domingo, 9 de septiembre de 2018

Soñar es bonito, pero hay que mantener la cordura

En este complicado otoño en el que nos adentramos, más allá del “procés”, conviene interrogarse sobre la fortaleza y las perspectivas de nuestra economía. ¿Resistirá sin problemas las tensiones? ¿Comenzaremos a sentir sus negativos impactos?

Conocemos estos datos relevantes:
- Salimos de la crisis con fuerza, creando empleo a tasas elevadas, pero a medida que el ciclo madura es más difícil mantener esos buenos ritmos de crecimiento.
- El turismo, nuestra principal industria, y la única en algunas regiones, se desvía hacia Túnez, Egipto y Turquía. Sobe todo el de “sol y playa” que obtiene buenísimas ofertas en esos paises.
La Fed está ya subiendo los tipos de interés, perjudicando a las economías que continúan sobreendeudándose en dólares. EL BCE anunció que cesará de comprar nueva deuda pública (española) a finales de año,con lo que se encarecerá la financiación. Recordemos que España continúa con desequilibrios excesivos, que Catalunya comparte: demasiada deuda privada y pública, y peligrosos niveles de endeudamiento exterior. 
- El petróleo y otras materias primas ha subido detrayendo renta para el gasto. 
- Las guerras comerciales de Trump con la UE y China, los problemas que generan los aumentos de tipos de interés de EE.UU sobre los países endeudados como España 
- El peligro de la burbuja de deuda en China o los niveles de la bolsa americana.
El panorama económico se obscurece. Los riesgos continúan y, a medida que se modifica el marco exterior, el margen de maniobra se estrecha. En Catalunya, por mucho que nos repitan que “nada pasó el pasado otoño”, vamos a conjurar lo que pueda deparar el futuro. En esta compleja situación, sólo falta que desde Catalunya empeoremos las cosas (cortes de vías de comunicación, paros generales, etc), para los catalanes y también para el resto de españoles.
Joan Tardà de ERC, afirmó ayer que “si hay algún independentista ingenuo o estúpido que cree que puede imponer la independencia sin tener en cuenta al 50% de los catalanes que no lo son, es evidente que está absolutamente equivocado”. Bienvenido al club. Ha tardado demasiado en decir públicamente lo que muchos pensaban desde que se realizó la “Consulta sobre el futuro político de Catalunya el 2014” (la de la doble pregunta). 
No tardaremos en oir voces que lo tiren a los pies de los caballos. Lógico, por otra parte, porque todos recordamos que ERC lideró la crítica cuando Puigdemont dudaba si convocar elecciones anticipadas después del Referendum de independencia de Catalunya del 1 de octubre de 2017. De todas formas, rectificar para evitar males mayores es de sabios ya que no es sensato jugar a gobernar poniendo en peligro la vida, la salud y el dinero de los demás
La incertidumbre tiene costes reales para todos: retrasa las decisiones de inversión y hace que los inversores se muevan a lugares más favorables y seguros allen de nuestras fronteras: las más próximas y las más lejanas.
Las pocas acciones políticas que siguen desplegando tanto el Gobierno español como el Govern, son un factor de preocupación, en lugar de serlo de estabilidad. En Catalunya no se sabe que están haciendo los parlamentarios, aparte de cobrar el sueldo. En España, una fuerza parlamentaria muy insuficiente, 84 escaños, ha sustituido la acción para sanar y reformar la aún maltrecha economía española por acciones de cara a la galería. Eso si: el número de ministerios/ministros han aumentado y todos los cargos de confianza están totalmente cubiertos.
La mayoría de iniciativas que este Gobierno está logrando sacar adelante son puramente cosméticas, sin impacto alguno para la vida de los españoles, aunque sirven para “marcar ideología” y para dejar claro a sus votantes que gobiernan los suyos. Otras medidas buscan crear una extensa red clientelar que permita al gobierno contar con sólidos apoyos en su partido. Nunca tantos debieron tantos enchufes a tan pocos diputados.O sí, porque todos los partidos hacen lo mismo: o estás conmigo o contra mi. A los mios los recompenso y a los otros, no los tengo en cuenta. Eso sólo favorece la corrupción, torpedea el diálogo, la negociación y la democracia.
Escasean en los gobernantes iniciativas capaces de enfrentar los problemas clave de la aún maltrecha economía española. Ese tipo de iniciativas que nos podrían ayudar a resolver los problemas que limitan nuestro potencial de crecimiento. Problemas como la demografía desfavorable, que dificulta la sostenibilidad del Estado del bienestar; un nivel elevadísimo de deuda(debemos lo mismo que producimos cada año), una productividad bajísima, que hace difícil a la economía pagar los salarios que todos desearíamos, y un mercado de trabajo que condena a muchas personas a vivir en la precariedady limita la inversión de todos en formación.
Hace tiempo que no se lleva a cabo ninguna medida propuesta ha ido destinada a resolver estos problemas realmente importantes. Solo gestos populistas para hacerse la foto y excitar a sus bases clientelares. España es como un barco herrumbroso que tiene boquetes y vías de agua sin reparar de las tormentas anteriores. El capitán, puede que divisando una enorme tempestad en el horizonte, prefiere invitar a sus marineros a más aguardiente para evitar que protesten, en vez de organizarlos e inspirarlos para, ya no digo construir otro barco mejor y sin los vicios antiguos; bastaría con reparar los boquetes antes de que empiece la siguiente tormenta.
Se acabó la dictadura, empezó la Transición hacia gobiernos democráticos y la gente estaba ilusionada. Nueva Constitución, Europa, nuevos estatutos,…Después vinieron González-Aznar-Zapatero-Rajoy y ahora Sánchez con los antisistema y los nacionalistas vascos y catalanes. Gobiernos autonómicos con estructuras duplicadas en el Gobierno central, desconfianza, incumplimientos, etc. Parece que España entró en modo autodestrucción hace tiempo.
Demasida gente se conforma con leer memes y pierde el tiempo en redes sociales sin molestarse en pensar, dialogar, leer, esscuchar y entender, para enterarse de lo que REALMENTE está pasando. 
Por otra parte, al Gobierno Sánchez le será muy difícil que pueda encarar una crisis con los aliados que tiene, porque a parte de ellos les favorece que España vaya cuanto peor mejor, sole les falta buscar a alguien para echarle la culpa de todo lo malo que ellos no pueden arreglar porque sus adversarios políticos lo dejaron todo muy mal. El día de la marmota se revive una y otra vez y todo cada vez peor.
Están avisados: vienen tormentas. Ojalá puedan resguardarse del chaparrón y no se ahoguen.