viernes, 3 de noviembre de 2017

21D: ¿Elecciones autonómicas o "Referéndum"?

¿Cuantas veces les ha pasado esto en un restaurante?: 
- Camarero: ¿qué desea tomar el señor?
- Cliente: Antes deberá decirme “entre que platos me permitirá escoger”.
- Camarero: Tiene pepito, mengano, fulanito, ...
- Cliente: ¿No tiene algo tiernito?
- Camarero: Le dejo la carta. Cundo sepa lo que quiere, me avisa y le tomo nota...

Una cosa es que nos creen una ilusión de libertad para escoger y otra muy distinta es que  tengamos libertad para escoger lo que queramos
En teoría todos podemos presentarnos para que vuestros vecinos nos escojan como sus representantes políticos, pero la realidad es mucho más compleja. La “carta política” esta formada por unos “platos” determinados entre los que nos dan a escoger y muchas veces los que parecen abanderados de diferentes sensibilidades políticas lo son solo de palabra. De la “capacitación técnica” para ejercer el cargo, mejor no hablar. La profesión de político es de las pocas que no precisan de ninguna capacitación intelectual (ni tampoco moral) para ejercerla legalmente. Nadie os ha explicado nunca el porqué de esta anomalía, pero siempre ha sido así y nadie ha hecho nada por cambiarlo. 
Todos tenemos una idea de cómo deberían comportarse nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros políticos y las empresas que nos proporcionan productos y servicios, que también tienen su responsabilidad social corporativa. También podemos constatar que personalmente no nos comportamos de acuerdo a lo que esperamos de los demás y usamos siempre una doble vara de medir. Solemos preocuparnos mucho de nuestros derechos y de las obligaciones de los demás y poco de nuestras obligaciones y de los derechos de los demás. Que los demás se comporten mal no debería justificar que nosotros hagamos lo mismo dentro de nuestras posibilidades. 
Los que ocupan un “nivel inferior” en la sociedad siguen el ejemplo que les dan los que ocupan un “nivel superior”. Tanto más cuanto peor ejemplo dan: Si los de arriba roban, los de abajo también roban (poco, porque no tienen más oportunidades para hacerlo). Socialmente está justificado aprovecharse del esfuerzo ajeno: Los días “sin IVA” tienen un gran éxito en las grandes superficies. Mientras criminalizamos a las grandes corporaciones por eludir pagar el máximo de impuestos, personalmente nos auto-justificamos por pagar una factura sin IVA, por no declarar los ingresos reales de nuestro pequeño negocio, por contratar un servicio doméstico sin asegurar al empleado, por encontrar cualquier fórmula creativa con la que pagar menos impuestos ...
Nos preguntamos porqué tanta gente sigue votando a partidos que han demostrado practicar una corrupción sistémica, han demostrado una inutilidad en la ejecución de sus políticas públicas o han utilizado las puertas giratorias para colocar a sus políticos en grandes expresas cuyos beneficios se incrementan con las correspondientes publicaciones del BOE.  Pocas veces nos preguntamos si nosotros somos eficientes en nuestros trabajos o en las labores que ejecutamos. Personalmente, ¿buscamos la excelencia, permitimos la mediocridad a nuestro alrededor o la disculpamos en nosotros mismos ?
¿Hemos olvidado aquel eslogan de “El trabajo mal hecho no tiene futuro, el trabajo bien hecho no tiene fronteras”, o es que nunca creímos en él?
Esto sirve para los servidores públicos, para los líderes sociales, para los empresarios y directivos y, no nos olvidemos, también para todos nosotros.
Volviendo al principio: Para poder ser exigente con los demás, debemos empezar por ser exigentes con nosotros mismos. Si nos lo proponemos y empezamos con ser exigentes con nosotros mismos, con el tiempo, tal vez todos juntos logremos mejorar nuestra sociedad. 
Cuanto antes empecemos, antes podremos dejar de quejarnos, de colgar viñetas como esta para criticar lo mal que nos tratan los otros, y ellos o sus simpatizantes, no tendrán motivos para acusarnos de “victimistas”. Dejaremos de quejarnos de nuestra mala suerte, porqué seremos nosotros mismos los que más influiremos en atraer a la buena suerte con nuestros actos.
Por ejemplo, en menos de dos meses nos han convocado a nuevas elecciones para elegir los representantes al Parlament de Catalunya. Los que consideran que Rajoy es verdaderamente el más astuto de todos los Presidentes piensan que, una vez más, ha hecho una jugada maestra. Otros que no lo consideran tan avispado, piensan que es un simple capataz de los líderes de la UE y estos le ha “facilitado” una “salida inteligente a la crisis catalana”: Contrariamente a lo que habían comentado miembros relevantes de su Gobierno y de su partido, Rajoy sorprendió a los suyos y a todos convocando para el jueves 21D, antes de Navidad, unas elecciones que serán interpretadas por todos como “referéndum” legal —tantas veces pedido por la Generalitat y el 80% de los catalanes— aunque no vinculante. Digo que se interpretará como un referéndum porqué una cosa es el envoltorio con el que todos los partidos —más los unionistas que los indepes— envolverán sus campañas y otra el trasfondo que todos los votantes tendrán en cuenta. Seguramente los partidos unionistas pactarán un acuerdo secreto o público, está por ver, para defender por delante de cualquier otra consideración “la unidad de España”. De hecho, Ciudadanos ya ha expresado su petición de que sea ilegalizada cualquier formación política que incluya entre sus puntos programáticos defender la República Catalana. Subliminalmente, todos los partidos harán campaña para defender la "unidad de España" o la "independencia de Catalunya". Ahora si; los del “Si” y también los del “No” harán campaña —lo que queda por ver es si explicarán "racionalmente" las ventajas e inconvenientes para defender sus posturas o seguirán sólo con las emotivo-sentimental-nacionalistas— y se contarán los votos legalmente y de la forma más o menos justa; como se han contado siempre que las elecciones se han convocado bajo el paraguas del Estatut y de la Constitución. Sería bueno que la participación sea la más alta jamás conseguida y eso sería un gran logro que unos atribuirán a Rajoy y otros a... ¿Europa?.
En todo caso, estas elecciones "especiales" serán lo más parecido a un “Referéndum acordado” que se habrán podido celebrar en la situación actual. Esperemos que vengan muchos observadores internacionales, que todos los que lo deseen puedan votar por correo y que no haya manipulación de los votos ni de los resultados.
En estas condiciones, no las óptimas ni las deseables, pero si las mejores posibles en nuestro entorno, se podrá ver si gana el “SI” o el “NO” y por que margen lo hace. Si sale el NO, la UE respirará tranquila, porque lo entenderán como un refrendo a su NO reconocimiento de la República Catalana, que se declaró de una forma cuanto menos atípica el pasado Octubre. Lo que no está claro es que consecuencias tendrá si sale un SI y que medidas tomará el Gobierno “asesorado”. En todo caso la UE deberá pensar en su mejor solución y mantener intervenido el Gobierno de Catalunya y encarcelados a sus dirigentes democráticamente elegidos parece que no lo es. 
El fiscal y el juez, con sus decisiones han vuelto a conseguir que aumente la tensión entre catalanes y no sabemos hasta donde puede llegar. El autoengaño sigue operando tanto a nivel de la mente individual como a nivel colectivo. Los patriotas de uno y otro lado vuelven a disfrutar jugando con su pack: banderita, consigna, manifestación y cacelorada nocturna.
Si Mariano hubiera buscado la fórmula para celebrar un referéndum en Catalunya a partir del 2012, nos habríamos ahorrado seguramente muchos esfuerzos y la mayor parte de los sufrimientos que nos han llevado a la actual fragilidad política y al caos que se vive en Catalunya, pero las cosas son como son y seguimos encharcados en el círculo vicioso que nos agota sin que podamos continuar con nuestras vidas y se sigan resintiendo la creatividad, el espíritu emprendedor de gran parte de los catalanes, los puestos de trabajo, los consumidores, los cotizantes al Estado, a la Seguridad Social y a la Solidaridad contributiva para el resto de España.