viernes, 27 de mayo de 2016

Otra forma de ser

Vean y analicen esta foto una caja de naranjas en un super noruego. 
Pueden comprobar que venden las naranjas a 2,5 kr/kg (aproximadamente 0,25€ el kilo). ¡Es una superoferta!. 
Si no acostumbran a ir personalmente a la compra y no saben cuanto cuestan las naranjas en su barrio, les diré que yo las compro unas cuatro veces más caras y eso que siempre procuro comprar una calidad  media al menor precio. ¿No les parece chocante que se pueda tener este ofertón en Noruega. El dato es chocante, pero quiero hablarles de otra cosa. Me he preocupado de traducir el cartelito pegado en la caja de naranjas y dice:

"Para que todos nuestros clientes puedan beneficiarse del precio de oferta de las naranjas hemos limitado la venta a máximo 5kg por cliente. Atentamente, KIWI SKODIE."

Para mi, esto resume la forma de ser típica noruega. Pónganlo en contexto: actualmente uno de los países más ricos de Europa, con miles de millones de coronas en su fondo soberano, pero en donde los supermercados limitan (por propia iniciativa) la venta de productos para beneficiar al bien común.
¿Creen que esto funcionaría en España? ¿Creen que alguien lo respetaría? 
En Noruega la mayoría comprende lo del bien común y el reparto de la riqueza. ¿Mentalidad calvinista o educación?
Parece que en general y como sociedad no conciben otra forma de hacer las cosas. Optimización de recursos, ahorro, bien común, reparto de la riqueza, son conceptos que entienden y respetan. ¿Será porqué son sólo 7.000.000 de almas en todo el país? Igual que Catalunya y aquí no pasa esto.
Mientras aquí todo el mundo exige sus “derechos” y nadie quiere “ir a menos”, allí la inmensa mayoría acepta paciente (siempre que se respeten unos mínimos, claro está), que los beneficios del Estado de Bienestar se reduzcan. La gente se queja un poco pero todo el mundo comprende que, dada la coyuntura hay que apretarse el cinturón y si cabe, pagar incluso más impuestos para seguir manteniendo las prestaciones sociales sin sacar demasiado dinero del fondo (soberano). Eso no hay que tocarlo. Los ahorros no se tocan salvo extrema necesidad vital.
Comparen esta mentalidad con la mentalidad española media. ¿Conocen a alguien que teniendo, dinero en el bolsillo (p.e. 300€) consiga salir a pasear por su ciudad y regresar a casa sin haber gastado un solo euro?. ¿Creen que habría alguien, aquí en España, dispuesto a funcionar así teniendo miles de millones de euros en un fondo de propiedad pública y estatal?
Pienso que una iniciativa como la del supermercado noruego sería impensable en España, a no ser que estuviésemos en período de guerra y hubiese bienes intervenidos. Esto no tiene que ver con el calvinismo sino con una mentalidad colectiva especial. 
También pienso que aceptar apretarse el cinturón y pagar más impuestos está muy bien, pero hay que situarlo en su contexto. En Noruega y en los países nórdicos en general hay muchísima más trasnparencia y muchísima menos corrupción que en España. Sus gobernantes guardan mejor el paralelismo entre lo proyectado y lo ejecutado y también hay que tener en cuenta que el PIB per cápita de Noruega triplica al de España. En esas condiciones, apretarse el cinturón allí no significa tener que renunciar a algo básico y aquí sí; además, estoy convencido de que las diferencias zonales en Noruega son mucho menores que en España y eso contribuye a que el reparto del esfuerzo personal y colectivo sea más llevadero.
Debemos tener también en cuenta que cuando Europa estaba haciendo la revolución industrial, la mayor parte de España estaba aún en la época feudal. Luego vinieron 40 años de dictadura franquista, para acabar de arreglarlo.
En fin... parece que las cosas empeorarán, aquí en España y en todas partes, pero los noruegos están más preparados para pasarlo mal. Hasta que se descubrió petróleo en el Mar del Norte, los noruegos estaban acostumbrados a sistemas de vida muy difíciles y eso crea una “cultura social” muy fuerte; son supervivientes y saben trabajar duro; más en el territorio que en la capital. En Oslo, como en muchas capitales, la historia es un poco distinta, hay mucha más gente de otras procedencias que no ha interiorizado los valores noruegos antes apuntados. Todos heredamos la lengua y cultura materna y sólo con esfuerzo y mucha determinación se puede modelar o cambiar si se emigra a otro país. 
Yo, por mi parte, admiro esta forma de comportarse socialmente de los países del Norte de Europa y no dudaría aconsejar al que tenga la oportunidad, que espere a “verlas venir” desde allí. Siempre puede pasar, durante el invierno noruego, unas semanas de vacaciones tomando el sol en España.
©JuanJAS

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