Es fácil comprobar que los que están obligados a “escribir-publicar noticias” todos los días, suelen cometer errores de bulto. Lo mismo sucede con los predicadores de las radios y de las teles, con los analistas de Bolsas, con los economistas de moda a los que tanto nos gusta seguir a todos.
No hay argumentos diarios para explicar lo que sucede ni las cosas suceden de un día para otro como los cronistas nos hacen creer. Una compañía no varía su balance en cuestión de minutos. Los bancos siguen abiertos, las compañías eléctricas nos abastecen de luz, como las petroleras o las telecos. Los sucesos fuera de control de los mercados, reflejados en unas cotizaciones diarias —en un mismo día los valores más líquidos marcan miles de precios diferentes— unas veces nos acercan al fin del mundo y otras nos hacen pensar que vamos en globo. Los mercados, a los que los Reguladores les cuesta regular o ya ni lo intentan, pasan del pánico al éxtasis en cuestión de minutos. Lo hemos visto, como ejemplo, con los bancos tras la victoria de Trump. La banca USA se volvió loca de alegría y contagió al resto de los bancos mundiales. En las última jornadas las ganancias se han tornado bajas y, otra vez, contagio. Vuelta a empezar...
Aunque hay muchos que intentan vendernos “consejos, carteras modelo, formación para tradear, etc”, sepan que el factor humano no cuenta desde hace mucho tiempo y los grandes ordenadores del mundo ejecutan sofisticados y secretos algoritmos —only for his eyes— se siguen los unos a los otros y no admiten competencia humana.
En el trading, la velocidad es la ventaja definitiva, y las maquinas llegaron a principios de siglo a Wall Street para revolucionarlo todo. El desarrollo de algoritmos ha cambiado el mercado para siempre y la negociación de alta frecuencia crece cada vez, convirtiendo la competencia de los minoristas en algo casi anecdótico. Quedan muy atrás los corros y las compras, el mercado ha ido evolucionando hasta podar los intermediarios humanos y han dejado paso a los ordenadores. En el escalón más alto está el trading de alta frecuencia donde la velocidad llega al millón de operaciones por segundo y el pequeño, ni siquiera el mediano, inversor no tiene acceso al mismo. A veces los algoritmos fallan y alcanzados unos niveles, las señales se interpretan de forma errónea, provocando una debacle en segundos.
El ex bróker Michael Lewis denuncia, en su libro “Flash Boys”, que los mercados financieros están amañados con prácticas de speed trading. Bradley Katsuyama, fundó IEX en respuesta a las prácticas comerciales cuestionables que se estaban utilizando cada vez más en las bolsas tradicionales públicas de Wall Street, así como los dark pools y otros sistemas alternativos de negociación. Front running o inversión ventajista es una práctica ilegal que puede llegar a cometer un operador de mesa de dinero, que utilizan las instituciones financieras en el mercado del dinero y en el mercado secundario de títulos y valores. El front running es una práctica en la que la velocidad de los traders de alta frecuencia le puede costar dinero al oponente. Así, cuando el minorista ejecuta una orden de compra, interfieren estos brokers que, con su hiper-velocidad, se hacen con varios de los títulos que iba a adquirir el otro comprador y se los revenden en la misma operación. Básicamente, ejercen de aduana artificial y se interponen, comprando y ganando una ínfima plusvalía antes de que concluya la transacción, y la mayor parte de las veces, ni siquiera queda reflejado, solo se percibe que en el paquete que se ha adquirido, no todas las acciones han sido compradas al mismo precio.
Para que sea más fácil de entender:
Si por ejemplo un operador de Mesa de Dinero (Broker) compra 20.000 acciones al precio de $100 cada acción justo antes de ingresar una orden de compra de 400.000 acciones por parte de un cliente, esa operación a cuenta del cliente puede llevar el precio hasta $102 por acción. Si el broker es capaz de conseguir vender sus 20.000 acciones a un precio de $101,75, puede llegar a tener una ganancia de $35.000 (20000 acc*1,75$/acc) en pocos minutos. Esa ganancia la hace no solo usando información confidencial sino también por medio del cliente ya que le sube los precios a este al tomar posición de compra antes que él. El intermediario financiero ha puesto su interés por encima (In front of) de los del cliente y por lo tanto comete fraude. En Estados Unidos esta práctica podría infringir las leyes sobre la manipulación del mercado o de "abuso" de información confidencial. En España ¿?
Las operaciones de HFT se hacen con muy poco margen de ganancia en cada transacción —dejan un beneficio residual—, pero si se realizan a una velocidad de un millón de operaciones al segundo, durante toda una jornada de bolsa de prácticamente 24 horas, contando los mercados asiáticos, norteamericanos y europeos, calculen lo que ganan. Sólo con que ganen una milésima de euro en cada acción y suponiendo 1000 títulos en cada operación, pueden ganar 86400 millones de euros al día o más de 300 billones de euros al año. (86400 segundos * 1 millón operaciones/seg * 1000títulos/operación * 0,001€/título)
¿Qué les parece?
©JuanJAS
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