martes, 26 de febrero de 2013

Parole, Parole

Votar a alguien para castigar a otro no soluciona nada. Es preferible reflexionar para saber dónde estamos, porqué hemos llegado a esta situación y que debemos hacer para mejorarla. Vivir engañado solo sirve para ocultar la realidad que día a día empeora la situación.


En Italia, la mayoría han votado “no” a los que apoyaban las políticas europeas. Para castigarlos han caído en las brasas (Berlusconi) con mucho humo (Grillo). ¡Vaya negocio!

En España el gobierno nos sigue mintiendo (siguen viendo brotes verdes, luz al final del túnel,  señales de incipiente recuperación y toda clase de variantes esotéricas para finales del segundo semestre). ¡TURURU! 
Es muy bonito adormecer los sentidos y creer los buenos vaticinios, pero no sirven de nada sino están fundados en datos reales. Es hacerse trampas al solitario. La realidad es que "la esfinge de Pontevedra" como algunos llaman a Rajoy, gusta de dejar que los problemas se arreglen solos o de esperar que sencillamente se diluyan o desaparezcan por aburrimiento.

Dentro de la legalidad, el dinero no crece de la nada, hay que generarlo (o imprimirlo, pero nosotros no tenemos el interruptor de la imprenta). Salvo la mayoría de los padres, nadie trabaja para crear riqueza y regalársela a los demás. Para muchos suena muy bien lo de no pagar los préstamos que engañados o irresponsablemente tomaron en su día. Los que lo así piensen o actúen, deberían pensar también en no pedir ayuda u otro préstamo en mucho tiempo, porqué habrán generado una gran falta de credibilidad en su capacidad para devolverlo y para respetar los acuerdos legales. Nadie en nuestro sano juicio lo haría. Eso va tanto para los estados como par los particulares.

La única forma de salir del atolladero es producir competitivamente para crecer y retornar las deudas. Esto significa sacrificio continuado durante años (gastar sólo lo imprescindible para sobrevivir y pagar las deudas hasta saldarlas). A veces es muy desagradable escuchar la verdad, pero es de avestruces taparse los ojos, los oídos o más aún, la mente para no verla. Todos deberíamos tenerlo claro. 

En el gran norte italiano, el sector productivo siempre ha ido bastante desligado de la política, pero, por desgracia, en España no pasa lo mismo. En España nos sobra gente corrupta, que robre, que evada impuestos (leyes y justicia rápida) que cobre sin trabajar o haciendo ver que trabaja. Nos sobran políticos que complementen su sueldo con sobres, que legislen en provecho de las oligarquías perjudicando al bienestar de los ciudadanos. En cambio necesitamos, como agua de mayo, políticos que legislen en bien de la comunidad,  que faciliten la labor a los emprendedores con proyectos y trabajadores que puedan desarrollarlos competitivamente para atraer inversores que los financien. 
Basta de lamentarse, el trabajo más productivo es el que sale de las manos de un individuo proactivoLo demás son “parole, parole, parole… Normalmente mi tengono sveglia mentre io voglio dormire e sognare… Non cambi mai, non cambi mai, non cambi mai”.  (palabras, palabras, palabras ... Normalmente me mantienen despierto mientras yo quiero dormir y soñar ... Nunca cambia, Nunca cambia, Nunca cambia.)

La historia siempre se repite, el problema es que la gente está tan anestesiada por la "propaganda" que no es consciente de ello. Escuchen la canción y piensen en lo que dice el hombre ( políticos) y lo que responde la mujer (ciudadan@).
¡Escuche, Escuchen!
©JAS2013

http://www.youtube.com/watch?v=U9jTs8WdgOQ 

La canción “Parole, parole” (música ligera de los años 70) muestra las lamentaciones del final del amor de la cantante y las mentiras que ha tenido que escuchar, mientras que el hombre simplemente habla. Ella reacciona a los cumplidos que le da, simplemente respondiendo «parole», dando a entender que no cree en las palabras que le dice el hombre. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi opinión creo que este nivel de corrupción ha existido siempre,sin embargo esta vez se ha topado con circunstancias muy distintas: una crisis sangrante y, desde hace algunos años ya, con el aumento de personas que se dedicaba a la política para su propio provecho, entre otras cosas.
En fin, comparto todo lo que has escrito, aunque sea pesimista, pero así están las cosas.

JuanJAS dijo...

La corrupción política entendída como un mal uso del poder para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta y privada, ha existido siempre en España. Estos procederes eran más comprensibles en tiempos de la dictadura. Sin embargo ya hace muchos años que nos gusta presumir de democracia.
En los últimos decenios han entrado muchas personas en los partidos políticos sin haberse forjado previamente una trayectoria profesional. Parece que sólo preten-den vivir de la política y de todas las posibilidades que les brinda la cercanía al poder.
La corrupción puede ser debida a falta de valores humanistas, carencia de conciencia social, falta de educación y materialismo. Esto unido a modelos sociales que transmiten una falta de valores, concentración de poder y de decisión en ciertas actividades del gobierno, control sobre los medios de comunicación, que favorece la falta de transparencia y la impunidad de los actos de corrupción, hacen que estos hayan aumentado, hasta el punto que mucha gente no se corrompe porqué no puede.
No pretendía que mi escrito fuera pesimista, sólo un retrato bajo mi prisma de lo que ha sucedido alrededor de las elecciones italianas y su similitud con lo que sucede en España. Para quitarte un poco de mal sabor de boca, te escribo este comentario que hace tiempo vi por las redes sociales:
“¡Pobres! No os comáis los unos a los otros. Comeros a los ricos, están más regordetes.”