viernes, 14 de julio de 2017

¿Qué pasa en Catalunya?: lo que no se dice en los medios, ni en Catalunya ni en España

El día 11/07/2017 mi amigo Pako me mandó un artículo que el Sr. Vicenç Navarro había publicado en Público, sección “Pensamiento crítico” con el título “¿Qué pasa en Catalunya?: lo que no se dice en los medios, ni en Catalunya ni en España”. Me avisó que el artículo era largo, pero ya sabe que no me asusta el negro sobre blanco y que me gusta leer, dialogar, contraer ideas y aprender. Siempre aprender.
El título del artículo capta poderosamente la atención porque en Catalunya pasan muchas cosas (y más últimamente) y los medios cuentan sólo aquellas que a sus editores les gusta divulgar, ensalzándolas o criticándolas según les convenga. Siempre ha sido un ejercicio interesante, y más en estos tiempos de la pos verdad, informarse a través de los medios más variados posibles. Sea como fuere, siempre es interesante realizar una lectura reposada de todos los escritos que escriben las personas que se esfuerzan en expresar su “pensamiento crítico”. Otro tema es que sus opiniones coincidan más o menos con las del lector. 
Criticar es muy fácil y los españoles tenemos la costumbre de criticar a todo lo que se mueve a nuestro alrededor. En las plazas, en los bares, por doquier podemos encontrar a grupos que critican las actuaciones de los dirigentes, preguntándose como pueden hacerlo tan mal y pueden tomar decisiones tan incomprensibles. Aportar ideas es más difícil y ponerlas en práctica ya es algo que parece sobrenatural, porqué no conozco a nadie de los que critican que lo hayan hecho con acierto, ni siquiera allí donde han podido hacerlo porque gobiernan u ocupan cargos de responsabilidad. Personalmente estoy harto de personas criticonas y que no aportan ninguna “idea factible” (porque su desarrollo y consecución depende de ellos mismos o de sus círculos de influencia) para mejorar la sociedad que critican. También me preocupan las personas, sobre todo si se consideran intelectuales, que critican con diferente vara de medir según quien sea el criticado. 
Las contradicciones entre el discurso, la propaganda y la práctica son tan visibles y evidentes que mueven a la decepción total. Por ejemplo: es muy difícil de convencer a alguien de que el referéndum de Tsipras, convocado en seis días, tenía todas las garantías, pero el catalán no las tendrá. Sorprende demasiado oír a personas como el Sr Navarro marcando la legalidad como una frontera a no superar. La gente estalla de indignación cuando ve el vídeo de la entrevista de Ada Colau en VilaWeb, en el que dice que ellos defenderán el referéndum contra quien sea mientras niega que lo puedan hacer los de Convergencia. En cambio, cautiva aquel militante de base que recuerda a Domènech que la legalidad del estado proviene del franquismo y que con su actitud negando el mejorable referéndum la refuerzan. Siempre, en todos los tiempos y en todos los países, la legalidad la ha dictado, no el que tiene la razón o la justicia, sino el que tiene el poder de hacerlo. ¿Porqué no nos acordamos de que era totalmente legal que las mujeres vivieran con la pata quebrada y calladitas en casa si no lo autorizaba su padre o su marido y sin poder votar?. 
En toda Europa la socialdemocracia está de baja y por eso han aparecido movimientos que, desde la extrema derecha o la extrema izquierda se esfuerzan por ocupar el espacio de gestión de la vida pública, con todas las implicaciones también profesionales y vitales que tiene esto. Dicen que a su favor juega la virginidad de su actuación política y suben como un cohete mientras la gente cree que los de la nueva política realmente son diferentes y mejores. Pero caen como una piedra cuando se comprueba que son como los demás o peor. Más que las palabras lo importante son los hechos y si no hay hechos contrastables que evaluar, las promesas son brindis al sol y populismo barato. 
Catalunya es la tercera CCAA que más aporta a las arcas del Estado y en cambio ocupa el décimo lugar en lo que a inversión de fondos proveniente del Estado se refiere. Puede que esa no sea 100% de las razones para que el Gobierno de la Generalitat (tampoco lo pudieron hacer los del tripartito de izquierdas) no pudiera mantener nuestro estado del bienestar y tuviera que “recortar” pero lo que si es cierto es que los contribuyentes catalanes (particulares y empresas) estamos entre los que más contribuimos y resulta que después de repartir como el Gobierno español decide unilateralmente resulta que los ciudadanos de otras CCAA, que no se lo pueden permitir por sus propios medios, llegan a disfrutar de un nivel de servicio superior al que recibimos todos los ciudadanos de Catalunya. Esto se llama ordinalidad y es muy fácil de entender para cualquiera que esté dispuesto a hacer el más mínimo ejercicio de empatía
La irritación que una cierta izquierda (no toda si hablamos con los militantes de base) siente hacia el independentismo es táctica, y tiene mucho de “agravio personal”. No van en contra ideológicamente, pero van en contra si lo gestiona “alguien o unas siglas en concreto por el que sienten un rechazo personal”, por la competencia que representa. Hoy el Sr. Navarro y los grupos que gozan de su simpatía parece que irían a favor del referéndum y de conseguir que los catalanes decidieran el tipo de Estado y de sociedad que quieren para Catalunya, si ello fuera sólo una aspiración utópica que no hiciera peligrar su imagen, porque no quieren acarrear ninguna contradicción que pueda mancharles las manos. Se refugian en el menosprecio (no pasa nada por poner cajitas encima de las mesas) y la bromita porque de esta manera evitan tener que hacer política de verdad. Quizás porque son conscientes de que el tactismo y los intereses personales no se pueden disimular cuando la revolución avanza y probablemente pensando que en estas circunstancias la única salida posible es negarla. 
Que nadie se equivoque, estos personajes no quieren el bien de los catalanes, sólo el suyo propio, por ello sueñan con alcanzar una poltrona o cargo de confianza bien remunerado porqué es una buena forma de llevar un nivel de vida que por sus propios medios tendrían difícil de alcanzar. 
La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, declara que “a los catalanes se les está explicando que el referéndum es un ejemplo de democracia, cuando en realidad poner una urna no equivale a democracia si no se cumplen unas garantías que, en este caso, no se cumplen". ¿Tiene el Gobierno de España alguna responsabilidad para que esto pueda ser así?
¿Podría haber sido todo diferente si el Gobierno español y los que les apoyan directa u indirectamente para que puedan impunemente espiar, 'hackear', ensuciar reputaciones, inhabilitar cargos electos, impedir debates en el Parlament de Catalunya, afinar fiscales, reformar el TC “bajo demanda”, amenazar con el ejército, decir que votar es un golpe de estado y que poner las urnas es antidemocrático, le hubieran exigido pactar una consulta ahora, o un trato fiscal diferente hace cinco años, o el Estatut de Catalunya que aprobó el Parlament de Catalunya, los catalanes y que refrendó el Parlamento Español hace diez? ¿No cree que es un sarcasmo pedir garantías a quienes han hecho todas las maniobras posibles para evitarlo y están siendo perseguidos furibundamente por tierra mar y aire? 
Parece que estos demócratas de izquierda precisan la “garantía del Estado” para poder ir a votar, aunque sea para votar que no quieren la independencia, que quieren seguir como siempre unidos y gobernados de la manera que lo han hecho y con las consecuencias para los catalanes que se ha derivado en parte de su hacer. Parece que estas personas sólo votarán 'no' si el Gobierno de España le dijera "Puedes votar 'no' porque yo, Gobierno, autorizo ​​el referéndum". 
Parece que estas personas tienen mucho miedo al Estado (lógico y lícito) o miedo a quedarse en minoría en la Cataluña independiente (no tan lógico porque hay que debatir y votar en las próximas elecciones legislativas que se producirían después de alcanzada la Independencia). 
Parece que tienen el condicionamiento o convencimiento, debido a siglos de supeditación mental que les dificulta concebir otra fuente de legitimidad que lo que diga el Gobierno español, aunque desde hace 40 años les hayan dicho que la soberanía nacional les corresponde a ellas, como parte del pueblo español. Hay gente que no quiere votar. Que tiene un bloqueo a aceptar que el 48% de sus vecinos quieran la independencia. Los del 'sí' esperan el referéndum con alegría, casi como una liberación (con miedo a perder, pero con la alegría de celebrarlo), y dado el caso, muchos del 'no' le esperan con aprensión, con angustia. De ello toda la política comunicativa del gobierno español y los partidos que lo apoyan directa o indirectamente: de convertir el 1-O en un asunto sucio y delictivo, de deslegitimarlo. 
Antoni Puigverd dijo en un artículo de opinión en La Vanguardia que “la revolución de las sonrisas se ha travestido de voluntarismo nervioso y antipático”. No se quien ha influido más en el dilema, pero lo que está claro es que en Catalunya tenemos un problema que no puede esperar más una resolución —del Gobierno español no se logra recibir ninguna propuesta positiva, al contrario— y se precisa mucha determinación, claridad de ideas sobre lo que cada uno desea y como quiere defenderlo. Se ha agotado el tiempo de intentar el diálogo y que el Gobierno español sólo responda con los tribunales y fiscales afinados y con “no hacer nada” esperando que todo se pudra o que nos peleemos entre los mismos catalanes (el divide y vencerás siempre a funcionado). Se ha acabado el tiempo de hablar con metáforas y circunloquios. Cada uno tiene que decidirse con determinación y valentía, con asertividad, valorando si es posible asumir el riesgo que siempre acompaña a la creación de cualquier nueva organización. Lo que nos preguntarán requiere una respuesta binaria Si o NO. Cada uno que medite, elija y responda la consulta y si puede ser con una sonrisa mejor, aunque lo importante no es la sonrisa ni la camiseta sino la respuesta —asumiendo la correspondiente responsabilidad— que cada uno demos.

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Les adjunto el artículo del Sr. Vicenç Navarro en el que he colocado unas llamadas al pie en el que escribo mis 28 comentarios correspondientes

¿Qué pasa en Catalunya?: lo que no se dice en los medios, ni en Catalunya ni en España 
Vicenç Navarro

Como mostré recientemente en un artículo presentado en este rotativo (“El mayor problema que tiene Catalunya del cual no se habla: la crisis social”, Público, 30.06.17), la crisis social en Catalunya ha adquirido unas proporciones dramáticas, desconocidas antes durante el periodo democrático. Nunca antes, desde que la democracia se restableció en 1978, las clases populares catalanas habían visto su calidad de vida y bienestar deteriorarse de una manera tan acentuada como ha ocurrido durante los años de crisis económica y financiera conocidos como la Gran Recesión.(1) El desempleo, la baja tasa de ocupación, la precariedad en el trabajo, el descenso de los salarios y el empeoramiento de las condiciones de trabajo caracterizan el mercado de trabajo catalán, afectando muy negativamente el nivel de vida de las clases populares, que representan la mayoría de la población en Catalunya. Tales condiciones están teniendo un impacto devastador entre la juventud, que está perdiendo la esperanza de tener un mundo mejor que el de sus padres. (2) Sus ingresos en términos proporcionales son menores (en su capacidad adquisitiva) que los que sus padres tenían a su edad, determinando con ello un descenso generacional en su estándar de vida.(3) 
Esta enorme crisis, resultado del gran deterioro del mercado de trabajo (4), que ha tenido un efecto devastador en la calidad de vida de las clases populares, ha ido acompañada de unos recortes de los fondos públicos disponibles para financiar las trasferencias y los servicios públicos del Estado del Bienestar en Catalunya (tales como sanidad, educación, servicios sociales, vivienda social, escuelas de infancia –mal llamadas guarderías-, servicios domiciliarios, servicios y transferencias para la prevención de la pobreza y de la exclusión social, entre otros). En realidad, los recortes del gasto público social, que incluye el gasto en tales transferencias y servicios públicos, realizados por el gobierno de la Generalitat de Catalunya han sido de los más acentuados en España y en la Unión Europea de los Quince (UE-15), el grupo de países de la UE de semejante nivel de desarrollo económico al existente en Catalunya y en el resto de España. 
Es muy importante señalar que estos recortes se han hecho por el gobierno catalán en unas transferencias y servicios públicos del Estado del Bienestar que estaban ya muy poco financiados, con lo cual, tales recortes han tenido un impacto muy negativo en dichas transferencias y servicios, permaneciendo, como consecuencia de ello, entre los Estados del Bienestar menos financiados en España y en la UE-15, muy por debajo de lo que la economía catalana permitiría (ya antes de la crisis Catalunya tenía un gasto social de casi 20.000 millones de euros menos de lo que le correspondía por su nivel de riqueza). (5)


¿Por qué este subdesarrollo social y esta crisis social?
Una de las respuestas más frecuentes a estas preguntas en el establishment político-mediático catalán es que tal subdesarrollo social(siendo el gasto público social en Catalunya uno de los más bajos de la UE-15) y tal crisis social (unos de los recortes de gasto público social más acentuados y uno de los niveles de desempleo y precariedad más altos de la UE-15), con uno de los niveles salariales más bajos de tal comunidad europea, es resultado de la articulación de Catalunya dentro del Estado español. La culpa de todo ello es del Estado central. Esta externalización de responsabilidades es muy común en la cultura existente en el territorio ibérico. El gobierno español justifica la aplicación (e imposición) de políticas altamente impopulares indicando que no tiene otras alternativas, pues así se lo instruyen Bruselas, o Frankfurt o lo que sea. Y en Barcelona, el gobierno de la Generalitat de Catalunya añade, además de Bruselas y Frankfurt, Madrid. 
(6)
Esta explicación pasa de puntillas y deliberadamente oculta una de las mayores causas del subdesarrollo social de Catalunya y de la enorme crisis social en la que esta se encuentra, y que es ni más ni menos que el enorme dominio que las derechas (partidos conservadores y liberales) han tenido en las instituciones económicas, financieras, mediáticas y representativas de Catalunya durante todo el periodo democrático. La coalición de un partido de derechas perteneciente a la familia liberal europea, Convergència Democràtica de Catalunya, CDC, y de un partido de derechas perteneciente a la familia conservadora democratacristiana, Unió Democrática de Catalunya, UDC, ha gobernado Catalunya durante la mayor parte de tal periodo. (7) En realidad, Catalunya ha estado gobernada 30 de 37 años por las derechas, es decir, 9 de 11 legislaturas, mostrando la gran hegemonía de las derechas (solo superada en España por Galicia y Castilla y León, gobernadas por el PP, y el País Vasco, gobernado por el PNV).
Dentro de esta coalición gobernante en Catalunya ahora, CDC (ahora llamada PDe
CAT) ha sido la fuerza hegemónica. Y esta fuerza política continúa ahora siendo hegemónica en la mayoría de los aparatos de la Generalitat de Catalunya, presididos por el Sr. Carles Puigdemont, dirigente del PDeCAT, partido que es a su vez presidido por el ex presidente Artur Mas. Es cierto que la coalición Junts Pel Sí incluye, además de CDC, primordialmente a ERC (un partido hoy independentista), así como personas independientes no afiliadas a ningún partido. Pero la herencia de 30 años de ideología nacionalista conservadora es todavía clara en la cultura política promovida por la Generalitat de Catalunya. Ni que decir tiene que ERC es un partido amplio de sensibilidades políticas diferentes, incluyendo la izquierda, unidas todas ellas por un compromiso por la independencia, ideología que respeto y que es totalmente legítima, aunque yo no la comparta, aclarando que no me opondría a ella, naturalmente, si ello fuera el deseo de la mayoría de la población en Catalunya, lo cual es obvio que no se da en la situación actual. Dicha aclaración no diluye mi percepción de que el movimiento independentista esta hoy institucionalmente dirigido por el gobierno de Junts Pel Sí, coalición dentro de la cual el PDeCAT es la primera fuerza. (8) De ahí que es importante que se informe sobre qué es CDC y su sucesor, el PDeCAT, lo cual no puede reducirse a una mera definición de ser un partido nacionalista conservador, ahora pro independencia.


Los herederos del pujolismo, ideología y modus operandi que continúa
Para entender Catalunya, hay que conocer a dicho partido, CDC, fundado por Jordi Pujol y que ha sido el eje del pujolismo, una ideología nacionalista conservadora que siempre ha considerado la Generalitat de Catalunya como su propiedad individual, familiar y colectiva, extendiendo su influencia a través de unas políticas de tipo clientelar, con prácticas intensamente corruptas. Era, y continúa siendo, la versión catalana del caciquismo en su expresión más primaria. En realidad, tiene grandes semejanzas con el Partido Popular en el resto de España. Ambos eran y son partidos nacionalistas  (españolista el PP, y catalanista CDC) y patrimonialistas (que consideran el Estado que gestionan como suyo). Es lo que Pablo Iglesias ha definido acertadamente como nacionalpatrimonialismo. Su largo dominio en el gobierno se debe a su claro encaje en la estructura de poder económico, financiero y mediático del país. Su dominio sobre los medios públicos de información de la Generalitat es casi absoluto. E influencia también en gran manera a los privados a base de subvenciones amplias (a modo de ejemplo, en 2015 la Generalitat de Catalunya otorgó 810.719 euros a La Vanguardia; 463.987 a El Periódico de Catalunya; El Punt Avui recibió 457.496; y el diario Ara, 313.495 euros). En consonancia con esta práctica, ya ha amenazado a los medios de comunicación con no proveer de tal subsidio en caso de que no promuevan su ideario a raíz del mal llamado referéndum. (9) En TV3, sus programas económicos son de orientación ultraliberal, los cuales son conducidos por uno de los gurús económicos de CDC y sectores de ERC, el economista Sala i Martín, economista catalán, de nacionalidad estadounidense, que apoya en EEUU al Partido Libertario, un partido de ultraderecha que tiene gran influencia hoy en el Partido Republicano de aquel país. Es más que probable que el Ministro de Economía y Finanzas de la Catalunya independiente gobernada por una coalición liderada por el PDeCAT fuese tal personaje, o alguien próximo a él en su orientación política (10).


Las complicidades del establishment político-mediático catalán con el establishment político-mediático español
El nacionalpatrimonialismo pujolista continúa ejerciendo gran influencia en las instituciones de la Generalitat, y a través de estas, la vida intelectual política y mediática de Catalunya. Su partido ha sido uno de los mayores instrumentos políticos responsables de la aplicación de las políticas públicas neoliberales causantes del subdesarrollo social en Catalunya (incluyendo el resto de España)
(11)
, y de la crisis social creada por la Gran Recesión. CDC apoyó las reformas laborales del PSOE y del PP que causaron el deterioro del mercado de trabajo, así como la austeridad del gasto público que guió los recortes al Estado del Bienestar, y todo ello de una manera coherente con su ideología liberal (bien explicada por el Sr. Sala i Martín en su programa de TV3).


Las consecuencias del neoliberalismo
Como resultado de la aplicación de tales políticas, las rentas del trabajo en Catalunya han descendido, pasando de ser un 50% a un 46% de todas las rentas, durante el periodo de la crisis, 2008-2016, mientras que las rentas del capital han aumentado, pasando de un 42% a un 45% durante el mismo periodo. (12) Que ello pasaría era entonces fácilmente predecible, como denuncié en su día. Como también era predecible, se ha producido un gran crecimiento de las desigualdades, que se han disparado, habiéndose incrementado la distancia entre el 20% de la población más rica y el 20% más pobre de 5 a 6 veces durante el mismo periodo. Estas políticas neoliberales se han hecho en colaboración con el PP, estableciéndose una complicidad no solo en las áreas económicas y sociales, sino también en las políticas, complicidades que han permitido el control por parte del PP de las Cortes Españolas, cuya presidenta, Ana Pastor, fue elegida con el apoyo de CDC, y cuya abstención en la moción de censura contra el gobierno del PP contribuyó a mantener al “supuestamente odiado” Rajoy en el poder. Los intereses de clase siempre toman prioridad sobre los intereses de nación en las derechas nacionalistas catalanas, para las cuales el mayor enemigo son las nuevas izquierdas. Y lo que pasa en los pasillos de las Cortes Española es un claro ejemplo de ello (13).


El silencio mediático sobre las causas de la enorme crisis social catalana
Como era de esperar, de todo esto no se habla o se escribe hoy en Catalunya. Este es el gran éxito del establishment político-mediático hegemonizado por los herederos del pujolismo, y ello con la ayuda de grandes sectores de la intelectualidad catalana, incluyendo algunas figuras que se consideran de izquierdas
(14). CDC (PDeCAT) continúa hegemonizando la Generalitat de Catalunya, intentando influenciar sobre la movilización político-social que promueve el referéndum, centrándose en la confrontación entre el gobierno Rajoy, por un lado, y el gobierno de Junts Pel Sí, por el otro. Esta dualidad, presentada como el enfrentamiento entre España y Catalunya, es clave para su intento de movilización.
La aceptación de esta estrategi
a es resultado de la enorme insensibilidad del Estado borbónico hacia el carácter plurinacional de España, Estado que ha sido el mayor promotor del independentismo en Catalunya. Ni que decir tiene que este enfrentamiento asume la invariabilidad del Estado español, tesis fuertemente sostenida cuya intensidad alcanza niveles de clara hostilidad hacia los que no están de acuerdo con dicha estrategia, siendo acusados de antidemocráticos o, peor aún, de tener un escaso compromiso con Catalunya, tal como hizo Pilar Rahola, el personaje mediático más parecido a Eduardo Inda en Catalunya (grosera, maleducada, que no deja hablar al adversario y que manipula en extremo), con Xavier Domènech (15). Y algunas voces de izquierdas han llegado incluso a presentar tal llamada a votar en el referéndum como una continuación del 15-M en su lucha por la democracia. Tales voces parecen ignorar que el 15-M rodeó el Parlament de Catalunya, forzando al president Mas a acceder al Parlament en helicóptero, en protesta por las políticas neoliberales. Viví aquella situación, pues el 15-M me invitó a dar una charla delante del Parlament (cuando este estaba rodeado de manifestantes del 15-M) en protesta por las políticas que el gobierno había propuesto y que el Parlament iba a votar. No se pudo hacer la charla porque la policía nos expulsó. Es paradójico que ahora se pida al 15-M que rodee el Parlament, dirigido por los sucesores de Mas, para protegerlo. Además de incoherente, es absurdo que el 15-M se presente como un precedente a la movilización que se presenta mediáticamente como dirigida por un gobierno liderado por los continuadores del president Mas. Naturalmente que soy consciente que el Parlament estaría ocupado por muchas otras fuerzas políticas además del PDeCAT, pero dicho Parlament seguiría liderado por un gobierno en el que los herederos del pujolismo de siempre serían la fuerza hegemónica. (16)


El llamado referéndum no es un referéndum
Mis comentarios críticos no son a favor o en contra de la independencia, sino sobre la manera como esta se está proponiendo, y que en parte (y solo en parte) se debe a la oposición del Estado central. La realización del referéndum requiere toda una serie de condiciones que garanticen que se realice en un contexto democrático. Democracia es mucho más que votar en unas urnas: requiere libertad democrática con pleno acceso a los medios de información por parte de las distintas opciones consideradas en el proceso de decisión que debe realizarse en el momento de votación.
 (17) Existe hoy, sin embargo, una muy acentuada falta de diversidad en los medios públicos de la  Generalitat Catalunya, realidad que, por lo visto, no han percibido algunos compañeros de viaje de izquierda, que han visto recompensadas su apoyo al referéndum y su crítica a aquellas fuerzas, como Catalunya en Comú (que lo critican), gozando de un amplio espacio mediático poco accesible a las opciones que cuestionan el referéndum. (18) En realidad, el gobierno de la Generalitat está hoy utilizando su comportamiento clientelar (dando amplios recursos financieros a los medios privados) a fin de promocionar su estrategia política. Es un caso abusivo de utilización de los medios públicos para fines partidistas.
Otra condición para que el referéndum sea considerado democrático es
el principio de la mayoría, un eje rector de cualquier proceso democrático (hecho subvertido por la propuesta de Referéndum de Independencia del Govern, que convierte el principio de la mayoría por el principio de la minoría, tal como señalaré más adelante). Otras condiciones violadas por el proyecto del referéndum es el de haberse saltado el propio Estatut de Catalunya, así como el Parlament de Catalunya, que hasta ahora no ha sido consultado, basándose en una mayoría parlamentaria que no representa a la mayoría de la población catalana. (19)


La vía antidemocrática hacia la independencia
La mayoría que el tripartito independentista (PDeCAT, ERC y la CUP) tiene en el Parlament está basada en una ley electoral que es la misma, repito, la misma, que fue transferida de España a Catalunya, sin que Convergència deseara cambiarla (como tampoco quiso cambiarla el PP). Tal ley es escasamente proporcional, y debido al sesgo conservador, dio la mayoría a unos partidos que en realidad representaban a una minoría (20). Tal tripartito recibió un número de votos menor que los no independentistas. Atribuirse la representación de la mayoría de la población es faltar a la verdad. Sumando los votos de los tres partidos independentistas en las elecciones del 27 de septiembre de 2015, se obtiene una cifra menor (1.966.508 votos) que sumando los votos de los no independentistas (2.147.736 votos) (21). La mayoría proindependentista en el Parlament no se corresponde con la mayoría popular, que no es independentista.
Pero esta situación escasamente democrática alcanza su forma extrema en la Ley del Referéndum, en la cual se indica que el resultado del referéndum es vinculante (artículo 4.3), sin especificar el porcentaje mínimo de votantes
. En realidad, tal ley aclara que ganará el que sume más votos (sin indicar un mínimo de participación (22)), proclamándose la independencia cuarenta y ocho horas después de conocerse el resultado del referéndum en caso de que sea afirmativo. Lo que ello implica es que si se consiguiera el mismo porcentaje de votos a favor de la independencia sobre el número de catalanes que podrían votar que se logró el 9-N (1.861.753 votos del SÍ-SÍ sobre 5,4 millones de personas), resultaría que el número de votos a favor del SÍ representaría solo un 34% de toda la población que pudiera votar, lo cual querría decir que prácticamente dos terceras partes de los catalanes no habrían dicho SÍ a la independencia. En base a este bajísimo porcentaje se declararía la independencia en 48 horas. Ello sería un acto profundamente antidemocrático carente de credibilidad internacional.


No es un referéndum
La manera como se está utilizando el mal llamado referéndum
 por parte de los partidos gobernantes en la Generalitat de Catalunya conseguiría que del 80% al 90% del voto fuera a favor de la independencia, en un proceso de muy baja participación. Ocurriría lo mismo que ocurrió en el 9-N, que fue el proceso electoral en Catalunya con menor participación durante el período democrático postfranquista. Solo un 36,6% de catalanes votaron (23), mucho más bajo que en las elecciones autonómicas del 2012 (67,7%), que en las elecciones generales del 2011 (un 66,8%), que en el referéndum del Estatut del 2006 (48,8%) y que en las elecciones europeas del 2014 (47,6%). Que solo un tercio de los catalanes decidiera el establecimiento de la independencia no puede ser la base para que ocurra un hecho tan significativo como este. Y crearía un estallido social en Catalunya. Creerse que la mayoría de la población catalana aceptaría una decisión de tal envergadura votada solo por un tercio de la población que podría votar, es no conocer Catalunya. La pregunta que debería hacerse es por qué habría una participación tan baja en dicho referéndum, y una de las causas de ello es la identificación institucional del independentismo con el gobierno de la Generalitat de Catalunya que ha sido responsable de la crisis social que ha afectado tanto a las clases populares en Catalunya.
Naturalmente que el movimiento independentista también recoge una protesta f
rente a la crisis social descrita en este artículo, pero el hecho de que sea el PDeCAT hoy la fuerza dirigente en el gobierno de la Generalitat que dirige tal movilización tendría influencia en esta elevada abstención. Las clases populares son conscientes de que detrás de un supuesto conflicto España-Catalunya ha habido una alianza de las derechas españolas y catalanas que ha provocado el deterioro de su calidad de vida y bienestar (24). Y de ahí el enorme silencio sobre este tema en Catalunya y en España, silencio que tiene como función dar mayor visibilidad al tema nacional asumiendo que la independencia resolvería en sí la enorme crisis social, considerando, erróneamente, que el nuevo Estado tendría una vocación resolutiva de dicha crisis, lo cual es altamente cuestionable, pues dependería de los partidos que gobernaran esta Catalunya independiente. Una transición que fuera una continuación del dominio de las derechas en el Estado catalán sería la continuación de la crisis. La evidencia de que ello sería así es abrumadora.
Todas estas consideraciones quedan olvidadas en un proceso
 de transición claramente idealizado en el que los enormes problemas que podrían crearse, y que podrían afectar a las clases populares, quedan marginados. Es así como la derecha catalana intenta utilizar el mal llamado referéndum como una táctica electoral que se beneficia de las elevadas tensiones entre Catalunya y España, a fin de movilizar su apoyo electoral.
Esta afirmación no implica, en absoluto, que la movilización que está teniend
o lugar en Catalunya a favor de la independencia sea un mero instrumento creado por los partidos gobernantes, lectura generalizada en el establishment político-mediático español. Dicho movimiento incluye muchísimas sensibilidades políticas, y como movimiento contestatario lo valoro positivamente. Ahora bien, no hay duda, desde mi punto de vista, que la manera como la Generalitat de Catalunya está intentando dirigirlo incluye un deseo de instrumentalizarlo que disminuye dramáticamente su potencial de cambio (25). En realidad, el independentismo, al monopolizar el soberanismo o derecho a decidir, está haciendo un flaco favor a la posibilidad de una amplia movilización de las clases populares, que no siendo independentistas, desean un cambio profundo en Catalunya y en España. El independentismo no será vehículo para realizar tales cambios. (26)


¿Cuál debería ser la alternativa?
Creo que debería mostrarse que es imposible crear una nueva sociedad democrática a través de un instrumento claramente antidemocrático como está resultando ser el mal llamado referéndum. Considero que es esencial que las fuerzas que creen en el referéndum democrático presenten y defiendan una alternativa, ilusionante y creíble que presente una propuesta de futura Catalunya
, (27) poniendo la resolución del tema social como central en la discusión del tema nacional, indicando que aquellos que son responsables del enorme retraso social de Catalunya no pueden liderar el proceso de cambio en Catalunya, pues la nueva Catalunya que promueven sería una continuación de la ya existente. Creo que para las izquierdas es fundamental que se defina el concepto de nación, identificando nación primordialmente con la población, de la que las clases populares son la mayoría, afirmando que aquellos que aman más a Catalunya son aquellos que hacen más por las clases populares, denunciando a aquellos que se autodefinen como superpatriotas y a la vez están dañando el bienestar de la mayoría de la ciudadanía. En contra de lo que se cree, sí que hay un barómetro para definir el grado de compromiso con un país.
De ahí que es i
mportante que las fuerzas progresistas que prioricen la justicia social, la democracia y la plurinacionalidad de España y favorables al desarrollo de un referéndum auténticamente democrático desarrollen una campaña alternativa que movilice al conjunto de la sociedad catalana y de las diferentes sociedades en el territorio español para cambiar tanto el Estado Catalán como el Estado Español de tal forma que resuelva al fin la cuestión social y nacional. (28) Esta campaña debiera de contar con actos a los que se invite a hermanos y hermanas de las nuevas izquierdas de otras partes de España, para señalar que el derecho a decidir tenemos que ganarlo a través de la movilización de la mayoría (y no solo de una minoría) de la población catalana para crear una nueva Catalunya, y abriendo la posibilidad de realizar un cambio profundo, que tenga el apoyo de las clases populares. Para que ello ocurra, es necesario poner la resolución del tema social como prioritario, y no de una manera genérica e indirecta a través de conseguir una no realizable independencia, sino muy concreta, oponiéndose a las políticas que han sido promocionadas por el Estado español por un lado, y por la Generalitat de Catalunya por el otro. Sin un apoyo generalizado entre la clase trabajadora y otros elementos de las clases populares, no se podrá tener un auténtico referéndum democrático con una petición de cambio masivo. Este cambio será facilitado por las campañas que ya existen a lo largo del territorio español para crear una España social, justa, democrática y plurinacional. De ahí que es fundamental que, para que el proceso de cambio en Catalunya ocurra (yendo o no hacia la independencia según desee la mayoría de la población en Catalunya), haya una nueva dirección y otro liderazgo del movimiento por el derecho a decidir, basada en una amplia coalición de fuerzas de izquierdas y progresistas que defienda un programa de transformación de Catalunya (y de España). Esto no es lo que está ocurriendo ahora en Catalunya.

Comentarios



(1)
La memoria es muy corta. En el año 1993- 1994 la tasa de paro era similar a la que calificamos como “2ª Gran Recesión” (la primera fue la de 1929 cuando mucha gente se suicidó tirándose por las ventanas después de haber perdido todos sus ahorros, sin trabajo y sin ayudas sociales, etc.). Paro y precariedad ha habido en otras épocas prácticamente tanto como ahora, el problema es que no veníamos de un escenario en que se ataban los perros con longanizas y muchos paletas ganaban más dinero que muchos médicos
(2)

Es verdad que los ingresos de los jóvenes actuales (30 años) son menores en proporción a los de sus padres tuvieron (gracias a las “burbujas”) y también su poder adquisitivo. También es verdad que estos jóvenes no pueden dar a sus hijos el mismo nivel de consumo que sus padres les dieron a ellos, principalmente porque a sus padres se les permitió endeudarse muy por encima de sus posibilidades y la mayoría dejarán deudas a sus hijos en lugar de ahorros. Seguramente les hubiera ido mejor ahorrar más en lugar gastar tanto en “lujos” Un coche de alta gama, unas vacaciones en el extranjero y hipotecarse por encima de sus posibilidades para vivir en una “casa” con llena de súper muebles, súper electrodomésticos y súper de todo.
La culpa no la tienen sólo unos, está muy repartida. 

(3)
Con “estándar de vida” entiendo que hace referencia al nivel de riqueza, comodidad, bienes materiales y necesidades disponibles a una clase socioeconómica en particular en una zona geográfica en particular. Otro tema es que el consumismo alocado pueda calificarse como estándar de vida deseable para nuestra sociedad y si no podemos consumir por encima de nuestras posibilidades ya no podamos ser felices. Tendríamos que aclarar que significa para cada uno “un estándar de vida digno”. 

(4) 
El gran deterioro del mercado de trabajo y otras muchas cosas más son el resultado de esta gran crisis y ¿cómo se ha llegado a esta “gran crisis”?. ¿Hemos aprendido algo o estamos intentando volver a repetir los mismos errores que cometimos unos más y otros también aunque en menor medida. 

(5)
Por supuesto que se hicieron recortes y por supuesto que los servicios públicos del Estado del Bienestar estaban ya antes muy poco financiados antes de la crisis (Catalunya tenía un gasto social de casi 20.000 millones de euros menos de lo que le correspondía por su nivel de riqueza). 
¿Porqué no nos explica el Sr. Navarro cuantos impuestos se recaudaban de los contribuyentes catalanes (particulares y empresas) y cuanto transfería de vuelta el Gobierno español hacia Catalunya para que su gobierno autonómico pudiera emplearlo en los “servicios sociales” en lugar de tener que emitir “bonos patrióticos” a altos intereses y endeudando las finanzas del la Generalitat (lo tuvo que hacer el tripartito y CDC para refinanciar la emisión del 2010? 
¿Quién fue el responsable de la delicada situación financiera en la que se encontraba la Generalitat de Catalunya al principio de la crisis? 
Una balanza fiscal totalmente desequilibrada por falta de financiación del gobierno Central hacia Catalunya, una incorrecta gestión de los recursos por parte del tripartito catalán,…? La culpa es muy negra y nadie la reconoce? 

(6)
Se acaba con la discusión o la sospecha poniendo las cartas sobre la mesa. ¿Qué parte del ajuste del déficit que impone Bruselas se asigna a la administración del Estado y cual a las diferentes CCAA. ¿Se corresponden con las necesidades que cada uno tiene que atender? 
¿Cuántos servicios a los que el Gobierno asigna recursos están duplicados con los que gestionan los servicios transferidos a cada CCAA, y por tanto podrían ser eliminados y los recursos que consumen, para “controlar” o no se para que, empleados en las CCAA que se ocupan realmente de gestionar esos servicios? 
¿Porqué no se “concreta” quien es el responsable de cada cosa, en lugar de sembrar dudas y diluir responsabilidades? 

(7)
¿De que periodo hablamos? ¿Pensaba que estábamos hablando de la Gran recesión? 
¿Nos acordamos de que desde el 2003 al 2010 gobernaron tripartitos de izquierdas con presidentes del PSC en la Generalitat de Catalunya? Nos acordamos que después de la “gestión de estos tripartitos de izquierdas CIU heredó los resultados de esa gestión de izquierdas (2010 a 2016? ¿cómo estaban las finanzas de la Generalitat en el 2003 y como estaban en el 2010? 
Por favor, ¡datos concretos!, no juicios de valor políticos. 

(8)
El Sr. Navarro da a entender que CDC -PDECAT corta el bacalao dentro de Junts pel Si. 
La realidad que los diputados pertenecientes a la antigua CDC dentro de Junts pel Si son el 48,39% (30 de 62) aunque como la mayoría de las críticas que se dirigen contra Junts pel Si, a causa del Procès, tanto desde las izquierdas como desde las derechas españolas y catalanas nombran como responsables de todos los males a los herederos de CDC. Mientras, ERC está calladita de cara a la opinión pública sobre todo cuando arrecian las críticas contra CDC, como si con ellos no fuera la cosa. Es una realidad palpable, aunque a la hora de la verdad, los diputados de ERC sean tan responsables o más que los demás en la dirección del Procès. 

(9)
Las ayudas públicas a los medios de comunicación han sido establecidos, no sólo en Catalunya, sino en la mayoría de las CCAA. 
Las amenazas a que alude el Sr. Navarro no son para retirar las subvenciones establecidas sino para retirar la “publicidad” en los medios que no traten de forma imparcial el Tema del Procès.
En todo caso si hay alguna actuación fuera de la ley, podemos estar todos tranquilos porqué seguro que no faltará quien la denuncie y haga rectificar. 

(10)
Parece que para el Sr. Navarro ser Liberal o “neoliberal” como les gusta calificar a los liberales jóvenes a ciertos sectores de los “neokeynesianistas” como el Sr. Navarro. Para mi no es malo ser liberal ni ser keynesiano. Para mi es mala o buena la aplicación de las políticas económicas según las necesidades de la población que habita en ciertos territorios. Tampoco es malo que se invite a una persona de la talla del Sr. Xavier Sala i Martín a unos determinados medios de comunicación. Cuando los medios de comunicación son de titularidad pública idealmente deberían dar cabida a todas las tendencias de pensamiento. La realidad sabemos que dista mucho del ideal en todos los casos y en todos los países y regiones. 
La bola de cristal para adivinar quien sería Ministro de Economía y Finanzas de una posible Catalunya independiente gobernada por una coalición liderada por el PDECAT no la tiene nadie, si siquiera el Sr. Navarro. Por otra parte lo raro sería que lo eligieran a él si se dieran las hipotéticas circunstancias que el aventura. No sería tan raro si gobernara una coalición de Podemos, Comúns, PSC y ERC porqué en esos círculos hay bastantes menos personas de reconocido prestigio internacional en economía donde elegir. 
El ego y las envidias siempre han sido problemáticas cuando se trata de acercarse a las poltronas y las prebendas. 

(11)
Ahora resulta que ¿Pujol y CDC han sido tan importantes e influyentes que también han afectado al subdesarrollo social y tal vez también en otros ámbitos del resto de España? 
¿No será que cuando hay fuerzas supranacionales que influyen de forma decisiva en las políticas gubernamentales de los estados, a estos, independientemente del color político que tengan, no les queda otra que avanzar de la mejor manera posible por la senda que les marcan desde los centros de poder verdadero?. 
Cuando alguien señala como el principal y casi único responsable de todos los males del universo a un “grupo reducido”, me da muy mala espina y tiendo a dudar de la veracidad (si no se aporta o cita documentación que lo avale) de lo que se dice. Todos podemos hacer “juicios de valor” y por tanto la obligación de los lectores es saber distinguir cuando nos venden “hechos demostrables” o “percepciones tendenciosas”. 

(12)
El Sr. Navarro nos habla de las nefastas consecuencias de las políticas neoliberales aplicadas en Catalunya y no nos dice nada de lo que ha pasado en España ni en el resto del primer mundo. 
¿Qué ha pasado en España? 
Lo mismo ha bajado la masa salarial y ha subido la del capital y más que va a pasar en el futuro próximo, pero no por culpa de CDC o de quien gobierne en Catalunya sino por la deriva internacional de las fuerzas económicas. 
En España se han perdido más de 35000 millones de € de masa salarial en Construcción, más de 16000 M € en Manufacturas y otros tantos en Industria. Sólo se han ganado 20ooo M€ de masa salarial en servicios y 10000 M€ en Administración pública, Educación y Sanidad y unos 13000 M€ en Actividades profesionales, TIC, Comercio, Transporte, hostelería, actividades artísticas y recreativas. Resumiendo se han perdido unos 30000M€ de masa salarial y se han ganado unos . Unos 14000 M€ se han ido a remunerar el capital y unos 25000M€ a pagar impuestos. 

(13)
Lo que pasa en los pasillos, lo desconozco. Supongo que es el caso de la inmensa mayoría de los catalanes y de los españoles. Sería bueno que si el lo sabe, lo denunciara en los tribunales y no pase como en Catalunya donde cuando se destapó el caso Pujol, todos los “enteradillos” decían que era un secreto a voces, que todos lo sabían. Entonces me pregunté: Todos ellos, ¿eran cómplices de Pujol y de su caverna de presuntos corruptos? ¿Porqué no lo denunciaron en los tribunales, en el momento en que supieron lo que ahora denuncian? 

(14)
Hace muchos años que los autoproclamados “intelectuales” no hacen oír sus opiniones. No se pronuncian ante muchos temas para los que hace algunas décadas eran adalides defensores. 

(15)
El Sr. Navarro haría bien en poner un enlace para ver como de grosera, maleducada y manipuladora se comportó Pilar Rahola con Xavier Domènech. De eso a decir que Pilar Rahola es una “tigresa” amedrentadora de niños o que se parece a Eduardo Inda hay un trecho muy largo que sólo demuestra que al Sr. Navarro no le gusta esta ex política y actual escritora y comentarista. Contra gustos no hay disputas. 

(16)
El Sr. Navarro se empeña en decir que PDECAT (los sucesores del malvado Pujol que según el Sr. Navarro es la encarnación de todos los males y ellos los han heredados (los malos)) son hegemónicos en el Parlament y lideran el “Procès”. 
Lo que si es cierto es que a este partido pertenecen todos los que han sido procesados, condenados e inhabilitados para ejercer cargo público por los tribunales a causa del “Procès” y están en riesgo de perder parte de su patrimonio personal. Los restantes participantes en el Govern de la Generalitat están muy calladitos, como si nada fuera con ellos y todavía no se han expuesto a nada. Se dejan querer y se mantienen libres de mancha para lo que tenga que venir. Esa es la realidad, otra cosa son palabras y postureos. 
Quien no tiene ningún patrimonio que arriesgar, ni económico ni profesional puede permitirse el lujo de hacer todos los juicios de valor que quiera y de mostrarse a favor de todas las redistribuciones posibles porque no tienen nada que perder y si mucho que ganar. Falta saber como actuarían si cambiaran las tornas. 

(17)
Estoy totalmente de acuerdo en que para poder votar con seny en el referéndum se precisa un buen debate plural y previo con “especialistas de prestigio no sólo local sino también internacional que aporten datos y contrasten sus argumentaciones con otros”. Es una cosa que algunas personas echamos muy en falta. Constatado esto, falta que el Sr. Navarro o el grupo con el que simpatiza nos diga como puede conseguirse esto. Muchos años de historia nos han demostrado que si uno no quiere, dos no se entienden. Con la actitud y el proceder del Gobierno de España, que denuncia al Tribunal Constitucional hasta un debate hecho en el Parlament y cualquier Ley que legisle y apruebe el grupo mayoritario democráticamente elegido en el Parlament, ¿Cómo se puede lograr un Referéndum con las máximas garantías. ¿Cuál es la propuesta del Sr. Navarro y del grupo con el que simpatiza: ¿No hacer nunca el referéndum? 

(18)
Totalmente de acuerdo con el Sr, Navarro: Es necesario garantizar pleno acceso a los medios de información de todos los grupos y posturas en relación a lo que se consulta a la ciudadanía. 
Matizo el comentario del Sr. Navarro: “Hay una muy acentuada falta de diversidad en los medios públicos de la Generalitat Catalunya”. Si esto es así: ¿Qué es lo que hay en los medios públicos dependientes del Gobierno central que emiten o publican en Catalunya? De los medios públicos que ayudamos a pagar con nuestros impuestos los catalanes ya ni te cuento. Las fuerzas que apoyan la independencia de Catalunya sólo salen para intentar ridiculizarlas, menospreciarlas y prácticamente nunca para que uno de sus diputados o simpatizantes exponga sus argumentos sobre el tema. 
Si el Gobierno de la Generalitat hace clientelismo —no niego que en parte pueda ser así— El Gobierno del Estado, que también debería representar a los ciudadanos de Catalunya, hace algo muchísimo peor que clientelismo político. Ven las cifras de corrupción, tanto en número de imputados como en el capital robado, defraudado, etc. ¡Comprueben y comparen las cifras! 

(19)
Y no se ha hecho porque desde hace años que se pide un referéndum acordado con el Estado español, su Gobierno nunca lo ha consentido. Tal vez si se hubiera hecho el Referéndum acordado en un primer momento como se hizo en UK-Escocia o en Canadá-Quebec hubiese pasado lo mismo que allí. Hubiera ganado el NO y nos hubiéramos ahorrado todos muchos quebraderos de cabeza. El talante imperialista y dictatorial del Gobierno español no permitió que así fuera y ha sido un agravante para que cada vez más gente entendiera como actuaban unos y otros respecto a Catalunya. 

(20)
Según el Sr. Navarro, parece que Junts pel si no representen a casi nadie (una minoría según él). Para él, ¿cuál es la mayoría? ¿Una hipotética coalición formada por el PP, CSQP, PSC, C’s todos unidos por su valor supremo de la “unidad” de España? 
En las últimas elecciones, la coalición “Junts pel Si” obtuvo casi el 40% de los votos y la 2ª minoría más votada fue C’s con casi el 18% de los votos. La candidatura con la que simpatiza el Sr. Navarro obtuvo el 8,9%, eso si que es una minoría. 

(21)
Si sumamos los votos que recibieron los partidos que no son partidarios de la independencia de Catalunya ( C’s + PSC + CSQP + PP) sólo suman 1976453. No se de donde salen los 171283 votos de más que el Sr. Navarro suma a su causa. ¿Serán los votos blancos, nulos, etc. que no se definieron, y que por no decir si a los independentista se supone que dijeron si a la No independencia? 

(22)
Si se estableciera un mínimo de participación (no se establece en ningún referéndum de ningún país Democrático) le sería muy fácil, No a los del NO, sino a los contrarios a que se celebre el referéndum ara consultar a la ciudadanía ejercer el miedo y la coacción para que muchos “temerosos”, por si acaso no fueran a votar, invalidando el resultado de los que si quieren expresar su parecer. 

(23)
Habiendo, como la hubo, una gran propaganda por parte de los contrarios a que los catalanes decidan democráticamente en las urnas —aseguraron que sería una “costillada”, una “romería con cajitas”, despreciaron el evento, lo ningunearon, le negaron cualquier importancia ni repercusión—, lo raro es que fuera tanta gente a votar. Más de 2 305 290 acudieron a la “consulta alternativa del 9-N y casi el 81% votó Si-Si a que Catalunya fuera un Estado independiente. 

(24)
En todo el escrito se destila un odio subyacente con todo lo relacionado con la antigua CIU —según él todo lo hizo mal— y sus herederos —una lacra para la sociedad catalana según su criterio—. Parece que no piensa aceptar nada, por bueno que sea o al menos aceptable en que participe de alguna forma CIU o PDECAT. ¿Porqué no muestra la misma repulsa por el PP o incluso C’s? 
En el escrito del Sr. Navarro no he conseguido leer ningún dato que arroje luz sobre el trato fiscal discriminatorio que ha recibido Catalunya por parte del Gobierno central. Ninguna explicación de cómo y en que medida este trato discriminatorio a afectado a las políticas sociales en Catalunya. Ningún dato sobre como la legislación del Gobierno central, la persecución en los tribunales de muchas leyes votadas en el Parlament de Catalunya han afectado a las políticas sociales de la Generalitat y de las políticas económicas, de creación de empleo, de fomento de la competitividad empresarial y de la expansión del PIB en Catalunya. Ningún dato sobre como se ha tratado (más bien desprotegido, laminado o desmantelado) sectores como la investigación, las universidades públicas en Catalunya. Ningún comentario sobre el juego sucio de las cloacas del Estado contra los representantes catalanes democráticamente elegidos, principalmente contra los representantes de CIU o PDECAT. ¿Es “todo” disculpable, si ayuda a conseguir que se borre a CIU y a sus descendientes de los foros políticos? 
No conozco a nadie al que no le gustaría tener mejores servicios sociales, pero esos servicios hay que financiarlos de manera justa con el dinero recaudado de los contribuyentes. Para ello esos contribuyentes deben, trabajar, ganar dinero y pagar impuestos; emprender, competir y tener beneficios y aportar parte de los excedentes según marque un sistema redistributivo justo y suficiente. Un nuevo modelo de país es lo que está en juego, pero antes de discutir el modelo, primero hay que tener un Estado que pueda llevarlo a la práctica. Con el actual sistema de CCAA se ha demostrados durante varias décadas que ha sido imposible y cada vez peor. 

(25)
Decir que la movilización que está teniendo lugar en Catalunya a favor de la independencia es un mero instrumento creado por los partidos gobernantes es una mentira total avalada por los cientos de miles de personas que se han movilizado durante al menos los últimos 5 años cada 11 de Setiembre a favor del derecho a decidir y de la independencia. 
Que dicho movimiento incluye muchísimas sensibilidades políticas es cierto y por ello nadie debería rasgarse las vestiduras ni desacreditar a los conductores de dicho movimiento desde el Govern de la Generalitat por defender esas mismas sensibilidades políticas diferentes. Decidir el futuro de Catalunya es cosa de todos los catalanes, pues todos deberíamos influir, según nuestra sensibilidad política en la configuración de ese nuevo Estado Republicano e Independiente (si finalmente se crea). Todos hacemos falta y todos debemos ser tenidos en cuenta y nadie sobra ni siquiera el que propugne políticas con las que estemos en desacuerdo; sea CiU, el PP, o CSQP. 

(26)
¿Porqué el independentismo no y el actual régimen centralista si?. Dogmatizar nunca es bueno, sobretodo si no se aportan razones comprensibles para intentar avalar la profecía, por mucho que algunos quieran que se auto cumpla en su propio provecho. 

(27)
Puedo entender que el Sr. Navarro y muchos de los seguidores de CSQP (no todos) no estén ilusionados con la creación de una futura Catalunya Republicana independiente. También debería entender el que hay muchos cientos de miles de catalanes que si lo están y mucho. 
Entiendo que nos gustaría ver los planos al mínimo detalle de cómo sería la casa a la que proponen mudarnos, pero entiendo que primero hay que ser titular del terreno sobre el que edificar y disponer del capital humano y financiero para acometer el proyecto. Si no es así todo son castillos en el aire. Los que hemos cumplido más años que la mitad de nuestra esperanza media de vida sabemos lo ilusionante y lo fructífero que es, empezar la casa por los cimientos y después según nuestras capacidades, fortalezas, debilidades y según el entorno y las circunstancias adaptar serenamente el proyecto para la mejor satisfacción de los anhelos de todos. Para ello deberían proveerse más consultas democráticas, elecciones, etc. 
¿Cómo puede creer nadie que le presentarán un proyecto totalmente detallado para que vote si le interesa o no, cuando por experiencia todos sabemos que si alguien lo hiciera sería una total impostura, principalmente porqué nadie puede prometer y menos garantizar lo que no está totalmente en su mano cumplir? 
Los populistas son maestros en hacerlo, pero las personas serias y responsables no nos gustas los discursos vacíos ni las promesas huecas o incumplibles. 

(28)
Y le pregunto al Sr. Navarro: Si usted no tiene ninguna confianza en que Junts pel Si, ERC y las CUP puedan lograr lo que a Ud. le gustaría que pasara, ¿Cómo piensa que lo van a conseguir los partidos que gobiernan el Estado Español, que no han hecho ni una sola propuesta para resolver las demandas que se les han hecho desde Catalunya, ni quieren dialogar nada, mientras el Govern de Catalunya no acepte sumisión plena y acatamiento ciego a “su interpretación” de la Constitución Española votada con ruido de sables en el trasfondo en un momento difícil y relativamente poco democrático de nuestra historia? 
Actualmente los partidos hegemónicos en el Parlamento español (PP, C’s y PSOE) no quieren ni oír hablar de cambiar la Constitución en el sentido “plurinacional” que Ud. dice desear. ¿Aspira Ud. a que los “nuevos partidos de la izquierda” reciban tantos votos en toda España que sean capaces por si solos de cambiar esta mayoría abrumadora en el Estado español a favor del inmovilismo? ¿Recuerdan que, según el artículo X, para cualquier cambo constitucional de cierto calado se requieren una mayoría de tres quintos de cada una de las Cámaras [210 diputados y 159 senadores]? ¿Con que representantes piensan conseguir esta mayoría? Me parece que antes de que su sueño suceda, le tocará la lotería a alguien de mi familia y nos podremos independizar, al menos económicamente.

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