miércoles, 23 de marzo de 2016

Si Catalunya quiebra, España tiene un problema

En la última semana muchos periódicos de la prensa salmón han publicado titulares del tipo “Catalunya está quebrada”. Las sociedades de rating estudian volver a bajar la calificación de Catalunya hasta el bono basura. 
¡Vaya tontería!. Catalunya no puede recaudar sus impuestos y por tanto disponer del dinero que pagan sus contribuyentes para hacer frente a sus gastos y deudas. Lo tiene que entregar al Estado español y por tanto está a sus expensas. El Estado español que es quien recauda y reparte lo que estima oportuno, cuando lo estima oportuno y además le presta a las CCAA el dinero que han pagado sus contribuyentes con intereses. 
Junqueras pide auxilio urgente a Madrid para evitar la quiebra

Piensen si este fuera el caso de su economía doméstica: ¿Le prestaría algún dinero a quien no tiene posibilidad de devolvérselo, aunque fuera por causa ajena a su voluntad?. ¡No ¡ ¿Verdad? Eso mismo es lo que hacen las agencias de calificación. Algo tan simple, pero que nunca explican en los medios de comunicación, que se limitan a difundir la “voz de su amo”.
Algunos de esos medios, preferentemente los digitales y muchos de sus comentaristas parece que se regodean ante la difícil situación económica que atraviesa Catalunya, y más aún ante la posibilidad de una posible “quiebra de Catalunya”. Parece que no comprenden que Cataluña no puede entrar actualmente en quiebra, sencillamente porque no es un estado. Es el Reino de España el que podría tener un problema grande si determinadas autonomías, con un peso específico en la economía conjunta de España como es Catalunya, no pueden pagar sus gastos del día a día, o el salario a sus funcionarios. 
Una vez aclarado este “mediático tema”, pensemos porqué existe una ssituación generalizada de deuda en la mayoría de las regiones. Estos dos hechos seguro que influyen: 
1) El nefasto diseño de las mismas, de su perfil y de su filosofía administrativa lo que se tradujo en la perversión del modelo LOFCA, y 
2) La centrifugación de deuda del Estado hacia las regiones traspasando competencias insostenibles para estas regiones sin traspasar la recaudación fiscal necesaria para soportarlas.
Madrid tiene un bajo nivel de deuda porque no es una región normal sino una especie de ‘Distrito Federal’ que por tener a residente todo el Gobierno del Estado, no tiene el mismo funcionamiento que el resto de las CCAA. Además, su ayuntamiento tiene una deuda descomunal.
Es imposible y erróneo analizar la deuda de las regiones sin analizar los saldos interregionales: si Catalunya tuviese un modelo fiscal como Euskadi su deuda podría ser cero. 
Que se entienda lo anterior no quita que todas las CCAA deban preguntarse ¿Gastamos bien nuestro presupuesto?. Es imprescindible hacer un detallado análisis del gasto en cada CA y seguir preguntándose ¿qué debe hacerse para gastar menos?.
Una de las primeras acciones es terminar con el café para todos. Ni a todos nos gusta lo mismo, ni todos tenemos las mismas aspiraciones ni necesidades. Es imprescindible modificar el mapa regional de España y revisar a fondo el cuadro de competencias transferidas. Los déficits fiscales interregionales deben desaparecer porque están restando recursos a “zonas con posibilidades” y porque son sinónimo de que las zonas con actual superávit están siendo subsidiadas.
Está claro que nuestros gobernantes pasados no han puesto en marcha estas medidas de cajón. Me temo que tampoco lo querrán hacer los que pretender serlo en el futuro. La única esperanza es que venga alguien de fuera y ponga, u obligue a poner, orden en todo este desbarajuste.
©JuanJAS

Recomiendo leer este artículo:

No hay comentarios: