sábado, 28 de noviembre de 2015

Regalo de Navidad 2015

La “Carta de una madre” que copio al pie es la que muchos padres desearían enviar a sus hijos, aunque tal vez no lo harán nunca.
Escuchad la narración con atención y leedla todas las veces que necesitéis. Compartidla con vuestros amigos, conocidos y saludados como el mejor regalo navideño. 
Si tenéis la suerte de contar con vuestros padres o abuelos vivos, no perdáis la ocasión de "demostrarles" que los queréis de verdad. Para hacerlos felices no necesitaréis gastar dinero, pero si regalarles mucho cariño, respeto, comprensión y paciencia.
Si sois padres o abuelos, compartid con los demás lectores lo que os haría felices recibir de vuestros "descendientes".
Si sois hijos, podéis compartir que hacéis para hacer la vida de vuestros padres y abuelos más placentera. Es importante pensar en como cumplir este objetivo y ponerlo en práctica. No dejes para mañana la caricia que puedas dar hoy.

Tal vez el ajetreo y los preocupaciones de la vida diaria nos han hecho olvidar a todos, el comportarnos de una forma más humana. Recapacitemos, y si algún malentendido, la simple dejadez o el egoísmo y el ímpetu típico de la juventud ha debilitado vuestra relación, no perdáis tiempo en cambiar; antes de lo que nos demos cuenta, puede que sea demasiado tarde.
Aprovechemos la suerte que tenemos de poder tener cerca a nuestros padres y abuelos, que siempre nos han querido y nos querrán incondicionalmente, para demostrarles de verdad todo nuestra admiración y cariño.
©JuanJAS



Carta de una madre
(desconocido)
Querido hijo:
El día me veas vieja te pido por favor que me tengas paciencia. Entiende que la vida es un ciclo y todos volvemos a ser niños.
Si cuando hablo contigo repito lo mismo 1.000 veces, no me interrumpas para decirme: ¡Eso ya me lo contaste!. Sólo escúchame por favor.
Cuando quiera comer algo que no deba por mi salud, no me grites. Explícame con cariño, así como yo te explicaba muchas veces el daño que hacían los dulces.
Cuando veas mi ignorancia ante las nuevas tecnologías, dame el tiempo necesario para aprender y por favor no hagas esos ojos ni esas caras. Recuerda que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer, vestirte, peinarte y cómo confrontar la vida.
El día que notes que me estoy volviendo vieja, ten paciencia conmigo y sobre todo, trata de entenderme. Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nervioso o arrogante.
Ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo, que me pidas consejos y me tomes en cuenta.
Y cuando mis cansadas y viejas piernas no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te la ofrecí cuando distes tus primeros pasos.
Cuando estos días lleguen, no te sientas triste, ni me hagas sentir incompetente. Ayúdame mientras llego al final de mi vida, pero con amor y cariño. Regálame flores ahora que puedo oler su aroma. Dime que me quieres ahora que aún puedo escucharte. Recuérdame tu amor ahora que puedo verte. Aunque no tenga dinero para premiarte con un regalo, yo te lo agradeceré con una sonrisa.
Y si se te llenan los ojos de lagrimas al leer esto, no te de pena, eso demuestra que tienes un gran corazón.
¿Amas a tu madre? Yo sí amé a la mía.
Brindo por mi madre que cambió su figura por una gran barriga. Que cambió un delineador de ojos por ojeras. Ella que cambió las noches de diversión por constantes trasnoches. Que cambió su bolso por una bolsa de pañales. Aquella madre, que no le importó cambiar todo por recibir amor a cambio.
Amo a mi madre.
A los 3 años: "¡Mami, te amo!".
A los 10 años: "¡Mamá, te quiero!".
A los 15 años: "¡Sí mamá! ¡Pesada!".
A los 18: "¡Cómo fastidias mamá!".
A los 20: "¡Quiero irme de esta casa!".
A los 35: "Quisiera vivir con mi madre".
A los 50: "No te vayas nunca".
A los 70: "¡Cuánto daría por estar 5 minutos con mi madre!".

Yo amo a mi madre. ¿Y tú?

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Pulsando aquí podéis encontrar más letras del disco de poemas "Ayer me encontré con ella"

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