viernes, 17 de febrero de 2017

UBER: ¿un dilema moral?

Todo el mundo habla de UBER. Los “modernos-conectados” usan UBER porque piensan que los viajes cotidianos con UBER son siempre más “inteligentes” que tomar un taxi.
¿Cuales son las ventajas de registrarse en UBER como viajero o como conductor?

Para el viajero
Dice UBER que usar sus servicios es la manera más fácil a de ir a donde sea: Basta con tocar un botón en tu móvil y un auto llega directo a ti. Te subes y tu conductor sabe exactamente a dónde ir. Y cuando llegues a tu destino, solo bájate del auto. El pago es totalmente sencillo.
No hace falta reservar el taxi para viajes diarios al trabajo, un vuelo temprano en la mañana, para ir de copas hasta tarde, siempre hay alguien dispuesto a llevarte.
Hay viajes económicos y opciones de lujo: Los autos económicos a precios de diario siempre están disponibles y para ocasiones especiales o cuando necesitas espacio adicional, puedes pedir un auto negro o un SUV.
La ventaja fundamental es que se suele obtener el trayecto a un precio bastante menor que tomando un taxi y sin tener que esperar que pase uno en la calle.

Para el conductor
El conductor fija su propio horario. Puede conducir con UBER cuando quiera, de día o de noche, los 365 días del año, sin que nunca interfiera con las cosas importantes en su vida.
La “app” guía el camino. al conductor que recibe indicaciones calle por calle, tiene acceso a herramientas para ayudarle a ganar más y está siempre disponible:  24 horas del día, los 7 días de la semana. Hasta te ayudan a conseguir un Smartphone si no tienen ya uno.

Parece un trabajo ideal mientras se está desempleado o los que trabajan sólo cuando necesitan dinero para algo. 
Las tarifas de los viajes comienzan con un monto base, que luego aumenta según el tiempo y la distancia. Cuando la demanda es superior a lo normal, los socios ganan más.
¿Saben, realmente cuanto gana al mes un conductor de UBER?
Por supuesto depende de las horas que trabaje y de la demanda/competencia en su zona de trabajo, pero supongamos que factura unos 3000 euros al mes. Una buena cifra ¿verdad?
Claro que esta cifra es bruta. Ahora veamos que le queda al currante:
Un 25% de la facturación es para UBER: 750,00 euros. El "socio" (conductor), gastará unos 700 euros de gasolina, 60 euros de seguro, 250 euros depreciación del vehículo, 100 euros por manutención del vehículo (mantenimiento del vehículo, lavados del coche), 20 euros de caramelos, agua, etc… que ofrece al cliente de cortesía, 35 euros de gasto por tener una línea de teléfono con 4G, etc.
En estas cuentas no estamos teniendo en cuenta los gastos financieros que supondría tener que comprar un coche para realizar este trabajo, y estamos dando por sentando que se dispone de un vehículo que ya se pagó, de un Smartphone que se comparte para este uso, etc..
Resumiendo, a una persona que trabaje 8 horas por día , durante 6 días a la semana y logre facturar 3000€ le quedarán limpios unos 1.000 €. Y eso sin cotizar a la seguridad social y sin ningún tipo de derecho laboral, vacaciones, seguro médico, etc.
Conociendo toda la película, ¿Cuál es su conclusión? 
¿Dónde está el chollo para el conductor? ¿Cuáles son los riesgos para el pasajero?
Si los "socios"-conductores de UBER son personas que se han quedado sin trabajo y disponen de un vehículo (que están pagando), pueden trabajar para UBER y ganar algo de dinero que les ayude a pagar sus cuentas-deudas, mientras UBER se aprovecha de la desesperación de esas personas con falta de ingresos para dar un servicio más barato. 
De esta "necesidad" también se aprovechan indirectamente los clientes de UBER que ahorrarán más en transporte que si tomaran un taxi. Estos clientes no suelen tener en cuenta la competencia desleal con los taxistas o que se benefician de unos trabajadores en precario. Pasa algo similar cuando se compran productos sin garantías de calidad/sin pagar los impuestos correspondientes en tiendas de chinos, como se las conoce coloquialmente, o a los top mantas o se compran productos textiles “fabricados en condiciones especiales” en países lejanos, por decirlo de una forma suave. 
Si los conductores UBER tuvieran que cotizar a la SS (pagar autónomos), recibir pagos por vacaciones, pagas extras, etc., UBER ya no sería tan competitiva ni tan rentable como empresa.
Puede que UBER haga una buena función social al popularizar los desplazamientos con conductor y coche no propio, pero ¿a costa de qué? Todo tiene su cara y su cruz y es muy difícil encontrar el punto justo.
Lo cierto es que cada vez se usa más este sistema de contratación de transporte en los países en los que funciona con regularidad y el número de vehículos adheridos al servicio crece cada día. 
Cada uno tendrá que decidir personalmente lo que prima: el beneficio económico/ahorro o el equilibrio entre beneficio y justicia laboral/ mismas normas para todos.
Que nadie se tape los ojos ni se llame a engaño. Duros a cuatro pesetas no existen.
©JuanJAS


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