miércoles, 29 de junio de 2016

Inglaterra no tiene aliados, Inglaterra tiene intereses

A UK nunca le interesó la evolución que estaba escrita en el Tratado de Roma, entre otras razones porque era absurda: hacer una Europa única a base de Estados independientes: ‘la Europa de las patrias’ de De Gaulle, era y sigue siendo una utopía. En su momento la distancia que existía en todo entre el Sur de Italia y el Norte de la RFA era sideral, y hoy lo es la que separa Rumanía o Bulgaria de Holanda o Dinamarca; o España de Luxemburgo, y eso sin entrar en las zonas y áreas de cada país donde también hay diferencias remarcables aunque enmascaradas en parte por la inyección de fondos europeos y la inversión diferenciada de los fondos del Estado.

Con todo lo que ha llovido desde los años 50, “Inglaterra” tiene posibilidades reales de volar sola, máxime si estalla la guerra de divisas que se mantiene larvada; el Reino Unido pienso que no, o al menos no como hasta ahora. A la UE le va a costar mucho vivir sin el Reino Unido. Inglaterra, desde el siglo XVI ha ido a la cabeza de casi todo lo que ha acabado siendo fundamental para la evolución europea y mundial, simplemente repasen la Historia; y hoy se halla totalmente integrada en lo que va a ser el substrato del próximo modelo: el Imperio de las Corporaciones, porque Inglaterra ya forma parte de esa estructura, y el TTIP no es más que uno de los últimos ejemplos: ¿qué país europeo defiende con más ahínco este tratado?.
A toro pasado todo es muy fácil y el Brexit es una muestra de que el Hard Ecu que el Reino Unido propuso en 1990 era una muy buena idea: una moneda común, pero no única que coexistiese con las monedas nacionales y que facilitase el comercio y las inversiones; se optó por una moneda única con políticas presupuestarias y fiscales diferentes, y metiendo en el saco a gente que ni en broma debió haber entrado: los PIIGS, de los que España forma parte. El Reino Unido se quedó fuera y las cosas le fueron bien, y ‘el Continente’ le toleró sus excepcionalidades porque a los que dominaban el cotarro les convino.
A llovido mucho y ya estamos en 2016, inmersos en una gran crisis económica y de valores, que está propiciando un nuevo modelo que da la razón a lo que proponía UK: profundizar en lo económico, en lo comercial, en lo financiero, y ver que pasa; pero la crisis ha llevado las cosas más allá: Inglaterra sigue pensando lo mismo pero ya no necesita a Escocia ni a Irlanda del Norte, y a Gales, pues si están calladitos, vale.
Es más que conveniente mantener y profundizar los acuerdos económicos, y en cuanto a la inmigración, parece que ya se ha olvidado la reunión que hace dos años mantuvo el equivalente británico de la CEOE con el Premier en la que muy claramente el empresariado expuso a Mr. Camerón que el país ya no podía absorber más inmigración.
Inglaterra ya está jugando en otra liga que se está desarrollando entre zonas y áreas y jugadores de mañana, una liga en la que lo político no cuenta para nada; una liga en la que la clase media está en franco retroceso y en la que las desigualdades van a ser la norma; una liga en la que los que están dentro sí, y los que están fuera no. Y Flandes está en esa liga, pero Bélgica no lo está, y una corporación presente en 150 países lo está y el taller de la esquina no. Estas afirmaciones pueden horrorizar a más de uno, pero es la realidad y tal vez David pueda volver a ganar a Goliat, pero… 
Tal vez el Brexit tenga mucho de experimento como otros que han tenido lugar en los últimos años. Si tan desastroso fuera que ganara el Brexit ¿piensan que no hubieran puesto más carne en el asador “los que podían”? ¿han reparado en que la publicidad que pusiese sobre la mesa las consecuencias negativas de irse ha sido bastante escasa?. Seguramente el Brexit no va a desencadenar ningún cataclismo porqué a nadie le interesa, aunque si muchas cosas van a cambiar en Europa para aproximarse a una nueva forma de hacer. De Gaulle fue un referente fundamental en las dos décadas posteriores a la II GM, pero ahora toca otra cosa.
Por cierto, contrariamente a lo que algunos dicen, me cuesta creer que Cameron y sus asesores sean idiotas y pienso que convocar un referéndum nunca es un error, por que un Referéndum es ejercer la democracia. En todo caso lo que si puede ser un error es no explicar bien a “personas que no son expertas” lo que implica quedarse o irse y cuales son los peajes que cada segmento de población deberá pagar en el periodo intermedio. Y esto vale para cualquier país.
©JuanJAS

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