lunes, 1 de julio de 2013

Cómo enfrentarse a las críticas

¿Cuánta gente conoces que no tiene ningún problema en criticar cualquier proyecto que emprendes, cualquier cosa que haces, cualquier afición tuya, la forma en que te vistes, tu peso, etc.?
A mí me pasa continuamente. Por muy bien que hagamos cualquier cosa e independientemente el éxito que tengamos en lo que desarrollemos, siempre encontraremos a alguien dispuesto a regalarnos comentarios en todas direcciones y de todas las tendencias, siempre que no sea la nuestra.

Lo cierto es que todo el mundo tiene una opinión, y somos nosotros los que tenemos que elegir con sabiduría a quién escuchar — y a quién ignorar educadamente. Si no elegimos correctamente y escuchamos a las personas equivocadas, nuestra vida, nuestras relaciones, nuestra carrera  profesional y nuestra autoestima pueden correr un serio peligro.

¿Por qué critica la gente?

La gente critica por muchas razones. Si en una reunión se está hablando de la mejor forma de construir una granja de paneles solares, la mayor parte de los presentes tal vez no dirá nada, porque es un asunto muy especializado y no sabrían ni siquiera de que se está hablando ni qué decir. Pero si nos enfrentamos a una decisión más sencilla — ¿de qué color deberían pintarse las paredes de la entrada del bloque? — Todo el mundo dará su opinión, incluso personas incapaces de combinar correctamente el color de sus pantalones con el de su camisa.
Hay personas que critican de una forma realmente patológica. Son el tipo de individuos a los que nunca oirás un comentario elogioso o positivo acerca de nadie. La única opción con ellos es ignorarlos… y recomendarles un psicólogo. Si caes en el error de hacerles caso, el que terminará necesitando ayuda profesional probablemente seas tú.

¿Cómo enfrentarse a las críticas?

Tenemos que ser conscientes de que siempre vamos a recibir consejos que no hemos solicitado, pero lo que cuenta es nuestra razón.
Los principiantes se frustran muy rápido e intentan contraatacar con la frase más típica del libro: “¡Mamá, déjame, ya soy mayorcito para saber lo que hago!”
Tu tienes derecho a tu opinión y yo tengo derecho
 a decirte lo estúpida que es.
Los mejores profesionales siempre tienen un plan para el feedback que reciben y lo solicitan de forma activa. Si reciben las opiniones de la gente a través de Internet, cuentan de antemano con el grupo que va a poner en duda su producto, los simpáticos trolls y los que directamente se muestran escépticos.
La verdad es que siempre hay personas que están decididas a sentirse ofendidas hagas lo que hagas o a hacerse las víctimas o a asumir el rol de adversarios contra ti.
Ante todo esto, hazte una pregunta:
¿Está la persona que te aconseja y/o critica, en una posición a la que te gustaría llegar?. ¿Ha conseguido personalmente lo que tu deseas conseguir? (Amor, independencia económica, un cuerpo saludable, felicidad, muchos amigos, 3000 seguidores en redes sociales, etc)
Puede darse el caso que te esté aconsejando sobre tu vida amorosa un amigo que no es capaz de mantener una relación, más de tres meses seguidos. Tal vez te de consejos financieros alquien que no es capaz  de llegar a fin de mes. Haciendo alarde de conocimientos, tal vez te recomiende leer el libro “Cómo ser un empresario de éxito” escrito por un mediático; en demasiadas ocasiones una “autoridad” para la que bastaría buscar información sobre ella en Google para descubrir que ha quebrado todos sus negocios.
Recuerda siempre que dar una opinión sale muy barato. Todo el mundo tiene una porque es muy fácil señalar las cosas que otro está haciendo mal; además, las ganas de decirle a los demás lo que deberías pensar es enorme.
Seguro que en más de una ocasión habréis oído frases como:
“¡Trabaja en lo que realmente te gusta!”
“¿El trabajo ideal? ¡Tendrás suerte si consigues uno, tal y como están las cosas!”
Esta idea tuya no funcionará, además es demasiado arriesgada...
“Tienes que tener claro en qué gastas tu dinero cada mes”.
“Comprar una casa es la mejor inversión que puedes hacer”.
“El primer paso para darte a conocer y hacer negocios son los medios sociales”.
Etc.
Todas las frases anteriores pueden sonar lógicas e incluso ser consejos dados con buena intención pero, ¿están las personas que hacen estos comentarios capacitadas para dar consejos útiles? ¿Están dándote consejos superficiales (“¿medios sociales?”) o son capaces de profundizar y proporcionarte ejemplos de lo que quieren decir?
La mayoría tiene una opinión sobre casi todo. Socialmente está mal visto admitir que no la tienes. Por ello, es nuestra responsabilidad elegir con sabiduría a quién escuchar y a quién ignorar educadamente. Si no elegimos correctamente y escuchamos a las personas equivocadas, nuestra vida, nuestras relaciones, nuestra carrera  profesional y nuestra autoestima pueden correr un serio peligro.
Tengamos en cuenta que las apariencias engañan y que por muy conocido, o mediático, como se dice ahora, que sea el que da el consejo o escribe el informe, su aura no debe deslumbrarte. Piensa que nadie sabe de todo y que siempre es bueno contrastar la información y llegar a tus propias conclusiones.
Por eso no es lógico escuchar a todo el mundo como un acto de fé, ni dar la misma importancia a todas las opiniones y por supuesto, no dejar nunca que las críticas destructivas hagan mella en ti.
También sucede a veces que la gente se limita a criticar y no se esfuerza a dar un buen “Feedback”, porque sencillamente no tiene nada constructivo que ofrecer o porqué no ha adquirido el hábito de hacerlo.
El feedback es esa acción que realizamos cuando reconocemos algo en otro, sea de su comportamiento, de sus capacidades o de su identidad. Es una manera de “reconocer” a la otra persona pero no sólo como algo implícito que se da por hecho, sino diciéndolo explícitamente. 

Podemos poner multitud de ejemplos de feedback: me encanta como eres, que bien hiciste este trabajo, disfruto en tu compañía, que gran presentación realizaste, que fotos/video más bonito has logrado, etc.
Sería fantástico que el feedback señalara algún punto de mejora en cuanto a capacidades o comportamientos, siempre desde la aceptación incondicional de la identidad del otro y el respeto a su persona y trabajo.
Cuando escuchamos la palabra crítica sentimos que nuestro cuerpo se tensiona, empezamos a no escuchar y a meternos en nuestro diálogo interno y sólo somos capaces de procesar excusas y justificaciones. La crítica suele ser un instrumento muy malo para hacer cambiar de comportamiento a otra persona ya que o bien bloquea a la persona, o bien activa comportamientos de sumisión o en el peor de los casos de rebeldía (voy a hacer lo contrario de lo que me dicen). Si encima, la crítica ha sido contra nuestra identidad (tu eres así o asá) lo único que sentiremos es un ataque que puede desembocar fácilmente en una discusión y lo más probable es que nos genere rabia y/o algún tipo de resentimiento contra el que nos ataca. Se ve claro que el Feedbak no es lo mismo que una crítica, entre otras cosas porque incluye preguntas y da razones y sugerencias de mejora.

¿Cómo se da un buen feedback?:


o  Haciendo alusión a los comportamientos o resultados que nos parecen inadecuados, pero sin juzgar por ello la identidad de la otra persona.  Por ejemplo: Un amigo te da a leer un escrito o una presentación de diapos y cuando lo ves te parece corto. Una posible pregunta sería: ¿que te parecería hacerlo un poco más extenso para que contuviera la información un poco ampliada o aquellas fotos tan divertidas de …? Suena muy diferente de: “esta presentación no vale nada”, las he visto mucho mejores.
o  Proponiendo acciones de mejora. Como en el ejemplo anterior, señalo aquello que “no me ha gustado” de manera concreta y a la vez sugiero una nueva manera de hacerlo. No podemos pretender que los demás adivinen lo que no nos ha gustado si no se lo decimos.
o  Siguiendo la regla 1-3. Por cada feedback negativo hay que dar tres “feedbacks positivos” (acciones “a mejorar” argumentadas) a la otra persona. ¿Te haces una idea de cómo podrían mejorar nuestras relaciones con esta sencilla regla? 

Si eres valiente, sal de tu zona de confort y adquiere el hábito de pensar ordenadamente antes de tomar cualquier decisión, dar un consejo o impedir que cualquier crítica te afecte.

Seis sombreros para pensar

En el libro de Edward de Bono, "Seis sombreros para pensar", se expone uno más de los muchos métodos que nos ayudan pensar, a razonar, a enfrentarnos a los problemas que encontramos en nuestra vida. Como todos, este método requiere un esfuerzo aunque tiene la recompensa. 
El autor asegura que este método potencia al máximo la inteligencia, la experiencia y la información, que los egos desaparecen y entra en acción la inteligencia, el debate y la información. El método se basa en la interpretación de los cambios que experimentan los elementos químicos del cerebro según el modo de pensar. 
Lo primero que debes hacer es pensar en la situación en la que te está costando tomar una decisión, focalizando cada vez en un aspecto distinto y concreto del problema y contestando preguntas. Es como si nos probáramos un sombrero y viéramos como cambia nuestro aspecto.
Toma hoja y bolígrafo y concéntrate en pensar par responder a las preguntas que se proponen y otras similares que se te ocurran:



El Sombrero blanco representa la objetividad



-       ¿Cuáles son los hechos sobre los que debes tomar una decisión?
-       ¿De qué información dispones?

-       ¿Cuál es la información más importante?

El Sombrero rojo representa la subjetividad, las emociones, las sensaciones y los sentimientos



-       ¿Cuáles son tus intuiciones?

-       ¿Qué emociones se despiertan en ti con cada alternativa?
-       ¿Cómo te sientes ante la situación presente?



El Sombrero negro representa la lógica, los aspectos negativos y los posibles riesgos y errores



-       ¿Qué riesgos y peligros corres con cada una de las alternativas?
-       ¿Partes de una buena base para tomar la decisión
-       ¿Es esa base la única posible o existen otras?

-       ¿Estás dejando sin analizar algún aspecto importante?

-       ¿Qué es lo peor que puede pasar al optar por cada una de las alternativas?



El Sombrero amarillo representa la alegría, el optimismo, la alegría y el pensamiento positivo

-       ¿Cuáles son los beneficios y ventajas de cada una de las alternativas?
-       ¿Qué puedes poner de tu parte para que todo salga bien?

-       ¿Qué es lo mejor que puede ocurrir con cada una de las opciones?

-       -Si supieras que no vas a fracasar, ¿qué pasos darías?



El Sombrero verde representa la creatividad y las nuevas ideas

-       ¿Qué información novedosa puedes aportar a la situación?

-       ¿Desde qué perspectivas puedes analizar la decisión a tomar?
-       ¿Qué más opciones tienes a parte de las que ya estás contemplando?



El Sombrero azul representa la coherencia y la planificación



-       ¿Cuál es el siguiente paso que debes tomar a partir de ahora para cada una de las alternativas?

-       ¿Es coherente cada alternativa contigo misma/o?

-       ¿En qué aspectos mantiene cada opción coherencia e incoherencia con tu personalidad?

-       ¿Cuál es la decisión final?



Es muy importante que hayas llegado al último sombrero y contestado a todas las preguntas porque eso significa que estás mejor preparado para tomar una decisión.


Ya sabéis: desestimar las opiniones y críticas gratuitas, tamizar el resto y siempre pensar antes de responder o tomar cualquier decisión.
©JAS2013

lunes, 6 de mayo de 2013

¿Se llevan ustedes bien con los « Mercados Financieros »?

Una amiga mía me dijo una vez: 
¡Estoy harta de encontrarme a mi “prima de riesgo” en casa a todas horas!. 
Al punto le respondí: “Que casualidad, resulta que esta dichosa “prima” viene también a mi casa cada dos por tres”. 
¡Jajaja! Un poco de humor nunca viene mal. Ahora en serio:
¿Por qué hemos pasado a vivir pendientes de la “prima de riesgo”? 
Si hasta poco no habíamos reparado en su existencia aunque hace 15 o 20 años había llegado  a estar peor que ahora, ¿Por qué sale machaconamente en todos los telediarios como si fuera la más importante de la familia? 

¿De dónde sale el dinero que nos presta el banco para comprar una casa? ¿Por qué me cobra un mayor o menor interés? ¿Qué hace el banco con el dinero que le pago cada mes a cuenta de mi hipoteca? 
Aunque la mayoría hace mucho tiempo que no quiere oír nada de comprar acciones, si es que alguna vez lo hizo, ¿Por qué de pronto importa tanto la Bolsa y los bonos? ¿Qué papel juegan? 
¿Cómo es posible que unos pocos grandes inversores puedan poner contra las cuerdas a todo un país? ¿Realmente es posible? ¿Quiénes son esos inversores? 
¿Es sostenible el Estado del Bienestar?, ¿Qué son exactamente los mercados?. ¿Qué aportan a la sociedad? ¿Por qué los necesitamos?, ¿Viviríamos mejor sin ellos, intercambiando libremente productos y servicios entre nosotros? 
¿Por qué las crisis se repiten una y otra vez? ¿Por qué no aprendemos? ¿No hay ninguna regulación que las evite? Y si ya hay regulación… ¿Qué ha fallado? ¿Por qué no hay mejores controles? 
¿Es mala la innovación financiera? ¿Es verdad que muchas de las operaciones en Bolsa las realizan robots? ¿Qué papel juega la tecnología en los mercados financieros? 
¿Tiene solución esta crisis? ¿Cuál es esa solución? ¿Cómo saldremos de ésta? 
Nunca antes, jamás en la historia de España, estas preguntas habían ocupado tanto tiempo y espacio en la vida de los ciudadanos. Jamás hasta este momento los grandes asuntos financieros habían llegado al bar de la esquina, se habían colado en la conversación entre dos jubilados o en las cenas con la familia o los amigos. 
Basta sentarse a escuchar en un tren, en un banco en la plaza, en un restaurante y encontraremos personas, casi con independencia de su condición social, comentando la cifra exacta a la que cerró la prima de riesgo el día anterior y soltando sapos y culebras contra los ajustes que impone «la Merkel». 
Los mercados ocupan un papel tan preponderante en nuestra vida que al sistema actual se lo conoce como «economía de mercado». Sin embargo lo cierto es que los mercados ya estaban cuando había euforia económica. De hecho, han sido claves en el crecimiento de todos los países, cuando nadie hablaba de recortes, antes del estallido de la crisis. Era un tema aburrido y no había ninguna necesidad ninguna de mentarlos. ¡¿Para qué tengo que esforzarme en aprender nada de estos rollos? se preguntaban algunos, si cuando necesito dinero para cualquier cosa voy al banco y se empeñan en darme más del que tenía pensado pedirles! 
Por desgracia, cuando llegaron los truenos, muchos pensaron que eran fuegos artificiales y es verdad que el gobierno no nos dijo lo contrario. ¡Se precisaba mucho valor para echar un jarro de agua fría encima de la multitud enloquecida! Desde luego nuestros políticos no lo tenían. 
Con el hundimiento económico, todo el mundo se ha apresurado a demonizar a los mercados. Aquí se pone de relieve una vez más aquello de “son todos los que están, pero no están todos los que son”. Como de repente hemos pasado de la euforia a la depresión, ha surgido la necesidad de conocer mejor lo ocurrido y hemos empezado a preguntarnos ¿Qué ha pasado?, ¿Por qué?. Y nuestro interés todavía se ha desarrollado más cuando hemos escuchado que “Dicen que los mercados nos piden que nos ajustemos el cinturón, más reformas”. Automáticamente se confunde “reformas = adelgazar reduciendo grasa” con los “recortes de músculo tocando hueso” que nos han impuesto salvajemente nuestros políticos. 
Cuando hemos visto en Internet y en la televisión que nos acercábamos al abismo, hemos sentido esta curiosidad natural, forzada por la necesidad de la supervivencia. Ha sucedido algo similar a lo que pasa cuando nos diagnostican una enfermedad que nunca antes habíamos oído. Algunos prefieren no admitir nada o elucubrar problemas venideros. Otros se quieren informar, saber cómo funciona nuestro cuerpo, cómo podemos haberla contraído, qué podemos hacer para sanar más rápido, que hacer para no contagiarla al resto de la familia, etc… 
Desde que estalló la crisis todos nos hemos hecho preguntas de este mismo estilo, aplicadas a los mercados. Pero ¿qué y quienes son exactamente? ¿Cómo funcionan? ¿Qué utilidad tienen para la sociedad? ¿Pueden contribuir a un mayor bien social o son una camarilla de poderosos que juegan con nosotros como con marionetas? 
En la calle ganará por mayoría esta visión negativa, dado que la gente de a pie percibe que son los mercados quienes nos han empujado a realizar tantos dolorosos recortes. Y en ocasiones con argumentos sólidos, como los escandalosos pagos que se han llevado a casa ejecutivos cuyos bancos tuvieron que ser rescatados con dinero del contribuyente. Entonces, ¿por qué no dejamos este sistema y nos buscamos otro? 
Quizá no tenemos el sistema ideal, probablemente sea muy mejorable y ojalá de esta crisis salga un modelo más sólido, más útil para los ciudadanos. Para ello resulta clave avanzar en la cultura financiera, conocer mejor cómo participamos en los mercados, cómo los usamos en el día a día, qué papel cumplen en nuestras decisiones a lo largo de nuestra vida, cómo nos pueden ayudar ante los retos que se nos presentan. 
Nos conviene saber bien qué sucede cuando pedimos una hipoteca, cuando contratamos un seguro, de quién es el dinero que invierten los grandes fondos de inversión, cómo nos puede ayudar la innovación financiera. Necesitamos organizar nuestro dinero, gestionar nuestros ahorros, ponerlos a trabajar, precisamos la creación de nuevas empresas e impulsar el espíritu emprendedor. 
Es imprescindible que surjan ideas de éxito y que haya financiación para ponerlas en marcha. Que las empresas crezcan y oferten más puestos de trabajo, que se reduzca el paro. Y para ello, por ejemplo, es básico un sistema que distribuya el dinero hacia las iniciativas más exitosas. Para ello, es vital que las personas con dinero busquen hacerlo crecer, obtener la mejor rentabilidad según el riesgo que asumen. Al preocuparse por la rentabilidad de sus inversiones, se plantearán también el coste de lo que compran. Y así, en un mercado ideal, ayudarán a establecer un precio, un valor para el intercambio de productos al que se llega por el acuerdo entre los que quieren comprar y los que desean vender. 
Cuanta más transparencia hay en la formación de precios, mejor para la toma de decisiones que afectan muy directamente a nuestra vida. Y por eso hemos ido mejorando a lo largo de la historia los mercados, y han ido apareciendo los mercados financieros. 
Pensemos por un momento en una persona que tiene necesidad de disponer de dinero en mano, de conseguir liquidez, y que está pensando en vender unas acciones y un apartamento que tiene en la costa. En un momento sabrá cuánto le darán por sus acciones. Mientras que con el apartamento primero tendrá que poner un anuncio, buscar una agencia inmobiliaria, analizar las ofertas, bajar el precio si no le llegan… 
Todo este proceso de búsqueda de precios ya lo hemos organizado de un modo mucho más eficiente gracias a los mercados financieros. Y lo mismo ocurre con la rapidez a la hora de hacer los movimientos y los pagos. Pensemos en cómo abonamos ahora la factura de la luz, del gas, del teléfono, en cómo pagamos los impuestos municipales. Para la mayoría de estos servicios ya no tenemos que perder nuestro tiempo en desplazarnos hasta una oficina, con el dinero en el bolsillo, y hacer una larga cola hasta que nos toque pagar. Si domiciliamos los pagos, es decir, si pasamos los recibos por el mercado financiero, nos ahorramos una cantidad de tiempo y dinero que nos viene muy bien. Y no hablemos ya si pensamos en transacciones internacionales. Es decir, hemos ido creando soluciones a los problemas que nos van surgiendo y, en muchas ocasiones, lo hacemos a través de los mercados. El mundo financiero existe porque a lo largo de la historia ha cumplido el papel de dar respuesta a los retos que se nos iban planteando. 
En la presentación en España de su libro “Las finanzas en una sociedad justa”, el Catedrático de la universidad de Yale, Robert J. Shiller comentó su visión: «La gente puede estar enfadada por lo que pasa pero necesitamos las finanzas y las precisamos en sus diferentes formas. Lo que la gente realmente debería estar haciendo, si están motivados por el 15-M, Occupy Wall Street o cualquier otro movimiento similar, es aprender finanzas y participar en el debate sobre la mejora de este sector fundamental para la sociedad». Hoy en día hay más medios que nunca, didácticos y constructivos, para aprender sobre el mundo de las finanzas. Cuando se trata de informática, mucha gente piensa que tiene un buen nivel de usuario (algunos suficientemente avanzado). No son ingenieros informáticos ni profesionales de las TIC’s, pero conocen la jerga incluso en inglés y tienen un conocimiento suficiente de las mismas para poder utilizar, con cierta competencia, las herramientas disponibles en el mercado. ¿Cuántos podrían decir lo mismo respecto a las “herramientas disponibles para operar en los mercados financieros”? 
¿Cuantas personas estudian a nivel de “usuarios directos del dinero y más o menos indirectos de los mercados de capitales” los fallos y las amenazas que presenta el sector financiero desde una mirada serena y reflexiva, intentando entender mejor su funcionamiento? 
De todos los que compraron “preferentes”, independientemente de lo bien o mal que el “banquero-vendedor” de turno les explicó las características de producto, cuantos le preguntaron: ¿Cuándo vence este producto?= ¿Cuándo podré recuperar este “¿Depósito?”? , “¿Habrá penalización si lo retiro antes de tiempo?”. Son preguntas muy simples. Las mismas que toda la vida han hecho las personas que toda su vida han contratado un depósito a plazo fijo. ¿Por qué, cuando compraron “preferentes”, muchísimas personas no hicieron esta simple pregunta? . Si les dijeron. "Total liquidez. Cuando Ud. puede venderlas en el mercado secundario", ¿Como no se extrañaron? ¿Mercado secundario? ¿Que es eso? (¡gato encerrado!). Cada uno que haga examen de conciencia. 
Vivimos en Europa y en nuestra sociedad, los mercados financieros y el dinero tienen un papel clave en nuestras vidas. Cuanto antes lo comprendamos y le perdamos el miedo o la aversión a hablar de dinero y de temas económicos, antes podremos informarnos “a nivel de usuario” y no cometeremos fallos absurdos como los que hemos cometido en el pasado reciente. Lamentarse después de haber errado no sirve de nada. Lo que sirve es aprender lo suficiente para entender por qué hemos llegado a la presente situación. Sirve aprender de los errores y adoptar un método - modo de vida, que minimice la posibilidad de volver a repetirlos. 
Las finanzas no son un invento de Goldman Sachs y otros grandes banqueros de Wall Street, sino el fruto de una tendencia que evoluciona desde que el hombre siente la necesidad de mejorar su modo de vida. 
Aunque muchos no quieran acordarse y piensen que nunca antes hubo nada igual, a lo largo de la historia, las crisis han sido algo frecuente y habitual. Los mercados viven en una destrucción creativa permanente, aunque de algunas de estas demoliciones, por desgracia, se aprende menos que de otras. Y en algunas ocasiones, como en la actual crisis, muchas familias sufren con amargura las consecuencias. También es cierto que otros siguen sin entender que significa comprar eficientemente sin despilfarrar y no derrochar. 
Los mercados no son tan lejanos a nosotros como tantas veces creemos. Por ellos, todos deberíamos conocer los distintos tipos de mercados que existen y los actores que intervienen, desde todos los ángulos y midiendo su importancia. No beberíamos contentarnos con demonizar la “especulación” sin antes entender bien lo que es y lo que aporta a la sociedad. 
La tecnología actual y la que viene, nos aportará ventajas y también riesgos, dependiendo del uso que hagamos de las mismas, en nuestra relación con los mercados financieros. El miedo y la codicia son emociones intrínsecas de los seres humanos e influyen en nuestra relación con los mercados, con la creación de burbujas y las crisis que tarde o temprano las siguen. 
Por supuesto no hay que confundir el medio con el fin. Si el hablar de economía, de mercados financieros, de miles de millones de euros, de trillones, de la especulación, de inversión, de la gestión del ahorro, de las finanzas, de las bolsas, de las divisas, del dinero, de las hipotecas, de los créditos, etc. nos agobia, nos tiene esclavizados y hasta nos da miedo, vamos mal. El dinero sólo tiene valor si está al servicio de nuestras necesidades; los mercados financieros nos deben ayudar a alcanzar nuestros objetivos, nuestras aspiraciones como personas y como sociedad. Ojalá aprendamos a no desdeñarlo y a darle la importancia que tiene. La justa, con equilibrio. 
Puede parecer que el dinero debajo del colchón (una especie de paraíso fiscal autóctono) está seguro; pero ahí, quietecito, cada vez tiene menos valor, corre mucho riesgo de desaparecer y además es totalmente anti solidario. 
Si hacemos el esfuerzo de entender los mercados “a nivel de usuario” tendremos la posibilidad de poner el dinero, que con mucho esfuerzo consigamos ahorrar, a trabajar en beneficio nuestro y de la sociedad. 
Si a estas alturas todavía os da “yuyu” oír hablar de “mercados financieros”, quitaros la pereza y aprended a relacionaros de otra forma con el dinero. El dinero no solo sirve para gastarlo sin más, pagando nuestros caprichos. Tener una sana relación con el dinero y con los mercados donde se intercambia, nos ayudará a alcanzar nuestras metas en la vida. 
¡Suerte! 
©JAS2013 

PD.- 
Por cierto, la suerte no la reparten gratis. Se la busca uno, con tenacidad y esfuerzo.

sábado, 27 de abril de 2013

Feria de Abril de Barcelona

Desde que uno nace, piensa: ¿Qué será aquello que me hará grande? 
Quizás sean los años o los éxitos, tener un apellido u otro, haber nacido más al norte o más al sur. Algunos piensan que la juventud, la belleza o el dinero son lo que nos harán más grandes. Otros piensan que uno es tan grande como todo aquello que posee...
¡Nada más lejos de la verdad!. 
Posiblemente favorecerá nuestra prosperidad el ser fieles a nosotros mismos y a nuestros valores; seguir comprometidos con las personas y con el desarrollo social y económico de nuestro entorno.
La cultura andaluza está muy presente en Catalunya y desde siempre ha sabido encontrar en nuestro país, la conexión con la cultura y la sociedad catalana. Esta simbiosis ha hecho que la celebración de la Feria sea un acto singular, abierto, plural e integrador y que conecta con la Catalunya actual, caracterizada por una mezcla de raíces, acentos y aportaciones de diversos territorios nacionales y extranjeros. 
Catalunya siempre ha sido y lo continua siendo, un país integrador, una sociedad abierta que ha respetado a las personas que han venido de otras partes y las ha acogido en beneficio mutuo. Catalunya está orgullosa de la gran riqueza cultural que ha acumulado en toda su larga existencia, la cual le permite tener una mente y una mirada mucho más abierta al mundo y una actitud más respetuosa hacia la diversidad. Es bueno que todos seamos conscientes y conozcamos la realidad que nos ha forjado como país con una cultura característica y nos dejemos de tópicos y discursos que intentan romper la cohesión social que se vive en Catalunya. 
Catalunya ha sabido aprovechar la riqueza cultural de la gente que habiendo dejado la tierra de origen, les ha facilitado la oportunidad de desarrollar su proyecto de vida. Esto lo han conseguido satisfactoriamente todos los que, sin renunciar a sus raíces, han sabido integrarse en la cultura y la sociedad catalana, para la mejora de la calidad de vida de sus familias. 
Barcelona es una ciudad cosmopolita, acogedora y multicultural y celebra cada año su Feria de Abril, esta es la 42ª edición, en el Fórum de las Culturas. Un espacio donde conviven la cultura andaluza y la catalana en buena armonía y donde se suman otras culturas del ámbito sudamericano y marroquí.
En una época de graves dificultades como la que estamos atravesando, es más necesario que nunca el diálogo y la cooperación para superar los problemas y retos que se nos plantean. Esta Feria de Abril de Barcelona, con la capacidad de convivencia de todos los que acuden a ella, pone de manifiesto que la tolerancia y el respeto pueden devenir en cariño; incluso en admiración, entre las distintas culturas. 
Esta Feria es posible gracias al esfuerzo y generosidad de muchas personas que agrupados en entidades, apoyadas por la Generalitat y los ayuntamientos, trabajan con ilusión para que este acto cultural se celebre cada año, en un recinto amplio y bien comunicado, donde puede verse desde un inglés vestido con traje típico bailando sevillanas con una catalana, a un catalán bailando con una cordobesa o hasta un subsahariano con una dominicana. 
En esta Feria de Abril de Barcelona la diversión está asegurada. Sobre todo después de dar cuenta de unas raciones de "pescaito frito" regadas con una jarra de buen "rebujito". 
Ayer se encendieron las luces y puede visitarse durante toda la próxima semana.
¡Nos vemos en la Feria! 
©JAS2013

PD.- Videos realizados a partir de tomas efectuadas el viernes de la inauguración y durante la comida de hermandad en la caseta de " Andalucía y Catalunya" el domingo siguiente.

Video 1ª parte: Noche de la inauguración.

Video 2ª parte: Mediodía y tarde del domingo


martes, 9 de abril de 2013

¿Cuando despertaremos?.


Ya han pasado unas semanas desde el fatídico fin de semana largo en que el gobierno chipriota con premeditación, alevosía y nocturnidad dio un susto a los ahorradores chipriotas y por extensión al resto de europeos de a pié. 
A pesar de que los políticos lo niegan, siguiendo los criterios aplicados a Chipre, nada puede impedir que el “corralito”, estricto o a la carta, sea aplicado a países como España o Italia. La solución lineal que afecta a todos los ahorradores no es justa, pero nadie dijo que el mundo fuera justo y menos que los "dirigentes" actuaran con justicia. Muchas veces ni siquiera actúan legalmente, cuanto menos por el bien común. 
Lo más gracioso de todo (dentro de lo trágico del asunto) es que la parte que más se critica del rescate de Chipre (la quita sobre los depósitos) es la solución que muchos creen (y defienden) que se aplicó en Islandia: dejar quebrar a los bancos y trasladar las pérdidas a los acreedores. Parece que lo de Chipre es en realidad una pataleta de acreedores que no quieren asumir su parte de pérdidas y que esperaban que el resto de europeos les pagáramos su agujero. 
Volviendo a lo nuestro, lo cierto es que en Chipre se ha visto la primera constatación de que los depósitos bancarios por encima de 100.000 euros pueden ser robados por el estado (al menos parcialmente). Dado que el Fondo de Garantía de Depósitos no tiene dinero, es imposible que, en caso de necesidad, pueda cubrir el resto de depósitos bancarios. 
Para la mayoría de la gente es más fácil taparse los ojos y los oídos y confiar en los poderes infinitos del omnipotente estado, que e informarse, pensar y procurar entender la realidad más allá de las declaraciones y promesas de los dirigentes. 
Cuantitativamente nada cambia en Europa (las pérdidas de todos los depositantes de Chipre son inferiores a las de los tenedores de preferentes de Bankia), cualitativamente cambia casi todo: a los Estados les costará mucho volver a crear la ilusión de que son un ente omnipotente capaz de rescatar todo agujero financiero público o privado con dinero caído del cielo. O ¿Tal vez no? 
A corto plazo se ha roto un tabú que jamás debería haber existido: la confianza en nuestro sistema financiero de papel. 
Los ciudadanos cada vez nos sentimos más “acorralados” por la política económica europea. No tenemos salida, cada día somos más pobres. Hace tiempo que están robando a los pequeños ahorradores de este país por muchas vías (preferentes, acciones de Bankia y otros productos similares.). Aquí también sufrimos como los chipriotas un corralito, pero de un modo más sinuoso: más impuestos, más comisiones, suministros y seguros obligatorios más caros, devaluación de los sueldos e ingresos a los trabajadores y autónomos…….etc. 
¿Qué solución nos queda, para no ser de por vida esclavos del sistema? 
¿Esconder el dinerito bajo las baldosas (sólo faltaría una combinación de corralito con la restricción de pagos en metálico) o jugar a comprar acciones de empresas extranjeras con un riesgo similar al que se corre cuando se juega a la ruleta?. 
Ya hace años que se está perpetrando un robo del estado a la clase media, porque el capital grande esta en cuentas seguras o en el extranjero. Las clases medias acabarán pagando el multimillonario rescate a Bankia y el resto de entidades como CatalunyaBanc y Novagalicia. También lo poco que quedará de las políticas de bienestar. Ya se sabe, el dinero hay que robarlo de donde es más fácil hacerlo.

La esperaza que nos queda es pensar que, a largo plazo, las consecuencias de este cambio serán forzosamente positivas. Los trabajadores y ahorradores  despertarán de su letargo. Desaprenderán la “indefensión aprendida” y comenzarán a preocuparse mucho más por su cultura financiera  y por el banco donde guardan sus ahorrillos. No fuera que, después de tanto esfuerzo por ganarlo y ahorrarlo, desapareciera.
©JAS 2013

Para informarse más sobre “Indefensión aprendida”, sobre Chipre, sobre lo que nos espera si seguimos sin despertar, etc. puede seguir leyendo pulsando más abajo.

jueves, 21 de marzo de 2013

Chipre está de moda

Hace unos años, cuando se hablaba de moda se pensaba principalmente en ropa y todos asumíamos que en cada estación se nos incitaba a cambiar de modelito. Todo lo demás era permanente o te aburrías de lo mucho que duraba. 

Esto se acabó. Quedaron atrás aquellos tiempos en que El Corte Inglés nos avisaba que pronto llegaría la primavera. Ahora, los medios de difusión masiva mantienen a las masas distraídas y desconcertadas. Estas, con su memoria de mosquito focalizan su atención en lo inmediato y presas de miedo e inseguridad, no encuentran tiempo para razonar sosegadamente. Si lo hicieran, verían que hay una gran probabilidad de que: 
1. Nadie de nuestro entorno próximo, ni siquiera los tertulianos, conozca la agenda oculta de los “poderes fácticos” que mueven los hilos de las finanzas internacionales. Los mercados no son libres y hay una lucha de poder para que las “deudas” las paguen “otros” y mientras los grupos de interés, aunque parezca que se dan bofetadas, se reparten el pastel, los pequeños ahorradores suelen pagar los efectos de la volatilidad.
2. Seguro que hay profesionales que saben más que nosotros de finanzas e inversiones pero seguro también que nadie tiene tanto interés como nosotros mismos en preservar nuestros ahorros. Siempre se ha sabido que ¡El ojo del amo engorda el caballo! 
Por estas razones pienso que ahora antes y también ahora, hay que mantener en depósitos bancarios (dinero prestado al banco para que haga con él lo que quiera a cambio de un exiguo interés) el mínimo importe posible. Como máximo, lo que necesitemos usar  el próximo trimestre. Por supuesto no es aconsejable adquirir ningún instrumento de capital garantizado por bancos domésticos españoles o de cualquier país del club PIGS.  El ahorro principal es mejor mantenerlo en activos directos (no intermediados por bancos o cajas) como Fondos de inversión (no fondepósitos), acciones (no de bancos con inversiones importantes en países PIGS) o bonos
¡Cuidado con las estampidas!
Recordemos que ya las practicaban los indios para cazar animales tan imponentes como los búfalos. Los indios modernos de cuello blanco, ayudados por sus potentes y omnipresentes medios de comunicación  producen abundantes temblores y con cada sacudida de miedo hacen que se nos caigan las monedillas de nuestros bolsillos y ellos, prestos las recogen. 
Hace una semana nadie se acordaba de Chipre. Muchos, ni siquiera sabían de su existencia y otros dudarían si se les pidiera que la situaran en el mapamundi. 
Todo empezó el pasado fin de semana con nocturnidad y alevosía. El lunes nos llegó la noticia: El gobierno chipriota ha decidido establecer un impuesto o quita sobre los depósitos de un 9,9% sobre los depósitos de más de 100.000 euros y de un 6,75% sobre los depósitos de menos de ese importe. Revueltas, protestas, declaraciones de tertulianos rasgándose las vestiduras, etc. Nadie expuso datos para centrar el tema como: 
  • Chipre es un país muy pequeño, que representa menos del 0,5% del PIB de la Zona euro. 
  • El importe del rescate es proporcionalmente muy grande, unos 10.000 millones de euros que, sobre una población de unos 700.000 habitantes, representa unos 14.300 euros por habitante. Si comparamos las mismas cifras con el rescate bancario español, el importe ha sido de unos 42.000 millones de euros sobre una población de unos 47 millones de habitantes, es decir de unos 900 euros por habitante, muy inferior. 
  • El sistema bancario chipriota es atípico. Su volumen quintuplica el volumen de su economía y casi un 40% de los depósitos están en manos de extranjeros. 
  • El impuesto de sociedades en Chipre es muy bajo, del 10%. Un “paraíso fiscal de hecho en el seno de la Unión Europea”. ¿Para qué ir a las Islas Vírgenes, de Man, Panamá o Andorra? ¡Si no hace falta salir de Europa ni cambiar moneda! 
  • Con la tasa sobre los depósitos quieren recaudar unos 5.800 millones de euros. Aunque podrían modificarse los tramos, en especial dejar sin tributación a los importes menores de 25.000 euros, el importe que se pretende recaudar es el mismo. Luego, se subirían las tasas para los importes superiores. 
Todo rescate se paga, habitualmente, con impuestos (¿Se acuerdan quien es el responsable de pagar el rescate que la UE concedió a los bancos españoles? ¿Por qué en Chipre se quiere hacer participar a los tenedores de depósitos (chipriotas y también extranjeros)? Puede que sea más barato para los chipriotas. Al hacer pagar a los depositantes, se hace pagar a los depositantes extranjeros, que de otra forma no participarían del coste del rescate (como en España). Luego, la parte pagada por los chipriotas sería menor, hecho de esta forma, que no financiado con impuestos como se ha hecho en España. 
¿Nos puede pasar lo mismo a los españoles? No debería, porque como integrantes de la comunidad PIGS (Portugal, Irlanda Grecia y Spain), nuestros bancos ya han sido rescatados (recibido ayudas que los contribuyentes españoles deberemos devolver). En el caso particular de los bancos españoles, es probable que necesiten aportaciones adicionales de capital en el futuro. Pese a haber recibido 42.000 millones, el importe de las ayudas otorgadas por Europa a la banca española fué de 100.000 millones. Una segunda ayuda vendría a cargo de esta partida, ya concedida. Incluso en el supuesto de apurarse en su totalidad supondría poco más de 2.000 euros por persona y por ello la tentación de hacer en España lo mismo que en Chipre debería ser escasa. 
Por todo esto parece que el impacto de la noticia en los mercados financieros será moderado. Aún así, es importante resaltar que cualquier caída, por pequeña que sea, debe ser aprovechada para hacer aquello que siempre nos ha gustado tanto a los españoles: ser propietarios -pero sin endeudarnos-; adquiriendo activos como acciones, fondos de inversiones, etc. Tener un depósito en el banco, nunca ha sido un “activo”, es hacerle un préstamo al banco para que haga lo que quiera con tu dinero a cambio de muy poco rendimiento y mucha inseguridad. Y si no se lo creen recuerden lo que ha pasado: preferentes, “estructurados”, “garantizados”, Chipre, etc. Aunque piensen que por el momento se han librado, no bajen la guardia.
©JAS2013
Para saber más sobre lo sucedido en Chipre...

miércoles, 20 de marzo de 2013

ISLANDIA: La revolución de los ciudadanos

Elvira Méndez Pinedo, catedrática de Derecho Europeo en la Universidad de Islandia, hace 12 años que vive en Islandia y ha participado de manera directa en el proceso que llevó a los islandeses a hacer dimitir al gobierno y a pedir responsabilidades a los responsables de la crisis. Ha escrito un libro: “La revolución de los vikingos-La victoria de los ciudadanos”. 


Lo que pasó en Islandia, nos dice, es lo que está pasando ahora en España y en otros lugares de Europa: el hundimiento de un modelo de capitalismo especulativo-financiero, diferente del mercado y conectado con la economía real.
La ciudadanía se dio cuenta que se había despreocupado de la política y que había que salir a la calle a reclamar cambios de manera cívica y pacífica.
En Islandia el camino al desastre  vino de la mano de unas políticas de privatización que empezaron a finales del siglo XX. Primero se privatizaron los principales recursos naturales como la pesca y el agua. Luego se privatizaron los bancos públicos y por fin la red de energía pública.
En la pesca se estableció un sistema de gestión de cuotas de pesca que se podían vender, alquilar, hipotecar, etc. El pueblo islandés perdió el derecho privado de pesca. Se daba el caso que un islandés que está rodeado de bacalao, tiene que comer bacalao congelado, comprado a las empresas a las que el estado vendió los derechos de pesca. Este fenómeno caciquil es algo similar a lo que pasaba por ejemplo en las grandes zonas productoras de aceite españolas. Los ciudadanos vivían rodeados de olivos y aceitunas y en cambio tenían difícil acceso al aceite. Si lo querían probar debían comprarlo a precios desorbitados impuestos por los terratenientes que poseían las tierras, los cultivos y la industria transformadora.
A los diez años de privatizar la pesca, se privatiza los bancos y cambia el modelo de negocio de banca comercial (ahorro-préstamo) a banca de inversión especulativa para beneficio de empresas privadas-pantalla y actividades delictivas (información privilegiada, abuso de mercado, etc.). Sepan que la mejor forma de “robar dinero” legalmente es comprando un banco.
En Islandia siempre ha habido glaciares y grandes ríos que mediante el aprovechamiento hidráulico y las centrales geotérmicas han permitido disfrutar de grandes cantidades de energía, que mediante la privatización se vendieron casi regaladas a la industria pesada, del aluminio, etc. Actualmente está proyectando un cable submarino para exportar su energía limpia y barata a Europa.
En Dreamland, Andri Magnason dice que Islandia se había convertido en “Una sociedad donde la ciudadanía tiene miedo al futuro, donde se permite que una élite económica y empresarial extranjera decida en su lugar”. ¿Conocéis algún país donde pase algo similar?
En el año 2008 quiebran los bancos públicos islandeses. A la crisis bancaria les sucederán una crisis financiera y una crisis política, por la falta de legitimidad de la clase gobernante, y una crisis de identidad como sociedad.
Los bancos se habían endeudado en los mercados para financiar la agresiva expansión internacional de sociedades de inversión islandesas. Cuando el acceso al capital extranjero se cerró, los bancos quebraron de forma técnica. No había ningún banco central del mundo que se prestara a ayudar a Islandia. El país había quebrado y quedado sin reservas de divisas.
Los ahorradores e inversores extranjeros que habían puesto dinero en sucursales de los bancos quebrados islandeses en UK y Holanda, pidieron al fondo de garantía de la UE la restitución de su dinero conforme a las leyes vigentes. El fondo de garantía de depósitos de UK y Holanda les repuso el dinero y luego lo reclamaron como deuda soberana a Islandia.  Cada islandés veía incrementado su “drama particular” en 120000€ por islandés o 48000€ por familia. ¡Piensen lo que harían si les pasara a ustedes!
En enero de 2009 se produjo la revolución de las cacerolas. Cada día, familias enteras, hijos y abuelos incluidos, se acercaban hasta la sede del gobierno o delegaciones territoriales para protestar contra el gobierno y cuando salían los políticos, les tiraban huevos, harina, yogurts, etc. Siempre hay grupos más exaltados que querían tirarles objetos más contundentes y los manifestantes defendían a la policía porqué los cuerpos de seguridad no eran sus enemigos. Los enemigos eran los gobernantes que los habían llevado a esa situación desesperada. El papel de la sociedad civil es determinante para el éxito de este nuevo activismo político que se origina de abajo arriba.
En las manifestaciones, que los gobernantes intentaron desacreditar, se exhibían pancartas que rezaban:
  • “Una nación mejor que el FMI”
  • “El parlamento del pueblo es mejor que el parlamento de la traición”. Traición por qué el gobierno y el parlamento habían aceptado deuda a los ingleses y holandeses como deuda soberana del país
  • “Pongamos la prioridad en nuestros hijos y no en la clase política y en los ricos”.
  • Etc.
Los ciudadanos celebraban reuniones cívicas de discusión y cada lunes tenía lugar un foro nacional a las 9h Los políticos asistían y escuchaban lo que cada ciudadano tenía que decirles, para finalmente responder a sus preguntas. Estas asambleas eran transmitidas por la radio y la TV. Quedó en evidencia que los políticos del gobierno no tenían soluciones para salir del atolladero y toda la nación islandesa se enteró de ello.
El abismo entre ciudadanos y políticos cristalizó cuando la líder socialdemócrata perdió la paciencia, se encaró a los reunidos en el foro gubernamental y les dije “Pero vosotros, ¿Quiénes os creéis que sois?  ¡Vosotros no sois la nación! ¡Yo soy parlamentaria y os represento!”. (Esto mismo es lo que he oído decir muchas veces a sesudos tertulianos: Estamos en una democracia parlamentaria y tenemos que respetar el sistema. Votar cada cuatro años y dejar que los parlamentarios lleven como estimen oportuno las riendas del país. El poder reside en el parlamento. No en el pueblo)
Los islandeses no confiaban en sus políticos que les habían llevado a la ruina y no sabían cómo salir de esa tétrica situación, por ello pidieron que dimitiera el gobierno, los responsables de instituciones como el Banco Central, etc. Y por la presión de los islandeses, el Gobierno islandés fue el primero del mundo que tuvo que dimitir en pleno.
Como en Islandia hay una ley de responsabilidad civil y criminal que se aplica a “todos” sin excepción, en 2012, el Tribunal especial Landsdómur declaró culpable al Primer Ministro Geir Haarde de un cargo por negligencia y mala gestión gubernamental durante 2008, según la constitución Islandesa. También fue a la cárcel un alto funcionario de finanzas (tenía 100 millones de coronas en acciones y aprovechó información privilegiada para venderlas antes del crac) y más de 40 “delincuentes de cuello blanco” están procesados. Hoy aún permanecen abiertos 400 casos (más de un 1 por mil de la población). Se ve que en Islandia la “justicia” también es lenta.
Con el fin de diseñar un nuevo proyecto social y ético par Islandia, se preguntó a 1000 finlandeses elegidos al azar sobre los valores (integridad, justicia, honestidad, igualdad de oportunidades, respeto a los derechos humanos, etc.) que pensaban debía tener la sociedad finlandesa en el futuro.
Se designó a 25 islandeses para que redactaran un proyecto constitucional, que contemplara una nueva ley electoral y permitiera una democracia más directa y participativa, como se hizo en las reuniones cívicas y los foros nacionales. Posteriormente, el parlamento deberá aprobar este proyecto.
Los ciudadanos decidieron que no era posible rescatar a los bancos. La solución islandesa fue dejar que los bancos fueran a un proceso de liquidación ordenada. El Estado quedó al margen de enormes pérdidas del sector privado y evitó cargas excesivas para la sociedad y los contribuyentes. Un tribunal de Luxemburgo, después de cinco años les ha dado la razón en su forma de abordar la quiebra del Icesave.
Se rescató a los ahorradores y se liquidó a los bancos públicos quebrados. El ahorrador que tenía 100000€ en un banco antiguo se le depositó esta misma cantidad en uno de los bancos nuevos. Había que pagar la deuda interna que ascendía al 20% del PIB islandés; el nuevo gobierno devaluó la corona islandesa un 50% y no se permitió sacar del país coronas islandesas si no era para alguna transacción comercial real y demostrable. Un ciudadano puede sacar un máximo de 2000€/mes en metálico del banco, pero no del país (corralito).
No hay ninguna solución milagrosa en la que los platos rotos los paguen "otros". Ni siquiera en este caso la han pagado por completo los máximos responsables. 
La crisis ha obligado a los islandeses a un cambio de mentalidad, mayor austeridad, a apostar por la educación, por una sociedad más igualitaria, más ética y más democrática. El 27/4/13 hay elecciones legislativas en Finlandia y parece que  un 25% de islandeses que trabajan activamente para que cambien las cosas y que piden a los ciudadanos que ayuden, todos los que tengan capacidad para ello y todavía no estén “pillados” por el sistema, a conseguir un nuevo marco mejor. Otro 25% simpatiza con el poder fáctico y quiere mantener sus privilegios. El 50% restante, están en el limbo y no se implican abiertamente, porqué está cansadas, porque no se preocupan por saber y tienen miedo, porque no quieren riesgos, porqué esperan que los demás hagan el trabajo por ellos, etc. ¿Nos suena de algo? 
En estas circunstancias el tema todavía no está decidido. Ni mucho menos. El proyecto está frágil. Los privilegiados luchan con uñas y dientes por no soltar sus prebendas y muchos endeudados-indecisos piensan “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”. Entra dentro de lo posible que los islandeses vuelvan a votar y permitir que los que los llevaron a esta situación vuelvan a sentarse en el Parlamento y en el gobierno. De esto sabemos mucho en España.
Después de 5 años de crisis ya hemos visto diferentes tipos de "soluciones-robos-despropósitos" que diferentes gobiernos de todos los pelajes políticos han implementado. Es resultado ha sido invariablemente una extracción de las rentas, succionadas de las clases medias, que han engordado las arcas de los políticos poco éticos y los centros de poder financieros y un laminado cada vez más duro de los derechos sociales de los ciudadanos. Prácticamente todo el mundo lo nota en si mismo y en sus "ahorros para la vejez". El último atraco ha sido el de Chipre. (Aunque el parlamento no se ha atrevido a votar la primera propuesta, no les quepa la menor duda que de una u otra forma los que siempre pagan los platos que otros ha roto, los pagarán también allí. Unos han disfrutado del blanqueo y los pobres ahorradores pagarán la fiesta.)
Como dijo Salvador Espriu, “Las palabras importan muy poco, si no llevan en breve a una acción contra el poder”. Cada uno que lo interprete bajo su prisma y cuando nos pase lo que nos pasará, que nadie diga que no se lo esperaba.
Y aunque a muchos se lo pueda parecer, la solución no es sacar los ahorrillos del banco y guardarlos en el calcetín. Hay muchas formas de hacer salir al conejo de la madriguera.
©JAS2013

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