miércoles, 14 de noviembre de 2012

14N - Huelga general

Hace tiempo que el gobierno español está tomado por “terceros”, (Bancos Alemanes, los mercados financieros, “troica”, FIM, etc.). El de Catalunya todavía tiene las manos más atadas. 
Los programas de subidas fiscales y recortes de gastos son necesarios para devolver las finanzas públicas al buen camino tras años de gastos excesivos. Aunque varios países han registrado brotes de violencia, hasta ahora no ha ganado fuerza una protesta regional coordinada y efectiva contra la austeridad, y los Gobiernos se han atendido en buena parte a las medidas que les han dictado los prestamistas internacionales. 
España está viviendo su segunda huelga general, en menos de un año, con expectativas de un alto seguimiento. El creciente descontento ciudadano por la persistencia de la recesión, las duras medidas de austeridad para reducir el déficit público, que repercuten principalmente en las clases medias y bajas con una tasa de paro récord, han movilizado, de nuevo, a ciudadanos más afectados. 
El gobierno puede hacer muchas cosas para repartir los reducidos recursos disponibles de forma más justa para la ciudadanía. Cargan los recortes exclusivamente en contra de los ciudadanos, del tejido productivo y de la clase media que poco a poco va desapareciendo.Sin embargo hacen muy poco por reducir la corrupción, por eliminar la gran “sangría dedocratica”, mantiene políticas que favorecen a los defraudadores y establecen medidas que favorece que cada vez haya menos personas dispuestas a pagar sus impuestos, cumplir con sus obligaciones y ser solidarias.
Es lógico y necesario que la ciudadanía proteste con firmeza por este reparto injusto de recursos y realice todas las acciones para obligar al gobierno a rectificar sus actuaciones. 
Dicho esto, ¿Que eficacia tiene hacer una huelga de la forma en que está propuesta por los Sindicatos?
Los que tienen la suerte de conservar su trabajo tienen dificultad para asistir a su lugar de trabajo. Los "piquetes informativos" hoy trabajan para impedir que los que quieren trabajar , porqué quieren o porque necesitan llevar a su casa recursos para pagar los gastos de su familia, puedan hacerlo. Los mismos piquetes hacen cortes de carreteras y de vías públicas  provocando que los ciudadanos tengan dificultades en desplazarse. De esta forma no pueden ir a las escuelas y recibir enseñanza, cultura, servicios médicos, etc. 


¿Quién es el que recibe las consecuencias adversas de la protesta? 
¿Las recibe la Troica?, ¡NO!
¿Las recibe el Gobierno?, ¡NO!
Los únicos que las reciben son los ciudadanos que ya están bien perjudicados. 
Las técnicas de la era industrial para protestar ya no son efectivas. 
En aquellos tiempos ya pasados, se conocía sin ninguna duda que es lo que se pedía y después de una negociación sin resultados satisfactorios, se hacía una huelga parando la producción y el consumo para que los empresarios respetaran los derechos de los trabajadores si querían dejar de sufrir pérdidas económicas. Ellos eran los responsables y ellos recibían principalmente el castigo si no atendían a razones. Ahora la industria española está en mínimos. El "enemigo" no son las pequeñas empresas, los autónomos, los profesionales liberales. Ellos también son trabajadores, que además arriesgan su patrimonio personal para desarrollar su negocio y mantener puestos de trabajo, pagar impuestos y colaborar al crecimiento de la economía. La paralización general no es el instrumento adecuado para que el Gobierno cambie su política equivocada e injusta. Recordemos lo que ha pasado en Grecia (Un montón de huelgas, creo que ya llevan 27 y siguen cada vez peor). 


En todo caso las protestas deberían atacar a los causantes de este desastre, bancos y cajas en connivencia con el poder político y mediático y no provocar deterioro a los que sufren: ciudadanos trabajadores, emprendedores y autónomos. Cuesta aceptar que estamos sufriendo algo mucho más complejo que una crisis normal y que gritando o parando las máquinas no vamos a resolver el problema. 

Mucho peor es hacer “huelga de consumo”. Quien lo haga, por qué es lo que siempre se ha hecho, es un inconsciente. No se ha enterado que el mundo ya no es lo que era. Tan difícil es entender que lo que nos falta es que la gente que pueda consuma. Máxime si consume productos fabricados en España o servicios ofrecidos por españoles en España. 

¿Que tendrá que ver parar un país (que no lo hará por que vivimos en entornos digitales) con lo que está pasando? Para protestar contra gobiernos y bancos, hay que ejercer presión al político y acometer acciones contra los bancos nunca contra los otros trabajadores. 
¿Por qué parar de trabajar? Trabajar más y mejor es lo que más necesitamos. Ahora más que nunca sería necesaria una huelga a la japonesa. No lo entiendo. Seguimos con nuestros malos hábitos que nos hunden cada vez más en el agujero.

Algunos partidos políticos (PSOE, PSC, IU, etc.) que están dentro del parlamento, han estado en el gobierno cuando se gestaba la gran crisis y por tanto con capacidad de influir directamente en los medios políticos autonómicos, españoles y europeos, apoyan la huelga general. ¡Vaya cinismo! Los Sindicatos que convocan acciones de otro tiempo y estos políticos que tenían responsabilidades de gobierno, ¿Dónde estaban cuando realmente se les precisaba?, cuando se estaba gestando este desastre monumental. ¿Dónde estaban? 
Acabo de oír por la radio: "Hoy estaba programado en el parlamento el debate de los presupuestos para el 2013 y parece que la huelga hace que el hemiciclo esté medio vacío". Seguro que estos presupuestos nefastos socialmente y mucho más para Catalunya, se aprobarán sin ningún problema y sin que el gobierno tenga que oír y menos atender, ninguna enmienda por parte de la oposición. Seguro que estos políticos que no han asistido al emiciclo a defender nuestros derechos perderán el tiempo colándose detrás de alguna pancarta para hacerse la foto. ¿Contra quien protestan estos políticos? ¿Contra ellos mismos? ¡Hay que protestar trabajando y haciéndolo más y mejor!. Podrían aprender de la fiesta de Sant Jordi que se celebra en Catalunya: primero se trabaja y cuando se termina la jornada se disfruta una de las fiestas más seguidas y queridas del país.
En el caso de que los sindicatos y sus afiliados estuvieran secos de ideas y hubieran decidido hacer lo mismo de siempre, se habría conseguido más apoyo popular si durante todo el día se trabajara más y mejor y se convocara una gran manifestación enfrente de las sedes del Gobierno, en los Parlamentos de cada país o en Berlín. Así, en persona unos y mediáticamente otros, quien debe enterarse, se enterarían sin ninguna excusa.
Estamos cansados de oír que “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Lo decimos, lo colgamos en Facebook, pero no lo practicamos y una buena idea, si no se lleva a la práctica, no sirve para nada. 

Los representantes de los trabajadores primero y a la cabeza, porqué su trabajo fundamental es la defensa de los intereses de los trabajadores y todos los ciudadanos también, debemos de hacer cosas que no nos perjudiquen a nosotros mismos ni a nuestros conciudadanos y si perjudiquen o amenacen de perjudicar a quienes nos producen los perjuicios y agravios y a quienes permiten que se sigan políticas injustas para la mayoría de la ciudadanía. No hay que soltar elefantes en una tienda de porcelana, hay que emplear otros instrumentos que seleccionen mejor el objetivo e incidan con fuerza en el mismo. 
Hay que gritar menos y pensar más. En lugar de perjudicar a nuestros conciudadanos hay que actuar directamente en y sobre los centros de poder y decisión. Estos centros de poder hace tiempo que dejaron de ser los empresarios y menos las Pimes, autónomos, profesionales liberales, tiendas, bares, etc. 
Evolucionemos en nuestra forma de pensar o llegaremos todos a la pobreza más absoluta.
©JAS2012

2 comentarios:

Juliana Luisa dijo...

En el "fondo" estoy de acuerdo, pero discrepo en algunas cosas. Por ejemplo:
- "Huelga de consumo". Desde el punto de vista medioambiental no se puede consumir al ritmo de estos últimos años. Por otra parte, el consumo, sea interior o no, hace que aumente el PIB, medida del crecimiento económico. Pero ello no guarda ninguna relación con el bienestar de la población; está demostrado qe hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
- No necesitamos trabajar más, pero sí mejor. Necesitamos tener tiempo para estar con la familia y con los amigos y hacer lo que, realmente, nos hace felices.

Se hacemos siempre lo mismo -estar preocupados por el crecimiento económico- no saldremos del actual sistema económico y, como explican los economistas, dentro de unos años volveremos a tener una crisis peor que la actual. Lo que necesitamos es cambiar de paradigma y hacer que lo que preocupe sea el bienestar de la población, no el aumento del PIB.

Perdona que me haya extendido tanto. Un saludo

JuanJAS dijo...

¡Hola Juliana!
Nada que perdonarte y si agradecerte que me des a conocer tus puntos de vista. Con ello enriqueces los míos y seguramente el de los otros lectores que, por diversos motivos, no se esfuerzan en plasmar sus opiniones por escrito.
Estoy de acuerdo contigo que el comprar productos o consumir servicios produce satisfacciones puntuales, pero no es condición sine qua non para ser feliz. Para ello es más importante consumir responsablemente y disfrutar lo que se tiene. Pero en estos momentos, estamos en una situación excepcional. El consumo responsable, ecológico y el valor de la austeridad son deseable siempre, pero no debemos llevarlo tan al límite que nos estrangule, y en estos momentos, empieza a faltar el aire. Me refería en mi entrada a que si el 74% de los españoles que están empleados, dejan de consumir por “miedo a lo que pueda venir”, nos vamos a hundir todos en la miseria aún mucho más. La falta de consumo frena la producción y el crecimiento e impide que se creen puestos de trabajo y ayuda a que se sigan reduciendo los actuales; se deja de ingresar por impuestos indirectos y cada vez se podrá dedicar menos al mantenimiento del, cada vez más precario, estado del bienestar.
Como decía Maslow a mediados del siglo pasado, primero la gente necesita poder comer cada día y vivir bajo techo, después una cierta seguridad de poder mantener la salud para conservar el empleo que le permita lo anterior. Sólo cuando todo lo básico esté cubierto, se podrá pensar en otros temas como la afiliación, el reconocimiento y la autorrealización. En el equilibrio está la virtud y este es muy difícil de alcanzar, por ello, primero lo primero.
¡Seguiremos intercambiando opiniones!