lunes, 13 de febrero de 2017

Refugiados si, diferentes no

El sábado pasado se celebró en el Palau Sant Jordi de Barcelona un macro concierto por los refugiados. Los asistentes y televidentes (se retransmitió por TV3) vivieron tres horas llenas de reivindicaciones, dardos políticos y mucha emoción. Unas 15000 personas asistieron al evento impulsado desde la plataforma ‘Casa nostra, casa vostra’ y dirigido por la Fura dels Baus, y producido con la colaboración de Primavera Sound y Canet Rock. Se pedía convertir el país en una tierra de acogida para aquellas personas que huyen forzadas de situaciones difíciles o persecuciones en su país de origen, y han visto como sus vidas quedaban estancadas y se alejaban de su esfera familiar. 
En el concierto, bengalas y móviles-linterna encendidas. Todo muy emocionante. Mientras, en la calle, la mayoría de la gente, calla y no opina lo que realmente piensa. Unos callan porque el de los inmigrantes y refugiados es un asunto muy complejo y no tienen una opinión bien formada. Otros lo hacen porque están preocupados por otros temas más cercanos y acuciantes para ellos. Otros hacen mutis por el foro porqué no consideran políticamente correcto exponer su opinión en público, porque socialmente está mal visto no aplaudir los discursos mediáticos de los que presumen de solidarios. 
Lo cierto es que a todos nos consta que muchos usan o piensan, aunque no las pronuncien en voz alta, expresiones del tipo “cerdo polaco” para referirse a los catalanes, “xarnego” para referirse a las primeras generaciones de andaluces que emigraron a Catalunya, “sudaca de mierda” para referirse a los que han venido de Sudamérica, “negro asqueroso” para los subsaharianos, etc. Y lo hacen, incluso gentes que asistieron al concierto o participaron en la “gran recollida d'aliments”.
Y el tiempo pasa. Y no somos capaces de evolucionar. Seguimos mirando con recelo al que no haya nacido en nuestro pueblo, calle o barrio, aunque sea persona educada. Si además de tener un color  o hechura distinta, es pobre y nos pide ayuda económica, ya se disparan todos los demonios y el rechazo es visceral.
En Catalunya se dice —“Poll ressuscitat, pica més que cap”— refiriéndonos a las personas que de pobres se han vuelto ricos y se vuelven más orgullosas e insolidaridarias que los que ya nacieron ricos. Esto se aplica también a los que se beneficiaron de privilegios y los perdieron a favor de otros recién llegados, más necesitados que ellos. Ya saben que los gitanos llaman payos a los que no pertenecen a su etnia, pero ¿Han oído alguna vez la expresión “payo negro”? Es como algunos gitanos llaman despectivamente o con cierto odio a los que, según ellos, les han quitado las subvenciones o ayudas sociales que hace unas décadas recibían casi en exclusiva. La solidaridad entre los colectivos inmigrantes no no es tan clara ni automática como podría pensarse. 
Sucede menudo que el rechazo de los “diferentes” se incrementa cuando uno no está en su territorio. Aún así, seguro que han notado que se tolera mejor la “diferencia”, o al inmigrante, si es rico o poderoso. Si se da el caso, aunque el rechazo visceral en privado o disimuladamente en público, siga estando presente, cambian totalmente las formas: En lugar de “negro de mierda” se le llama “Doctor X, o Presidente Obama”. En lugar de “moro de mierda” se le llama “Su excelencia Petrodólar X” al igual que se trata diferente a un camboyano o vietnamita que a un japonés, aunque para los europeos todos los asiáticos nos parezcan “orientales estreñidos”; porqué se supone que son más ricos y poderosos. Por cierto, para los japoneses, todos los extranjeros somos “no naturalizados” y nos bautizan como “Gaijin” aunque, si se tiene un cierto nivel de poder o la riqueza adecuada, las formas cambian a "gaikokujin" que es más políticamente correcto y entonces te conceden el honor de invitarte a sus eventos más selectos y hasta se hacen selfies con su rico y poderoso gaijin.
Los organizadores del acto “pro-refugiados” de Barcelona dijeron que la pelota quedó en el tejado de los políticos, pero si todos nosotros y la sociedad de la que formamos parte no cambia, creo que poco hay que hacer. ¿Qué nos pasa? No se si estamos podridos o estamos locos y con estos mimbres, ¿podemos esperar alguna posibilidad de solución?
¿Tuvo razón Groucho Marx cuando dijo: “Surgiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cimas de la miseria”?
Hace más de dieciséis años, Raúl Núñez (falleció en 1996) publicó en su sección “El aullido del mundo” en “Cartelera Turia” un artículo que tituló “Ser de mierda” y sigue siendo vigente. Lo adjunto a continuación para que puedan leerlo y reflexionar.

©JuanJAS
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Ser de mierda

Si a una persona le apetece dejar su país o ciudad y trasladarse a otro sitio se transforma automáticamente en alguien “de mierda”, salvo que vaya forrado, claro. Uno parece estar condenado a quedarse en el sitio donde lo han parido para tener unos mínimos derechos. Da igual si debe pasarse la vida entre las cabras, o soportar una dictadura o morirse sin saber qué hay más allá de sus narices.
Y, más aún, si es negro.
A Festus Uwumagbe se le ocurrió dejar su pueblo de Nigeria e ir a Madrid para llevar otro tipo de vida. Poco después se dio cuenta de que se había convertido en un “negro de mierda”. Hasta tal punto que se le obsequió con la más inhumana de las muertes. La de la falta de atención médica en un país supuestamente desarrollado. Un paro cardiaco-respiratorio se encargó de que hubiera un negro menos apestando las civilizadas calles españolas.
En todas partes hay gente “de mierda”. Los negros, moros, gitanos y sudacas son “de mierda” en Europa. Un andaluz en Cataluña es un “xarnego de mierda”. Y un catalán en Andalucía es un “polaco de mierda”. Cualquier español es “de mierda” en Europa. Y el que no lo sea es un “guiri de mierda” en España.
¿Qué ocurre? ¿Cuál es la tara?
En realidad, yo tengo la ligera sospecha de que todo el mundo es “de mierda”. Porque todos la llevamos dentro y cagamos y luego tenemos que limpiarnos con el papel del váter. Lo malo es cuando se queda atascada en nuestras mentes y es imperiosa la necesidad de un laxante neuronal para que queden limpias y, además de crueles, nos impidan ser idiotas y cerriles.
Si de algo somos, es de agua. Así que me pregunto si no sería más preciso llamarle a un africano “negro o moro de agua”. Y no dejarlo morir sin asistencia médica, aunque sea profesor de filosofía en su país o analfabeto.
Y el tiempo pasa. Y el hombre no es capaz de evolucionar. Y se sigue mirando con el recelo al que no haya nacido en la misma calle, aunque provenga del pueblo más cercano.
La muerte de Festus Uwumagbe será inútil, como tantas otras, pese a haber tenido una cierta trascendencia en la prensa. De nada servirán las manifestaciones, ni la ayuda de las “entidades humanitarias”, ni la indignación que puedan sentir quienes han estado cerca de él en sus últimos momentos.
Es algo más profundo lo que debe ocurrir. Sólo un cambio en el corazón del hombre será la única solución. Pero, mientras tanto, seguiremos siendo “de mierda”.

Raúl Núñez, Diciembre de 1990

sábado, 11 de febrero de 2017

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

La Asamblea General de las Naciones Unidas pone fechas de celebración para multitud de temas. Más de uno por día, hoy ha tocado celebrar el “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”. 
Algunos se recochinean y piensan que aunque “Un día al año no hace daño”… y celebrar este día pueda servir como un recordatorio de esta problemática escala mundial, lo que precisamos es educar a los chicos y las chicas en igualdad desde la base. Eso es fundamental para lograr la verdadera incorporación de la mujer en el mundo de la ciencia hasta los puestos más altos de dirección o representación, en lugar de forzar políticamente una cierta paridad artificial.
Dentro de los "Objetivos de Desarrollo Sostenible", la igualdad de género, y particularmente la igualdad en el campo de las ciencias, tienen un papel fundamental en la ONU. La meta a conseguir para el año 2030 es lograr una participación real y equitativa de las mujeres y las niñas en este campo de gran importancia para el desarrollo de la humanidad, fomentando así su empoderamiento.
Recientemente cuatro revistas de prestigio mundial han publicado artículos relacionados con la participación de las mujeres en el mundo científico:
-la revista Nature estudia la presencia femenina como evaluadora de los trabajos de sus pares a la hora de publicar artículos y concluye que se evalúan mejor los artículos firmados por hombres que si son firmados por mujeres.
-La Unión Geofísica Americana dice que las mujeres tienen menos posibilidad de participar en el proceso de revisión o arbitraje.
-La Revista de la Academia Nacional de las Ciencias Americanas publica que cuando los profesores, tanto hombres como mujeres, evalúan una candidatura para dirigir un laboratorio puntúan más favorablemente a un hombre que a una mujer.
-La revista Science analiza las causas de infrarrepresentación femenina en las ciencias y en las ingenierías. A partir de los 6 años, las niñas opinan que hay menos mujeres superinteligentes que hombres. Seguramente a esa corta edad no sepan que las niñas tienen exactamente las mismas capacidades que los niños para llegar a ser científicas, pero mantener ese tópico seguro que influenciará los intereses de estas niñas de ahí en adelante. Por cierto los niños resultaron ser más paritarios.
Seguro que estos días se darán charlas, talleres, actuaciones, concursos, encuentros con científicas, mesas redondas y otras tantas actividades. No faltará quien pida igualdad y que justifique el que se dicten leyes y decretos para asegurar la paridad. Pocos se atreverán a decir en voz alta y menos a escribir que muchas mujeres son más machistas que los hombres al defender un modelo patriarcal a la antigua usanza frente a uno más igualitario en el que prevalezca la igualdad de educación, de oportunidad y el “mérito” personal.
Todavía se mantiene la falsa creencia de que las denominadas carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son “carreras de hombres”. Estos prejuicios sociales provocan un alejamiento de las mujeres, que prefieren optar por carreras de letras. Las probabilidades de que las mujeres opten por apuntarse a una carrera de ciencias son mucho menores que las existentes para el género masculino. Además, se estima que solo el 18% de las mujeres que inician una licenciatura en esta área la culminan, mientras en el caso de los hombres un 37% llega al final de su carrera.
El número de doctores en ciencias es similar al de doctoras pero estas no consiguen llegar en la misma proporción a cargos de representación. Se acabó ahí el igualitarismo. En España sólo hay una mujer que ocupe el Rector (en la Universidad de Granada).
Vivimos en un mundo enfermo de desigualdad —no sólo económica, de pobreza real o por contraste de los muy ricos con otros poco ricos— sino de desigualdad entre sexos cuando los méritos no tienen nada que ver con lo que habita en la entrepierna. 
Está bien que se celebre hoy el “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”, pero hay que seguir trabajando mañana y todos los días desde el seno de cada familia, porqué si no lo hacemos todos —las mujeres primero y de verdad— nunca lograremos vivir en una sociedad meritocrática e igualitaria.
A ninguna mujer le debería bastar con poder “entrar y salir” cuando ella quiera, con quien quiera y a la hora que quiera —hace sólo cincuenta años sólo podían hacerlo los hombres— perfectamente maquilladas, vestidas a la última y paseándose guapísimas con sus pelazos, sus bolsazos, sus gafas de ir de incógnito y el aire de diva para ir a la oficina o al mercado. Algunas publicidades rezan: ¡Antes muertas que sencillas! y declaran que quieren ser dueñas de si mismas aunque al mismo tiempo se aprovechen de otros o necesiten a otros —la mayoría de las veces un hombre— que les saquen las castañas del fuego. 
Estas mujeres —no conozco estadística que indique el porcentaje— juegan con el “rol habitual que la sociedad del siglo pasado les imponía” para hacerse las tontas (recuérdese el caso de la Infanta de España) y así aprovecharse de algunas situaciones. Si verdaderamente creyeran en la igualdad de oportunidades y de méritos, no tendrían ninguna necesidad de usar las armas de su sexo ni asumir el rol de mujer tonta-dependiente. ¿O es que son “listillas depredadoras” que se hacen las tontas?
Por suerte hay muchísimas mujeres que colaboran como uno más en su hogar, que nunca han necesitado a un hombre para que las “mantenga” y que con su ejemplo enseñan y consiguen más en pos de la igualdad de sexos que cientos de declaraciones y reivindicaciones feministas. 
Ojalá que cada uno, en su casa-familia, ponga su granito de arena y dé ejemplo tratando a sus hijos, vecinos y conocidos, respetuosa y equitativamente independientemente de otras características que les adornen. 
©JuanJAS

jueves, 9 de febrero de 2017

El Índice de Competitividad Global

Mucha gente confunde el concepto “competitividad” de la economía de un país con el verbo “competir” entre personas, con el pasar/quedar por encima del otro.
Cuando decimos que “hay mucha competitividad entre empresas” nos referimos a la rivalidad u oposición entre dos o más “empresas” —también podrían ser personas, clubs, comunidades, Estados,…— que compiten con otras para conseguir un mismo fin.
¿Qué hacen estas empresas para mejorar su capacidad de competencia (Competitividad)? Todo lo necesario para generar la mayor satisfacción de los consumidores de forma que les permita asumir mayor cuota de mercado a expensas de empresas menos competitivas, si no existen deficiencias de mercado que lo impidan.
Frecuentemente se usa la expresión pérdida de competitividad para describir una situación de aumento de los costes de producción, ya que eso afectará negativamente al precio o al margen de beneficio, sin aportar mejoras a la calidad del producto. La competitividad puede definirse de manera clara, cuando se aplica a una empresa o grupo de empresas que venden sus productos en un mercado bien definido como producir más cosas en menos tiempo. En ese caso una pérdida de competitividad amenaza a largo plazo la supervivencia de una empresa o grupo de empresas.
¿Qué es la competitividad aplicada a un país?
Aplicado a un país el concepto de "competitividad" es más dudoso, ya que un país no es una empresa y el principio de la ventaja comparativa establece que dados dos países con fronteras de posibilidades de producción adecuadas encontrarán especializaciones mutualmente beneficiosas que garanticen la continuidad del comercio, sin que la viabilidad económica de uno de los dos países esté comprometida.
Cuando nos referimos a países competitividad no puede asociarse a “guerra o lucha por ser mejor que el otro”. Al menos no puede limitarse sólo a ello. Cuando se refiere a países hay que valorar la capacidad que tienen estos países de crear las condiciones económicas, sociales y medioambientales que les permitan desarrollarse y proveer altos niveles de prosperidad a sus ciudadanos.

Hay dos grandes mitos sobre la competitividad de los países:
1.- Ser competitivo equivale a ser más barato. Todos hemos escuchado a analistas decir que se necesitan “devaluaciones competitivas” que abaraten la moneda de un país para fomentar así las exportaciones y la industria nacional. ¡Gran error! 
La competitividad basada en ser más barato acaba muriendo del propio éxito: si haces las cosas bien, creces. Si creces, suben los salarios. Si suben los salarios, también lo hacen los costes por lo que dejas de ser competitivo.
Cuando no puedes hacer las cosas más baratas que los demás, tienes que pasar a hacer las cosas mejor. Pero incluso eso no es sostenible porque si sigues haciendo las cosas bien, los salarios y por ende los costes siguen subiendo hasta que no pueden ser compensados por el diferencial de calidad. Cuando uno no puede hacer las cosas más baratas que los demás ni mejor que los demás, sólo te queda una alternativa: hacer cosas distintas a los demás. Cosas nuevas. Es decir, a la larga, la competitividad no se basa en los costes sino en la innovación. 
2.- Para ser competitivo hay que hacer investigación y desarrollo (I+D) en unos sectores que el estado ha decidido que son prioritarios. Los sectores que suelen elegirse son telecomunicaciones, biotecnología, sectores verdes y renovables, etc. 
Para que un invento tenga efectos sobre la competitividad, tiene que ser implementada empresarialmente. Una tesis doctoral que acaba almacenada en los sótanos de alguna biblioteca puede avanzar nuestros conocimientos, pero ni aumenta la productividad de los trabajadores ni genera crecimiento económico. Si uno estudia las grandes ideas empresariales de las últimas décadas, uno se da cuenta de que ha habido avances en sectores milenarios como el circo (Cirque Du Soleil), el vestido (Zara), los muebles (Ikea), el vino (todo el sector en Australia) o el café (Nespresso o Starbucks). Al contrario grandes empresas como Nokia o Kodak que investigaron y descubrieron el primer Smartphone o la primera cámara digital, al no innovar y no implementar estos grandes descubrimientos en “productos físicos” que pudieran venderse, terminaron por desaparecer. Otras empresas que supieron innovar y sacar partido de los descubrimientos logrados por los grandes departamentos I+D de estas empresas, se llevaron el gato al agua, fabricaron, vendieron y crecieron. 
Además está comprobado que sólo el 8% de las ideas empresariales provienen de científicos a través del I+D formal. El 92% de las ideas empresariales provienen de los trabajadores (Amancio Ortega de Zara era un vendedor de camisas y batas de marujas antes de crear Inditex), estudiantes (Mark Zuckerberg, creó Facebook siendo estudiante) o incluso artistas callejeros (como Guy Laliberté, el creador de Cirque du Soleil). Todos los países y todos los sectores pueden y deben innovar para progresar.

La política de competitividad, ni debe confinarse a los países ricos que tienen grandes centros de I+D, ni debe favorecer sectores escogidos por el gobierno, ni debe priorizar la educación de los mejores estudiantes con potencial para ser científicos. Al contrario, la competitividad debe sustentarse en dos pilares:
A.- La educación moderna para la totalidad de la población. Con las grandes bases de datos y los buscadores para acceder a todo tipo de conocimientos a trasvés de Internet, casi al momento, cada vez va siendo menos útil memorizar. Lo que si se hace imprescindible es fomentar la creatividad y el espíritu crítico en la totalidad de la población y no sólo en las élites, porqué los innovadores no van a ser los científicos sino los trabajadores, los estudiantes o incluso los saltimbanquis de la calle.
B.- La implementación: el estado debe asegurarse que a los ciudadanos de a pie que tienen ideas les sea fácil implementarlas a base de crear nuevas iniciativas empresariales. Para ello hay que crear un entorno regulador eficiente compatible con la libre empresa, unas infraestructuras modernas, un sistema financiero que financie ideas “extrañas” y un mercado laboral flexible que permita a los trabajadores adaptarse a las nuevas ideas.
Está claro que la “competitividad” importa porque de ella depende el aumento de la prosperidad y la creación de más oportunidades para todos. Cada año, el Foro Económico Mundial (WEF) analiza la competitividad y los esfuerzos conjuntos que necesitan las empresas, los gobiernos y las sociedades, para ayudar a mantener el mundo en una senda de crecimiento sostenido y publica los resultados del estudio —Informe de Competitividad Global (Índice GCR)– que dirige el profesor Xavier Sala-i-Martín, como Asesor Principal de la Competitividad Global y la evaluación comparativa de red. 

Para obtener este Índice GCR se tiene en cuenta un concepto de Competitividad que se explica en este video. En el mismo se describen los 12 elementos vitales que impulsan la productividad de un país: Instituciones, Infraestructuras, Entorno macroeconómico, Salud y Educación Primaria, Educación superior y profesional, Eficiencia del mercado de mercancías, Eficiencia del mercado laboral (capacidad que tiene el país de utilizar eficientemente el talento de sus ciudadanos), Desarrollo del mercado financiero, Preparación tecnológica, Sofisticación en los negocios e Innovación. Cada uno de estos grandes grupos se dividen en medidas concretas (entre 4 el que menos y 21 el que más) para calcular indicadores que sirven para medir el nivel de competitividad de una economía y compararla con los niveles que alcanzan los mejores países. También se hace una encuesta para recopilar datos de percepción. Una red de más de 160 Institutos Socios del WEF —uno en cada país del mundo— recogen la visión de más de 14.000 ejecutivos, conductores críticos del desarrollo de sus respectivos países para completar la Encuesta de Opinión Ejecutiva, la más extensa que se hace de este tipo en el mundo. Esta encuesta recoge información valiosa sobre una amplia gama de variables y factores que afectan el clima de negocios dentro de la economía de un país, para las que las fuentes de datos son escasos o inexistentes. 
Con los datos y con la Encuessta de Opinión Ejecutiva, un equipo de expertos elaboran cada año, desde 1979, el “Índice de competitividad Global”. Este GCR evalúa la eficiencia de la economía de 148 del mundo que producen casi el 99% del PIB mundial.
Por la integridad del WEF, la investigación relacionada, el muestreo de rigor y comparabilidad en todo el mundo, este Índice GCR es fundamental para conocer la competitividad global y poder realizar una evaluación comparativa de todos los países del mundo en este tema.
El informe presenta una lista exhaustiva de las principales debilidades y fortalezas de los países, centrándose en los esfuerzos conjuntos que necesitan las empresas, los gobiernos y las sociedades, que pueden ayudar al mundo en una senda de crecimiento sostenido. Conocer y estudiar estos datos puede ayudar a los gobiernos de los países del mundo a tomar decisiones políticas en su país o en su área de influencia y colaborar así a que los ciudadanos puedan mejorar su eficiencia y su prosperidad.
Aquí pueden consultar el GCR de 2014-2015 

Si leen este informe, podrán estar contentos por vivir en un país que ocupa los primeros lugares mundiales en esperanza de vida, calidad de la infraestructura ferroviaria (AVE), cantidad de personas que reciben enseñanza primaria y secundaria y que dispone de buenas escuelas de negocios, con pocos aranceles comerciales, con bastantes ingenieros y científicos, aunque cada vez más tienen que emigrar a otros países para encontrar oportunidades de desarrollar su profesión, etc.
También estarán en disposición de preguntar a nuestros políticos que cosas concretas hacen para mejorar: el acceso a la financiación, la transparencia en las políticas gubernamentales, la enorme deuda pública, la enorme carga de funcionarios públicos, el derroche en los gastos públicos, las restrictivas regulaciones laborales, la ineficiente burocracia gubernamental, las altas tasas de impuestos y las regulaciones fiscales ineficientes, la corrupción, la insuficiente capacidad para innovar, el bajo desarrollo del sistema financiero, etc. Y cuando les digan que son antipatriotas, les responden que no se escondan tras la bandera y les muestran los datos del GCR que no tienen ninguna razón para tratarnos ni mejor ni peor que al resto de países del mundo. 
Va siendo hora de crecer y asumir responsabilidades. Tal vez así, nuestros políticos dejen de tratarnos como niños y empiecen a tratarnos y respetarnos como a adultos. En nuestro sistema democrático, que no e perfecto, pero si es el menos malos de todos los conocidos, cada cierto tiempo votamos a nuestros políticos y ellos eligen gobierno. Su cometido es servir los intereses de la ciudadanía. Los ciudadanos no somos los súbditos de nuestros gobiernos, aunque algunos parece que les gustaría. En todo caso conviene recordar que la subordinación es cómoda, pero tiene un coste y la libertad es incómoda, porque tiene un precio. Debemos elegir entre asumir el coste de la subordinación (callar y no reclamar ante las injusticias) o pagar el precio de la libertad; en este caso empezando por leer el Informe GCR, pensar y actuar en consecuencia. De nosotros depende.
©JuanJAS


ANEXOS:

Vídeo: ¿Que es “Competitividad”?

‪Vídeo: Global Competitiveness Report 2015-2016

Un apunte sobre WEF
El Foro económico mundial (World Economic Forum) es una fundación sin ánimo de lucro, cuya sede es en Ginebra. 
No defiende ningún interés político, partidario o nacional y se ha puesto como misión «mejorar el estado del mundo».
Tiene su sede en Cologny, en la esquina de Ginebra, en Suiza. En 2006 abrió oficinas regionales en Pekín, en China, y en Nueva York, a Estados Unidos.
Tiene el estatus de observador en el Consejo económico y social de las Naciones Unidas y está bajo la supervisión del gobierno suizo.
El Foro es conocido por su reunión anual en Davos, Suiza, que reúne a una élite mundial de dirigentes de empresa, responsables políticos del mundo entero así como intelectuales y periodistas, a fin de discutir los problemas más urgentes del planeta, incluyendo en los ámbitos de la salud y del medio ambiente. 
El Foro organiza igualmente la «Reunión anual de los nuevos campeones» en China y varias reuniones regionales que se mantienen a lo largo del año. Fue creado en 1971 por Klaus M. Schwab, profesor de economía en Suiza. Paralelamente a las reuniones, el foro publica un cierto número de informes económicos e implica a sus miembros en diferentes iniciativas vinculadas a sectores específicos.
La financiación del foro es asegurado por las 1.000 empresas miembros. El perfil tipo de la empresa miembro es una multinacional que realiza un volumen de negocios superior a cinco mil millones de dólares USD, una cifra que puede sin embargo variar según la rama y la región afectada. Por otra parte, estas empresas se sitúan entre las mejores en su sector de actividad y/o país y juegan un papel predominante en la evolución futura de su sector de actividad y/o región.
Desde 2005, las empresas miembros ingresan derechos de adhesión anuales de 42.500 CHF, así como de los derechos de 18.000 CHF, un importe que cubre la participación de su PDG en la reunión anual de Davos. Las Industries Partners y Strategic Partners contribuyen respectivamente con 250.000 CHF y 500.000 CHF, lo que les permite jugar un papel más importante en las iniciativas del foro.
El Foro sirve también de laboratorio de ideas y publica diferentes informes económicos anuales:
· El Global Competitiveness Report (desde 1979) mide la competitividad de los países y de las economías.
· El Global Information Technology Report (desde 2001) evalúa su competitividad en función de su propensión a utilizar las tecnologías de la información (networked readiness).
· El Global Gender Gap Report (desde 2005) analiza los ámbitos críticos de desigualdad entre los hombres y las mujeres
· El Global Risk Report (desde 2006) sopesa los principales riesgos globales
· El Travel and Tourism Competitiveness Report (desde 2007) aprecia la competitividad en términos de viaje y de turismo.
· El Global Enabling Trade Report (desde 2008) presenta un análisis internacional refiriéndose a un amplio abanico de medidas útiles a los intercambios comerciales entre países.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Inductores, complices y cooperadores necesarios

La televisión y los medios digitales nos informan al instante de cualquier guerra, horror, maltrato, pobreza, etc. que suceda en cualquier remoto lugar del mundo. El sesgo de negatividad —el hambre colectiva de escuchar y recordar las malas noticias— cada vez es más alto. 
Si miramos a nuestro alrededor, todos podemos intuir que no pasan únicamente cosas malas en el mundo y por ello a mucha gente nos encantaría poder leer y ayudar a difundir buenas y esperanzadoras noticias en los medios. Sin embargo, los periodistas se sientan atraídos por escribir sobre malas noticias —historias de tipo negativo, corrupción o hipocresías— en lugar de historias neutras o positivas. En los telediarios se reproducen machaconamente las mismas malas noticias y en la web se hacen virales los videos más escandalosos o los “trending topic” más difundidos en las redes sociales. Tal vez la explicación sea que la mayoría de nosotros creemos que somos mejores que la media y nos negamos a perder la esperanza de que al final, las “cosas” salgan bien. Tal vez este punto de vista positivo haga que las malas noticias destaquen más, como lo hace un punto oscuro sobre un fondo claro.
En nuestra parte del mundo, en que las noticias se transmiten por ondas de radiofrecuencia a la velocidad de la luz y en el que casi todo se sabe mucho antes que antaño, aunque haya sucedido a miles de kilómetros de distancia… ¿Cómo puede ser que siempre aparezca un único "malo" -el maltratador, el delincuente, el loco, el corrupto y el insolidario- y muchos "buenos" que se horrorizan al conocer sus pérfidas acciones? Ver nota al pie (1).
¿Cómo es posible que estos pocos “malos”, por si solos puedan hacer tanto daño a la mayoría de la gente? 
¿Cómo pueden cometer esos innumerables y aberrantes crímenes durante años, sin nadie que tenga conocimiento de sus fechorías y encubra sus maldades y sin algún tipo de ayuda?
¿Porqué nadie se pregunta, al menos en los medios, quienes son esos colaboradores necesarios y donde se ubican?. Y más aun, aproximando el foco hasta nuestro entorno más próximo, ¿Cuándo empezaremos a afear esas actitudes incívicas y a reprobar públicamente a las personas que cometen actos incívicos a nuestro alrededor, aunque los consideremos “de los nuestros”?
¿Porqué cuando oímos a personas decir que “tal acción detestable, reprobable o incluso criminal ya era conocida por amplios sectores de la población”, no les pedimos, a todos ellos, responsabilidades por no haber destapado la manta y por no haber hecho nada para que se emprendieran las acciones legales correspondientes en el mismo momento en que conocieron esos hechos?
¿Cuantas personas conocen a otra que roba, corrompe o es corrompido, ultraja o es ultrajado, maltrata o es maltratado, no cumple con sus deberes, las normas o las leyes y no lo denuncian?
Si la mayoría de los que conocen hechos de este tipo y en lugar de denunciarlos ante la justicia sólo se quejan neuróticamente o miran hacia otro lado, nunca saldremos del círculo vicioso en el que malvivimos.
Explica la psicoterapeuta Olga Pujadas que “ninguna persona emocionalmente sana soporta mucho tiempo la convivencia junto a su agresor/a y/o el de su hijo/a. Muy al contrario, hará todo lo posible, con miedo o sin miedo, con dinero o sin dinero, con apoyos o sin ellos, para buscar cualquier tipo de ayuda. La ayuda necesaria para frenar las agresiones, apartarse del maltratador/a, denunciarlo/a, etc. Pero si no lo hace y el maltrato continúa, estamos siempre ante una familia disfuncional”.
No sienten la tentación de aplicar este razonamiento al ámbito político-social, donde algunos ciudadanos-contribuyentes-votantes se sienten agredidos por unas “élites extractivas” en presencia más o menos tolerante de unos sectores de “intelectuales” que callan vergonzosamente o incluso llegan a colaborar con el “agresor/corrupto”.
¿Cuándo perderemos el “¿miedo?” para denunciar y rechazar las actitudes incívicas de estas “élites extractivas” y las de los que les dan cancha?
¿Cuándo dejaremos de hablar turbio (¿políticamente correcto?) y de negar los hechos, haciéndonos cuanto menos cómplices de los agresores-dominadores?
Desde hace muchos años, hay en Catalunya personas de buena voluntad que anhelan un mejor trato del Gobierno de España. Un trato proporcional y al menos igual que el que reciben otros españoles del resto de la península. Hace años que están cansados de la miopía y dejadez del Gobierno de España que parece no tener ningún proyecto para resolver la desafección de muchos catalanes. Los medios más leídos, vistos y escuchados en la península hacen caso omiso de todo lo que denuncian cerca de la mitad de los catalanes. Al contrario les llaman victimistas y minimizan o silencian por completo sus manifestaciones o demandas; con lo que sus lectores reciben una información totalmente sesgada de lo que realmente ocurre en Catalunya.
Al menos al 50% de catalanes desafectos que quieren un estado propio para Catalunya no se les puede considerar quejicas puntuales porque se llevan quejando durante años. Tampoco se les puede llamar “quejosos crónicos” porque demandan soluciones reales a los problemas de los que hablan y han hecho peticiones concretas al Gobierno central durante años sin que este haya aceptado siquiera dialogar sobre ellas. Parece que muchos gobernantes no quieren entender que si se les diera una solución mínimamente aceptable, se dejarían de quejar y que si simplemente los ignoran o confrontan con ellos sin ninguna empatía, esas personas se seguirán quejando, cada vez se irritarán más y en el límite pueden abrazar acciones no deseables para nadie.
Tampoco se les debería llamar sarcásticamente querulantes que llevados por su pasión quejosa, llegan a descuidar sus intereses personales, descuidan sus negocios y ocupaciones, enfrascados como están en procesos, querellas, pleitos, instancias, cartas dirigidas a la autoridad, a los ministros del Gobierno, etc.
Porqué los españoles, a pesar de lo que lean o vean por las teles, no se preguntan:
¿Qué insatisfacciones ocultan esas quejas de ese gran número de catalanes?
¿Qué motivos alegan para quejarse tanto y durante tanto tiempo?
¿Qué aspectos positivos les traerán sus quejas y que aspectos negativos nos traerán a nosotros?
¿Porqué no piden a sus representantes políticos que se sienten a negociar y que empiecen por atender las peticiones administrativas que les han hecho los Presidentes de la Generalitat y que cumplan todas las leyes o dictámenes de los tribunales que no han cumplido?
¿Porqué no les piden a sus representantes que se ocupen del “problema catalán” y que presenten un proyecto para resolverlo de la mejor manera posible para todos?
Mientras un gran número de catalanes se quejan y se manifiestan para expresar su queja, no he visto ningún alud de iniciativas en esa dirección, salvo la de algunos pocos periodistas. 
Esos catalanes desafectos que quieren un Estado para Catalunya se han quejado de forma multitudinaria y cívica durante los últimos cinco de septiembre. Todas ellas han sido unas de las mas multitudinarias demostraciones de insatisfacción que han tenido lugar en el mundo occidental y siendo así, han sido ninguneadas por el Gobierno y los principales medios de comunicación de ámbito nacional. Dejar podrir los problemas es ilógico pero es el camino que hasta ahora han tomado los dirigentes españoles. Esperemos que estas “quejas” sirvan para madurar y no se conviertan en un "vicio" que impida el avance. Por el momento el “hámster” sigue engordándose y dando la vuelta a la rueda cada vez más cansinamente porque, pese a todo, el diálogo real con el Gobierno central sigue sin producirse.
Parece que no es realista esperar ayuda de la comunidad internacional, esos catalanes desafectos están solos. El Gobierno español trata injustamente a los catalanes y hay muchos españoles —muchos catalanes entre ellos— que lo permiten, que no lo denuncian, que no hacen ni dejan que nadie tome ninguna medida para remediar la injusticia. Tal vez están ateridos de miedo por si las cosas todavía van a peor, ya que piensan que el poder del Estado español, utilizado en la forma que lo utiliza el Gobierno, es temible. Otros son crónicamente escépticos y suelen justificar su actitud con comentarios del tipo: “no es como tú lo cuentas, estás exagerando”, “hay que hacer cumplir las leyes aunque te parezcan injustas y pienses que nunca podrás cambiarlas”, “no nos tratan mal con mala intención, es que se deben a todos y si no respetan escrupulosamente el café para todos pierden votos en el resto de España”, “siempre estáis con el mismo discurso victimista”, etc. Buscan cualquier razonamiento que niegue o al menos relativice los hechos y ponga todo en duda.
Hemos llegado a un extremo en el que ya nadie escucha a nadie, sólo autoalimenta su discurso y si unos u otros quieren cambiar algo deben hacer algo distinto. Las “manifestaciones” pueden estar bien para desahogar malestares, pero de poco sirven si sólo son para consumo propio y enmascaran el trabajo serio y justo para conseguir aquello que realmente es importante. Hay que hacer mayor difusión de los problemas reales y las soluciones que se pretenden y menos propaganda y por favor, que nadie confunda “los medios” con el “verdadero fin” porque se haría un flaco favor a si mismo y a la comunidad.
©JuanJAS


(1) Recomiendo leer la entrada “Cómplices necesarios” escrita por la psicoterapeuta Olga Pujadas el 8 de febrero de 2017 en su Blog “Viaje Interior”. Trata de un tema diferente pero interesantísimo y muy útil como punto de partida para reflexionar…


viernes, 3 de febrero de 2017

Habilidades que se necesitan para tener éxito, practicamente cualquier cosa en la vida

Poseer algunas habilidades generales ayudarían a cualquier persona que quiera tener éxito en los negocios, el trabajo y en la vida en general. 

Cada uno tendrá su opinión respecto a lo que considera “tener éxito” y por ello debería complementar, según su criterio, la “lista de habilidades” que les propongo, y revisar su nivel de conocimiento y uso de las mismas periódicamente. La lista les servirá para poder detectar las que les faltan personalmente o deban ser mejoradas. También pueden utilizarla para enseñarles a los jóvenes de su familia, las que no hayan aprendido en la escuela… y ayudarles a ponerlas en práctica, porqué pensamiento sin acción, sirve para bien poco.
Basta que escriban "tipos de habilidades" en Google fotos y encontrarán muchísimas infografías  entre las que escoger; pero para empezar, aquí tienen diez...

1. Hablar en público. 
Uno debe ser convincente, persuasivo y claro al hablar en público. Sería muy provechoso tener la habilidad no solo de transmitir nuestro mensaje sino de cautivar a nuestra audiencia. La gente que puede hablar en público se siente más confiada en sí misma y es un foco de atracción. Esta habilidad no solo nos permitirá vender cosas sino también vender ideas, nuestro trabajo y a nosotros mismos.
2. Escribir. 
Saber escribir bien tiene las mismas ventajas que las de saber hablar bien en público. Escribir bien no solo implica saber gramática o sintaxis o ayudarse de un software especializado, sino saber ordenar nuestras ideas de forma coherente y convincente a fin de captar la atención de nuestros lectores.
3. Organización. 
Ser organizados es una habilidad esencial para manejar nuestros tiempos y actuar de una manera eficiente en la vida, al enfocar nuestra atención donde más se precisa. Cuanto mejor organizados y disciplinados seamos, mayor eficiencia y productividad conseguiremos, facilitándonos el cumplimiento de nuestras obligaciones.
4. Red Social de conocidos o amigos (Networking). 
Saber construir y tener una red social de conocidos o amigos no sólo nos permitirá poder conseguir con mayor facilidad trabajo o clientes para venderles nuestro productos. En una economía dominada por las ideas y la innovación, la creación de redes habilita el canal a través del cual fluyen las ideas y en el que se crean otras nuevas. Una red social nos permitirá también poder interaccionar, innovar, compartir nuestras creaciones e ideas, y hacer que “el todo” sea más que la suma de las partes.
5. Pensamiento crítico. 
En el mundo moderno estamos expuestos a demasiada información que debe ser evaluada, contrastada y criticada para poder discernir entre la información veraz-útil y la que no lo es. La habilidad de tener un pensamiento crítico nos permitirá analizar su relevancia y significado, y relacionándola con otra información, valuar eficientemente lo que leamos, veamos o nos cuenten.
6. Toma de Decisiones. 
Uno debe saber tomar decisiones en la vida, siempre sobre la base de la información disponible. De ahí la importancia de la calidad de esa información, puesto que ella influirá enormemente en el éxito de la decisión tomada. Hay que tener en cuenta que el sobre analizar para llegar a la perfección puede paralizar. Por ello hay que aprender a ser capaz de observar la escena y responder con rapidez y eficacia. Sirve de poco criticar, lamentarse o preocuparse si no se toman decisiones para pasar la acción. Por ejemplo es inútil buscar ideas para nuevos negocios o inversiones ideales si nunca llegan a concretarse.
7. Matemáticas. 
La mayoría de la gente no necesitamos saber resolver ecuaciones diferenciales, nos suele bastar con dominar las cuatro reglas y tener la habilidad de hacer rápidos cálculos mentales de aproximación, pero bastante precisos, entender conceptos como los porcentajes, el interés compuesto y las estadísticas básicas. Todas estas habilidades nos ayudarán a analizar los datos que nos lleguen de manera más eficaz - y más rápidamente - y para tomar mejores decisiones basadas en ella.
8. Investigación. 
Nadie nace sabiéndolo y cada vez se hace más difícil estar al día en el campo de especialidad de cada uno. Por ello más importante que ser una enciclopedia viviente es ser capaz de averiguar de forma rápida y con el menor esfuerzo posible lo que en cada momento necesitamos saber. Por ello es fundamental aprender a utilizar Internet de forma efectiva, aprender a usar una biblioteca, aprender a leer de manera productiva , y aprender cómo aprovechar su red de contactos - y qué tipo de investigación es más inteligente y oportuna para conducirnos al éxito.
9. Relajación. 
Uno debe tener la habilidad de poder relajarse, sino el estrés nos conducirá a una mala toma de decisiones, pensamiento pobre, mala socialización y en el extremo hasta provocarnos la muerte.
Trabajar a tope con el fin de mantener el ritmo, y no tener ningún tiempo para disfrutar de los frutos de su trabajo, no es realmente el "éxito". Es una obsesión. Ser capaz de hacer frente incluso a las crisis más apremiantes con ingenio y de la manera más productiva es posiblemente lo más importante en esta lista.
10. Finanzas personales.
En nuestra sociedad occidental está claro que el dinero no da la felicidad, pero que es absolutamente necesario para llevar una vida digna. Esta habilidad es esencial aunque sea despreciada por muchas personas. Realizar un seguimiento y registrar nuestros gastos- ingresos es importante sólo para sobrevivir, y mucho menos para prosperar.
Básicamente todos deberíamos conseguir la habilidad de saber hacer un presupuesto personal con la conciencia básica que no podemos gastar más de lo que ganamos. También deberíamos ser capaces de distinguir conceptos básicos de contabilidad como el gasto y la inversión porqué ello nos ayudará a saber manejar nuestro presupuesto personal o el de nuestros negocios-proyectos de una forma exitosa. Los mismos conceptos contables además pueden ser extrapolados a otras áreas de nuestra vida y por ello deberían enseñarse en todas las escuelas como conocimientos generales.
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¿Qué les pareció la lista? 
¿Piensan que podrían alcanzar un mayor éxito en la vida si desarrollan estas habilidades?
¿Cuáles creen que falta añadir y porqué son importantes para ustedes?
Les invito a regalarnos sus comentarios para que nos ayuden a todos a conseguir nuestro éxito particular.
©JuanJAS