jueves, 5 de diciembre de 2013

¡Alegría!, en España casi todos somos ricos

Algunos dicen que además de una crisis económica tenemos una crisis de valores. Lo creo así y por ello es necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica. Por mucho que nos cueste hay que buscar en las causas de la crisis algo más que la nefasta actuación de la casta política, la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. Pienso que nuestros problemas no se terminarán sólo votando a un partido distinto para que presente otra batería de medidas urgentes, o firmando cualquier impreso que nos presenten por internet para recoger miles de firmas y presentar una iniciativa popular, con una huelga general o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros, aunque ganas de todo ello no nos falten. 
Cambien al presidente Zapatero por Rajoy y la viñeta sigue siendo válida.
Nuestra forma de ser y actuar tiene mucho que ver con nuestros problemas. Muy pocos quieren reconocerlo, pero somos un país mediocre donde la envidia, la mentira, la estafa y el achacar la culpa a otros se ha convertido en deporte nacional. Un país donde el que transgrede la ley con mas o menos fineza o sin ninguna, es aplaudido y admirado. Un país donde muchas personas, sufren el síndrome de la abeja, porqué se creen reinas y son sólo un simple bicho. Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Si releemos “El Lazarillo de Tormes” o cualquier relato de picaresca lo encontraremos bastante actual. 
El modus operandi ha variado poco en cinco siglos y como decía Facundo Cabral: “Les tengo mucho miedo a los pendejos, porqué son muchos y pueden montar un gobierno y elegir un presidente” y añado “con mayoría suficiente para hacerles la vida imposible y sin opción a decir ni pio hasta dentro de 4 años". 
David Jiménez, en un escrito ampliamente difundido por las redes sociales atribuyéndolo erróneamente a Forges y otros famosos, opinaba que estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas y el comunicador Josep Cuni opina que los políticos dictan leyes inspirados en los titulares más mediáticos y repetidos. 
Los grandes medios de comunicación son los instrumentos a través de los cuales, los “poderosos” les dicen a las masas lo que deben hacer y cuando. Basta leer los titulares de los periódicos que se reparten cada mañana gratuitamente o mirar la TV en las horas de máxima audiencia. Las masas consumen, de forma acrítica y sin evaluar antes la conveniencia o la consecuencia de los mismos, todos los subproductos que les suministran y sin ser conscientes que estos medios de comunicación dirigen subliminalmente sus actos y hasta sus vidas. 
Más de 82000 eventos solidarios sólo en Barcelona
En la posguerra, cuando había escasez de alimentos, cada festividad religiosa iba asociada a una “comilona”, más tarde se añadió a la tradición popular un ”dulce especial” que recordara cada festividad importante. En la actualidad, como el tiempo atmosférico ha dejado de hacerlo, son los medios de comunicación los que nos recuerdan, con su publicidad agresiva, las estaciones: Después de las vacaciones de verano, toca hacer coleccionables y más tarde, antes de las Navidades, nos anuncian los grandes actos solidarios: “La gran recogida de alimentos”, la “Maratón de las TV’X” (cada canal propone la suya), etc. “El Estado no puede con todo” nos repiten una y otra vez. “Es necesaria vuestra colaboración” nos recuerdan mientras nos muestran miles y miles de personas humildes que aportan su granito de arena. Muchos se sienten orgullosos de sacrificar parte de su bienestar presente o futuro con la esperanza de que su acción solidaria ayude a los más necesitados. Otros sólo presumen de buen corazón de cara al escaparate y la mayoría lo hacen porqué es políticamente incorrecto no participar cuando todos los vecinos dicen que lo hacen. Como en todos los actos de la vida muchos lo hacen por su profunda convicción, otros lo hacen para obtener beneficio(2) y otros sólo para salir en la foto. 
¿¡Para salir en la foto!?. 
Por cierto, en esos días de grandes eventos solidarios, ¿Donde están los que siempre se dan codazos para salir en los “escaparates mediáticos”’. ¿Donde están los millonarios que tanto dinero tienen?. Donde están deportistas de élite que tanto dinero ganan?. ¿Dónde están los actores famosos, los “mediáticos”, los banqueros, los grandes ejecutivos del sector privado y del público, los políticos, etc.? ¡No se les ve ni se les espera!. 
Ante el vicio de pedir está la virtud de no dar.
Es posible que no sepamos de ellos porqué son tan magnánimos que, esos días en concreto, les ceden el protagonismo a la gente normal, a los pobres. Bueno a los pobres no, porqué estos, como es lógico, son los receptores de la solidaridad. Los ricos andan desaparecidos, los pobres esperan y como siempre, las cada vez más depauperadas clases medias son las que pagan la mayoría de los impuestos y además de su sueldo de mileuristas, todavía encuentran algo para participar en los grandes actos solidarios, dar algo al “sin techo” de su esquina y un largo etcétera (más de 3,6 millones de actos solidarios en Google). Por pedir que no quede. Lo hacen porqué tienen sentimientos y la visión de imágenes de seres que parece sufrir, les toca la fibra sensible y no pueden evitar movilizarse para socorrerlo. No se preguntan como ni porque unos y otros han llegado a esa situación. No se preguntan quién ha tenido la culpa y los culpables pasan desapercibidos, nunca se auto responsabilizan, nadie les pide cuentas de nada y prácticamente nunca suelen pagar por sus desmanes y tropelías. 
Estas gentes de la clase media son tan buenos que muchas veces parecen tontos. Está claro que lo primero es curar al herido, pero una y otra vez se olvidan que, sin perder un instante, hay que buscar la causa o el causante del accidente y tomar las medidas para que no se vuelva a producir. 
Se olvidan siempre de pedir responsabilidades a esos políticos que toleran que unos pocos dictadores sin escrúpulos, esclavicen a millones de seres y engrosen sus riquezas personales con las aportaciones de los fondos de solidaridad que sufragan principalmente las clases medias de los países “desarrollados” a través de las miles de ONG's y entidades "si ánimo de lucro". 
Se olvidan de pedir responsabilidades a esos políticos que toleran la existencia de paraísos fiscales para que los “súper ricos” (banqueros, grandes empresarios, altos ejecutivos y deportistas de élite (vitoreados y queridos por las masas) guarden sus fortunas sin pagar impuestos. 
Se olvidan de pedir responsabilidades a esos políticos que despilfarran los impuestos con que han desangrado y siguen desangrando a las clases medias, (cada vez menos medias y más empobrecidas) en construcciones megalómanas e infraestructuras inútiles, que poco aportan a la ciudadanía y parece que sólo sirven para fomentar el fraude y la corrupción en una espiral enloquecida y de muy mal pronóstico. 
Se olvidan de pedir responsabilidades a los políticos por la deuda ilegítima que han contraído los gobiernos. (Paralelamente, cada uno debe pedirse responsabilidades a si mismo y a su cabeza de familia por la deuda irresponsable que personalmente ha contraído)
Se olvidan de pedir responsabilidades por las promesas electorales incumplidas sistemáticamente.
Se olvidan de pedir responsabilidades por las inmensas sumas de dinero gastadas en reflotar bancos que no habían hecho bien su principal trabajo, que es el de conceder préstamos responsables y encima pagando bonus y retribuciones millonarias a sus directivos.
Se olvidan de pedir responsabilidades a los políticos por no cambiar las leyes que protegen y perpetúan la corrupción y las prácticas legales pero inmorales de muchos políticos, grandes empresarios y demás centros de poder. (1) 
Por desgracia podríamos llenar muchas páginas desgranando todos los olvidos, pero sería demasiado doloroso. Basta con estos pocos en número, pero importantes conceptualmente para remover nuestra conciencia.
Se ha llegado en nuestro país a un punto en que la, hace sólo una década, floreciente clase media, fundamental para el progreso y bienestar de cualquier sociedad, está harta de trabajar y ser solidaria para que esas élites extractivas desperdicien y dilapiden su esfuerzo. Estas lo saben y se protegen con un “anteproyecto de ley de Seguridad Ciudadana” para reprimirla a niveles preconstitucionales, para taparle la boca, para impedirle, a esa exprimida clase media, el más mínimo derecho al pataleo, porqué el derecho a una manifestación cívica de desacuerdo con las políticas que practican los mandatarios se ha demostrado que sirve para poco.
El profesor Niño Becerra, el pasado lunes en el programa “8 al día” de 8TV expuso a la audiencia un gráfico que mostraba la riqueza controlada por el 1% de la población en USA a lo largo de los últimos 100 años. 
Sin entrar en detalles es fácil ver que en 1929 el 1% de la población (súper ricos) controlaban el 23,9% de la riqueza. Vino el crac del 29 y cayó en picado. Progresivamente la clase media progresó. Los salarios subieron y el endeudamiento bajó. La riqueza estaba más repartida y los súper ricos llegaron a controlar menos del 10% de la riqueza a finales de la década de los 70. Desde entonces, aumentaron loa salarios nominales (no en poder adquisitivo) y el endeudamiento creció hasta alcanzar los niveles actuales impagables. 
¿Adivinan como está repartida la riqueza actualmente?. 
Es muy fácil, basta con mirar el gráfico que confirma con datos estadísticos lo que todos intuimos: Las estrategias de los “poderosos” les han ayudado a alcanzar los mismos niveles de distribución de riqueza de antes de la gran depresión de 1929 (casi la cuarta parte de la riqueza está en manos de sólo un 1% de la población) y las clases medias cada vez más pobres y además con deuda propia y la correspondiente del estado. 
La mala distribución de la renta disponible es perjudicial para el crecimiento, la estabilidad y la eficiencia, además de promover una mayor frecuencia y profundidad de las crisis económicas.
Las clases medias empiezan a darse cuenta que ya no basta con trabajar, ahorrar y ser un “buen ciudadano” como les dicta su ADN. Están hartos de que un porcentaje mayoritario de lo que generan se pierda en el limbo y encima les pidan continuamente más aportaciones solidarias de todo tipo porqué el Estado no puede con todo. Como si el “Estado” fueran los políticos que salen por la TV. 

Cicerón definió al Estado como “una multitud de hombres ligados por la comunidad del derecho y de la utilidad para un bienestar común y apoyo a la comunidad”. Pensaba que los buenos gobernantes debían poseer una integridad excepcional y destacar por su coraje, aptitud y resolución. Pero si en nuestro Estado no hay transparencia, si no hay democracia participativa, si los poderosos asumen poca responsabilidad legal y si la mayoría de nuestros gobernantes no muestran la más mínima responsabilidad política, tarde o temprano, las clases medias despertarán de la anestesia y se darán cuenta de que es importante “quien gobierna”, pero lo es más “como se gobierna”.
La mala distribución de la renta disponible es perjudicial para el crecimiento, la estabilidad y la eficiencia, además de promover una mayor frecuencia y profundidad de las crisis económicas. Este aumento de frecuencia impedirá que las clases medias trabajadoras, ahorradoras y solidarias no tengan tiempo de recuperarse de las “extracciones de rentas” que les provocan los poderosos y no les quedará otro remedio que aparcar las quejas verbales y empezar con quejas de otro tipo más contundente.
Si preguntamos en Google ¿quienes son ricos? nos devuelve casi treinta y tres millones de respuestas. La mayoría abrazan la teoría de que los ricos lo son porque tienen mucho dinero. Las formas de conseguirlo son muy variadas: Trabajando mucho y gastando menos de lo que ganan (ahorrando), heredándolo, siendo afortunados en los juegos de azar o por métodos considerados ilegales por la población pero legales por ellos, etc. Este tipo de ricos, estadísticamente hablando, ya hemos visto que son un porcentaje muy pequeño de la población. Entonces, ¿porqué aseguro, en el título de esta entrada, que la gran mayoría somos ricos? 
Realmente es una afirmación tan descabellada como la mayoría de las que nos llegan desde los “medios” para captar nuestra atención. Nos induce a pensar en algo concreto y deseable, pero que realmente admite muchas interpretaciones.
Efectivamente, el dinero tiene mucha importancia para cubrir las necesidades vitales de las personas que vivimos en nuestro entorno, sin embargo la mayoría no somos ricos en dinero pero algunos lo son en salud, otros en amor, amigos, familia, valores, etc. 
¡Todos somos ricos de una forma u otra!. 
Quien no se conforma es porqué no quiere y una base de ilusión, esperanza y humor son imprescindibles para, en estos tiempos, no caer en la depresión más absoluta. Mientras, la presión sigue aumentando y cada vez más gente se harta de vivir en un país y bajo un régimen sin escrúpulos que asfixia cada vez más al grueso del motor que dinamiza la economía y la sociedad.
©JuanJAS


Anexos:
Santiago Niño Becerra  en 8 TV  el 2/12/13
Economist’s View: Stiglitz: Income Inequality Bad for Economy:
Crisis por ineficiente distribución de la renta:
  • Hacienda somos casi todos. Unos más que otros. 
  • El que no haya derecha ni izquierda, no significa que no haya arriba y abajo. 
  • España es un país donde los trabajadores ganan poco y pagan más impuestos que los empresarios. 
  • Los ladrones son absueltos, algunos jueces condenados o separados de sus cargos, los asesinos amnistiados, los trabajadores y víctimas acosados y los corruptos premiados. ¿En que país estamos? 
  • No nos dejemos engañar por las apariencias: lo que se muestra o predica no siempre epresenta lo que está por dentro. 
  • Si eres honesto, tal vez no tengas muchos amigos, pero los pocos que tengas lo serán lo serán de verdad. 
  • Hay gente con la que pierdes el tiempo y otra con la que pierdes la noción del tiempo. 
  • Tus creencias no te hacen mejor persona. Tus acciones, si.
  • "'Necesidad' significa ahora desear el dinero ajeno, 'avaricia' querer quedarse con el propio y 'compasión' el que el gobierno lleve a cabo la transferencia."
  • "Quejarse de que la economía libre favorece a los ricos es como quejarse de que la libertad de expresión favorece a los elocuentes."
  • "Después de la segunda guerra mundial, los vencedores –los Estados Unidos y la Unión Soviética– juzgaron a los perdedores por "crímenes de guerra" y "crímenes contra la humanidad" (...) Este proceso judicial imparcial resultó en muchas ejecuciones, castigando ejemplarmente a aquellos que cometieron atrocidades bajo la excusa de la guerra. Sin embargo, nadie en el lado ganador fue acusado de un sólo crimen de guerra. "
  • "Los políticos no te acusan de 'avaricia' por querer el dinero de otra gente... sino por querer quedarte con tu propio dinero."
  • "La gente que crea cosas en nuestros días puede esperar ser perseguida por gente muy moralista que es incapaz de crear nada. No hay manera de medir el escalofriante efecto sobre la innovación que resulta de las amenazas impositivas, regulatorias y de persecución contra cualquier cosa que tiene éxito. Nunca sabremos cuantas cosas ha abortado nuestro gobierno en nombre de nuestra protección."
  • "La medida del éxito del Estado es que la palabra anarquía asusta la gente, mientras que la palabra Estado no."
  • "No puede haber tal cosa como un "gobierno limitado", porque no hay ninguna forma de control sobre una entidad que, en principio, goza del monopolio del poder ..."
  • Si quieres que el gobierno intervenga dentro del país, eres progresista.
  • Si quieres que el gobierno intervenga en el extranjero, eres conservador.
  • Si quieres que el gobierno intervenga en todas partes, eres moderado.
  • Si no quieres que el gobierno intervenga en ninguna parte, eres extremista."
(1) El ministro de Hacienda Sr. Montoro ha demostrado una voracidad fiscal desmedida hacia las clases medias.
En los años que pasó fuera del gobierno entre los gobiernos de Aznar y Rajoy, parece que su empresa Montero&Asociados se dedicaba a asesorar a grandes empresas sobre el mejor sistema para eludir la fiscalidad con toda falta de escrúpulos. Esta practica puede ser legal pero no es honesta y facilita la proliferación de prácticas poco éticas y democráticas como amenazar a la oposición con “inspecciones exhaustivas” y ser permisivos con los amigos. En España el 30% de los inspectores de Hacienda (unos son nombrados por el gobierno (cargos de confianza). Por ello los políticos deberían perseguir la delincuencia económica de alto nivel y 
explicarse convincentemente evitando la doble vara de medir y el control político de los Inspectores y Jueces. 
Las clases políticas se auto protegen con leyes que desestiman el poder judicial para qué sea la policía la que juzgué y ejecuté al estilo del “Judge DRED” que reunía en sí mismo los poderes de policía, juez, jurado y verdugo.
Sin división de poderes no hay Estado de Derecho y sin Estado de Derecho no hay democracia real.


(2) El Banco de Alimentos es un mero gestor de excedentes que produce beneficios a las grandes empresas que lideran la Fundación Privada del Banco de Alimentos, la Iglesia y la Administración.
http://iniciativadebate.org/2013/12/08/ejecutivos-de-las-grandes-empresas-lideran-la-fundacion-privada-banco-de-alimentos-de-barcelona/

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