jueves, 21 de marzo de 2019

El pensamiento motivado

Sólo aceptamos como válido lo que nos reafirma en lo que ya creemos o pensamos y por ello el “pensamiento motivado” tiene una fuerza descomunal. 
Si un experto nos dice lo contrario de lo que pensamos/creemos, por excelente que sea su currículum, aunque tenga mucho reconocimiento internacional, lo consideraremos un "vendido", un falso o un mentiroso y refutaremos todo lo que diga, sin necesidad de aportar ninguna evidencia que corrobore nuestro proceder. Lo vetaremos como amigo en las redes sociales y si compartimos algo que lleve su firma será para criticarlo/ridiculizarlo. 
Parece que los científicos han demostrado que nuestro cableado neural responde a las emociones más que a los datos. Este problema ha contribuido a facilitar el auge de los populismos, ayudados por el auge de las redes sociales, que favorecen que la propaganda, las fake news y la desinformación se expanda de manera peligrosa. 
Psicólogos y neurocientíficos saben perfectamente que los datos por muy contrastados que sean convencen menos que los mensajes emocionales. 
Llegados a una situación en la que se cuestionan las pruebas irrefutables de la ciencia, nos podemos imaginar que puede pasar en otros campos y situaciones. Por eso hay que escoger muy bien los medios que utilizamos para informarnos, y leerlos con pensamiento crítico. Muchos medios/influencers/personas regularmente nos pintan a determinados grupos o personas identificándolos con el “eje del mal”, como locos,… Nos dicen que que todo lo que dicen o hacen es malo sólo por el hecho de pertenecer a un determinado grupo, que no es el nuestro, etc., Automáticamente me pongo en guardia ante las informaciones que suministra ese periodista, medio o divulgdor. Nadie hace todo mal ni todo bien. Nadie tiene la razón absoluta y nadie debe ser privado de la libertad de expresar su opinión. Lo que si deberíamos hacer siempre es estudiar las pruebas que nos aportan, pensar y razonar, buscar las “fuentes originales” (si no las muestran o nos dicen como encontrarlas, dejo inmediatamente de leer) y contrastar con otras fuentes para tratar de averiguar si nos quieren tomar el pelo, desinformándonos para provocar una reacción determinada que favorezca sus intereses. 
A lo largo de la historia los sabios y los científicos nos han explicado sus descubrimientos que han hecho progresar nuestras sociedades (unas más que otras), pero, como no los tenemos agregados en nuestros grupos de WhatsApp, para muchas personas seguro que no serán de fiar.