Todos hemos oído decir que “los pueblos tienen los gobernantes que se merecen”. Es difícil demostrar la validez de este aforismo porque —sucede a menudo— los efectos de las acciones de los políticos son fácilmente visibles para todos, aunque las “causas” de tales efectos suelen estar ocultas. Al mismo tiempo muchos ciudadanos votan una determinada opción sin tener en cuenta la actuación pasada de los políticos que la representan ni el grado demostrado de cumplimiento de sus promesas. Tampoco emplean una actitud crítica ni razonada a la hora de pensar su voto sino más bien visceral y muchas veces poco acorde con sus verdaderos intereses personales.
Analicemos el espectáculo bochornoso que nos dan los “políticos pro-independencia” catalanes desde que el 27S “Junts pel Si” obtuvo sesenta y dos diputados y la CUP diez.
Algunos diputados de “Catalunya si que es pot” y los de la CUP utilizan una excusa, para no votar la investidura como nuevo President de la Generalitat a Artur Mas, que se basa en la misma estrategia que utiliza el gobierno central, los partidos españolistas con base en Catalunya y su corte de funcionarios a sueldo: la corrupción. Éste es un concepto genérico que sirve para todo y no sirve para nada.
Todo el mundo se llena la boca voceando "Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario". Que yo sepa ningún tribunal ni nadie ha podido probar ninguna falta en la trayectoria política de Artur Mas, por muchos esfuerzos que el aparato policial, fiscal, judicial y mediático haya podido poner en el intento. Aún así esto no les basta a ninguno partido fuera de CDC. ¡Todos siguen cargando y propagando insinuaciones y dudas contra Artur Mas!. Creen firmemente y lo practican con vehemencia y tozudez aquello de "¡Calumnia que algo queda!
La segunda excusa que ponen los "diputados de izquierda", pero también los de derechas y de centro, es que Artur Mas es el único culpable de los “recortes” en las prestaciones sociales que se han producido en los últimos años y que han afectado a los ciudadanos de Catalunya.
Buena parte de los diputados que aducen está última razón han pasado por la universidad y se les supone una cierta formación matemática, estadística, económica, filosófica, etc. Seguro que saben lo que son ingresos y lo que son gastos. En todo caso, seguro tienen experiencias a nivel personal y familiar. Sabrán pues que si los gastos son superiores a los ingresos, se producen deudas y la única forma de nivelarlas es reducir gastos. Sabrán también que la menor magnitud de los ingresos en Catalunya viene determinada por la decisión del Estado central, año tras año, de aplicar un “impuesto de solidaridad” desmesurado, sobre los ingresos reales derivados de los impuestos que pagan los ciudadanos y empresas catalanas. Si además sucede que el mayor porcentaje de los gastos del presupuesto de la Generalitat corresponde a las partidas de sanidad, educación y ayudas sociales, la única manera de reducir algo el déficit es aplicar “recortes” sobre estas partidas, a menos que políticamente se decida no invertir ni un duro en todo lo que no sea sanidad, educación o ayudas sociales (golpe de muerte a la economía productiva). El desnivel entre lo recaudado e ingresado en las arcas del Estado, lo devuelto por el mismo y lo necesario para pagar los servicios que se prestan desde la Generalitat a los ciudadanos catalanes es tan grande que si se quisieran nivelar los tres, siguiendo a rajatabla las instrucciones del Estado central, los recortes serían todavía mucho mayores.
Se les puede decir que deberían usar mejor los recursos, pero no me consta que nuestros gestores catalanes sean los últimos de la clase ni los más corruptos del mundo. Entonces ¿Porqué Catalunya es una de las comunidades con más déficit fiscal de España? ¿Porqué aumenta año tras año y aún así crece el periodo medio de pago de la Generalitat a las empresas y no se puede ni pagar a las farmacias? A este paso, la deuda de la Generalitat, aumentando por acumulación de déficits, pronto será más grande que la del Estado español. ¡Tan difícil es comprender! O es que no se quiere comprender.
La tercera excusa es que, por un lado los diputados de la CUP dudan de la voluntad política de Artur Mas para desarrollar el camino hacia la independencia de Catalunya y todos los demás no tienen ninguna duda de que su carisma, formación, proyección internacional, capacidad de comunicación en varios idiomas y voluntad, lo convierten en uno de los más capacitados para tener éxito en la misión, que casi dos millones de catalanes le han encomendado al Parlament de Catalunya. Una vez más, aunque sea por razones encontradas, ¡todos contra Artur Mas!.
Seguro que alguien podrá encontrar más excusas. Han oído bien, "excusas".
Las causas de tanto apego a las excusas para no atender a lo prioritario las sabrá cada político, cada grupo o cada uno de ustedes. Nadie las hace públicas. Corresponden a las agendas ocultas de cada grupo, por lo que todo lo que podamos intuir serán elucubraciones y cualquier parecido con la realidad pura coincidencia.
Los simpatizantes por la independencia de Catalunya el 27S votaron a unos políticos que no han comprendido o no han querido comprender el mandato fundamental que les dieron casi dos millones de catalanes: Trabajar para hacer posible dentro de 18 meses un nuevo Estado —la República Catalana— con mejores leyes, más justas y más equitativas para que todos los catalanes pudiéramos desarrollar nuestras vidas en mejores condiciones de lo que podemos hacerlo perteneciendo al Estado español. Parece que tampoco han comprendido a la gran mayoría que forman los votantes que sin simpatizar con la independencia si están de acuerdo en trabajar para conseguir negociar con el Estado español un mejor autogobierno, más respeto a las singularidades de Catalunya, mejora del tratamiento fiscal y financiación de la Comunidad Catalana.
Nuestros políticos empiezan a demostrar que no están a la altura para conseguir ni el reto que les encomendamos. Es una gran vergüenza para todos. Es inútil seguir haciéndose trampas al solitario y va siendo hora de admitir que estos representantes que hemos elegido no están a la altura.
Si atendemos a lo que conocemos a través de los medios, parece que los políticos elegidos por la CUP dirigen la partitura y no oímos por ningún lado la melodía de los “músicos” de “Junts pel Si”, ni la de su concertista mayor aspirante a director de orquesta ni la de sus solistas más aventajados. Señores, ¡dan pena!
Por cierto, sigo sin saber si realmente los que les votamos merecemos el espectáculo que nos están dando. Lo que si se es que no queríamos que nos mintieran los políticos que gobiernan el Estado Español y tampoco queríamos que nos mintieran ustedes. Parece que sólo buscan asegurarse su silla y sus prebendas. Entiendo que cualquier negociación debe llevarse con tranquilidad y sin influencias externas, sobretodo de los medios de comunicación, pero llega un momento en que las ruedas de molino que nos ofrecen son tan grandes, que es prácticamente imposible comulgar con ellas. Si siguen así no les quedará nadie a quien gobernar ni nadie a quien seguir engañando. Se habrán quedado solos.
©JuanJAS
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