Resulta que los catalanes tenemos fama de tacaños y ahorradores y a la vez, los números que presentan algunas “informaciones económicas” indican que somos la comunidad más endeudada de toda España.
¿Cuál es la verdad?. ¿Somos ahorradores o manirrotos?
Tal vez los catalanes de hoy ya no son los mismos que dieron lugar al refrán: “el catalán de la roca saca pan” y al típico tópico “los catalanes son tacaños”. “Ya nada es como antes” diría mi abuelo, que repetía amenudo “cuando un “hombre” era un hombre de verdad que se vestía por los piés y mantenía su palabra”…
Todos sabemos que todas estas polémicas son tonterías para que las personas ociosas distraigan su tiempo, y que en todas partes cuecen habas y en la mia calderadas. En toda la geografía española hay personas con un amplio y variado abanico de virtudes y comportamientos; pero es curioso ver de que forma se alargan los “hilos” en cualquier chat, cuando se opina de temas relativos al “los mios son listos y buenos, y los tuyos tontos y malos… y por ello estoy muy orgulloso de ser de mi tierra”.
La profusión de noticias como esta en un periódico de información económica, que invitan más a reírse que a hablar seriamente, ayudan a mantener esta clase de criterios sesgados en personas con lagunas de conocimiento en determinados temas. Por ello, nunca está de más meditar un poco sobre estas cuestiones.
Seún la noticia referida por el citado medio económico, hasta el año 2005 (oasis catalán de CIU) la deuda de la Generalitat era minúscula. Con los tripartitos aumentó (¿se acuerdan de los “bonos patrióticos”?) y con el útimo periodo de CIU y Junts pel Si, se desbocó y apareció la “deuda con el Estado” cuando antes no la había o era ínfima.
Lo que no cuenta la noticia ni suele contar nadie, y por ello la mayoría paece desconocer el tema, es que el Estado se financia con los impuestos recaudados a las personas y empresas en cada CA. Si se genera riqueza —en Catalalunya se genera la cuarta parte de la que se genera en el resto de España y ello sin tener la ayuda de la “capital del Estado” en su territorio— se devengan impuestos. Resulta que el Estado recauda la mayor parte (87%) y la Generalitat un porcentaje muchísimo menor.
Posteriormente, el Estado no reparte entre las CCAA sino que PRESTA a la Generalitat parte del dinero que recaudó de las personas y empresas en Catalunya. Si presta poco o mucho, o si presta más a otras CCAA que a Catalunya depende de si se considera que la financiación autonómica es sesgada o no, de ahí la polémica de las balanzas fiscales desequilibradas y del baile de miles de millones de Euros de desequilibrio fiscal que penalizan cada año la economía y los servicios públicos catalanes.
El problema es que la teoría de los impuestos cedidos a las CCAA se ve completamente esterilizada-laminada por la práctica del sistema de financiación.
Del supuesto 50% que se queda la Generalitat de algunos impuestos (IRPF. IVA, especiales) el 75% se lo queda el estado para repartirlo con "criterios políticos". Por ello, después del ajuste, en realidad las CCAA sólo se quedan de entrada sólo un 12,5%.
El sistema de financiación autonómica parece estar inspirado en la frase "De cada cual según sus capacidades a cada cual según sus necesidades" de Karl Marx. Este ADN colectivista y centralista genera todo tipo de incentivos perversos que crean conflictos, clientelismo y parasitismo social.
El modelo de financiación autonómica es muy centralista e injusto y debería ser reformado, avanzando hacia una amplísima descentralización tributaria. Aquí pueden ver y escuchar un estudio que hace un Doctor en Economía madrileño.
De todas formas, no hace falta ser economista para entender un simil familiar de la situación:
Suponga que Ud. es un cabeza de familia y por usar obligatoriamente los apellidos familiares cobra personalmente la mitad del salario de sus hijos y la práctica totalidad del resto de sus ingresos (negocios e inversiones). En total más de un 87% va a su cuenta (la del cabeza de familia). Luego, graciosamente les presta algo para que “puedan vivir” y pagar sus gastos. A veces incluso exige a las empresas que les venden bienes o servicios a sus hijos que le manden a ud. (el cabeza de familia) las facturas, para que pueda comprobar en que se gastan el dinero y vetarlo si lo cree oportuno. Si los hijos necesitan más dinero deben buscarse algún trabajito en negro que escape a la voracidad del cabeza de familia (intentan crear tantos impuestos adicionales como pueden con la esperanza de que no sean declarados inconstitucionales o anulados por el Gobierno central).
Como es natural y en esta situación, nadie en el mundo querrá prestar dinero a los hijos de tal padre (les pondrán una “calificación crediticia” malísima) porque ellos no cobran directamente (ni en su mayor parte administran) el dinero que ganan. Por esto no los califican solventes, aunque en realidad lo sean. El problema es que no produzcan bienes y servicios en suficiente calidad y cuantía o lo malgasten o no paguen sus impuestos (son de los que más pagan, teniendo en cuenta los impuestos especiales adicionales), sino que legalmente no les está permitido cobrarlos ni distribuirlos como estimen oportuno en bienes y servicios para sus conciudadanos..
¿Entienden lo paradógico de la situación y el cinismo de los que intentan hacer creer que Catalunya sin España sería insolvente?
¿Cómo puede ser que una CA de las más productivas de España, una de las que exporta más y que tiene uno de los PIB mayores de España y por encima de la media de la UE, esté “superendeudada”?.
¿Está superendeudada porqué no es capaz de recaudar lo necesario? Por supuesto que si, porqué legalmente no se lo permiten las leyes españolas como si se lo permiten a los gobernantes del Pais Vasco y de Navarra.
¿Está superendeudada porqué “gasta más de lo que produce” o “gasta más de lo que sus ciudadanos y empresas generan en impuestos? O…
¿Está superendeudada porqué está sujeta a una política extractiva, abusiva, injusta y opaca practicada “legalmente” por el Gobierno de España desde hace más de una docena de años?
Quede claro que hasta aquí no he hablado para nada ni de “independencia” ni de “derecho a decidir” ni de “romper España”. Ayúdense del simil que he expuesto y respóndanse personalmene en conciencia. Nadie tiene excusa para mantener esta injusticia durante tantos años o de taparse los ojos para no querer verla.
No me dirá nadie que, sólo con resolver este tema, no tienen un gran trabajo los políticos catalanes. Como sucede en las tertulias querer hablar de todo significa dar y darse la excusa para no resolver nada. Esto es lo que ha pasado y por desgracia esto es lo que probablemente seguirá pasando. Es una vergüenza y no tiene perdón su proceder, porque si bien ellos seguirán gastando dinero en supersueldos, dietas en comisiones, cenas y viajes, su ineficacia nos afecta muy negativamente al resto de ciudadanos.
Si habláramos de la cantidad y calidad de servicios que reciben los catalanes comparados con los que reciben otros españoles de otras CCAA, habría que incluir muchos otros temas, pero esto ya sería otro debate…
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