaja”. ¿Porqué?
Ustedes mismos se responderán si piensan en la respuesta a esta pregunta:
¿Qué aliciente pueden tener los Bancos por favorecer la contratación de Sicav's ya existentes? ¡NINGUNO!
Porqué como este producto no tiene “retrocesión de comisión” —lo que le paga el productor del “producto financiero” al que lo comercializa— prefiere ofertar a sus clientes (nosotros, los pequeños ahorradores) otro producto que si la tenga y le sea más rentable.
¡Ya tienen la respuesta!. Es muy fácil y siempre es lo mismo: ¿Porque te ofrezco A y no B?, Porqué A es mejor para mi que B, aunque para ti sea mejor B que A, y para convencerte te cuento todas las bondades de A y criminalizo a B ayudado por legislación ad hoc y los medios.
©JuanJAS
¿Quieren saber más
sobre SICAV’s?
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Nos deberíamos preguntar:
¿En qué momento no
pudimos atajar la idea errónea generalizada de que los accionistas de Sicavs no
pagan impuestos?. Cuando los
medios hablan que las Sicav pagan el 1% en Impuesto de Sociedades obvian la
segunda parte de la frase y es que los accionistas pagan los rendimientos
mobiliarios de la venta de sus acciones en sede de IRPF y, por tanto, al 21, 23
ó 27%. Lo mismo que los partícipes de un Fondo de inversión o los meros
tenedores de acciones del Ibex.
¿ En qué momento no
pudimos dejar claro a tertulianos y opinión pública que los antiguos beneficios
fiscales que permitían reducir capital sin tributar ya desaparecieron?. Los
mismos fueron suprimidos en el año 2010 y, pese a ello, se sigue insistiendo en
ello. En esa fecha el Gobierno incluyó en los Presupuestos un cambio de
fiscalidad en las Sicav por la cual los accionistas ya no podrían recurrir a la
reducción de capital como fórmula con la que recuperar beneficios de su
inversión. Desde esa fecha esos beneficios tributan como plusvalías y, por
tanto, sujetos al IRPF. Seis años desde esa medida deberían ser suficientes
para que los medios readapten su discurso.
¿En qué momento se
olvidó que las Sicavs y Fondos de inversión tienen el mismo tratamiento fiscal
y qué criticar a uno debería llevar asociado criticar al otro y propugnar la
desaparición de uno debería ser extensivo a ambos?. En realidad no debiera parecer tan difícil acudir
al BOE o buscar la Ley de Sociedades en Google y constatar que el artículo 29,
4º, letras a) y b) dicen claramente que "tributan al 1% las Sociedades de
capital variable y los Fondos de Inversión de carácter financiero". Pero
es que además, si me apuran, los Fondos de Inversión tiene más beneficios
fiscales que una Sicav pues sus accionistas pueden hacer uso del denominado
"diferimiento por reinversión" por el cual, en caso de traspaso, no
tributan por las plusvalías generadas. Este último beneficio sólo lo disfrutan
las Sicavs con más de 500 accionistas que sólo representan el 0,74% de Sicavs
en España.
¿En qué momento se
olvidó que las Sicavs permiten a inversores individuales agruparse y crear un
vehículo de inversión de la misma forma que las sociedades gestoras pueden
hacer lo propio y crear Fondos de inversión?.
¿En qué momento no
tuvimos coraje para alzar la voz y criticar a los adalides del populismo para
decirles que eliminar las Sicav ataca precisamente a aquellos a los que
pretenden defender?. Eliminar una
de las dos instituciones de inversión colectiva (las Sicav) supone dejar el
monopolio de la creación de estas figuras a las Sociedades Gestoras a través de
los Fondos de Inversión.
¿En qué momento alguien
olvidó que las Sicavs cotizan en el mercado y cualquiera puede adquirir
acciones y aprovechar el mismo tratamiento fiscal que critican?. Las Sicav cotizan en el MAB, segmento Sicav, y
pueden ser adquiridas por cualquier inversor. Incluso su acceso es más
transparente y sencillo que los Fondos de Inversión por cuanto pueden ser
adquiridas desde cualquier entidad bancaria o broker. Los Fondos de Inversión deben
canalizarse exclusivamente a través de algunas de las escasas plataformas que
operan en España las cuales exigen su respectiva comisión que, o bien se
repercute al partícipe con un incremento de los costes o es asumida por el
gestor. Sea como fuere se perpetua el sistema donde el distribuidor es el gran
favorecido frente al gestor.
¿ En qué momento no
pudimos convencer que la industria de gestión de activos, como toda industria,
genera riqueza para una sociedad que revierte a ella de nuevo?. Cuando los
medios hablan de Sicavs focalizan tanto la atención en el accionista que
olvidan que hay toda una industria tras estos productos. No sólo las necesarias
figuras legales de Sociedades Gestoras y Depositarias sino todo un ecosistema a
su alrededor ( servicios jurídicos, auditorias, departamentos de contabilidad, etc.).
La experiencia del país vasco debería servir de experiencia de cómo una medida
de esa índole supone herir casi de muerte a la industria de gestión de activos
de un territorio.
¿En qué momento no
hemos podido demostrar que toda Europa apuesta por estos productos y sólo
España y Portugal son los más restrictivos?. Somos los únicos dos países en Europa que mantienen unos requisitos tan
estrictos en cuanto a número de accionistas y capital.
¿En qué momento no se
supo transmitir el carácter maravilloso de estos instrumentos que permiten
beneficiarte de la pericia de un gestor elegido por grandes patrimonios para
manejar sus propias fortunas?. ¿Alguien
se imagina poder utilizar el mismo gestor que gestiona el patrimonio de Zuckerberg,
Bill Gates o Jeff Bezos?. Pues en España tenemos esa posibilidad y lejos de
querer extender esos beneficios a todos los queremos restringir.
¿En qué momento la
prensa no destacó que conocer los movimientos y capital de las grandes
fortunas, lejos de hablar mal de las Sicavs, es su gran virtud?. Precisamente conocemos los movimientos bursátiles
de los grandes patrimonios en España porque las Sicav son el instrumento más transparente
y fiscalizado. Les aseguro que alguien que desea mantener la opacidad de su
fortuna y movimientos no lo canaliza a través de una Sicav.
Urge una labor didáctica
por parte del sector porque se ha permitido que la falacia se instale y esta
desidia generalizada permite que las connotaciones peyorativas y erróneas estén
instaladas en las mentes de la sociedad, opinión pública y los políticos. Y
estos últimos, hambrientos de populismo, sólo están escuchando y pretenden
contentar a aquellos que sólo tienen una concepción peyorativa y errónea de
estos instrumentos.
Obviamente como toda
figura jurídica y creación humana puede ser sometida a una revisión y mejorar
algunos aspectos procedimentales o de supervisión pero este vehículo de
inversión colectiva juega un papel fundamental en la industria de gestión de
activos: democratiza el sector al permitir crear "ex novo" o
incorporarte a un vehículo de inversión en el que eres accionista y, por tanto,
propietario.
Sicavs y elecciones: una nueva muestra de populismo
Si bien las últimas
medidas que habían trascendido sobre las propuestas de modificación de las
Sicav provenían de los partidos de la oposición hoy hemos amanecido con otra
noticia y esta vez del partido en el Gobierno:
" El
PP obligará a los accionistas de sicav (sociedades de inversión de
capital variable) a tener una participación superior al 0,55%, para garantizar
que estas sociedades se utilicen como instrumentos de inversión colectiva y no
como medio para que los grandes patrimonios paguen menos impuestos."
Puede verse la noticia en
este link
Obviamente la medida
anunciada coloca al partido del Gobierno actual en una carrera hacia el
populismo en compañía de otras formaciones políticas. Cosa que parece obvia
dada la demonización que existe hacia las Sicav. Pero al hacerlo reproduce
todos los errores de las otras formaciones políticas.
Con carácter previo, y
sin conocer los detalles de la propuesta se me ocurren las siguientes
cuestiones:
1º En lugar de optar por un límite máximo de
participación se opta por la más injusta de ampliar el mínimo. De esa forma se
excluye al pequeño accionista de acudir a este vehículo de inversión colectiva
y vetarle la posibilidad de participar en la gestación y desarrollo.
No deja de resultar
sorprendente que en muchas ocasiones las propias medidas populistas acaban
atacando precisamente al que pretenden defender. Al subir ese mínimo legal
convierten a la Sicav en un producto de casi imposible acceso para el pequeño inversor.
También daría mucho que
hablar, y merecería un análisis aparte, de si es legímito poner un % máximo. Al
hacerlo se impediría que Sicavs exitosas y con gran rentabilidad puedan
aglutinar capital institucional importante. Sería un castigo a la excelencia.
Imagino que si lo que se pretende es que grandes patrimonios no diseñen
productos a su medida podrían arbitrarse otras iniciativas: por ejemplo
limitaciones del derecho de voto en Junta o que las incorporaciones posteriores
de accionistas con mayor capital se produjeran después de un tiempo determinado
desde la constitución inicial.
2º Al imponer un % mínimo se crea un agravio
comparativo con los Fondos de inversión que, según la Ley de IIC, están equiparados
a efectos legales y fiscales.Sería una medida recurrible en función de la
actual legislación
3º Imagino que la medida, aunque erróneamente,
está pensada para ser de aplicación a las Sicavs que únicamente cuentan con el
mínimo requerido legal y circusnscrito al acto de constitución inicial (es
decir 100 accionistas). Extenderlo a Sicavs con mayor número de accionistas
(500 o incluso menos) sería absurdo. Una Sicav con 24 millones de euros,
por ejemplo, requeriría que cada accionista tuviera un capital superior a
130.000€. Ello convertiria la participación en una Sicav en algo más gravoso
que participar en un Fondo de Inversión Libre (denominación de "Hedge
Fund" en España) donde se considera que sólo puede estar formado por
inversores cualificados con una aportación mínima de 50.000€.
4º Con la aplicación de esta medida se podría
llegar a la paradoja que la participación en la Sicav podría requerir más
capital (pese a tener limitación de operativa e instrumentos) que el requerido
para acceder a los Fondos de inversión Libre que goza de mayor libertad
operativa (posibilidad de apalancamiento, operativa con "shorts", y
sin limitación de activos). Se generaría una asimetria evidente. Se exigiría
mayor cualificación con mayores limitaciones operativas.
5º Tomar medidas como las anunciadas lo único que
hacen es debilitar una industria como la de gestión de activos.Industria que si
hubiera gozado de un tratamiento adecuado hace muchos años hubiera sido una
fuente de ingresos y de generación de talento en nuestro país como lo es en
países de nuestro entorno.Pero una cosa es que no se apoyara en su momento y
otra muy distinta es que sigan empeñándose en fragmentarla más.Máxime cuando este
tipo de iniciativas no tendría efecto recaudatorio alguno: sin una modificación
integral de la legislación dicha medida podría ser fácilmente evitable por sus
accionistas con la conversión de las Sicav en Fondos de inversión o si lo que
prefieren es mantener esa fórmula jurídica buscar su domicialización en otro
país miembro.
La experiencia del cambio
legislativo en País Vasco debería haber servido de lección: a finales del año
2009 el Gobierno Vasco y las Diputaciones Forales subieron el impuesto sobre
las Sicav del 1% al 28%. La repercusión directa es que en 3 meses de las 212 Sicavs
existentes en el territorio foral sólo quedaban 70, número que con posterioridad
se redujo hasta casi la totalidad. En esa ocasión la gran beneficiada fue
Madrid que hizo la labor de receptora.Por su parte el país Vasco perdió en su
conjunto: no sólo dejaron de ingresar el 1% sino que a la industria de gestión
de activos y servicios auxiliares (empresas de auditoria, asesoría
fiscal,etc) se les hizo un daño irreparable.
La propuesta y adopción
de medidas como las anunciadas lo que ponen en evidencia es que falta en el
legislador una visión de conjunto de todo el cuerpo legislativo de las
Instituciones de Inversión Colectiva. Introducir medidas como las publicadas
hoy sólo sería posible con una modificación amplia y general de nuestra legislación
vigente. Y en un entorno comunitario como el actual ese cambio legislativo no
podría ser circunscrito únicamente al ámbito español debiendo ser una medida
coordinada a nivel europeo. Pero se da la circunstancia que en el resto de
Europa, lejos de endurecer las medidas sobre estos vehículos de inversión, se
están flexibilizando lo cual genera una nueva paradoja y ya van unas cuantas
sobre este tema.
SICAV’s: algunas propuestas
La última propuesta del
Partido Popular respecto a la regulación de las Sicav en España motivó ayer un
post en Unience con el título "Sicavs y
elecciones: una nueva muestra de populismo". que ha
generado un interesante debate.Algunos lectores comentaban que además de las
críticas que solemos hacer respecto a nuestros legisladores expusieramos
también nuestra visión de la materia y las medidas que podrían implantarse.
Acepto el reto de establecer
algunas propuestas que, personalmente para mi, dibujarían un panaroma idílico
en el que considero saldrían beneficiados todos los actores (inversores
individuales, Instituciones de Inversió Colectiva, Sociedades Gestoras , la
gran Banca, empresas de fintech e incluso la propia Hacienda Tributaria ).
Obviamente para aquellas
formaciones políticas o ideologías que demonizan la inversión bursátil ninguna
medida sería apropiada pues erróneamente consideran que la industria de gestión
de activos es un juego de suma cero donde las ganancias de unos (los
"malvados especuladores") conlleva la pérdida de otros (lo que
permanecen ajenos a la inversión).Yo considero que la creación de una industria
de gestión de activos profesional y dinámica generaría riqueza para la sociedad
en su conjunto creando centros relevantes a la altura de otras plazas
mundiales.
Voy a ser muy esquemático
pues creo que si luego se genera un debate posterior podremos ampliar muchas
ideas.
Mis propuestas son las
siguientes:
1º En sede de inversión individual ampliaría el
régimen fiscal de las Sicav a inversores individuales mediante la creación de
cuentas bancarias especiales destinadas a tal fin. Con ello el inversor individual
conseguiría precisamente lo que suele criticarse de las Sicav: el diferimiento
fiscal de las ganancias por interes, dividendos y plusvalías. Al igual que en
el caso de las Sicav el inversor individual sólo debería tributar por las
ganancias generadas una vez que esas ganacias salieran de esa cuenta especial.
Este instrumento no
constituye una "rara avis" en el Derecho Comparado. Es una ampliación
o nueva visión del conocido 401 (k) de EEUU.
El desarrollo legislativo
de esta media podría establecer algunas limitaciones: tipo de activos,
apalancamiento, diversificación, etc (como ocurre con Sicavs y Fondos) y debería
permitir al inversor optar por una gestión realizada por el propio inversor o delegada
en un gestor o asesor.
Con ello podría crearse
incluso un nuevo "océano azul" en la gestión donde el papel de EAFis,
asesores y la industria de gestión de activos en general saldría reforzada. La
Gran Banca también saldría beneficiada con cuentas destinadas a tal fin que
fomentarían el ahorro y generarían comisiones en concepto de brokerage y
custodia.
Este concepto ampliaría
la industria de gestion de activos mediante la innovación.
2º En sede de inversión colectiva ( que es
realmente nuestro tema ) establecería notables modificaciones:
a) Al existir la anterior figura no tendría
sentido adoptar un modelo como el establecido en Luxemburgo, Andorra o Francia.
En estos países se puede constituir la Sicav con un único inversor y un capital
de 1.250.000 €. (En Francia concretamente hay una modificación ahora en curso
que reduce los accionistas de 7 a 2).
La existencia de estas
Sicav en sede de inversión colectiva sí que considero que son discriminatorias
respecto a inversor individual pues al exigir 1.250.000€ de capital mínimo lo
convierten en una figura de la que sólo se pueden beneficiar los grandes patrimonios.Y
obviamente no pueden considerarse "inversión colectiva" pues pueden
crearse con un sólo accionista.
b) La inversión colectiva debería, entonces,
quedar circunscrita a aquel grupo de inversores que desean agltuinar su capital
para benefeciarse de economías de escala, gozar de una gestión profesionalizada,
establecer políticas comunes de gestión, etc. Y aquí deberían intruducirse
también modificaciones para hacer crecer la industria y facilitar el proceso de
creación cumpliendo el mandato normativo de absoluta equipación de las sicav
con los fondos de inversión.
3º Las modificaciones formales (legales,
fiscales y procedimentales) de las Sicav deberían incorporar algunas
modificaciones respecto a las actuales. Así, según mi opnión:
a) No debería ser necesario tener que contar
con 100 accionistas y 2.400.000€ para constituir una Sicav. Estas dos
exigencias tan restrictivas sólo las contemplamos en Europa nosotros y
Portugal. Yo no abogo naturalmente por una legislación tan laxa como la de
Andorra, Francia y Luxemburgo ¿Porqué?.Pues porque como he comentado la Sicav
es una institución de inversión colectiva y el propio concepto de
"colectiva" es contrario a la existencia de 1 ó 2 accionistas. Para
eso existiria la cuenta individual que he mencionado antes.
b) Considero que una Sicav podría incluso
constituirse con 20 accionistas y 600.000 euros de patrimonio mínimo. ¿Es esta
medida tan transgresora?. Pues en absoluto. La propia legislación española
ya contempla la Sicav por compartimentos donde esos son los
rqeuerimientos mínimos.
c) Si se optara por esos nuevos requerimientos
mínimos sí que podría mantenerse el actual régimen de constitución formal. Pero
si se mantienen los actuales ( 100 accionistas y 2.400.000€ ) debería
modificarse el procedimiento para su creación. El actual mecanismo de creación
dificulta notablemente la gestación cuando de muchos accionistas fundadores se
trata. Para ello no pedimos grandes cosas: simplemente equipación con los
Fondos de Inversión.
En efecto, la Sociedad
Gestora puede crear un Fondo de Inversión con una capital mínimo inicial y
dispone de un año para alcanzar los 3 millones de euros. Por el contrario a una
Sicav se le exige que los 2.400.000€ sean "íntegramente suscritos y desembolsado
en el acto de la firma de constitución". Se podría permitir un régimen similar
al de Andorra donde también se permite en las Sicav el régimen de constiución
sucesiva donde unos accionistas iniciales hacen de promotores constitutivos y
el resto se incorporan con posterioridad. De hecho no permitir hacerlo ya es
ilógico pues en muchas Sicav se permite que esa figura del "promotor"
sea realizada por la Sociedad Gestora.
d) No tiene sentido que los Fondos de Inversión
puedan beneficarse del beneficio fiscal del traspaso y las Sicav deban
contar con 500 accionistas para hacerlo. Si en la voluntad del legislador está
la equiparación entre ambas IIC deberá ser posible en ambas con 100
accionistas.
e) Al existir la figura de la cuenta individual
ya no se plantearia el problema de si un gran patrimonio ha creado una Sicav
para beneficiarse fiscalmente. Pero respecto a la Sicav, y si lo que se pretende
es que un gran patrimonio no pueda imponer individualmente determinadas
cuestiones (política de gestión ,cambiar de gestora cuando quiera, etc) podrían
ponerse determinadas restricciones en voto respecto a cuestiones relevantes.
f) No tiene sentido alguno, en sede de Sicav,
imponer capitales mínimos o máximos por dos cuestiones:
- Imponer un capital
mínimo excluye al pequeño inversor de acceder a una Sicav y participar en su
gestación y desarrollo desde el principio. Posiblemente, y de instaurarse el
régimen de cuenta especial, si un inversor individual ha optado finalmente por
la Sicav es porque desea hacerlo a través de una institución de inversión colectiva
donde el capital conjunto de otros inversores le permitirá acceder a productos,
diversificar y contar con una gestión más profesionalizada que si estuviera
sólo.
- Imponer un capital
máximo penaliza la excelencia. Imaginemos una Sicav con un track record
impecable, una gestión brillante y que cuenta con el respeto de la industria
¿Porqué debemos impedir que grandes inversores privados o institucionales inviertan
en esa Sicav aunque con ello acumulen un % elevado de la Sicav?. Creo que no
debería impedirse. Como he comentado bastaría con blindar en ese caso determinados
principios inmutables de la estructura y funcionamiento interno de la Sicav
para que determinados cambios sólo pudieran realizarse con amplio consenso de socios
y no sólo de capital.
CONCLUSIÓN
Desarrollar la actual
industria de gestión de activos facilitando el desarrollo y creación de nuevas
instituciones de inversión colectiva y ampliando al inversor individual figuras
con mejor tratamiento fiscal beneficiaría a la sociedad en su conjunto.
Los diferentes
participantes en el mercado (Gran Banca, Sociedades Gestoras, etc) podrían
explorar un nuevo "oceano azul" innovando en la industria. Se da la
paradoja que en la actualidad la gran banca parece querer mantener determinados
privilegios intentando mantener algunos puestos inexpugnables. Pero la realidad
muestra que compañías fintech están conquistando otros bastiones en un proceso
que parece irremediable. Creo que sistemas como los propuestos pueden beneficar
a muchos actores en una integración de servicios. En definitiva no sería más
que un desarrollo de nuestra industria de gestión de activos.
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