No lo puedo evitar, soy
curioso y me gusta preguntarme el “¿porqué?” de las cosas.
Aunque no lo parezca, si
se hurga un poquito en las informaciones, más allá de los grandes titulares que
es lo que leen la gran mayoría de las personas,
siempre se descubre algo.
Hace mucho tiempo que soy
consciente que en el mundo de los negocios, prácticamente nada sucede por
casualidad. Por ello, ante el repentino superéxito de Pokémon Go —algo que no
sucedió en su día con “Ingress”, un juego de realidad aumentada tal vez mucho
mejor que Pokémon Go o tal vez por ello (a las grandes masas les gustan las
cosas más simples)— me propuse indagar quien estaba detrás del exitoso
proyecto. ¿A quien beneficia de entrada ese éxito? A quien beneficiará en el
futuro y cuando durará el fulgor entra dentro del terreno de la especulación y
no tengo la bola de cristal adecuada para jugar a ese juego.
El gran titular fue “Nintendo se dispara un 41% en Bolsa tras el lanzamiento de Pokémon Go”. ¡Todos a correr!
Unos a consumir
intentando descargarse el hipernovedoso juego para ser los primeros; sus amigos
y conocidos también se los descargaron rápidamente para no ser menos y seguir
perteneciendo al grupo de los “cool’s”.
Otros, la minoría,
llamaron a su banquero-asesor para que les dijera como podían subirse al carro
del negocio y los beneficios rápidos antes de que fuera demasiado tarde. ¿Dónde
comprar acciones de Nintendo, The Pokémon Company, Niantic, etc? La oportunidad
la pintan calva y hay que ser rápido.
Gran subida en bolsa de
Nintendo y grandes beneficios para los especuladores que tuvieron suerte,
fueron rápidos, tenían información privilegiada, etc. Mucho menos, pero
bastante también para los rezagados.
A los pocos días fuerte
bajón. ¿Porqué? Los primeros, los que tenían la información más completa,
vendieron sus acciones a los que querían entrar más tarde y a toda prisa.
Entraban como si fueran caballos azotados en cuanto se abren las puertas del carrusel
en el hipódromo. Hay que conseguir situarse antes de que estén todos en pista. El
problema es que todas las carreras tienen una meta, pero este suceso tiene unas
grandes dificultades añadidas: La gran mayoría no sabe donde está la meta ni
cuando se alcanzará con lo que se comportan como superespeculadores.
Volvamos al juego, a la
empresa que lo ha diseñado y a quién aprovecha los beneficios del éxito de la
operación Pokémon Go. Todo el mundo habla del tándem Pokémon Go -Nintendo. La realidad
es que la lista de los que comen de la tarta —como sucede con los futbolistas
de élite— es más grande e incluso sorprendente.
Cualquiera puede buscar
un poco por la red y encontrar los datos que he resumido en el cuadro Excel
adjunto.
Pulsar sobre el gráfico para ampliar |
Es una foto de las
primeras dos semanas desde su lanzamiento y ya sabemos que el diseñador del juego
Pokémon Go no es Nintendo sino una startup llamada “Niantic”. Nintendo tiene sólo una
participación del 32% en “The
Pokémon Company” —desde 1998 ofrece contenidos de calidad para el entorno
Pokémon y crea entornos donde el mayor número de personas posibles puedan
disfrutar de productos Pokémon— y por
tanto se lleva sólo el 32% del 30% de los beneficios del juego que corresponden
a The Pokémon Company. Alphabet (antigua
Google) también participa con un 6% en Niantic pero aumenta sus ingresos
distribuyendo el juego en sus plataformas Android y por tanto
se lleva en total el 23% de los ingresos del juego.
Apple distribuye el juego
en su plataforma IOS y se lleva el 18%. También las grandes firmas, por el
momento McDonald’s, ha llegado a un acuerdo con Nintendo mediante el cual 3.000
establecimientos de la cadena en Japón se convertirán en gimnasios Pokémon y
PokeStops. Esto catalizará un aumento de las visitas y aumentará el negocio
tanto de Pokémon Go como de McDonald’s. De echo los establecimientos de la
cadena que figuran como gimnasios en la aplicación ya han duplicado sus ventas
desde el lanzamiento del videojuego.
Los jugadores aportan por el momento sólo el 9% de los ingresos, pero en el futuro esta cifra aumentará si funciona al menos igual de bien que otros juegos que han sabido sacar provecho a las aplicaciones de descarga gratuita. Por ejemplo, Candy Crush Saga generó unos ingresos de 1.000 millones de dólares entre los años 2013 y 2014 a través de las compras de vidas adicionales para continuar jugando sin necesidad de esperar a que se repusieran automáticamente. Tal fuente de ingresos supuso un chorro de 0,20 dólares diarios por usuario activo, cifra inferior a los 0,25 dólares diarios que abona, de media, cada jugador de Pokémon Go ya en las primeras dos semanas. Estas compras de contenido exclusivo se han materializado en unos ingresos de 35 millones de dólares en las dos semanas posteriores a su lanzamiento, aunque podría elevarse en los próximos meses con el lanzamiento del accesorio Pokémon Go Plus. Se trata de una pulsera que revelará al jugador la posición de los Pokémon sin necesidad de utilizar el móvil y cuyos derechos pertenecen, en su totalidad, a Nintendo. Su salida, que estaba prevista para julio, finalmente se llevará a cabo en septiembre a un precio de 35 euros la unidad; apta para todos los bolsillos, aunque luego no tengan para llenar la nevera de productos alimenticios naturales y tengan que solicitar una beca comedor para que sus niños puedan comer caliente, al menos una vez al día. Resulta que los alimentos naturales: pan, leche, patatas, verduras de temporada, garbanzos, alubias, etc. son relativamente baratos. La única pega es que hay que cocinarlos, a diferencia de los productos preconizados y envasados de "marca" que son mucho más caros y por tanto acaban rápidamente con cualquier presupuesto reducido.
Se
que esta coletilla puede parecer dura pero es que la vida es dura. Desde mi
casa al Mercadona más próximo paso por delante de 4 supermercados. En cada uno
de ellos hay una persona apostada frente a la puerta pidiendo una “ayuda” para
comer. Lo indignante del tema es que a todos les he visto usar un Smartphone. El
que haya pagado la compra del aparato y el que pague la cuota mensual de voz y
datos, mejor haría en pagarle las necesidades básicas y entre ellas no está la
compra ni el mantenimiento del Smartphone. Alguien dirá que hay mucha necesidad,
pero cada uno debería hablar de lo que ve y yo he visto recientemente esto que les cuento:
- Hace pocos días que me comentaba un “autónomo” que había montado un bar para auto emplearse: “hace dos semanas que estoy buscando un camarero para cubrir una plaza que me ha quedado libre precisamente ahora que es cuando más suele facturar el bar; se han presentado dos aspirantes, una chica que no reunía la capacidad suficiente para hacer el trabajo y un chico que estuvo trabajando dos días y al tercero no se presentó. Un tercer aspirante me dijo que no podría aceptar el empleo hasta septiembre porqué en agosto tenía que irse de vacaciones”.
- Otro pequeño empresario del ramo de la construcción me contó que no puede cubrir varios puestos de trabajo porqué no encuentra personal dispuesto a trabajar de peón de albañil…
Son sólo dos casos
concretos y conocidos de primera mano que muestran la dificultad para encontrar
trabajadores —con poca cualificación— que tengan verdaderas ganas de trabajar.
Parece que abundan los que prefieren cobrar el paro e irse de vacaciones, se
han acostumbrado a cobrar la paga de inserción sin doblar el lomo y se
conforman con eso y alguna chapuza esporádica que encuentran o simplemente no tienen ningún problema para vivir a expensas de sus familiares a los que pueden exprimir y pocas veces ayudar, porqué o están cansados o jugando a hacer ver que hacen algo. Incluso encuentran la forma de irse de vacaciones en verano.
¿Como lo consiguen? No tengo ni idea, pero conozco a más de una persona de cada uno de los estereotipos descritos.
Se que no todos los parados son así, pero la dificultad de encontrar personas mínimamente aptas para un empleo con poca calificación y con ganas de trabajar es un problema que cualquier oferente de empleo —autónomo,
micro o mini empresario— les podrá corroborar. A todos nos
gustaría haber tenido siempre un trabajo "de lo nuestro" en el que hubiéramos podido ganar
mucho dinero mientras disfrutábamos y nos autorrealizábamos en el mismo. La verdad es que pocos lo conseguimos y no por ello nos frustramos. Cuando uno necesita trabajar para ganarse el sustento, lo primero es conseguir una ocupación que permita obtener unos ingresos mínimos para asegurar la supervivencia. Cuando eso
ya se ha conseguido y uno es muy “empleable”, entonces podrá aspirar a la autorrealización; nunca antes.
En fin, siempre podrán
mirar atentamente su Smartphone y recorrer las calles, si no para buscar
empleo, si para jugar al Pokémon Go. Así
podrán mantenerse en forma su cuerpo serrano para cuando les salga un “curro
adecuado y bien remunerado”. ¡Cuidado de no recalar demasiadas veces en algún "gimnasio McDonald's"!, podrían perder lo ganado persiguiendo pokémons.
©JuanJAS