
Un tema que este año no falta en ninguna sobremesa, es “la crisis”. A estas alturas y después de cuatro años, ya todo el mundo se ha enterado de que nuestra sociedad está en crisis y ha padecido algún efecto nocivo de la misma. Es cierto que unos más que otros y cuando se intenta diagnosticar las causas de la misma, se destapan cantidad de opciones. Cada uno ve el tema según como le afecta la situación. Es difícil oír un análisis pragmático. La mayoría se dejan influenciar según el modo en como les afecta personalmente la situación. Normalmente encuentran culpables a los demás y se compadecen de que, precisamente a ellos, les ha tocado sufrir la peor crisis y la peor época nunca antes vivida.




A nuestros bisabuelos les dejaron una guerra en Cuba y una guerra en África.
A nuestros abuelos, les dejaron una guerra mundial y el crac de 1929.
A nuestros padres les dejaron una guerra civil, una guerra mundial y una dictadura fascista para toda su niñez, juventud y madurez. Falta de trabajo y de alimentos. Gente pasando hambre y emigraciones masivas a otras regiones de España porque en la tierra que les vio nacer no podían encontrar trabajo para poder sobrevivir. Y aún más lejos tuvieron que ir, a Francia y a Alemania para intentar dar de comer a sus familias.

Los que tenían mucha suerte y podían dedicarse a estudiar, si querían aprender inglés, tenían que ir a Inglaterra a lavar platos o culitos de niño inglés haciendo de criado para una familia inglesa, ya que todavía no existían los programas Erasmus.
Los jóvenes actuales no han vivido todos estos temas en propia piel, pero podrían buscar los datos que están todos publicados, pero es más fácil quejarse. Por su parte, los mayores parece que han olvidado la historia.

Nuestra actual generación de jóvenes es la que, sin ninguna duda, ha dispuesto de los mejores medios y las mejores herramientas para adquirir conocimientos y formarse para salir al mundo a ganarse la vida. Por desgracia, muchos de ellos no los han aprovechado como debieran y han adquirido menos conocimientos que las generaciones pasadas; que sólo dispusieron de los tres tomos de la Enciclopedia Álvarez para toda la Enseñanza Básica.
Lo que muchos no han adquirido y es al menos tan importante como los conocimientos, sino más, es la cultura del esfuerzo, del trabajo bien hecho y de la responsabilidad, que nosotros aprendimos en el seno de nuestras familias, consolidamos en la escuela y reafirmamos en sociedad. Unos valores y comportamientos que son fundamentales para poder aprender de la vida libremente, fuera del amparo del nido paterno; donde hay derechos, sí, pero también, no lo olvidemos nunca, muchos deberes y obligaciones.
En esto consiste vivir en libertad. En tener la capacidad de poder obrar según nuestra propia voluntad, viviendo nuestra vida y siendo a la vez responsables de nuestros actos y decisiones.

PD.
Para empezar el nuevo año 2012, os dejo un vídeo, en dos partes, del juez de menores Emilio Calatayud. Unas opiniones a tener en cuenta para que los padres eduquen a sus hijos desde la cuna.http://www.youtube.com/watch?v=ZfoAsNVkjAM
http://www.youtube.com/watch?v=ANvTDeyJ6_c&feature=related
Si os interesa el tema, en www.youtube.com podéis encontrar muchas aportaciones de este “polémico juez”, que os pueden dar ideas sobre cómo educar adecuadamente a nuestros menores y a no confundir las “gamberraditas” que haga un niño con gracias, por el sólo hecho de que sea niño quien las haga.