Este año 2006, a empezado fatal. La primavera y los idus de marzo se han adelantado sin dar tiempo a que las lluvias regaran los campos ni a que las familias se recuperaran de los gastos navideños. Quien, después de mucho trabajar ha logrado reunir unos ahorrillos, está viendo desesperado como desaparecen ante sus ojos, cada día un poquito o un mucho… Es un tema que está empezando a provocar más insomnio del habitual a muchos padres y abuelos, apoyo de muchas familias que malviven en la cuerda floja.
Parece que a principios del año en curso el Royal Bank of Scotland recomendó vender todo el papel que se tuviese y quedarse tan sólo con bonos de compañías ultrasolventes y deuda pública de países megasólidos. La OCDE ha dicho que la realidad es peor que la de 2008 aunque sólo sea porque la situación de la “deuda” de países, empresas y particulares es peor que hace 8 años.
Santa Claus nos las prometió felices, pero sólo durante las fiestas navideñas. Cuando despertamos nos llovieron batacazos por todos lados. Hemos entrado de lleno ante una nueva manifestación de la crisis cuya primera escena vimos en 2007. Una crisis sistémica NO resuelta porque, nueve años después, las dudas y los problemas son muy superiores a las certezas y a los logros conseguidos: no se ha resuelto el tema de la deuda impagable, ni el de la calidad de los activos de la banca, ni el de un desempleo estructural en ascenso meteórico, ni el de una pobreza y exclusión social al alza, ni el de unos déficits imperturbables, ni el de unas expectativas menguantes. La economía mundial no acaba de arrancar tal vez porqué sus principales motores están muy averiados…
Los vendedores de humo y los maestros en echarle la culpa a los otros nos dicen que la culpa es de las Bolsas, otros que la culpa la tienen los BRICS y las compañías USA que no tiran del carro como antes, otros piensan que la culpa la tienen los vagos y malgastadores PIIGS. Otros nos lían con los precios de las commodities, la depreciación del euro, la caída del precio del crudo, la no-guerra de divisas, … Un continuo sube y baja, un si-pero-no-parece que sí-no, aún no…
La última crisis sistémica comenzó en 1929 y finalizó en 1947. Ahora no habrá una III GM de tipo militar porque a nadie le interesa porqué quedaría un planeta inhabitable y los super ricos todavía no están preparados para irse a vivir al espacio. Sin embargo la “guerra” puede producirse de otra manera: oleadas de imposiciones de “medidas” por parte de organismos e instituciones internacionales con el visto bueno de las grandes corporaciones que son las que mueven la economía planetaria.
El patio está muy revuelto y necesitamos como agua de mayo que los políticos se decidan de una vez a hablarnos en serio como adultos y que nos apunten posibles soluciones para resolver el problema. En lugar de seguir perdiendo el tiempo repartiéndose naipes y sillas.
©JuanJAS
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