miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lotería y bolsa

Esperanza con ilusión y esperanza con fundamento

En muchas ocasiones habrán escuchado que invertir en bolsa es una lotería. Una afirmación que obviamente no comparto. Aprovechando el famoso “Sorteo de Navidad” les pondré un par de ejemplos que espero les gusten. Todas las actividades y decisiones que tomemos a lo largo de nuestra vida están sujetas al que podemos denominar “factor suerte”. Una pata de la decisión que se escapa a lo planeado y que puede repercutirnos positiva o negativamente.
En las loterías podemos determinar con exactitud la esperanza matemática o el valor promedio esperado que podemos ganar en base a lo arriesgado. La esperanza matemática de un décimo de lotería de navidad la siguiente:
Esperanza matemática de un décimo de lotería =S umatorio (Probabilidad de acierto de cada premio x importe si acierto en cada premio) - Importe arriesgado 

Si cada décimo de lotería cuesta 20 euros y el sumatorio de las probabilidades de obtener cada premio por su importe son 14 euros (ver tabla inferior) nos queda una esperanza matemática de – 6 euros. Es decir que cuando compramos un décimo de Lotería de Navidad, el valor promedio esperado es perder 6 euros. Podríamos decir que la empresa Loterías devuelve el 70% de lo apostado es decir 14 euros por cada 20. Otro cálculo curioso es que si la empresa de juego estatal consigue vender todos los décimos de lotería de navidad le quedaría un margen bruto por este sorteo de 1.080M de euros. El riesgo que asume la empresa es no vender la totalidad de números pero tener que desembolsar los premios más abultados.



Cuadro con premios de lotería y esperanza matemática

De esto se deduce que las razones para comprar boletos de Lotería de Navidad son ilógicas y múltiples pero si es cierto, y es ahí donde se centran los anuncios de la ONCE y Loterías, que los sueños y la ilusión también tienen un valor aunque no sea monetario. La ilusión o el sueño está claro es que te toque uno de los premios gordos debido a su gran importe. Un importe que hace que la probabilidad de que tu número salga premiado, pese a que se reparten el 70% de los premios, quede en un escaso 15,30%.
En los mercados financieros ese “factor suerte” también existe y aunque a corto plazo pueda tener un peso importante, su importancia a largo plazo disminuye con el paso del tiempo. Pongamos un ejemplo. Tomas el camino a casa más rápido pero te topas con un accidente y tardas en llegar 2 horas. Sin embargo escoges el camino más lento y tardas una hora en llegar. Esto puede ocurrir un día pero a lo largo del año pero lo normal es que te ahorres tiempo si seleccionas el camino más rápido.
El “juego” de la inversión es trabajar con estrategias que nos incorporen una esperanza matemática positiva y que reduzcan el “factor suerte” a largo plazo. Les voy a poner un ejemplo con números, uno de los filtros que nos ayuda a tomar decisiones de inversión es el momentum. El momentum es un indicador que recoge el precio de un periodo respecto a hace X tiempo. Es decir, y como ejemplo que vamos a utilizar, si el precio a cierre de diciembre es mayor que el precio a cierre de noviembre entonces el momentum es alcista. Sin embargo si el precio a cierre de diciembre es inferior al precio de cierre del mes de noviembre, entonces el momentum es bajista.
La estrategia que les proponemos es comprar si el cierre del último mes es mayor que cierre del mes anterior y vendemos quedándonos fuera de mercado si el índice presenta momentum bajista es decir, si el cierre del último mes es inferior al del mes pasado. Y la estrategia se la aplicamos al índice bursátil americano S&P 500.
Esperanza matemática = (% de meses alcistas x ganancia media en meses alcistas) – (% de meses bajistas x pérdida media en meses bajistas)
Desde 1.900 hemos tenido 1.333 meses de estos meses 784 han sido alcistas, el 58,8%, con una ganancia promedio del 3,01%. Los 549 meses restantes, el 41,2%, han sido bajistas con una pérdida promedio del 3,09%. Si sustituimos estas cifras en la fórmula superior podríamos decir que la esperanza matemática mensual para el S&P 500 sería del 0,5% o esperamos ganar medio punto porcentual si compramos el índice o lo mantenemos acorde con la historia y sin contar dividendos.
Sin embargo. Si utilizamos la estrategia de momentum planteada y solo compramos si el cierre del mes ha sido superior al mes anterior nos encontramos con las siguientes cifras. Desde 1.900 el requisito de momentum que activa señal de compra se cumple en 780 meses de las cuales 515 terminan por ser alcistas, un 66%, con una ganancia promedio del 3,11%. El resto de meses, 265 o el 34% del total, presentan una pérdida media del 2,71%. Esta combinación nos dejaría una esperanza matemática del 1,13% que supera en más de dos veces a la obtenida comprando y manteniendo el índice. En el gráfico inferior pueden observar la evolución de la estrategia y del índice S&P 500 durante los últimos 20 años.

Evolución del índice bursátil S&P 500 y la estrategia de momentum
Fuente: Irrational exhuberance Shiller y elaboración propia
Utilizar este tipo de herramientas o estrategias son clave para mejorar la esperanza matemática a la hora de tomar decisiones de inversión. No hay que confiar ciegamente en ninguna estrategia de inversión que nos aconsejen, hay que testearla en diferentes mercados, en diferentes plazos y en diferentes marcos temporales antes de validarlas y tener una esperanza fundada. Esta es la diferencia entre la esperanza de la ilusión que nos suministra la lotería y la esperanza con fundamento de la inversión en mercados mobiliarios.
Está claro pues que la esperanza matemática de gastar dinero en lotería es negativa….pero la esperanza basada en la ilusión es alta. ¿Quién no ha hecho cálculos con que comprarse con el gordo de Navidad?
Aunque también podríamos ilusionarnos con los beneficios de comprar unas pocas acciones en bolsa cada mes que suba la cotización del mes anterior. Lo de la ilusión y lo de la esperanza es gratis y no hace falta estudiar cual es el momento oportuno para comprar el décimo afortunado en el sitio exacto.
Si aún con todo lo razonado y documentado habéis comprado lotería de navidad y lo pensáis seguir haciendo año tras año en busca del anhelado GORDO, os paso unas recomendaciones a tener en cuenta por si, alguna vez, la suerte os favorece.
En algún momento todos hemos soñado con vivir este momento pero ¿y si se hiciera realidad?.
Después de la alegría inicial, hay que darse cuenta de que disponer de un excedente de dinero también es una enorme responsabilidad. Mal gestionado -mal gastado, mal ahorrado- generará una enorme insatisfacción; bien gestionado -bien gastado, bien ahorrado- puede ayudar, a medio y largo plazo, a aumentar las posibilidades de nuestra economía: emprender un nuevo negocio, educar a nuestros hijos, asegurarnos una cómoda jubilación... EFPA España ha elaborado un documento con seis cuestiones que es imprescindible plantearse a la hora de gestionar el importe que nos puede tocar con el Gordo de Navidad o algún otro de los grandes premios.
Aquí va el documento comentado y ampliado con algún ejemplo:
1. ¿Tengo que pagar impuestos?
Los premios de la Lotería Nacional están exentos del IRPF pero una vez invertido tendremos que pagar los impuestos correspondientes a los rendimientos que genere. Eso sí, algunos productos financieros, como los fondos, ayudan a diferir el pago de estos impuestos. Por otra parte, si en lugar de invertirlo, para que este dinero nos produzca rentas futuras, nos lo gastamos, pagaremos otro tipo de impuestos como el IVA o las Transmisiones Patrimoniales. De pagar impuestos, no nos libramos.
2. ¿Me conviene amortizar mi hipoteca?
Cada caso es distinto porque cada familia parte de una situación financiera distinta. En general, el mundo entero está intentando reducir su deuda, pero si nuestra financiación es adecuada (coste, plazos, saldo pendiente de amortizar...), no hay porqué ir corriendo a levantar el préstamo. A lo mejor podemos encontrar inversiones seguras que rindan más que el coste de la hipoteca. En ese caso mejor no cancelar, sobre todo teniendo en cuenta que las amortizaciones de los préstamos hipotecarios en los próximos años pueden beneficiarse de la deducción por inversión en vivienda habitual. Si este no es su caso, mejor quitarse la deuda lo antes posible.
3. ¿Me afectará al Impuesto de Patrimonio?
Sí, el Impuesto de Patrimonio nos afectará. Tanto si lo invertimos como si lo mantenemos en efectivo, pasará a formar parte de nuestro patrimonio y, por lo tanto, desde este año 2011 estará sujeto al impuesto si supera, junto al resto de nuestro patrimonio, los límites exentos. Es decir, el de 700.000 euros de mínimo exento general y el de 300.000 euros de vivienda habitual, sin perjuicio de la regulación que haya establecido cada comunidad autónoma respecto a estos límites y otras bonificaciones. Por ejemplo, en Madrid y Valencia se ha aprobado la bonificación del 100% del Impuesto.
4. ¿Dónde invierto el dinero?
Lo primero es no precipitarse. Cuanto mayor sea el importe de su premio mayor será el número de Bancos y Cajas que le persigan para que deposite el boleto en su entidad. No piense que su dinero está a salvo en un depósito a plazo, ni en cualquiera de las “estructuras”, pagarés, preferentes, etc, que le ofrecerá su “banquero de confianza”. Aunque el producto se llame de “renta fija” esto no significa que su capital siempre vaya a valer lo mismo cuando lo necesite y desea reintegrarlo. Esto contando con que su caja no esté intervenida y le digan que no lo puede sacar. Que no es común, pero ha pasado, pasa y pasará. También hay que ser consciente de los riesgos que se afronta en las inversiones: cuanto mayor sea el riesgo, más dinero podrá ganar, pero también perder. Por otra parte, hay que tener en cuenta la fiscalidad de cada producto financiero y conocer bien en qué estamos invirtiendo nuestro dinero. Asesórese adecuadamente con un profesional "eficiente e independiente".
5. Vigile y cuide bien su dinero.
Todos los puntos anteriores no tienen ningún sentido si no cuidamos y gestionamos bien nuestras inversiones. Como las inversiones no son algo estático, es importante contar con un sistema de seguimiento y evaluación que permita tomar decisiones adecuadas teniendo en cuenta todos los factores, las variaciones de mercado y los cambios en nuestras circunstancias personales. No sirve de nada “poner el dinero en el banco” y decirle “crece y multiplícate” esto sólo dicen que sólo una persona fue capaz de hacer algo similar, con panes y peces. Esto fue hace miles de años y ya no queda nadie vivo que lo viera y pueda dar testimonio de su veracidad.
6. El concepto inversión va asociado al largo plazo.
Un asesor financiero "eficiente e independiente" le puede ayudar a adecuar las inversiones que mejor se adapten a sus necesidades teniendo en cuenta el horizonte temporal. Invertir a corto plazo es igual a especular. Un asesor financiero cualificado que nos acompañe en la planificación de nuestras finanzas personales puede resultar muy útil para mantener el patrimonio en buenas condiciones. Sólo un dato: según las estadísticas, tres cuartas partes de los ganadores de la lotería al cabo de cinco años tienen mucho menos dinero del que les tocó.
©JAS2011

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