miércoles, 20 de enero de 2016

Utopías y realidades

A nadie le gustan los recortes. ¡Cierto!. 
No es justo quitar de unos, hasta volverlos pobres, para dar a otros más necesitados aún. 
No nos hagamos trampas al solitario ni engañemos a a gente. A los grandes cárteles, corporaciones y super ricos nadie se atreve a plantarles cara de verdad. El gran capital huye rápido cuando intuye el más mínimo peligro y siempre encuentra acomodo en algún sitio.  Sigue habiendo paraísos fiscales en el mundo e incluso dentro de la Unión Europea. Lo que siempre hacen la mayoría de los grupos políticos (tanto de derechas como de izquierdas) es desvestir a un pobre para ayudar, un poco y temporalmente a un mendigo. Al final lo único que conseguimos es hacer más pobres a los que cada vez vivían peor.
¡No basta con repartir pobreza!, para atender las necesidades sociales necesitamos más responsabilidad y sobre todo más "recursos", económicos, humanos y de todo tipo. 
El crecimiento económico suele venir de dos fuentes: Por nuevas invenciones (crecimiento Schumpeteriano; más complejo pero más duradero), o por racionalización de talento/recursos (crecimiento Ricardiano; más fácil de conseguir pues basta con permitir la libre circulación de personas y capital, que ayuden a desmantelar ineficiencias).
La experiencia observada desde 1990 sugiere que el primer motor del crecimiento en Europa ha sido precisamente esa constante dirección hacia la unificación y libre circulación de recursos (capital financiero y humano), que dio lugar a un crecimiento Ricardiano que duró hasta el 2008. Es innegable que una de las marco-tendencias más prominentes a nivel global ha sido la formación del último "gran imperio europeo" (UE), que se ha dado tanto en forma de expansión territorial -caída del muro y expansión hacia el Este-, como en forma de regulación unitaria de sectores clave como el de telecomunicaciones, bancario, fiscal, industrial, salud, etc... con el deseo de forjar una unión, incluso política, aún más estrecha.
Los imperios necesitan de sus propias monedas (apareció el Euro), y a medida que ese imperio se construye (o expande), la demanda de esa moneda va en aumento, ya que cada nuevo estado absorbido en el imperio arrastra nuevas empresas y consumidores que necesitan de esa moneda para su circulante, su ahorro, etc ... lo que ayuda a mantener una cierta fortaleza de la divisa. 
La tendencia en los últimos 30 años ha sido hacia una cierta integración Europea. La reflexión -como siempre incómoda- que les planteo es la siguiente: ¿Que debería pasar con el euro cuyo mejor escenario es preservar sus fronteras actuales, aunque sin descartar la salida de algunos de sus estados miembros?
Una salida de estos miembros supondría una contracción de ese "imperio", y por consiguiente una menor demanda potencial de la moneda del imperio. Ya estamos viendo ejemplos. Vimos el Swexit y la posible ruptura de los pactos bilaterales entre Suiza y la UE, la pulverización de su peg con el euro, y ahora ya se habla del próximo desanclaje de la corona danesa con el euro, o incluso del Brexit, que aunque muchos piensan que es difícil ver la salida del Reino Unido, lo cierto es que es muy posible que gane la opción de imitar el modelo noruego, manteniendo un tratado comercial bilateral pero sin formar parte de la estricta burocracia de la UE. 
Aunque acabe por no pasar nada de esto, piensen que el mejor escenario es, como máximo, preservar el actual tamaño de este "imperio". Por ello la gran expansión y la gran demanda de moneda euro por parte de nuevos miembros  pertenece ya al pasado y sin más "expansión del imperio", no hay más racionalización de recursos y no habrá un renovado flujo de personas ni de capitales. Puede que este flujo crezca, pero no serán flujos nuevos, y por consiguiente, no serán cuantiosos. Considerando esto, es fácil llegar a la conclusión de que NO experimentaremos en Europa el crecimiento Ricardiano visto en las últimas décadas, y quedaremos a expensas de nuestra capacidad para generar crecimiento Schumpeteriano: el difícil porque requiere talento, inventiva y políticas adecuadas que permitan desarrollarlo.
¿Cómo se explican ustedes que tras la crisis financiera global del 2007-08, los EUA hayan podido salir mucho antes de la recesión y lleven ya tres años creciendo a un promedio del 2.5%, cuando en Europa apenas hemos promediado el 0.75%?
¿Quien tiene más capacidad de generar en el futuro este tipo de crecimiento basado en nuevas invenciones: USA o Eurozona? 
¿Cual es el ratio de inversión per cápita, o inversión sobre PIB en cada “imperio”?.
En igualdad de condiciones para generar crecimiento Ricardiano desde 2008, los EUA siempre muestran más y mejor disposición para el crecimiento Schumpeteriano (inventiva). Y eso no es probable que cambie de golpe.
Si esto es así para el futuro, mi apuesta es que va a haber más demanda natural de USD que de EUR; una demanda originada para respaldar precisamente un mayor crecimiento orgánico y más duradero (al menos, respecto a la Europa). A no ser, claro está, que la UE se expanda con éxito hacia Rusia y Turquía, aunque eso me parece menos probable que comerciar con los marcianos.
©JuanJAS

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